NCehu
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Notas anteriores: NCeHu 319;327;330 y
337.
TRANSGENICOS
SOBERBIA SUICIDA (PARTE V)
(Fin del
Informe)
Este artículo corre el velo sobre las consecuencias de la utilización de
la soja transgénica en América Latina y los productos asociados a esta como el
glifosato, poniendo especial énfasis en dos aspectos: la salud humana y la
diversidad biológica.
Claudio Tygier 12/03/04
Excursus legal: ¿Hay alguna norma legal en Bolivia
aplicable a esta cuestión?
Nos referiremos exclusivamente a la soya manipulada por
Monsanto, la SRR. Es precisamente el vínculo de dependencia creado entre la soya
SRR y el Roundup o glifosato de Monsanto el elemento que permite tipificar
adecuadamente el caso en el marco de la legislación vigente en la materia. El
Decreto Supremo 10.283 (ver referencias al final) que data del 30 de mayo de
1972 establece en su art. 118 que 'Sólo se permitirán las aspersiones de
pesticidas sistémicos (altamente tóxicos), cuando a juicio del técnico que
prescribe no existe otro producto de menor toxicidad para el fin que se
persigue. Cuando se reúnan las condiciones para las aspersiones aéreas de
pesticidas sistémicos (altamente tóxicos), éstas deberán hacerse bajo la
supervisión del técnico que prescribe dicho producto.'
En el apartado 'De las definiciones', en el art. 69 del DS.
10.283 se establece que 'Por convenio general la palabra insumo agrícola incluye
todos los pesticidas y otros productos químicos de uso agrícola, registrados y
autorizados para su venta, de acuerdo a su uso terapeútico vegetal y estarán
claramente catalogados como sigue: insecticidas, acaricidas, nematicidas,
fungicidas, sistémicos, herbicidas, defoliantes, desecantes, atrayente de
insectos, rodenticidas'. Hasta aquí el rubro pesticidas, la lista continúa con
'otros productos químicos', donde se lista hormonas, fertilizantes y luego se
define los grados de toxicidad y el criterio de DL-50, dosis letal
media.
En esta instancia nos interesa señalar dos cosas: en primer
lugar la ley define genéricamente como pesticida a los herbicidas; en segundo
lugar el texto legal señala claramente que un herbicida (pesticida) sistémico
(el glifosato es sistémico) debe evitarse y su empleo es el último recurso, de
no haber otro medio menos tóxico para el fin que se persigue. Es razonable que
así sea, porque el carácter sistémico de un herbicida lo hace más tóxico, dada
su capacidad de intoxicar la totalidad de los tejidos de la planta. En el
espíritu de esta norma legal esto se muestra en el hecho de considerar el
carácter sistémico como un factor de mucho peligro. Por ejemplo, dice en el art.
135, 'todos aquellos insecticidas sistémicos de uso agropecuario o forestal,
serán considerados extremadamente tóxicos salvo las excepciones que establezcan
las normas que dicten los Ministerios de Asuntos Campesinos y Agricultura y de
Salud Pública'. En este punto, la ley equipara el carácter sistémico de un
insecticida, con uno de los más poderosos tóxicos al darle igual tratamiento;
dice el art. 134 que 'todas aquellas formulaciones en las que entre el Paration,
como compuesto activo se considerarán extremadamente tóxicos'. Los productos
extremadamente tóxicos, identificados con etiqueta roja, están prohibidos en
Bolivia Según establece el Art. 58: los insumos y particularmente los pesticidas
se registrarán solamente cuando los mismos correspondan a la clasificación
toxicológica de : Altamente tóxico - Moderadamente tóxico - Ligeramente tóxico -
Inocuo. Es decir no se otorgará registro, esto es, no se permite la importación,
comercialización y uso en el territorio nacional para los pesticidas
clasificados como extremadamente tóxicos.
Conclusión interlocutoria
Por nuestra parte, pensamos que no estaría forzándose el
alcance del texto legal, en el art.118, que autoriza el uso de un herbicida
sistémico solamente cuando a juicio de un profesional responsable, el mismo que
deberá estar presente en el sitio donde ha de realizarse la fumigación, no
existiera otro producto de menor toxicidad para el fin que se persigue, si
extendemos la prohibición a la semilla enganchada (asociada al Roundup), esto es
la soya SRR, por cuanto ésta es parte del herbicida, es decir hace inevitable su
uso porque Monsanto así lo desea. Ahora bien, como el fin que se persigue es
producir soya, y no contaminar el ambiente, entonces, sí hay otros productos que
no inducen una alta toxicidad asociada 'simbióticamente' a su empleo como en el
caso de la soya transgénica de Monsanto: estos productos son las semillas de
soya tradicionales, sin manipulación genética. En otras palabras, siguiendo la
lógica del legislador en esta materia, que prefiere la no utilización en Bolivia
de herbicidas sistémicos, la semilla Roundup Ready debe prohibirse en Bolivia,
pues su cultivo hace inevitable el empleo de un herbicida sistémico, mientras
que otras semillas no. Obviamente el legislador opta por restringir al máximo el
empleo de herbicidas sistémicos. Siendo una norma creada, el D.S.10.283, con
anterioridad a la aparición en el mercado de soya transgénica o de cualquier
otro cultivo agrícola transgénico, no podía preverse allí el vínculo causal de
la dependencia, del mismo modo que en ninguno de los códigos penales vigentes al
popularizarse el tendido de redes eléctricas preveía el hurto de fluido
eléctrico colgando el cable, pues el hurto sólo podía por objeto el
apoderamiento de una cosa mueble...como sabemos, la correcta interpretación de
las intenciones del legislador es fuente supletoria de derecho ante una eventual
laguna en el ordenamiento.
