LA
ESCALERA NAUTICA DEL MAR DE CORTES, MÉXICO
Dra. Stella Maris Arnaiz Burne
Dr. Alfredo César
Dachary
1.
Antecedentes
A mediados de los 90´s, México signó un Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos y Canadá, el cual pretendía integrar las asimétricas
economías en un mercado común de América del Norte.
El proceso de integración ha
significado inicialmente un auge maquilador, hoy en retroceso, y la apertura del
mercado interior prácticamente sin limitaciones, salvo el petróleo y la energía
eléctrica aunque con grandes excepciones.
La integración de grandes corredores interiores a través de
autopistas, el corredor del este y del oeste han sido otras formas de
penetración de la economía norteamericana en México, siendo el mercado
agropecuario una las áreas más afectadas por este proceso.
En el sector servicios, las
franquicias han logrado dominar gran parte del mercado interior de México y
subordinarlo a su lógica de consumo, pese a que el sector con poder adquisitivo
ha estado muy restringido desde la crisis de 1994.
En el turismo, la situación es más compleja, ya que el 80% de los
cerca de veinte millones de visitantes anuales a éste, el octavo destino a nivel
mundial, lo constituyen estadounidenses.
Es en este marco en que podemos ubicar al proyecto foxista de los
llamados corredores estratégicos, el Plan Puebla - Panamá, como la extensión de
los mecanismos de control de Centroamérica por México y a nombre de Estados
Unidos, y este proyecto de escalera náutica que se da en la frontera marítima y
en el lugar de mayor tráfico de drogas de la región, el Pacífico mexicano.
El proyecto de escalera náutica es turístico en la parte exterior, de
repoblamiento e integración al modelo en lo interior y geoeconómico y
estratégico a nivel de las relaciones de México – Estados Unidos.
El turismo, como caballo de Troya de la globalización, transforma las
débiles economías de pescadores en economías de servicios para un nuevo tipo de
turismo náutico, el de los megayates, cruceros y minicruceros además de los
barcos medios en general.
En paralelo, se plantea uno de los tabú de la política interior
mexicana, que es la internacionalización de las costas, ya que el proceso
inmobiliario y las futuras marinas franquiciadas tendrían el dominio de estas
estratégicas regiones, que hasta hace poco no estaban sujetas a venta, pero que
el turismo logró primero ventas a sociedades mixtas, con socios mexicanos, y
luego los traslados definitivos de dominio a través de los sistemas de
fideicomisos.
Estos antecedentes son importantes de ubicar a fin de entender esta
estrategia de desarrollo del sector político más alineado con Estados Unidos,
que pretende en el sexenio, redefinir el dominio de los tres temas centrales del
denominado nacionalismo mexicano: la energía eléctrica, el petróleo y las
costas.
Pero además de estos marcos macro regionales debemos ver la propia
región y sus problemas a fin de poder analizar el impacto de este proyecto en la
región.
¿Se puede opinar sobre una actividad económica fuera del contexto de
una región? ¿Podemos hablar de la escalera náutica del Mar de Cortés, sin tomar
en consideración la economía que domina esta vasta región que abarca las
Californias y los estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit y ahora también el de
Jalisco?
Una de las grandes limitaciones que en México han tenido las acciones
de desarrollo que promovió el Estado durante tres décadas, a través de FONATUR
(Fondo Nacional de Turismo), el denominado modelo inmobiliario, fue la falta de
una visión amplia del contexto regional.
Basta recordar los problemas de la costa Pacífico, Huatulco, un
destino perfecto en una región de grandes contrastes, lo mismo que Ixtapa, que
han sido destinos donde la pobreza ha cercado y limitado al desarrollo
turístico.
Por ello es importante
comenzar desde lo más amplio del tema para llegar a lo más concreto de la
actividad. Es el turismo una vez más, la opción para un desarrollo regional en
la zona del Mar de Cortés, de ser así ¿qué ocurrirá con las otras actividades
que hoy mantiene la región? ¿Cómo se articularán, cómo se complementarán, cómo
no se excluirán, si hablamos por ejemplo de la pesca comercial y la deportiva?
Otro ejemplo son los conflictos sobre zonas costeras, lagunas y esteros, que se
usan para el desarrollo de las granjas acuícolas frente a las apetencias de los
desarrolladores para hacer marinas.
La economía costera actual en Sinaloa, y parte de Baja California es
pesquera comercial, ¿cómo se articularía con el turismo náutico?
