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La idea de nacionalizar el gas y el petróleo avanza incontenible en
el altiplano y los valles de Bolivia
COCHABAMBA REPUDIA EL REFERÉNDUM DE MESA
Cochabamba, junio 3, 2004.-
La Asamblea de la
Cochabambinidad, la máxima autoridad cívica popular del pueblo
de Cochabamba, asestó hoy un nuevo golpe al Presidente Carlos Mesa al repudiar
su referéndum y su política sobre el gas y el petróleo.
La Asamblea, reunida la
mañana de este jueves, determinó, tras amplias deliberaciones, rechazar las
cinco preguntas de la consulta programada para el 18 de julio, porque no llenan
las expectativas de la población que quiere decidir a quién pertenece y quién
debe beneficiarse de la explotación de los hidrocarburos que existen en el
territorio nacional.
Según informó el
presidente del Comité Cívico de Cochabamba, Jhonny Alvaro Burgoa, la Asamblea de
los cochabambinos determinó exigir al presidente Mesa que realice un referéndum
con una sola pregunta: si se está o no de acuerdo con la nacionalización del gas
y el petróleo.
"Hay que definir sobre la
nacionalización y nada más", dijo Burgoa al concluir la Asamblea en la que
participaron decenas de delegados de todos los sectores laborales, cívicos,
profesionales, empresariales y fuerzas vivas de la región, que es la tercera en
importancia en Bolivia.
Otros que rechazan el
referéndum -porque no incluye la nacionalización y sólo da a escoger si se
mantiene la política entreguista y antinacional del ex presidente Gonzalo
Sánchez de Lozada o si se la cambia por la política hidrocarburífera de Mesa,
que es muy similar a la anterior-son la Central Obrera Boliviana (COB) y la
población de El Alto, que continúan realizando manifestaciones callejeras y
bloqueos de caminos en pos de la nacionalización.
Este miércoles, cerca de
un 70% de los trabajadores y vecinos de la ciudad de El Alto cumplieron un paro
de 24 horas, con bloqueos de calles y avenidas, expresando en mitines su rechazo
a la decisión gubernamental de no tocar ni modificar en nada los 78 contratos
que las transnacionales petroleras firmaron con el Estado y mediante los cuales
obtuvieron la propiedad y el usufructo de los recursos naturales no renovables.
Tal como fue planteado el referéndum por Mesa, estos contratos se mantendrán
inalterables, sea cual fuere el resultado de la consulta, lo que ha sonado a
engaño y burla en los sectores cívicos y populares.
Los sectores laborales han
intensificado sus medidas de presión con constantes marchas callejeras en las
principales ciudades y bloqueos carreteros en varias zonas del país, y que hasta
ahora dejó un saldo de varias decenas de heridos y tres muertos.
En la perspectiva
inmediata, los conflictos tienden a agravarse en La Paz y El Alto, y a crecer y
multiplicarse con fuerza en Cochabamba, Oruro, Potosí y Sucre, si es que el
gobierno mantiene su decisión de no incluir la nacionalización en el
referéndum.
Entre los que pugnan por
llevar adelante el referéndum sin nacionalización están, junto al gobierno
neoliberal de Mesa, el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo
(MAS), Evo Morales, los empresarios nacionales y extranjeros, la alta burocracia
estatal, la clase media acomodada y los partidos neoliberales. Uno de los
últimos en expresar su apoyo al referéndum fue Alfonso Cortina, presidente de
Repsol YPF, empresa que se apropió de casi un tercio de las reservas de gas y
petróleo de Bolivia.
Fuente: www.econoticiasbolivia.com
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