NCeHu 729/04
NRNCeHu: una nota instructiva. La radiografía
del régimen surgido tras la insurrección de octubre, muestra la trama profunda
de la Bolivia neoliberal. Un artículo para leer con detenimiento y, sobre todo,
con ojos argentinos.
Bolivia
Mesa recicla gente de Goni y Tuto para que dirija la
economía del país
La rosca capitalizadora sigue
gobernando
El Juguete Rabioso
Se pensó que la "rosca"
–ese grupo de intelectuales y profesionales encargados
de justificar la expoliación extranjera de los recursos naturales de su propio
país– había desaparecido después de la revolución de
1952, pero el grupo resistió y mostró todo su poder durante el proceso de
extranjerización de la economía boliviana casi 50 años después, paradójicamente
amparada por un "movimiento nacionalista revolucionario". Tal es su influencia
que los rosqueros de la capitalización sobrevivieron a una segunda insurrección
y hoy siguen dirigiendo la política nacional y diciéndole al país lo que se debe
hacer para alcanzar el desarrollo.
Que el gobierno proponga una ley de hidrocarburos a la
medida de las petroleras después del descalabro de octubre sólo es comprensible
cuando se revisa el plantel político de Mesa: viejos gonistas, antiguos
defensores de la capitalización y otras gentes que supuestamente habían quedado
olvidadas, pero que hoy se reciclan.
Mesa no tiene aparato para gobernar, sólo pesos pluma en
política, y los otros le son impuestos por el sistema. Por eso en su gobierno
todavía hay gente convencida del modelo gonista y otros que buscan cumplir la
agenda de octubre, no se sabe si producto de una reflexión genuina o de un
reacomodo oportunista.
A plan de billete
Fue escandaloso, danzaron millones en campañas de
publicidad y consultorías. Billete en mano, los capitalizadores se compraron
intelectuales, analistas, periodistas y un montón de consultores encargados de
hacer potable el ideal "modernizador" del gonismo –es
decir la enajenación de las empresas públicas– y
aplicaron una intensa campaña mediática que alquiló a tiempo completo a
presentadores de televisión, columnistas, espacios en radio y también reporteros
de prensa. El lavado de conciencia masivo costó 188 millones de dólares, monto
que se suma a la cuenta de la deuda externa, esa deuda que todos los bolivianos
pagan religiosamente cada mes.
Por supuesto, centenas cayeron. El gonismo de los períodos
1993-1997 y 2002-2007, la antítesis del nacionalismo revolucionario, se tragó a
UCS, al Movimiento Bolivia Libre (MBL), a una buena parte de la Iglesia y a otra
del Partido Socialista de Marcelo. Varias fundaciones de intelectuales se
convirtieron en agencias de nuevos cruzados a sueldo encargados demoler con
críticas a los "trasnochados" estatistas.
Todo indica que, carente de mentalidades renovadas para
hacer gobierno, el Presidente no ha tenido otra que reclutar gente de esa rosca
de la capitalización, no sólo porque es un abundante conglomerado humano en el
que siempre hay alguien dispuesto a ponerse cualquier camiseta, sino porque esa
es la condición que el sistema le impone.
Goni, el símbolo
Ahora que se pone en cuestión todo el andamiaje
neoliberal, la derecha entera se reagrupa. Para los organismos financieros
internacionales y el gobierno de Estados Unidos, Goni y sus muchachos aún son la
vanguardia del proyecto, y no desaparecen porque se han convertido en un
símbolo.
En un desayuno ofrecido por la Embajada de Estados Unidos
a los partidos políticos hace cuatro semanas, cuando el Parlamento comenzó a
rebotar las leyes de Mesa, el embajador David Grenlee dejó bien en claro: No se
puede cambiar la Ley de Hidrocarburos y menos tocar a Goni. "Enjuiciar a Goni es
como hacer juicio a todo el sistema del cual nosotros nos consideramos la
vanguardia. Un juicio a Goni es un juicio contra nosotros", advirtieron los
gringos en el desayuno.