'La mano invisible' y 'la desregulación
evolutiva'
La ciencia, a partir de Newton y de Kant, la misma ciencia
en la que creen Henry Kissinger y Collin Powell, con sus leyes y sus
excepciones, sus generalizaciones y sus casuísticas, se halla determinada en su
aplicación, como todo derecho substantivo, por un sistema de normas procesales.
El derecho procesal de la ciencia es la lógica, y las doctrinas emanadas de ella
por los glosadores de la filosofía de la ciencia. Hagamos entonces un pequeño
esfuerzo de imaginación, y extrapolemos categorías lógicas dentro del proceso de
investigación de la ingeniería genética, con el fin de traducir conceptualmente
este proceso. Esta conceptualización nos permitirá ubicar en un mapa, la
relación de la transgénesis con otros fenómenos de ocurrencia evolutiva. Como
decíamos en otro lugar, (ver abajo fuentes consultadas) 'prácticamente todas las
corporaciones transnacionales del sector agroquímico realizaron importantes
U$S(miles de millones) inversiones en biotecnología, con el propósito
(específico) de desarrollar plantas con tolerancia a herbicidas (y plaguicidas).
La lógica de esta tendencia es directa y sencilla: El lanzamiento al mercado de
un nuevo plaguicida, a través de todo el proceso de regulación (y de pruebas de
campo) demanda un costo que puede oscilar entre los U$S 40 y 100 millones,
mientras que el costo de una variedad de planta (genéticamente manipulada) puede
rondar el millón de dólares aproximadamente. El principio económico determina
que las compañías agroquímicas 'inventen' nuevas variedades de cultivos
comerciales que se adapten a los productos químicos ya desarrollados, en lugar
de invertir grandes sumas para que los agroquímicos funciones con las plantas ya
existentes. A partir de esto, es la evolución misma la que debe adaptarse al
diseño de los científicos corporativos. La 'mano invisible' de Adam Smith impone
una nueva teoría de evolución de las especies fundada en el análisis de cálculo
de costo/beneficio.' Se trata de someter al encierro el desarrollo evolutivo de
los organismos, mediante reglas adaptativas introducidas por mecanismos de
selección, que aseguran la apropiación privada exclusiva de especies vivas con
el fin de que los beneficios financieros se maximicen. En este estado de cosas,
es más fácil que un rico entre al Reino de los Cielos, que hacer pasar el
camello de la evolución por el ojo de la aguja de la ingeniería genética. En
efecto, sustituir cultivos milenarios por monocultivos cuya genética ha sido
amputada o silenciada y dependientes además de insumos costosos y de elevada
toxicidad no es una política sostenible en el largo plazo. La pérdida de
especies nativas por una parte, y la creciente dependencia de insumos
petroquímicos por otra, no apuntan en dirección a más alimentos y más baratos
para los necesitados..
Petróleo a cambio de
alimentos
No crea el lector que vamos a ocuparnos de las políticas
genocidas aplicadas desde hace más de una década contra la nación iraquí. El
título es para no olvidar que, el rendimiento esperado y prometido de estas
semillas de laboratorio, se encuentra ligado al uso intensivo de fertilizantes,
los que son fabricados gracias a una considerable inversión de energía fósil, al
ser productos obtenidos a partir de gas e hidrocarburos. En verdad, el petróleo
no tiene hasta el momento un substituto en sus aplicaciones en la industria
agroquímica. Para comprender mejor esta situación, transcribimos un texto de
finales de la 'guerra fría': 'La producción de alimentos se ha vuelto totalmente
dependiente de nuestra provisión de petróleo' - advertía Marvin Harris -
enumerando las diferentes fases, tracción agrícola, elevación, arrastre de
cargas y transporte que progresivamente fueron capturadas por el uso de energía
fósil. El texto del antropólogo estadounidense que citamos se remonta al
año,1985, primera edición en inglés (nuestras citas están tomadas de la edición
en castellano, ver referencias). Dice Harris en ese momento (1985) que 'en la
actualidad hemos alcanzado la etapa en que el condicionamiento del suelo
mediante fertilizantes químicos y la defensa de plantas mediante herbicidas,
insecticidas y fungicidas, también han llegado a ser totalmente dependientes de
una provisión siempre creciente de productos petroquímicos. La así llamada
'revolución verde' es una revolución del petróleo en la que se han vuelto
posibles rendimientos más elevados por hectárea mediante la continua inyección
de grandes cantidades de energía fósiles en la producción de plantas
especialmente cultivadas por su capacidad de respuesta a la incorporación de
productos petroquímicos'. Luego de esta cruda realidad descripta, recurre Harris
a datos muy convincentes. Con respecto a esos datos, nosotros hemos tenido la
oportunidad de corroborarlos a través de otras fuentes documentales. Dice
textualmente Harris que 'como ha demostrado David Pimentel, de la Cornell
University, hoy se emplean en Estados Unidos 2.790 calorías de energía para
producir y ofrecer una lata de cereales que contiene 270 calorías. En la
actualidad la producción de carne requiere déficits energéticos aún más
prodigiosos: 22.000 calorías para producir 100 gramos (que contienen las mismas
270 calorías que la lata de cereales)'. La revelación más concluyente está en el
volumen de despilfarro y en el grado de ineficiencia que muestran estas cifras,
pues, como dice Harris, 'la naturaleza burbujeante de este modo de producción
puede observarse en el hecho de que si el resto del mundo adoptara
repentinamente las proporciones energéticas características de la agricultura
estadounidense, todas las reservas conocidas de petróleo se agotarían en once
años.' En 1985, no se había iniciado aún la siembra comercial de plantas
genéticamente modificadas.
