NCeHu
1399/04
Argentina
LOS
PUERTOS DEL GRAN ROSARIO EL BOOM SOJERO (PARTE
III)
Oscar Ainsuain - Alejandro Hugolini
La capacidad de almacenaje y ritmo de carga para cereales y
subproductos de las principales empresas portuarias del gran Rosario está muy
desarrollada.
En el último período se ha acrecentado la concentración de
los puertos. Teniendo en cuenta la capacidad de almacenaje y el ritmo de carga;
Bunge, Cargill y Dreyfus son las terminales mas importantes.
Bunge
controla el 50 % -la otra mitad está en manos de AGD- de Terminal 6. En esta
terminal funcionan 5 muelles: Bajos de la Alumbrera, T6 Norte, Muelle de
Barcazas, T6 Sur y Resintor. Tiene una capacidad de almacenaje de 900.000
toneladas entre granos y subproductos y una capacidad de molienda de 9.000
toneladas diarias. T6 Norte tiene un ritmo de carga de 700 y 400 toneladas por
hora de granos y subproductos. En T6 Sur el ritmo es de 2.000 y 1.500 toneladas
por hora. De Resintor se exporta solamente aceite. Bunge también es propietaria
de La Plata Cereal. Acá funcionan dos muelles: Pampa y Dempa. El primero tiene
un ritmo de carga de 2.000 y 1.400 toneladas/hora en cereales y subproductos y
el segundo de 900 y 700 toneladas.
En puerto 'El Quebracho', de Cargill,
funcionan tres muelles: Barcazas, Muelle Viejo y el Muelle de Fertilizantes.
Esta empresa puede llegar a almacenar 1.000.000 toneladas de granos y
subproductos y tiene una capacidad de molienda de 9.500 toneladas diarias. El
Muelle Viejo registra un ritmo de carga de 1.700 y 1.200 toneladas por hora en
cereales y subproductos. Al Muelle de fertilizantes llegan los productos de
Monsanto y se cargan aceites. En Rosario, Cargill junto a la estadounidense ADM
embarcan desde las Unidades VI y VII de la ciudad (son del Estado y están
concesionadas a Servicios Portuarios) y desde la Unidad III (también del Estado
pero cedida directamente a Cargill). Este monopolio también exporta desde Punta
Alvear donde tiene un comodato por veinte años y un ritmo de carga de 2.000
toneladas por hora.
En la planta de Dreyfus de General Lagos se puede
almacenar 510.000 toneladas de granos y 240.000 de subproductos con un ritmo
hora de carga de 2.500 y 2.000 toneladas respectivamente.
Estos son datos
al mes de junio de 2004 y se modifican permanentemente debido a las fuertes
inversiones que realiza este sector exportador.
Un alto desarrollo tecnológico
En época de cosecha, a los puertos del gran Rosario ingresan
mas de 10.000 camiones por día. Las plantas de la zona procesan actualmente
25.000 toneladas de soja por día y las empresas pretenden elevar
considerablemente esta cifra en el corto plazo. Para esto tienen previsto
realizar fuertes inversiones -se hicieron anuncios por 530 millones de dólares-
en la zona. Cargill remodelaría sus instalaciones de puerto 'El Quebracho' y
tiene decidido realizar una inversión de 200 millones de dólares para su nueva
planta de Villa Gobernador Gálvez; Bunge destinará 100 millones de dólares para
su planta de Ramallo. También están previstas importantes inversiones -80
millones de dólares- de Perez Companc en el puerto de Molinos Río de la Plata.
Vicentín aportará 40 millones de dólares para renovar su planta de Ricardone.
Pero lo nuevo es el anuncio de que el Grupo Noble (un trader cerealista con sede
en Hong Kong) invertirá 25 millones de dólares para la construcción de un puerto
de granos en Timbúes.
La tecnología de las grandes terminales es de
punta. La soja ingresa a las plantas en camiones y vagones -se descarga
automáticamente- y pasa a un depósito donde se seca la semilla. Luego se la
muele, se hace la extracción de aceites y se traslada la mercadería mediante
máquinas a sus respectivos depósitos. Este ciclo se desarrolla en apenas 300
metros y en una hora se procesan aproximadamente 1.000 toneladas.