Los llamados ordenamientos regionales son otro ejemplo de las
visiones parciales que terminan en tragedias totales, buenos estudios ecológicos
y pobres lecturas de la economía y la sociedad local.
Se debe realizar un estudio más amplio de la región, para ver si
realmente se da una complementación o se plantea esta escalera como una
actividad más, lo cual no garantizaría su éxito.
Una escalera náutica es más que una sucesión de marinas, es un amplio
espacio donde confluyen tecnologías y capacitación. Para hacer operativas estas
marinas se requiere de personal especializado, de talleres de apoyo, de
industrias que produzcan determinados insumos, los mínimos para darle una
autonomía al cluster náutico.
No podemos seguir con el modelo minero - exportador en el turismo,
que nos ha generado un turismo donde de cada dólar que entra más de la mitad no
sólo se regresa sino que nunca entró al país, y que termina siendo la mayor
vulnerabilidad económica de esta actividad, que no es comercial como muchos han
querido simplificarla, sino un motor de desarrollo económico, con sus propias
normas y externalidades, así como con sus potencialidades.
Creemos que medio siglo de desarrollo del turismo da un importante
capital de experiencias para no repetirlas en este nuevo gran proyecto regional,
que viene a darse en una área geopolítica importante, un mar interior y una
frontera marítima internacional, hoy agobiada por una serie de conflictos sobre
su uso, ya sea la piratería pesquera como el tránsito ilegal de estupefacientes
o el movimiento ilegal de personas.
- El
modelo
La propuesta que en la actualidad se plantea para la escalera náutica
es la del modelo inmobiliario, por ser éste el único modelo que maneja FONATUR
(Fondo Nacional del Turismo) y el cual tiene las siguientes limitaciones,
contradicciones y debilidades:
·
Corresponde a los modelos que disocian la
actividad económica en su mayor dimensión, cadenas productivas, simplificándola
a espacios geográficos, que representan escenarios, zonas costeras.
·
Es un modelo altamente dependiente, ya que
depende de la afluencia de turismo extranjero, en este caso de visitantes y
barcos extranjeros. Esta vulnerabilidad, deja a toda la infraestructura y
poblaciones de apoyo a merced del clima, que regula la navegación, de los costos
de operación que pueden cambiar por problemas de la economía del país, de otros
conflictos que pueden limitar la llegada de viajeros.
·
Es un modelo que se basa en infraestructura que
tiene buen nivel de diseño, atractivo escénico, pero no cuenta con un estudio de
personal técnico y altamente calificado para dar servicios a las naves, que hoy
tienen una tecnología de equipos de navegación similar a la de aviación y que
por ello su mantenimiento es muy complejo.
·
El modelo inmobiliario tiene limitaciones de
distancias, no pueden sobrevivir marinas muy cercanas, porque el mercado no da
para tantas, pero dado el tipo de embarcaciones se deben construir un puerto de
apoyo a la navegación entre las marinas a fin de que los navegantes cuenten con
opciones ante cualquier eventualidad a no más de veinte a treinta millas, como
se da en las zonas de tradición náutica de las costas europeas del Mediterráneo.
·
Por último, los costos ambientales pueden ser muy
elevados y las recomendaciones para reducirlos o atenuarlos muy costosas, lo
cual puede hacer inviable determinados proyectos.
3. El mercado
Las cuentas alegres sobre el gran mercado potencial de Estados
Unidos, no son de la magnitud que se plantea en términos reales por las
siguientes causas:
·
La navegación sea a vela o a motor, no es fácil
desde el sur de Estados Unidos al Mar de Cortés, ya que en línea recta son más
de 700 millas náuticas, lo cual implica un alto riesgo para embarcaciones
menores. No se trata por ello de hablar de embarcaciones de más de 25 pies, en
términos reales para la navegación a vela sin riesgo debemos hablar de más de 30
pies y las de motor deben ser mayores de 45 pies. Pueden ser menores, pero son
la excepción y no la regla, con ello se reduce mucho el mercado potencial de la
costa oeste de Estados Unidos.
La diferencia entre 20 y 40 pies es tan grande que muchas veces es
difícil de imaginar, ya que el incremento de los costos después de los 30 pies
es geométrico, ya que implica grandes cambios en la ingeniería y en las
dimensiones de las diferentes partes de la embarcación. Esta es una regla común
a veleros y barcos de motor, que se aumenta en la actualidad ante sistemas muy
sofisticados de navegación que tienen costos muy elevados no sólo de adquisición
sino también de mantenimiento.