Injerencia transnacional en la libre
autodeterminación hereditaria
Este nuevo modo de producción que la agroindustria se empeña
en imponer, puede considerarse, analógicamente, como una 'segunda revolución
verde'. Esta segunda versión incrementa la dependencia agrícola de los insumos
que provee la industria petroquímica (semillas-pesticidas) así como el volumen
utilizado. Además, los datos reunidos por David Pimentel citados arriba, ponen
en evidencia que es ésta la forma de producción de alimentos más ineficiente
jamás conocida. Baste un ejemplo como muestra de la magnitud del despilfarro. En
la Amazonía, más exactamente en la región del Río Negro que corresponde a
territorio venezolano, la yuca (conocida allí con el nombre de 'mandioca')
produce 15,2 calorías por cada caloría invertida en su cultivo y procesamiento
para hacer harina. Tengan en cuenta las lectoras y lectores que se trata de una
de las zonas de menor eficiencia productiva de la región, medida en términos de
gasto de energía. El promedio mundial de producción de yuca duplica estas cifras
y en el Brasil se llega a triplicarlas. La obtención de calorías mediante
métodos agrícolas tradicionales puede superar ampliamente estos rendimientos, si
tomamos en cuenta otros cultivos como maíz o papa o quinua, sin recurrir,
obviamente, al empleo de insumos producidos a partir de combustibles
fósiles.
Los subsidios técnológicos, indispensables para el cultivo
de las plantas 'genéticamente mejoradas' mediante transgénesis, son agentes
exógenos sintéticos que eliminan a los competidores del reino vegetal
destruyendo el equilibrio interespecie del ecosistema. Con este propóstio y no
con otro, está específicamente hecho este herbicida sistémico de amplio espectro
de acción (glifosato), que acaba con todas las plantas, con la excepción de
aquellas que se hubiesen adaptado como 'supermalezas', cuyos metabolismos
inéditos podrían introducir nuevos compuestos tóxicos en un ecosistema, una
substancia con la que ninguna especie de invertebrados (insectos, lombrices y
microorganismos) ha coevolucionado. Esto acarreará, casi con seguridad,
consecuencias catastróficas e irreversibles para la diversidad biológica. Para
poner un ejemplo más próximo a la experiencia colectiva, la manipulación
genética es a los ecosistemas lo que las dictaduras militares fueron para la
población de los países de Latinoamérica y del Caribe.
Simiente con fines de lucro
Estos OGM son, literalmente, un organismo emergente, una
nueva forma de vida, un cultivo mutante que no posee un hábitat natural fuera
del laboratorio. Los riesgos que puede acarrear para la salud de las personas
son, por este motivo, totalmente desconocidos y en última instancia
impredecibles. Como afirmamos más atrás, la incertidumbre y la imposibilidad de
predecir con exactitud qué sucede al introducir ADNr en un organismo, constituye
la norma en el ámbito de la ingeniería genética. Esto implica una incapacidad
casi absoluta para predecir qué pasará cuando un gene es tomado de un organismo
e insertado al azar en otro. Por otra parte, los efectos causados no siempre son
visibles o detectables Lo más inquietante y peligroso, es la impredecibilidad de
los resultados, tanto cualitativa como cuantitativamente (¿qué clase de mutación
o cambio tendrá lugar y en qué magnitud y cuándo?).
Es dudoso que se busque un remedio contra el hambre,
indeterminadamente peligroso para la salud. Nos parece que la peligrosidad como
norma, no como excepción o accidente, se halla irreconciliablemente reñida con
la cualidad de 'alimenticio' o 'curativo' y también filantrópico ya que el
supuesto beneficiado es en realidad 'conejillo de indias'.
El objetivo primordial de esta política es vender semillas
'encerradas' dentro de un paquete tecnológico integrado con diversos productos
industriales. En otras palabras, la soya transgénica SRR no es una semilla más
entre otras ofrecidas en el mercado, advirtiendo que está manipulada para
resistir exclusivamente al glifosato formulado por Monsanto, un 'off farm input'
(insumo no producido en forma local por agricultores), así denominado en el
argot de la 'Agreeculture' que se enseñorea en las agencias integradas en el
CGIAR*. En la eventualidad de que un sembradío de soya SRR fuese fumigado con
otro herbicida que no fuese el Roundup, las plantas de soya morirían pues su
resistencia es específica a este herbicida. La función patrimonial cumplida,
antes de caducar los derechos de la patente sobre la propiedad intelectual de la
formulación del herbicida, ahora le corresponde, vía dependencia, a la semilla
Roundup Ready - and hooked - (y dependiente, 'enganchada'; el agregado es
nuestro); además la propiedad intelectual de la semilla de soya SRR que penaliza
resembrar permite mantener el monopolio de Monsanto en el mercado
sementero.