Al
igual que en el ingreso, la salida de granos y subproductos es rápida. Cada
barco tiene una capacidad de embarque de alrededor de 43.000 toneladas y recibe
2000 por hora.
Salvo algunas terminales de Estados Unidos, en el mundo no
hay puertos tan 'rápidos' como los de nuestra zona. Hoy, Argentina exporta
tecnología portuaria, principalmente a Brasil.
Los 'descontroles' aduaneros
Los controles de carga son realizados por
la Aduana. Por su parte la Prefectura vigila cada barco (condiciones de
seguridad, seguros, calados de salida, etc.). Hasta no hace mucho tiempo los
controles se realizaban de acuerdo al ingreso de camiones que informaba la
cerealera. Las empresas para evadir entraban tres cargas con el mismo camión e
informaban una. Por cada camión que no declaraban evadían 17.000 pesos. Era tan
escandalosa la maniobra que se debió modificar el sistema.
En la
actualidad, están vigentes los denominados controles 'métricos'. Los inspectores
aduaneros se ubican en las cintas que sacan los cereales de los silos evaluando
la calidad y especie, en las balanzas controlando el peso previo a la descarga
en las bodegas, y adentro mismo de los barcos para controlar mediante el método
DRAFT, que permite determinar la carga de un buque en función de su
flotabilidad, es decir que a mayor carga la nave va más hundida.
Estas
medidas serían más seguras, pero por 'falta de personal' estos controles
prácticamente no se realizan. Los sindicatos portuarios en reiteradas
oportunidades han denunciado que la evasión continúa, dado que en la mayoría de
los casos se cargan los barcos sin la presencia de los inspectores aduaneros,
que eligen 'al azar' el lugar y momento de los controles.
Ausencia o
deficiencias en los controles, falta de personal, 'sobornos' de parte de las
empresas son moneda corriente dentro del mundo de los puertos. Según datos que
maneja el Ministerio de Economía debido a las maniobras de triangulación y el
fraude de las facturas truchas (ver Evasión fiscal, estafa y especulación) más
la falta de controles en las terminales se arriba a una espeluznante conclusión:
en los cereales la evasión es monstruosa y llega al cuarenta por
ciento.
EVASION FISCAL,
ESTAFA Y ESPECULACION (MANIOBRAS ECONOMICA Y PRESION POLITICA DE LAS
CEREALERAS)
EL BOOM
SOJERO (PARTE IV)
Oscar Ainsuain - Alejandro Hugolini
La evasión fiscal
Tanto la AFIP como la Aduana, en
reiteradas oportunidades, han denunciado por evasión a las multinacionales del
cereal que operan en el país y monopolizan las exportaciones de granos y aceite
argentinos.
En julio de 2002, el titular de la Aduana Mario Das Neves en
conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, denunció maniobras de
subfacturación de empresas cerealeras y petroleras. Señaló que desde marzo de
ese año funciona una denominada 'matriz de riesgo de exportación' que permite
analizar el universo de las exportaciones, los volúmenes operables y las
actividades económicas que se desarrollan. Este sistema permite detectar la
falta de coincidencias entre los ingresos al fisco y las ventas. Finalmente, el
funcionario consideró que estas maniobras son una 'inmoralidad' si se tiene en
cuenta que las retenciones están siendo destinadas a subvencionar los Planes
Jefes y Jefas de Hogar.
En octubre de 2002, el titular de la DGI Horacio
Castagnola declaró ante los medios que estaban investigando 'maniobras de
triangulación' y no descartó futuras denuncias penales. Manifestó que este tipo
de maniobras se venían realizando sistemáticamente desde la devaluación y aunque
no dio nombres, trascendió que la lupa estaba orientada a tres de las mayores
traders de cereales: Cargill, Dreyfus y Alfred Toepfer.
A raíz de estas
denuncias el titular de la AFIP, Alberto Abad, y el jefe de la Aduana, Mario Das
Neves, ordenaron a los especialistas tributarios y aduaneros investigar cuáles
son las empresas comprometidas en las maniobras de triangulación de
exportaciones y a qué monto asciende la evasión.