Para tomar una dimensión real de lo
que son estas diferencias, vamos a mostrar en una tabla las diferencias de
costos en embarcaciones de motor, algunas de ellas ya usadas y una minoría
nuevas.
Si tomamos una embarcación de 100
pies con un valor medio de 5.5 millones de dólares, veremos que el pie de este
tipo de embarcación vale 55,000 dólares y en una embarcación de 55 pies que
cuesta 700 mil dólares, el pie cuesta 12,727 dólares y si seguimos bajando
tenemos que una embarcación de 23 pies que cuesta 60 mil dólares, el pie cuesta
2,608 dólares.
A continuación veremos en un cuadro
amplio estas diferencias, que reducen en forma efectiva el mercado potencial de
navegantes de la costa oeste de los Estados Unidos a un grupo mínimo,
aproximadamente un 2% del mercado total, cifra realista sobre el potencial real,
al cual hay que sumarle las grandes limitaciones que presenta el país en esta
actividad.
Embarcaciones a motor: costos, modelos y
tamaños.
Marca |
Modelo /año |
Eslora |
Precio
U$A |
Azimut |
Jumbo 100/2002 |
100´ |
5.495,000.00 |
Azimut
|
Ultra78/ 1996 |
78´ |
2.200,000.00 |
Azimut
|
54/1997 |
55´ |
700,000.00 |
Sunseeker |
51/1997 |
51´ |
624,750.00 |
Sea Ray
|
480 SB/1998 |
48´ |
580,000.00 |
Aterras |
43 conv./1994 |
43´ |
510,000.00 |
Azimut
|
AZ 40/1998 |
40´ |
300,000.00 |
Sea Ray
|
330 Sun/1998 |
33´ |
130,000.00 |
Sea
Ray |
290 Sun/1998 |
29´ |
100,000.00 |
Boston
Whaler |
Outrage/2000 |
23´ |
60,000.00 |
Bay
Lander |
2000 |
18´ |
18,000.00 |
Fuente:
Performance Boats. 2002.
En veleros, las diferencias de
valores también son muy elevadas como se puede ver en el cuadro que presentamos
a continuación.
Veleros usados, valor, modelo y
año de construcción
Marca |
Tipo /año |
Eslora |
Precio U$A |
Cliper
Marine |
Custon/1993 |
53´ |
540,000.00 |
Irwin |
1990 |
54´ |
395,000.00 |
Ta Ciao |
Cutter/1981 |
54´ |
249,000.00 |
Tayana |
T58 Ds/1997 |
58´ |
699,000.00 |
Gulfstar |
MKII/1985 |
60´ |
359,000.00 |
Fuente: Boat Trader. Online.com
Estos son los veleros que son más representativos en un mercado de
veleristas en los Estados Unidos, luego queda un mercado menor entre 38´ y 30´,
que están en un límite.
De 40 mil a 100 mil dólares promedio, el equipamiento interno y el
año de construcción y muy especialmente la marca, pueden hacer grandes
diferencias incluído que dupliquen el tope máximo.
En síntesis, el gran mercado de barcos de los Estados Unidos está
dominado una clase media que los usa de fin de semana y en las zonas costeras;
el paso siguiente son los cruceros con barcos medianos a grandes y ello implica
una drástica reducción del mercado potencial.
·
El segundo problema deriva de la seguridad, la
carencia de apoyos en la costa exterior de las Californias, la falta de
servicios calificados principalmente para los barcos de motor, limitan mucho al
navegante de motor que es el que más debe exigir, porque coincide con un perfil
diferente que del velerista.
·
El que navega a motor generalmente es pescador
deportivo de altura, mayoritariamente desconocedor de la mecánica de sus equipos
y muchas otras veces, cuando pasa de los 50 pies, trae tripulación lo cual
requiere de un gasto mayor. El velerista hasta 50 pies es más autónomo y
requiere de menos apoyos en servicios.
·
Los riesgos naturales que han golpeado Baja
California Sur deben ser un referente para la seguridad de la escalera náutica,
ya que los seguros que deben tener estas marinas deben ser muy amplios y
totalmente reconocidos en Estados Unidos, lo cual implica grandes
exigencias.