*CGIAR: Grupo Consultivo Internacional en Investigación
Agrícola, (Consultive Group on International Agriculture Research, de allí su
sigla CGIAR) directamente dependiente del Banco Mundial, a partir de su creación
a comienzos de los '70 por quien se hallaba en la presidencia del directorio del
Banco Mundial, Robert McNamara. Este ex secretario de defensa durante las
presidencias de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, fue designado en ese cargo
durante el primer mandato de Richard M. Nixon. Hasta la fecha es quien más años
estuvo ocupando ese cargo en el BM. Jugó un rol clave en la política de
bombardeos masivos a Vietnam del Norte, hasta que fue trasladado a la jefatura
del Banco Mundial cuyo nombre completo es: World Bank for Reconstruction and
Development. Una significativa paradoja.
A manera de reflexión teórica, aunque
benevolente
Con el fin de determinar de qué parámetros cognitivos se
valen quienes promueven la tecnología productora de OGM cuando invocan su
riguroso status científico a la hora de enunciar apodíctica y categóricamente
las bondades y ventajas de esos productos, abordamos en este espacio el tema
desde una óptica epistemológica. En esta ocasión, hemos optado por un enfoque
cuya peculiaridad consiste en ser, no neutral, sino favorable o al menos
compatible con los principios que rigen el desarrollo tecnológico de la
agroindustria, dado que, en relación con ciertas cuestiones básicas, es un
enfoque acrítico pues se funda en una comprensión conceptual de la ciencia y de
la vida regida por intereses instrumentales y utilitaristas.
Se trata de la epistemología evolutiva 'biologista' de Karl
Popper, aquél célebre filósofo- miembro conspicuo de la London School of
Economics, y del círculo aúlico de Friedrich August von Hayek economista
austríaco, naturalizado británico, junto con quien es considerado como uno de
los padres fundadores del neoliberalismo. De este modo, tenemos la certidumbre
eliminar toda sospecha de parcialidad u objeciones que remitan a una
intencionalidad sesgada, que pudiera haber sido asumida por nuestra parte para
el tratamiento de esta cuestión. Tradujimos algunos fragmentos relevantes para
nuestro análisis tomados de dos obras suyas clásicas (ver referencias al final).
En ellos Popper describe su concepción evolutiva del conocimiento, afirmando
que, 'desde un punto de vista objetivista, la epistemología se desarrolla como
teoría del crecimiento del conocimiento. Llega a ser la teoría de la resolución
de problemas, o en otras palabras, de la construcción, discusión crítica,
evaluación y examen crítico de teorías conjeturales en competencia'. (The Logic
and Biology of Discovery). La evaluación de una teoría - escribe Popper unas
pocas páginas más adelante - 'es siempre crítica y es su meta el descubrimiento
y la eliminación de errores. El crecimiento del conocimiento, o el proceso de
aprendizaje, no es un proceso acumulativo o repetitivo, sino de eliminación de
errores. Es selección darwiniana mas que instrucción lamarckiana.' Casi
inmediatamente, el autor de 'La sociedad abierta y sus enemigos' agrega que
ésta, su concepción descriptiva de la epistemología desde un punto de vista
objetivo, 'puede interpretarse como una descripción de la evolución biológica.
Los animales, y aún las plantas, son 'resolutores' de problemas. Y lo hacen
mediante el método de soluciones tentativas en competencia y de eliminación de
errores. Las soluciones tentativas que animales y plantas incorporan a su
anatomía y a su comportamiento son los análogos biológicos de las teorías, y,
viceversa: las teorías corresponden (igualmente que muchos productos
exosomáticos, especialmente instrumentos exosomáticos como las telarañas) a los
órganos endosomáticos y a sus formas de funcionamiento. De igual manera que las
teorías, los órganos y sus funciones son adaptaciones tentativas al mundo en que
vivimos.' Y un poco más adelante, concluye que 'nuevos comportamientos o nuevos
órganos pueden conducir a nuevos problemas emergentes. Y puede que de este modo
influyan en el curso futuro de la evolución, incluyendo la emergencia de nuevos
valores biológicos'. Resumiendo las teorías son análogas en el proceso de
selección a los organismos en el ámbito evolutivo.
