NCeHu 695/04
Quiebra de la ocupación militar de Iraq
EEUU presiona para la aprobación de una nueva resolución
de NNUU, mientras renuncia a asaltar Faluya
Loles Oliván, Nota informativa CSCAweb,
29 de abril de 2004
"EEUU pretende crear una
interlocución política y de seguridad local que se adapte a su proyecto de
ocupación. Sin embargo, los fracasados intentos promovidos por la APC de quebrar
la insurgencia rehabilitando a miembros del Baaz y asociándolos a la gestión de
la seguridad iraquí a través del nuevo Ejército son la demostración palmaria del
fracaso estadounidense en Iraq y de que a pesar de su poderío militar hay una
fuerza mayor -la resistencia- que no puede ser frenada. El levantamiento del
cerco a Faluya así lo confirma".
La presión ejercida por la extensión de la
resistencia armada iraquí en todo el país ha situado a la Autoridad Provisional
de la Coalición (APC) y a los mandos militares estadounidenses ante la evidencia
de su propio fracaso en Iraq. Por una lado, el Pentágono se ha visto obligado no
solo a retrasar su calendario para relevar a las tropas que llevan desplegadas
en Iraq más de un año, sino que ha declarado -ya el propio Rumsfeld- que sus
efectivos deberán ser ampliados para poder hacer frente militarmente a la
resistencia iraquí [1]. Ello se produce además cuando la retirada de las
tropas españolas de Iraq ha desencadenado el anuncio de retirada de otros
contingentes por parte de terceros países) que colaboran con la ocupación
estadounidense, o la apertura de debates nacionales sobre la conveniencia del
mantenimiento de sus fuerzas. Además de las de Honduras y El Salvador (que junto
con las españolas sumaban unos dos mil efectivos), Noruega y Holanda han
anunciado que retirarán sus tropas después del 30 de junio, mientras Australia y
la propia Polonia lo evalúan. Igualmente, en Gran Bretaña, su máximo aliado en
la ocupación, la oposición de los mandos militares al envío de más tropas y a
que se amplíe su área de ocupación a aquélla evacuada por las españolas, ha
obligado al gobierno Blair a retrasar la decisión de enviar hasta 2.000
efectivos más que se sumarían a los 7.500 que ya tiene desplegados en la
provincia de Basora. La presión de los mandos militares británicos habría
obligado a Blair a anunciar a comienzos de esta semana que "[...]el Reino Unido
tiene suficientes tropas en Iraq" [2].
La ocupación militar se resquebraja sin que EEUU
haya conseguido asegurar su control militar del territorio iraquí, poniendo en
crisis abierta su ilegal proceso económico de privatización del Estado (el 25%
de las compañías privadas extranjeras ha abandonado Iraq [3]) y antes de
que haya podido llevar a cabo su proyecto político de traspaso formal del
control de la seguridad a unas fuerzas policiales y militares locales -que,
lejos de estar preparadas para asumir el control en las ciudades iraquíes, han
dado signo en algunos casos de negarse a combatir contra su propio pueblo cuando
la crisis se ha acentuado en Iraq- y cuando aún no se ha determinado a qué
autoridad iraquí se deberá traspasar el mando político el próximo 30 de
mayo.
En esta coyuntura, la Administración Bush,
acelerada por las exigencias del calendario electoral y por el aumento de la
presión dentro de EEUU, se ha visto obligada en las últimas semanas a forzar los
acontecimientos tanto en el plano militar sobre el terreno, como en el político
internacional utilizando para ello todas las bazas posibles.
Faluya: forzar un 'arreglo' con
la resistencia
En el plano interno, y en contra de lo que muchos
medios de información occidentales afirman, la operación militar abierta tras el
cerco de Faluya hace tres semanas, no fue decidida al parecer como consecuencia
de la reacción al asesinato y la mutilación de los guardias de seguridad privada
estadounidenses en la ciudad. Antes al contrario, el despliegue del cuerpo de
marines que reemplazó a las tropas del Ejército en las afueras de la
ciudad a finales de marzo respondía a un plan militar diseñado para preparar un
cordón de tropas, tanques y artillería pesada alrededor de Faluya, bastión de la
resistencia armada iraquí, establecido a fin de lanzar una batalla urbana contra
el interior de la ciudad [4].