Esa es la razón que explica porqué en el gabinete
económico de Mesa manden tres veteranos mosqueteros del libre mercado y que un
señor que piensa que cambiar el modelo es como pedir que la tierra deje de rotar
alrededor del sol dirija el gabinete político.
Pese a los mandatos de octubre, Xavier Nogales, Javier
Cuevas y Horst Greve, este último antiguo ministro pinta carteles del PC que
luego fue captado por el Consenso de Washington, aplican casi la misma política
en Hidrocarburos que sus antecesores. En tanto que el ministro de la
Presidencia, José Antonio Galindo, opina que la nacionalización es una propuesta
"populista", igual que exigir 50% de las ganancias a las petroleras.
Y para que no quede duda de a dónde apunta el gobierno,
Galindo sale presto a dejar las cosas claras: "Nunca nos comprometimos a cambiar
el modelo económico (...) Se necesita mucha plata para nacionalizar, sacar e
industrializar el gas (...) Necesitamos un socio (...) La ley de Hidrocarburos
propuesta no se va a modificar (...) Vamos a escuchar sugerencias, el que
aceptemos sugerencias es otra cosa...".
Es obvio que semejante bolapié verbal –y viniendo de los resabios de la rosca–
recuerde tanto a Goni y estimule la bulla popular. Pero los allegados reciclados
de Mesa y algunos de sus epígonos de la prensa intimidados por el "golpe"
prefieren creer que son pocos movimientos "sin razón de ser" los que intentan
desestabilizar al Presidente.
El gabinete de Mesa
Horst Grebe
Después de sus peripecias ideológicas como ex militante
comunista, el actual ministro de Desarrollo Económico se fue a vivir a Caracas,
donde cambió su discurso marxista leninista por la postura neoliberal del
Consenso de Washington. La transmutación ocurrió cuando trabajaba en el Sela, un
organismo que en los 80 fue un referente similar a la Cepal.
Cuentan que las dotes intelectuales de Grebe cautivaron al
ex superministro Fernando Romero y que este poderoso banquero le abrió las
puertas del MNR. Desde entonces Grebe fue conocido por su trayectoria cercana al
primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993–1997), cuando fue asesor del Ministerio de Desarrollo Humano
(1993–1994), asesor de la Cancillería (1994–1996), y
coordinador operativo del Secretariado de la Cumbre de las Américas sobre
Desarrollo Sostenible y asesor especial del Presidente en ese tema en 1996.
Al principio se relaciona de lejos con el jefe, pero
pronto se convierte en ideólogo y defensor del gonismo desde la Fundación
Milenio y en uno de los hombres más cercanos a Goni.
Al término del primer periodo gonista, Grebe depura su
discurso al comprender que su imagen se comprometía cada vez más con el gonismo
y decide multipartidizarse. Es así que crea Prisma, una fundación que aglutina a
intelectuales y a cierta élite boliviana de todos los partidos. Con Prisma Grebe
logra establecer una institución pseudo independiente, imagen que luego le ayuda
a establecer una relación especial con Enrique García, de la CAF.
En Prisma, Grebe forma su propio grupo de estudio del gas
y crea el núcleo con Francesco Zaratti (recientemente nombrado delegado para la
revisión de la capitalización), Alvaro Ríos (ex ministro de Hidrocarburos) y
otras personalidades que hoy son ministros o asesores en el gobierno de Mesa. El
nexo entre Prisma y el gobierno es Lupe Cajías.
Xavier Nogales
Cuentan que en un vuelo Washington-La Paz, Víctor Paz
Estensoro se sentó al lado de Nogales y quedó impresionado cuando se enteró de
que un boliviano trabajaba en el Banco Mundial. Fue así que le invitó a asumir
la presidencia del BCB, antes de Jacques Trigo.
Nogales giró muchos años en el mundo tecnócrata. Trabajó
como consultor y ahora está bien relacionado con los organismos internacionales,
especialmente con el Banco Mundial.