Evolución = control + eliminación de
errores
En otro trabajo publicado en la misma colección de ensayos,
Karl Popper describe su teoría acerca de la selección darwiniana como un proceso
análogo al de selección competitiva de teorías científicas. Para comenzar,
señala que 'el darwinismo, con todas sus enormes virtudes, no es, de ninguna
manera una teoría perfecta. Se encuentra necesitada de una redefinición que la
torne menos vaga. La teoría evolutiva que voy a esquematizar aquí es una
tentativa en el sentido de tal redefinición'. Atención, es una redefinición del
sentido de la vida en términos pragmatistas. El reduccionismo popperiano de
asimilar el conocimiento humano a desarrollos adaptativos de las otras especies,
reduccionismo que no compartimos desde ninguna perspecitva, resulta de utilidad
aquí por cuanto los principios rectores de la ingeniería genética deberían
encajar con holgura dentro de dicho esquema. Dicho en un lenguaje más
universalizado, en este esquema teórico, los transgénicos 'juegan de locales' y
tienen ventaja por diferencia de goles. Continúa su exposición neoevolutiva el
autor de 'La miseria del historicismo' afirmando que su 'teoría puede
describirse como tentativa de aplicar a la totalidad de la evolución, aquello
que aprendimos cuando analizamos la evolución desde el lenguaje animal hasta el
lenguaje humano. Y consiste en una cierta visión de la evolución como sistema
jerárquico de controles plásticos crecientes (Popper define un control plástico
como una clase de control que no substituye el o los controles de menor
jerarquía, sino que los controla mediante la retroalimentación, 'feedback',
eliminando los errores que superan esos controles subordinados), y en una cierta
visión de los organismos (vivos) como incorporación de este sistema creciente de
controles plásticos - o que evoluciona de manera exosomática en caso de los
humanos -. La teoría de la evolución neodarwinista constituye una presuposición;
aunque se halla redefinida al señalar que puede interpretarse sus 'mutaciones'
como estratagemas más o menos accidentales de ensayo y error, y la 'selección
natural' como una forma de controlarlas mediante la eliminación del error.'
Soluciones tentativas, ensayo y error, retroalimentación (aprendizaje en
eliminación de errores), estratagemas accidentales y selección natural (libre
competencia interespecies y presión selectiva natural), son los principios
básicos en el desarrollo de teorías científicas y de la evolución biológica,
claramente definidos.
Imperialismo epistémico
Adviértase que en concordancia simétrica con su pensamiento
neoliberal en el ámbito de lo social, Popper necesita crear en el ámbito de lo
natural, una teoría de la evolución de cuño darwiniano, aunque precedida por el
prefijo 'neo-'. Este prefijo, como ha podido observarse en la experiencia
cotidiana en materia política y económica, no significa una simple renovación de
estructuras conceptuales, del mismo modo que el neoplatonismo o el neokantismo
no fueron precisamente un mero renacimiento espiritual de doctrinas magistrales.
Con este criterio, diseña un concepto de evolución fundado en relaciones de
competitividad, donde el pensamiento humano, en el nivel crítico-argumentativo,
no es más que un breve capítulo de una antiquísima carrera evolutiva por la
adquisición de ventajas de una especie sobre las demás. No es ocioso señalar
que, mediante una interpretación de la naturaleza como campo de juego rayado
para competir en la resolución de problemas, (problemas donde seguramente el
hambre o la malaria no cuentan, debido a la falta de competitividad en la
'biología conductual' de sus víctimas o portadores) Popper pretende 'justificar'
la epistemología (y en ello va incluida la práctica científica) como la
continuación de la evolución neodarwiniana de nuestra especie, pero por medios
culturales. Expone, curiosamente, su teoría evolutiva neodarwinista, 'en forma
de doce (12) tesis breves (para nuestros requerimientos en este trabajo hemos de
omitir algunas dada su irrelevancia con relación al mismo):
1) Todos los organismos se hallan constantemente, día y
noche, embarcados en la solución de problemas; igualmente lo están todas
aquellas secuencias evolutivas de organismos pertenecientes al mismo phylum,
grupo o clase de organismos que descienden de los mismos ancestros evolutivos,
que se inicia con las formas más primitivas y simples, y del que los organismos
vivos actuales vienen a ser los miembros más recientes.
2) Estos problemas lo son en un sentido objetivo; en virtud
de esto, puede, hipotéticamente, reconstruírselos a posteriori mediante
reflexión (...).
3) La resolución de problemas procede en todos los casos
mediante el método de ensayo y error: nuevas reacciones, nuevas formas, nuevos
órganos, nuevas modalidades de comportamiento, nuevas hipótesis, son
tentativamente ofrecidas y controladas mediante eliminación de
errores.
4) La eliminación de errores puede proceder mediante la
eliminación total de las formas no-exitosas (la muerte de las mismas mediante
selección natural), o bien mediante la evolución - tentativa - de controles que
modifican o suprimen los órganos, o las formas de comportamiento o las hipótesis
que resultan ineficaces.
5) El organismo individual, como fuese, condensa
telescópicamente dentro de un solo cuerpo todos los controles desarrollados
durante la evolución de su phylum, al mismo tiempo que en su desarrollo
ontogénico (el curso íntegro de su desarrollo individual y de su historia vital
particular), recapitula parcialmente su evolución filogenética (la historia de
su especiación). (Nota: Alguna condensación de las descriptas por Popper puede
apreciarse en algunos mamíferos a través de las distintas fases observables en
la evolución uterina del feto).