Esta decisión militar de demostración de fuerza y
capacidad ofensiva de los ocupantes habría sido tomada en paralelo a un
iniciativa promovida por la APC meses atrás y relacionada con el intento de
abrir contactos con responsables de la resistencia y, concretamente del
prohibido partido Baaz a fin de negociar un acuerdo que permitiría incorporar a
un buen número de ex oficiales iraquíes de rango medio y alto a puestos
fundamentales de los nuevos aparatos de las fuerzas de seguridad y el Ejército,
resquebrajando con ello la creciente unidad operativa de la resistencia iraquí.
Según se ha filtrado en algunos medios árabes, la APC habría intentado buscar un
arreglo con el Baaz en tanto que fuerza en la que descansa buena parte de
la lógica militar de la resistencia [5]. Fuentes de información
baasistas, de hecho, han confirmado que EEUU ha formulado un nuevo enfoque
respecto al papel que podrían desempeñar los miembros del Baaz en la
estabilización del país a través de la contención de la resistencia. El anuncio
efectuado por Paul Bremer, el pasado 23 de abril [6], acerca de levantar
parcialmente la orden de 16 de mayo de 2003 que establecía la total
desbaacificación de Iraq, presentado como un intento de corregir una
medida que se ha evaluado por la propia APC como abiertamente contraproducente
para sus intereses, confirma de hecho ese nuevo enfoque. De acuerdo con las
filtraciones referidas, EEUU a través de una tercera parte no iraquí, habría
intentado infructuosamente negociar hasta hace muy pocas semanas con
representantes baasistas. Un dato que podría confirmar esta información es que
el 23 de abril el partido Baaz emitió a través de su servicio de información un
comunicado en el que tras fijar su posición en "[...] el principio de la
resistencia y la liberación de Iraq y de acuerdo con el Programa Político y
Estratégico de la Resistencia armada de Iraq " [7], declaraba que "[...]
el partido no formará parte ni de los planes ni de las fuerzas de la ocupación
en Iraq o fuera de Iraq" [8].
Este contexto explica el cerco y posterior asalto
de Faluya -una huída hacia adelante- y en el se inscribe igualmente el ultimátum
dado por el mando militar estadounidense a la resistencia para que se
formalizase una tregua negociada que habría de conducir a la creación de una
patrulla conjunta de marines y policía iraquí para patrullar las calles de la
ciudad a partir del martes, 27 de abril. La tregua fue finalmente rota por los
propios estadounidenses sin que se hubiese cumplido el plazo establecido, cuando
el pasado 26 de abril los marines lanzaron una brutal ofensiva terrestre
y aérea contra el interior de la ciudad -respaldada públicamente por el
presidente Bush- y que a pesar del poderío de su fuerza militar, ha sido
repelida por la resistencia de la ciudad con intensos combates en las últimas 48
horas. En este impasse, y ante la dificultad de avanzar en una situación abocada
a acabar con Faluya por la fuerza militar desproporcionada, o a retirarse de la
ciudad, los mandos estadounidenses se han visto de nuevo obligados a virar su
táctica y han anunciado improvisadamente un nuevo plazo de 36 horas para que se
establezca una patrulla integrada esta vez por 1.100 efectivos iraquíes de la
policía creada por la APC dirigida por uno o varios "ex generales" del antiguo
ejército de Iraq en lo que los ocupantes han dado en denominar ya el nuevo
"Ejército para la Protección de Faluya". En el plazo de las 36 horas, y una vez
que las patrullas sean operativas, las fuerzas de los marines levantarían
el asedio de Faluya y se replegarían [9]. Pretendiendo mantener una
posición de fuerza, la ocupación estadounidense no puede ocultar su propia
debilidad ante Faluya. Mientras tanto, otros 11 soldados estadounidenses han
muerto este jueves como consecuencia de acciones de la resistencia en diferentes
puntos del país.
El frente internacional: una
nueva resolución de NNUU
Paralelamente, y ante el deterioro progresivo que
se ha instalado en la ocupación estadounidense, EEUU está presionando nuevamente
en el ámbito de NNUU para que se acelere la aprobación de una nueva resolución
que legitime el proceso de transición que la APC pretende imponer en Iraq
antes del 30 de junio y que permita neutralizar el deterioro militar de la
llamada coalición a través de la incorporación de nuevos efectivos militares
internacionales a Iraq.
En esta dirección y a pesar de que aún no han
trascendido los contenidos de esa nueva resolución que deberá aprobarse a mitad
de mayo, Kofi Annan ya declaró el pasado 27 de abril que la organización
internacional no tomará el control en Iraq aunque ha indicado que la cuestión de
la seguridad en esa resolución será central y podría establecer un mandato para
que una "fuerza multinacional" (y no los cascos azules) se instale en
Iraq, fuerza con la que según Annan, "NNUU tendrá que trabajar codo con codo y
coordinarse en un tarea que será compleja" [10].