Después de que Tuto Quiroga lo empleara como ministro,
Nogales trabajó como "gurú" de los empresarios privados de Santa Cruz y gracias
a su paso por el BCB se convirtió en el consultor numero uno para temas
bancarios. Así vivió todo ese tiempo, de consultor de los empresarios y de la
banca.
Antes de las elecciones de 2002 Nogales hizo un tour por
todos los partidos ofreciéndose con un programa de vivienda. Visitó a Paz
Zamora, a Goni, Manfred y finalmente aterrizó en la Vicepresidencia, donde
conoció a Carlos Mesa.
El actual ministro de Minería e Hidrocarburos está en la
lista de los consultores comprados por la capitalización. Este señor fue
contratado para elaborar un plan de salvataje del BHN Multibanco, una
institución que tenía como principal accionista al ex ministro de Desarrollo
Humano Fernando Romero. Casualmente, el BHN luego fue comprado por el Citibank
en un proceso en el que aparecieron demandas judiciales por estafa contra el ex
ministro de Sánchez de Lozada.
Nogales tiene una trayectoria de discrepancias con Álvaro
Ríos y Araníbar, los dos ministros que le antecedieron en el cargo. Ahora se
enfrenta al principal desafío gubernamental: vender el gas y sortear las
presiones sociales.
Javier Cuevas
Después de la insurrección de octubre de 2003, Mesa
convocó a las vacas sagradas para que ocupen el Ministerio de Hacienda. Sonaron
los nombres de Juan Careaga y Herbert Müller, representantes del neoliberalismo,
pero Careaga desistió al ver un gobierno débil y a Müller le descalificó la
prensa por sus relaciones con las petroleras. Es así que Javier Cuevas entra al
gabinete por defecto. El FMI tiene mucho que ver en su nombramiento. Es
confiable para ellos, pues Mesa, al parecer, ni lo conocía.
Cuevas fue antes funcionario del Banco Central de Bolivia
(BCB) e hizo carrera como economista principal de la Confederación de
Empresarios Privados de Bolivia (CEPB). Su entorno lo ve como persona limitada y
con una clara tendencia al movimientismo de segunda línea.
En los últimos 10 años siempre fue funcionario técnico de
la CEPB, sin llegar al primer nivel y con algunas intervenciones en el sector
público en las gestiones gonistas. Fue oficial mayor administrativo de la
Alcaldía en la gestión de Gaby Candia.
Se dice que Cuevas llegó al Viceministerio de Presupuesto
gracias a sus vinculaciones con las roscas tecnócratas de Fernando y Gaby
Candia. Junto al ex ministro Javier Comboni, participó en las reuniones con el
FMI y ayudó a delinear la política del Fondo con Bolivia.
Hasta los últimos días del gonismo, Cuevas fue
viceministro de Crédito y Tesoro Público, es decir el tramitador de los gastos
reservados en el Ministerio de Hacienda y el funcionario responsable de sacar
plata del BCB para entregarla en maleta a los miembros de la caterva gonista que
huyó en octubre del año pasado.
¿A quién se debe Cuevas? Todo indica que al FMI. Tal vez
busca un puesto en el Fondo o en algún organismo internacional y por eso hace
buena letra. De todos modos, Cuevas tiene algún grado de lealtad con Mesa porque
éste le permitió brillar, a diferencia de Sergio Pereira.
Sergio Pereira
El actual viceministro de Servicios Financieros es sobrino
directo de Goni. Si Goni seguiría en el gobierno con seguridad que Pereira
estaría más arriba de Cuevas, pues es gonista de familia. Él y Cuevas estuvieron
hasta el último minuto al lado de Goni.
Dicen que Pereira es un hijito de papá que vive en la
Florida y que para nada está comprometido con el cambio de agenda política de
octubre.
Se hizo cargo de la Gerencia de Desarrollo del BCB cuando
el operador de Goni era Fernando Candia, presidente de la entidad bancaria. Creó
Nafibo y desde entonces se mueve en ese entorno.