Los especialistas
detectaron que por ejemplo Cargill Argentina vendía granos a Cargill Uruguay a
un precio mucho más bajo que el del mercado internacional y Cargill Uruguay los
revendía al precio internacional a Brasil. Los expertos concluyeron que había
certezas de que los embarques se hacían directamente hacia el destino final
(Brasil) y que la exportación al paraíso fiscal (Uruguay) era
ficticia.
En diciembre de 2002, los técnicos de Economía elevaron al
ministro Lavagna un estudio con las conclusiones de los investigadores. Según
ese estudio, en el primer semestre de ese año y sobre una muestra del 40 por
ciento del total de las exportaciones hubo una subfacturación de 558.85 millones
de dólares. Esta, en millones de dólares, se componía de la siguiente manera:
Aceites de girasol 15.29, Aceites de soja 35.84, Aluminio 3.10, Carnes 88.79,
fibras de algodón 4.06, Maíz 16.75, Pescados y mariscos 113.45, Petróleo crudo
124.49, soja 53.30, Sorgo 1.57, Trigo 102.22. Si se tiene en cuenta que este
cálculo es sobre el 40 por ciento de las exportaciones se podría afirmar que la
subfacturación del primer semestre de 2002 superó los 1000 millones y las
cerealeras subfacturaron 400 millones de dólares en ese período.
Con
estas maniobras las empresas realizarían una doble evasión:
-Pagarían
menos retenciones.
-Pagarían menos impuesto a las ganancias en la
Argentina, dejando las utilidades en las filiales radicadas en los paraísos
fiscales.
Estafa al
fisco
Otra de las 'maniobras' que
practicarían las multinacionales cerealeras para estafar al fisco sería la
presentación de facturas truchas. Se confeccionan facturas de proveedores
inexistentes para reclamar luego a la DGI el reintegro de IVA sobre los montos
exportados. En octubre de 2002, distintos medios -entre ellos Clarín y
Página/12- informaron que por este motivo la DGI efectuó una denuncia, en el
Juzgado Penal Económico Número 4, por evasión agravada contra Cargill. Ahora
bien, si uno verifica el 'Listado de Denuncias Penales relevantes radicadas en
el año 2002' que la AFIP publica en Internet, se podrá observar que no se
registra ningún tipo de denuncia contra Cargill. O bien para la AFIP este tipo
de evasión no es relevante o directamente la información es
errónea.
La especulación
cambiaria
Por último habría que
agregar el tema de la especulación en la liquidación de divisas. Las cerealeras,
por el régimen cambiario existente, deben ingresar al país los dólares que
cobran por las exportaciones quince días después del embarque de la mercadería.
Por ejemplo durante la crisis cambiaria de 2002, en la que la divisa
norteamericana tocó los cuatro pesos y se especulaba con un dólar a ocho pesos,
las grandes cerealeras no liquidaron divisas. Este es un tema importante no sólo
como maniobra económica sino como presión política, dado que este sector
exportador tiene un peso decisivo para comprimir o descomprimir el mercado
cambiario.
También en esos difíciles meses de 2002 se habló de denuncias
penales contra los exportadores por demora en la liquidación de divisas. Al
igual que en el tema de las facturas 'truchas', las denuncias por especulación
en la liquidación de divisas tampoco aparecieron en el 'Listado de Denuncias
Penales relevantes radicadas en el año 2002' que proporciona la
AFIP.
Ineficiencia del Estado o un
Estado al servicio de los exportadores
Si se verifican los Listados de Denuncias de la DGI del año
2002 y 2003 se verá que no aparecen ninguna de las principales exportadoras de
cereales. La amenazas que en su momento hicieron Castagnola, Das Neves o Abad no
pasaron de meras bravuconadas. Por lo que se puede observar hasta hoy, el poder
político argentino -tanto con Duhalde como con Kirchner- decidió no tomar
medidas contra la evasión.
Esto no es nuevo en Argentina. En mayor o
menor medida, desde el momento en que la dictadura puso en la 'mira' a la Junta
Nacional de Granos - la eliminó Cavallo en 1.991-, los sucesivos gobiernos
terminaron claudicando frente al poder omnímodo de las grandes cerealeras
entregándoles los puertos -como sucedió a partir de 1976 y se profundizó con
Menem- y no tomando ningún tipo de medidas contra la evasión.