Asegurar la presencia militar
indefinida de EEUU en Iraq
Además de las cuestiones relativas a la
seguridad de la ocupación militar, la resolución deberá dar respuesta
-legitimar- el proceso de transición de la APC. El enviado especial de Kofi
Annan a Iraq, Lajdar al-Ibrahimi, ya ha dejado claro en su informe a los
miembros del Consejo de Seguridad (CS) de NNUU, conforme a lo que interesa a la
Administración Bush, que es posible formar un nuevo gobierno provisional iraquí
que gestione el país desde el 30 de mayo hasta que en 2005 se celebren
elecciones. Según propone al-Ibrahimi, la composición de ese gobierno tendrá que
decidirse un mes antes de la fecha de transferencia de soberanía. Igualmente, en
ese periodo se deberá establecer cuáles serán las misiones y las atribuciones de
las tropas estadounidenses que permanecerán en el país tras el 30 de junio
[11].
Esta cuestión no es baladí pues, como la propia
Administración Bush ya ha dejado claro, la transferencia de soberanía a un
gobierno provisional iraquí será una cuestión limitada ya que la autoridad
última residirá en la fuerza militar de ocupación y en la gigantesca embajada
que EEUU ha comenzado a construir en Bagdad en la antigua sede del palacio
presidencial de la República de Iraq, al frente de la cual estará Negroponte,
uno de los personajes más siniestros de la política exteriores estadounidense,
muy particularmente en América Latina. El subsecretario de Estado para Asuntos
Políticos, Marc Grossman, ha confirmado que el gobierno pondría "[...] un
importante rostro iraquí en muchos aspectos de la vida del país pero el ejército
de EEUU y no las fuerzas de seguridad iraquíes, serán las encargadas de las
cuestiones de seguridad" [12].
"Transferencia de soberanía" sin
soberanía
Al-Ibrahimi ha señalado también que ese nuevo
gobierno provisional no debería incluir a los actuales miembros del Consejo
Gubernativo (CG) iraquí, 25 personas seleccionadas por la APC el pasado junio de
2003 y cuya representatividad ha sido ampliamente rechazada por la mayoría de
los iraquíes. Esta propuesta coincide en el tiempo con la decisión de la
Administración Bush de excluir al futuro gobierno provisional a Ahmad Chalabi
[13], dirigente del Congreso Nacional Iraquí (CNI), una formación creada
y financiada por el Pentágono en los años 90 y sobre la cual ha pivotado, junto
con otras organizaciones de su misma especie, incluidas el Partido Democrático
del Kurdistán (PDK) y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), las pro-iraníes
Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII) y al- Dawa
fundamentalmente, la constitución de un referente político artificial, asociado
a los intereses de EEUU e incorporado por la APC al CG para legitimar primero la
invasión y ocupación de Iraq y posteriormente la tutela colonial de Iraq.
Habida cuenta de la total ausencia de respaldo
popular al oportunismo y colaboracionismo del CG, la APC se ha visto obligada a
formular un cambio de orientación y de miembros en ese planificado gobierno de
transición que, tal y como al-Ibrahimi indicó ante el CS debería componerse de
miembros que no aspiren "a perpetuarse en el poder" ni a presentarse a las
elecciones. Sin haberse definido aún cómo se pueda establecer ese nuevo cuerpo
político iraquí, se asume desde la secretaria general de NNUU que una vez
establecido se convocará una conferencia nacional de unos 2.000 delegados que
elegirán una asamblea consultiva de 200 miembros para el periodo transitorio, es
decir hasta enero de 2005 en que se habrían de celebrar elecciones generales.
NNUU desempeñaría en el periodo que va de junio a enero el papel de supervisor
de la preparación de los comicios [14].
Queda por ver como reaccionarán ante estos eventos
los restantes miembros del CS, muy especialmente cuando el plan de al-Ibrahimi
no resuelve en absoluto las exigencias de Estados como Alemania, Rusia y Francia
al respecto del reparto de control político, económico y militar de la ocupación
de Iraq. Favorables a internacionalizar la ocupación mediante un mandato
de NNUU que la legitime, ello solo puede ser aceptado si implica el reparto del
control político y económico del futuro de Iraq, que, únicamente en esas
condiciones contaría con el apoyo del envío de tropas militares multinacionales
a un Iraq igualmente ocupado -a través de una fuerza multinacional- o de la
propia OTAN- bajo uno de los eufemísticos calificativos con que la organización
militar designa sus intervenciones, "operación de mantenimiento de la paz" o de
"ayuda humanitaria", por ejemplo.