Como ministro interino de Servicios Financieros, Sergio
Pereira firmó el decreto que libró al ex ministro Kucoc de rendir cuentas a la
Contraloría el 17 de octubre de 2003.
Patricia Alborta
La viceministra de Tesoro y Crédito Público es desconocida
en el gremio de economistas. Se sabe que su hermano es asesor económico de la
Embajada de Estados Unidos y por eso se especula que FMI y Embajada la habrían
nombraron para que responda directamente a ellos.
Ana María Solares
La Embajada de Estados Unidos habría advertido al gobierno
de Mesa que Ana María Solares es inamovible. Argumenta que es la que mejor
conoce las negociaciones del ALCA. En la práctica, es la persona que garantiza
que Bolivia firme un ALCA en los términos que exige de Estados Unidos.
Solares fue viceministra de Relaciones Económicas
Internacionales en todo el gobierno de Banzer. Es amiga íntima de Patricia, la
hija de Banzer. Hizo carrera en ALADI y su caso es muy parecido al de Patricia
Alborta.
¿Los nombramientos de Solares y Alborta será resultado de
amarres? Muchos consideran que Mesa ni siquiera conoce de esos amarres.
Alberto Bonadona
Aunque no es un gonista de la vieja guardia, el actual
interventor trabajó en la Dirección de Pensiones con el equipo que diseñó la
Reforma de Pensiones de Goni.
Guillermo Aponte
Emenerrista especializado en pensiones, se dice que Goni
no movía un dedo en el campo sin antes consultarle. Actualmente es
Superintendente de Pensiones.
Los "emebelos"
Antonio Araníbar, más conocido como el "ministro Enron",
no pudo conservar la pega, pero algunos de sus camaradas del MBL, el partido
socio de la capitalización, tuvieron mejor suerte. En el Ministerio de
Desarrollo Sostenible está Gustavo Pedraza, un ex militante de Santa Cruz. Jorge
Cortez, que funge como delegado presidencial para el Desarrollo Institucional,
fue junto a José Galindo y Alfonso Ferrufino parte del gabinete de Mesa en la
Vicepresidencia de la República.
Se parece tanto a una mafia...
La capitalización fue un proceso "tan transparente como
las cajas de vidrio donde se presentan las ofertas", solía decir Alfonso
Revollo, ex ministro de Capitalización, hoy prófugo y honorable consultor del
Banco Mundial. Pero tuvo que pasar una década para saber realmente qué había en
esa caja de cristal ahumado.
Durante la capitalización se identificó un grupo de poder
compuesto por Comsur, Citibank, Bisa y Enron. Gonzalo Sánchez de Lozada era
accionista de Comsur y del Banco Industrial S.A. (Bisa). A la fecha de la
capitalización, ICE Constructores era la principal accionista del Bisa (19,24%)
y participó en el proceso de capitalización de ENDE, asociada a Enron.
El Citibank, propietario del Cititrust de Bahamas, fue el
depositario de los recursos de la capitalización, y socio de Comsur desde 1970.
Tiempo después el Citibank se compró el BHN, cuyo presidente era Fernando
Romero, el primer ministro de Desarrollo Económico del régimen de Sánchez de
Lozada.
Al centro de ese esquema figuraban Fernando Aguirre
Bastos, Juan Cariaga y Bruce Templeton, los tres integrantes del Comité de
Administración del fideicomiso del Cititrust.
Después de la renuncia de Cariaga a la Superintendencia
General del SIRESE en febrero de 1997 –para ocupar el
cargo de director del Banco Mundial–, Claude Bessé fue
designado como el sucesor y como reemplazante en el Comité de Administración del
Fideicomiso. Bessé fue gerente de Ende y también ex gerente de ICE
Constructores.
Los consultores Juan Cariaga y Claude Bessé cobraron por
su trabajo en la capitalización más de 682 mil dólares.
Fuente: www.bolpress.com
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