AMAZONIA:
CRITERIOS DE USO Y MANEJO
Alberto Mendoza
Morales
El anuncio de que el gobierno brasileño entregará áreas de la
Amazonia para uso de particulares,
lleva a la Sociedad Geográfica de Colombia a insistir en su propuesta de que esa
región geográfica, compartida por siete naciones, sea sostenida en su estado original,
respetadas sus etnias tradicionales, mantenida con baja densidad de población,
defendida de colonizadores y a salvo de apetitos, propios y foráneos, que la
desmantelan.
La Amazonia no es un “bosque tropical” como suelen llamarla. Es
una “selva ecuatorial”, hermana de las selvas del Congo y de Indonesia, según
enseña el prof. Joaquín Molano Barrero, de la Universidad Nacional de Colombia.
Es emporio viviente, capital
biótico, imperio de la biodiversidad, reguladora climática, patrimonio
ecosistémico de inequívoco interés continental y
mundial.
La Amazonia es riqueza agotable. Está atropellada por
colonizadores y empresarios que la agreden con el criterio bárbaro de “explotar
recursos”. Explotar es una expresión violenta. Evoca la idea de estallar y
reventar. Es lo que se viene haciendo con ese patrimonio de la humanidad. Hoy
sabemos que los recursos no se “explotan”, se extraen, se transforman, se usan.
La Amazonia no se “explotará”; no sufrirá tala predadora. Se impone el concepto
de “cosechar la selva”. Se usará con un concepto central, “conservarla como
está”; Lo propone el prof. Germán
Márquez Calle, Director del Instituto de Asuntos Ambientales de la Universidad
Nacional.
La Amazonia no está hecha para agricultura ni ganadería si para
ecoturismo. Su economía se basará en la recolección. Se aprovechará la infinidad
de productos que ofrece: frutas, esencias, perfumes, nueces, látex, fibras,
elíxires, medicinas, tinturas. Ofrece, además, oxígeno, minerales, gas, petróleo
y extenso campo para la investigación científica.
El privilegio de contar con la Amazonia implica, más allá de la
soberanía de las naciones amazónicas, una responsabilidad planetaria que deben
comprender, aceptar y manejar. La
Amazonia se vinculará a la economía mundial desde una perspectiva pacífica con
la naturaleza, comprensiva con las etnias y preservadora del medio y el
ambiente. Tendrá uso limpio basado
en conservar, opuesto al uso sucio basado en destruir que imponen las naciones
“desarrolladas”.
La Amazonia se vinculará a la economía mundial desde una
perspectiva pacífica con la naturaleza, comprensiva con las etnias y
preservadora del medio y el ambiente. Tendrá uso limpio basado en conservar,
opuesto al uso sucio basado en
destruir que imponen las naciones
“desarrolladas”.
Invitamos a las naciones Suramericanas, a diseñar y poner en
práctica una manera lógica de tratar la Amazonia. Podríamos comenzar con un
concurso sobre propuesta de un nuevo modelo de manejo amazónico, de esa selva
verde y palpitante que se agita
como un corazón
amenazado.