6) El organismo individual es una suerte de 'punta de lanza'
de la secuencia evolutiva de organismos a la cual pertenece - su phylum -: es,
en sí mismo, una solución tentativa que explora nuevos nichos ambientales, elige
un entorno y lo modifica. De esta forma se encuentra relacionado con su phylum,
de manera similar a como las acciones - su conducta - del organismo individual
están relacionadas con el organismo: ambos el organismo individual y su
conducta, son ensayos que pueden ser removidos del proceso evolutivo mediante
eliminación del error. (Of Clouds and Clocks, XVIII)
Mickey Mouse en el ADN
A partir del cotejo entre la información previamente vertida
en este trabajo, y la descripción de la hipótesis popperiana sobre el
conocimiento humano y el darwinismo, hemos arribado a la siguiente síntesis
comparativa:
1) La solución emprendida por los inventores de los OGM no
es de carácter tentativo, de cambios anatómicos o de comportamiento que
involucran un número reducido de individuos. No existen pruebas en condiciones
experimentales reales o adecuadas que denoten el carácter tentativo de la
teoría-solución propuesta. Por el contrario se trata de liberar masivamente en
el entorno ambiental, millones de plantas trsnsgénicas y ver qué
pasa..
2) Los OGM no siguen secuencia evolutiva alguna, por el
contrario, violan la totalidad de las barreras biológicas desarrolladas
evolutivamente para preservar la diversidad genética.
3) La reconstrucción del proceso a posteriori por reflexión
se hará extremadamente difícil o tal vez imposible, dado el nivel de
incertidumbre con el que opera la ingeniería genética; y porque, además el
método no es de ensayo y error, debido a que se ignora casi la totalidad de las
posibles ocurrencias calificables como 'error', por la sencilla razón de que,
como se ha dicho, resulta imposible seguir el rastro de la contaminación
genética una vez liberados los OGM en el medioambiente; además las soluciones
adoptadas responden a una lógica extraña al problema que se dice querer resolver
(hambre y degradación ambiental), de modo que:
4) también es impracticable toda clase de control que
revierta la tentativa errónea. En estas circunstancias, el organismo manipulado
podría escapar a toda clase de control, al no haber mecanismos de competencia
funcionando a través de otros organismos que hubiesen coevolucionado con él.
Entonces:
5) el individuo no condensa telescópicamente nada, pues se
trata de una mutación inducida al margen de procesos evolutivos biológicos, su
único fin es la acumulación ilimitada de beneficios financieros y control de
mercados. Es decir, más allá de la existencia individual en el tiempo de cada
una de estas quimeras industriales, los OGM, no hay reversión posible pues no
hay hacia dónde hacerlo. Estos OGM no tienen verdaderos ancestros evolutivos
genéticos. Pongamos por caso la soya SRR, ¿cuáles son los ancestros hacia dónde
revertir una tentativa errónea? ¿la soya híbrida, la petunia, la bacteria o el
virus?
6) No existe la 'punta de lanza' como ensayo que puede
revertirse. No, mas bien se trata de algo así como soltar la bomba nuclear y
esperar que se manifiesten los efectos en el tiempo. Para concluir, la
eliminación por selección natural de las formas no-exitosas es impracticable
porque para introducir las formas que pudieran resultar no-exitosas junto con
las que pudieran serlo, se destruye sistemáticamente los ecosistemas, pues la
adaptación manipulada de los OGM incluye la resistencia a los medios exógenos
(herbicidas y otros biocidas) empleados en la eliminación de toda competencia
selectiva por parte de otras especies. En otras palabras, la selección natural
resulta perturbada y anulada por la intervención exógena. De acuerdo con esto,
los OGM y las teorías que les dieron origen contradicen los parámetros y
principios de Popper referentes a su hipótesis sobre la evolución neodarwinista,
y de su 'doble' en la epistemología, el conocimiento objetivo
evolutivo.
Entonces ni aun desde un punto de vista académico neoliberal
ortodoxo puede otorgarse el calificativo de científico al proceso que, mal
llamado, se conoce como ingeniería genética. No hay nada en el ámbito de este
desarrollo tecnológico que permita ejercer algún tipo de control, ni tampoco
hacer una predicción dentro de un margen aceptable de incertidumbre. Tampoco la
manipulación genética resuelve los problemas que supuestamente estaría llamada a
resolver, por el contrario, nos trae a la memoria algo muy distinto, tan
distinto como aquella escena de un filme de Walt Disney donde el ratón Mickey,
con atuendo de aprendiz de hechicero, multiplica tozudamente las escobas
embrujadas a golpes de hacha, mientras la aguas siguen subiendo...
Otras inquisiciones
Para ampliar y complementar el análisis emprendido a partir
de la teoría popperiana, hemos acudido a una obra de Kenneth Sayre, profesor de
filosofía de Notre Dame University de Indiana, EEUU. Dicho texto se titula
'Evolutionary Progress' (progreso evolutivo), y forma parte de un libro
publicado por este autor (ver referencias). El fragmento que tradujimos está
consagrado al tratamiento de la especialización evolutiva. Hemos realizado
algunas ligeras adaptaciones para su inserción en este lugar. Antes de
introducirnos en las concepciones del profesor Sayre, haremos algunas
precisiones previas.