Como se
puede apreciar en el estudio que los técnicos de Economía elevaron a Lavagna en
diciembre de 2002 (ver la 'Evasión fiscal…'), en las 'maniobras de evasión'
habrían incurrido la mayoría de los exportadores. Además de las cerealeras,
también habrían participado de 'triangulaciones' las petroleras, los
frigoríficos, las empresas pesqueras, del aluminio, etc. Esta evasión millonaria
se dio en un 'país fundido'. Así se expresaban Duhalde y Kirchner refiriéndose a
nuestra situación económica. La habrían llevado adelante Cargill, Bunge, Swift,
Aluar, Repsol, Bridas, Techint, etc.; empresas que han tenido posiciones
hegemónicas en el poder desde 1976 hasta hoy y que acompañaron al presidente
Kirchner en su visita a China. Está claro que estas empresas también van a ser
las principales beneficiarias de un incremento en las relaciones comerciales
entre Argentina y China.
El gobierno
de Kirchner
Poco después de asumir,
el gobierno de Kirchner presentó con bombos y platillos su plan
antievasión..
Ha quedado demostrado que sus pilares no han logrado
resultados.
Por ejemplo la Resolución 336 que autoriza a la AFIP a
intercambiar información tributaria con otros países no ha conseguido frenar la
triangulación por la sencilla razón que ésta se da a través de paraísos
fiscales.
Por otro lado la reforma en Ganancias -se toma el mayor precio
al momento de venta o de embarque- aparece más como una concesión al FMI que
como una solución a la evasión. Manuel Cabanellas, de Confederaciones Rurales
(CRA), consideró que 'las medidas que se pretenden aplicar presumiendo que
reducirán la evasión repercutirán en la producción'. En tanto las cámaras
empresarias de la cadena agroalimentaria sostuvieron que la reforma 'tendrá
efectos sumamente negativos para todo el sector y provocará pérdidas millonarias
entre los chacareros' dado que los exportadores se pondrán a cubierto y tomarán
los recaudos necesarios al momento de comprar los cereales.
La
recaudación récord de Ganancias de mayo -5.432 millones de pesos- se debe al
aumento de la actividad económica y a la decisión de las petroleras,
fundamentalmente Repsol, de abonar este impuesto al contado y no en cuotas. Abad
advirtió que este fenómeno no se repetirá en los próximos
meses.
Es posible poner coto a la
evasión
Contra la evasión cerealera
se han tomado algunas tibias medidas. Estas no comprometen en absoluto a los
grandes traders. Alberto Abad, titular de la AFIP, informó que desde marzo
último se relevaron 250.000 camiones y esto permitió 'frenar una evasión de 150
millones de pesos en IVA y Ganancias' (La Nación 05-07-04). Entendemos que esto
es insuficiente, dado que el gobierno nacional tiene elementos contundentes para
probar las 'maniobras' de subfacturación de las grandes cerealeras. Para
corroborar esta afirmación, basta con ver las declaraciones hechas oportunamente
por los funcionarios para allanar el camino en la Legislatura a la reforma del
Impuesto a las Ganancias.
Abad señaló que un estudio de los últimos cinco
años del impuesto a las ganancias de las exportadoras de cereales se encontró
'que están significativamente por debajo de la media del resto de las empresas
que tributan en la Argentina'. Agregó que cuando se triangulan operaciones 'se
pagan impuestos a las ganancias por 5 y en el exterior por 8'. 'Esos 3 pesos de
diferencia en la base imponible lo están perdiendo el trabajo argentino y los
productores nacionales que generaron esos cereales' (La Nación
16-07-03).
Según la AFIP, el sistema de Ganancias vigente habría
facilitado maniobras entre las 7 mayores cerealeras del país, que pagaron entre
1997 y 2003 solo 19 millones de dólares por Ganancias, cuando les hubiera
correspondido desembolsar unos 400 millones (Clarín 18-3-03).
El gobierno
logró un amplio apoyo político al tomar en algunas áreas como Derechos Humanos,
Corte Suprema o Fuerzas Armadas, medidas que lo diferencian de los
anteriores.
En la mayoría de los temas económicos no ha sucedido lo
mismo. A pesar de disponer de contundentes pruebas, no se ha avanzado en lo
fundamental en la lucha contra la evasión. El gobierno nacional tiene la
palabra.
|