4
Ordenamiento ambiental
El ordenamiento ambiental debe preceder a la escalera náutica y debe
llegar a especificar cuáles serían las áreas a usar como marinas inmobiliarias,
como marinas precarias y cuáles deben ser excluidas de la escalera por ser zonas
a conservar.
De este ordenamiento ecológico saldrá la escalera real, y a ello se
le deben sumar zonas de apoyo en las costas, que deben ser tomadas en cuenta en
el estudio.
Debe considerarse a los pescadores como opciones de apoyo náutico,
escaleras de apoyo y servicios de apoyo a la navegación deportiva.
Si tomamos como referente la lucha contra el desarrollo de la
salinera en Guerrero Negro, veremos que la escalera presenta grandes
dificultades ambientales, por ello es que el ordenamiento debe incluir nuevos
aliados, como socios - beneficiarios del proyecto: los pescadores artesanales,
los ecologistas, los pobladores indígenas de la isla Tiburón, los ejidatarios y
empresarios que se dedican a la acuacultura y los diferentes actores del
turismo.
El ordenamiento ambiental deberá incluir, dado la extensión de la
escalera hasta Jalisco, a las Islas Marías que son una de las zonas con mayor
atractivo de la región además de ubicarse junto a uno de los grandes pesqueros
de marlin y atunes para la pesca deportiva.
5
Construcción de un desarrollo náutico con
visión de futuro
Para el caso de la escalera náutica del Mar de Cortés se propone una
combinación de tres tipos de marinas:
·
Una a dos megamarinas para los megayates, que son
una opción en crecimiento en Estados Unidos y tienen la capacidad de hacer
largas travesías. Estas se deben ubicar en los lugares de mayor renombre, como
Los Cabos, un nombre que ya tiene identidad propia en el turismo.
·
Marinas inmobiliarias, para los turistas
principalmente de Estados Unidos, aunque sería ideal diversificar el mercado.
Estas se deben ubicar mínimamente cada 100 millas náuticas y su papel será el de
ser ancla para este complejo sistema de navegantes deportistas y personas que
les atrae la navegación.
·
Marinas rusticas, amarres combinados con pueblos
de pescadores, para los turistas de vela que pretenden una relación con la
población local y además tienen menos ingresos. Estas se deberían ubicar entre
medio de las marinas inmobiliarias .
·
A esto habría que apoyarlo con:
-
Un astillero con capacidad de servicios para
megayates
-
Dos marinas secas, para dar servicio y guardar
embarcaciones por largo tiempo (certificadas
internacionalmente).
-
Un servicio unificado de capitanías que sea
eficiente y esté dotado con equipo de salvamento. Además que maneje un sistema
de información metereológica confiable durante todo el día.
Esto llevaría a la generación de un escenario diferente, ya no se
trata de la escalera en sí, sino de una sucesión de pueblos de pescadores, de
marinas modernas, de puertos de abrigo, de megamarinas, de áreas protegidas para
poder recalar una noche. Se trata de transformar la escalera náutica en un
espacio marítimo, que implica mayor seguridad, mayor operacionalidad y un
ambiente marino - costero como el que se da en el Mediterráneo español o
francés.
6
La región y su entorno
La escalera náutica del Mar de Cortés no puede ser un corredor
marítimo, sino una región turística, o sea, no puede ser un corredor costero
sino una gran área que integre a la región en la que se ubica.
No se puede caer en el error histórico de desarrollar corredores o
zonas limitadas, hoy el turismo moderno exige una máxima diversificación de la
oferta. El navegante puede bajar a jugar al golf, como a degustar una comida
costera, pero también pretende otras opciones, desde tomar el tren que lo lleve
a las Barrancas del Cobre a bajar un río de montaña si es más joven o caminar
por una ciudad puerto como Mazatlán.
En conclusión, la riqueza de la escalera náutica no se puede basar
sólo en el Mar de Cortés sino en toda la región, donde hay desde culturas
indígenas muy importantes en México, como yaquis, seris y huicholes, entre
otros, a desiertos, montañas, ríos, embalses para la pesca de pequeñas especies
o turismo cinegético, avistamiento de ballenas y muchas opciones más.
La única pregunta que queda sin responder es lo referente a la
referente a la geopolítica regional, en el pacifico, área de conflicto por el el
narcotráfico, eje de la cuenca mas dinámica del mundo y una región minimamente
poblada por México frente a California la economía interior mas dinámica de los
EEUU?
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