En primer lugar, resulta en extremo improbable, sino
imposible, que un organismo determinado hubiera podido progresar en téminos
evolutivos sin aprovechar el potencial ecológico de un ecosistema, potencial
basado en la sinergia resultante de las relaciones interespecie, aun en el caso
en que su ventaja adaptativa fuese su capacidad de resistir bombardeos con armas
químicas de destrucción masiva. Segundo, ningún proceso evolutivo es viable sin
una diversidad biológica concurrente en un ciclo de reciclaje y redistribución
de recursos y de nutrientes.Por último, aprovechar energía, biomasa y ciertas
substancias presentes en un hábitat no supone la destrucción de un número
indeterminado de especies. 'La marca del éxito de una especie en el experimento
de la evolución, - afirma Kenneth Sayre - es la habilidad de sus miembros en
alcanzar la estabilidad dentro de su entorno ambiental, y mantener dicha
estabilidad hasta que tenga lugar su reproducción. Ernst Schrödinger definía
esto como la persistente habilidad por parte del organismo de alimentarse a
expensas de la neguentropía de su entorno inmediato. Cuanto más eficiente
deviene un organismo en aprovechar la energía y la estructura presentes en su
entorno para crecer y estabilizarse, mayor será su chance de poblar el entorno
con más individuos de su descendencia. La tendencia rectora de la selección
natural es 'elegir' las formas de vida que mejor mantienen a su favor el
equilibrio de intercambio neguentrópico'. De acuerdo con estos principios
enunciados por el profesor Sayre, podemos afirmar que, 1) la selección natural
nunca habría llegado a la clase de recombinación genética que es característica
de los OGM; 2) estos organismos jamás podrían prosperar mediante mecanismos de
competencia, su 'mejora adaptativa', pues, según anuncian, de 'mejoramiento
genético' se trata, consiste en resistir una serie de catástrofes inducidas que
aniquilan todo mecanismo competitivo y de control
interespecies.
OGM: ¿evolutivamente especializados u
oportunísticos?
'Ambas, energía y estructura son formas de neguentropía'. A
partir de esto - mantiene Sayre - es posible formular una importante correlación
entre el grado de complejidad estructural de un organismo que implica
determinada especialización, dividido por la cantidad promedio de energía que
emplea ese organismo para mantener su estructura, a pesar de las presiones
selectivas que se suceden en el ambiente que habita. En principio, parece que
esta correlación brinda un estándar cuantificacional del éxito evolutivo que
podría significar el desarrollo de una especialización. Determinada especie
podría considerarse más exitosa que otra, si a sus representantes típicos les
correspondiese una correlación más elevada entre su estructura especializada y
la energía necesaria para desarrollarla y mantenerla. El factor de éxito en la
especialización evolutiva estaría indicado por correlaciones sucesivas cada vez
más elevadas. Es decir, aquellas en las que la cifra del numerador de la
fracción crece más rápido que la cifra del denominador. ¿Qué ocurre en el caso
específico de un OGM como la soya SRR?
Si consideramos el uso insubstituible de fertilizantes, de
herbicidas (glifosato) y de insecticidas, todos ellos sintéticos, insumos que
causan mortandad masiva de invertebrados - microorganismos, lombrices e insectos
- y de plantas, el desorden generado (entropía) se expresa en un denominador
infinitamente grande en relación con el numerador de la fracción, indicando un
éxito evolutivo igual a cero (0) y yendo más allá, habría que asignarle
magnitudes negativas, menores a cero, si tenemos presentes las cifras
comparativas, en materia de eficiencia energética, entre la industria
alimentaria transnacional y la agricultura amazónica tradicional (10-100 cal.
para producir 1 cal. y 1 cal. para producir 15 cal. respectivamente o más; ver
más atrás 'Petróleo a cambio de alimentos')
En este aspecto, es posible clasificar a la soya transgénica
SRR y otros cultivos similares como especie 'oportunística'. Los biólogos
definen como oportunístico al microorganismo que causa una enfermedad bajo
determinadas condiciones, como en el caso de una persona u otro ser vivo cuyo
sistema inmunológico se halle debilitado. En general, puede definirse
cualesquiera especie como oportunística; si esa especie prospera a expensas de
un volumen considerable de contaminación (alteración) o destrucción de hábitats
o mortandad masiva de seres vivos, obteniendo provecho sin integrar como
retorno, como decompositor, proceso alguno de sinergía interespecies, es decir
sin ser capaz de aprovechar la energía y estructuras (plantas, animales y
circulación y descomposición de biomasa), sin menoscabar la diversidad biológica
existente. Una especie es oportunística, si no cumple ninguna función ecológica.
En esta categoría podría incluirse chulupis, vinchucas, roedores urbanos
y...plantas alimenticias transgénicas. Estas formas de vida sacan provecho de
una selección de hábitat, aunque sin una estructura especializada adaptativa que
actúe, simplemente sacan ventaja de la imposiblidad de otros organismos de
controlarlos en forma competitiva, debido a la catástrofe selectiva ocurrida,
inducida por intervenciones exógenas. En cierta forma se asemejan a quienes se
dedican al bandidaje y al saqueo luego de un terremoto o de un bombardeo
aéreo-misilístico...
El falso dilema de la agroindustria:
¿Agrotóxicos o hambre?