Conclusión final
El revés que ha dado la resistencia armada a la
ocupación militar de Iraq ha precipitado en el último mes una nueva crisis que
ha alterado nuevamente los planes militares del Pentágono en Iraq y también los
políticos de la APC.
Las dificultades que afronta EEUU en Iraq lejos de
poder resolverse como así se ha puesto en evidencia mediante la fuerza militar,
exigen avanzar a toda celeridad -para responder a los plazos que marca el
calendario electoral estadounidense- en todos los frentes posibles internos y
exteriores. En el frente internacional, EEUU pretende retornar al seno de NNUU
en un estado de bochornosa debilidad pero sin renunciar al hegemonismo de la
ocupación unilateral en Iraq. Opuestos a su exclusión del control y la
participación de un Iraq recolonizado, los países con mayor peso como Francia,
Alemania, Rusia, Japón y China, difícilmente podrán aceptar ser ellos quienes
resuelvan los problemas de la APC en la gestión de la ocupación y muy
especialmente los asociados al control militar del territorio iraquí si a cambio
no se produce un acuerdo de reparto de la tutela en otras áreas como la
económica y la política. De hecho, fuentes gubernativa indicaban el jueves 29 de
abril que Francia no enviará tropas a Iraq aún cuando se aprobara una nueva
resolución del CS, lo cual confirma -como también en el caso del nuevo gobierno
español- que estos países perciben la iniciativa como meramente de respaldo a
los planes estadounidenses.
En el frente interno, EEUU ha fracasado en imponer
la legitimación de una autoridad política tutelada a través del CG y, muy
especialmente, ha fracasado en su intento de crear un mecanismo local de control
de la población iraquí a través de un nuevo cuerpo policial y un nuevo ejército
del que servirse no solo para hacer descansar en él el control de los medios
urbanos donde los ataques de la resistencia son más intensos -y evitar más bajas
a sus propias fuerzas y con ello su coste político ante la opinión pública de
EEUU- sino también para pretender una estabilidad interna que garantice la
seguridad y avale a nivel internacional el proyecto político y económico
de la APC tras el traspaso de poder el 30 de junio.
El levantamiento del cerco a Faluya así lo
confirma.

Notas de CSCAweb:
1. Véase en CSCAweb: Diario de la
Resistencia de 12 y 13 de abril de 2004 (Diario
de la resistencia iraquí - Abril de 2004). 2. The Guardian, 29 de abril de 2004 y
www.smh.com.au 3. Fuentes de la APC reconocían la semana pasada que el 25% de las
empresas implicadas en contratos en Iraq han abandonado el país en las últimas
semanas como consecuencia de la incremento de los combates entre insurgentes y
fuerzas de ocupación, así como la toma de rehenes por parte iraquí. Estas
fuentes admiten que el restante 75% "[...] se ha atrincherado en sus bases",
paralizando la ejecución efectiva de sus actividades. Más de 40 civiles
extranjeros -mercenarios, miembros de ONG o empresarios y trabajadores- han sido
secuestrados en Iraq, y 10 de ellos muertos por sus captores. Al menos Rusia,
Francia, Polonia y Portugal han exigido a sus nacionales que abandonen el país.
Véase en CSCAweb: Diario de la Resistencia de 27 de abril de 2004
(Diario
de la resistencia iraquí - Abril de 2004) y www.occupationwatch.org 4. The New York Times, 28 de abril de
2004. 5. www.albasrah.net 6. The Guardian, 23 de abril de 2004. 7. Véase en CSCAweb:
El
Consejo Nacional Unificado de la Resistencia Iraquí anuncia su programa
político: liberación y reconstrucción de un Estado democrático y
social 8.
www.albasrah.net, Op. cit. 9. Associated Press, 29 de abril de 2004
(http://story.news.yahoo.com). 10. La Vanguardia, 28 de abril de
2004. 11. The Independent, 28 de abril de 2004 y La Vanguardia,
29 de abril de 2004. 12. The Independent, 28 de abril de 2004. 13.
The Washington Post, 24 de abril de 2004 y http://english.aljazeera.net 14. "Al-Ibrahimi: Interim body by June", en
Al-Jazzeera, 28 de abril de 2004.
Fuente:
cscaweb. |