Norman Borlaug, responsable de la creación, mediante
mejoramiento genético, de las variedades de trigo enano y de arroz de alto
rendimiento, quien ostenta como científico la paternidad de la 'Revolución
Verde', afirmó categóricamente que, dejar de lado el uso de los plaguicidas
organoclorados (conspicuos representantes de la 'docena maldita') implicaría una
catástrofe de alcance mundial, pues los rendimientos agrícolas podrían descender
hasta un 50%, situación que provocaría un aumento de cuatro a cinco veces en el
precio de los alimentos básicos. Para este eminente científico, premiado con un
Nobel de la Paz, es preferible soportar el envenenamiento químico en lugar de la
hambruna. De todas formas, estos dos flagelos no son excluyentes el uno respecto
del otro, y en la actualidad, coexisten en el mundo, cientos de millones de
famélicos con decenas de miles de muertes al año de trabajadores agrícolas por
envenenamiento, en su mayoría del Tercer Mundo. A esto hay que sumar millones de
discapacitados con afecciones irreversibles (consumidores y también
agricultores) inducidas por exposición a agrotóxicos o a ingestión prolongada en
dosis mínimas como residuo en alimentos.
Es preciso recordar que el problema de la proliferación de
plagas y enfermedades fungosas, se debe principalmente al uso de plaguicidas y
fungicidas sintéticos. Como dato ilustrativo mencionaremos que en los EEUU, en
1945, las pérdidas ocasionadas a la agricultura por insectos era el 7% del total
sembrado. A partir del uso masivo de agrotóxicos implantado en el contexto de la
'Revolución Verde', las pérdidas aumentaron de manera sensible. Para 1989 éstas
casi se habían duplicado, alcanzando un 13% de la siembra, sin embargo, el uso
de plaguicidas había sido incrementado durante el mismo período en diez (10)
veces el volumen correspondiente a 1945, nada menos que ¡¡un 1.000%!!. Por otra
parte, la mitad de las 500 especies de insectos que causaban pérdidas (estimadas
en 1989) calculadas en unos U$S 2.000 millones desarrolló resistencia a los
plaguicidas. Dado que el incremento en el uso de agrotóxicos había llegado a
límites intolerables, la estrategia industrial se orientó a desarrollar plantas
capaces de producir toxinas o resistentes a herbicidas. Esta es una de las
razones de mayor peso que impulsa el recurso a la manipulación genética. Es
indudable que el rotundo fracaso de la Revolución Verde es la causa eficiente en
pro de la ingeniería genética en la agricultura. Con todo derecho puede llamarse
a ésta con el nombre de Segunda Revolución Verde. Sus efectos destructivos en
relación con la primera guardan una relación análoga a la existente entre las
bombas atómicas de uranio o plutonio (Hiroshima y Nagasaki) y la bomba nuclear
de hidrógeno.
Ni hambrunas ni venenos, control
biológico
Existe un criterio universalmente aceptado en el ámbito de
la ciencia. Este criterio puede enunciarse así: el requisito esencial para
considerar como científica alguna declaración o afirmación, o en general, toda
proposición enunciativa, es su verificabilidad; es decir, la posibilidad de ser
contrastada o sometida a prueba. El problema para verificar la verdad o la
falsedad de la hipótesis planteada por el Dr. Borlaug resulta obvio: suprimir el
uso de esas armas químicas en la agricultura y aguardar hasta ver qué
sucede...si es que la anunciada hambruna lo permite.
Hillary Putnam, filósofo y matemático de Harvard, en un
fecundo artículo dedicado a reflexiones epistemológicas, advierte que 'el genio
de un científico, con mucha frecuencia, reside precisamente en hallar una manera
de someter a prueba una afirmación que no parecía verificable en ningún
sentido'. Pues bien, fuimos testigos, en Bolivia, de un hecho de esta
naturaleza. Dicho de otro modo, la posibilidad de comprobar las afirmaciones del
Dr. Borlaug, es decir, aprender de los errores sin caer en el dilema mortal de
la Escila del envenenamiento colectivo, que mutó por transgénesis desde lo
químico hacia lo genético, y de la Caribdis de la hambruna universal.
Desde 1996, en los valles cruceños, viene aplicándose con
rotundo y creciente éxito el control de plagas y de enfermedades agrícolas
mediante microorganismos entomopatógenos (4 hongos y 1 nemátodo). Mediante el
empleo de esta tecnología puede protegerse con efectividad casi absoluta, a un
costo irrisorio, y sin impactos ambientales y sin daños a la salud de
productores y consumidores, una variedad de cultivos (40) contra el ataque de 32
plagas y 7 enfermedades fungosas. Estos microorganismos nativos habitan los
suelos de nuestro país, y su utilización se logró merced a una transferencia de
tecnología creada en el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria de La Habana,
(CENSA), Cuba. Esta innovación es auténticamente revolucionaria y torna
prescindibles y redundantes todas las peripecias de la ingeniería genética y los
riesgos que ésta engendra. En una entrevista que nos concedió en agosto de 1998
(aún inédita), el Dr. Benedicto Martínez, micólogo jefe de la División de
Protección de Plantas del CENSA y principal responsable de la introducción de
este método de control biológico entre nosotros, emitió un revelador diagnóstico
que desde entonces hemos reiterado hasta el aburrimiento: Dijo el Dr. Martínez
que 'la biodiversidad existente en Bolivia y muy especialmente en agentes de
control de plagas y enfermedades en los cultivos, hace que Bolivia sea una
futura potencia en la exportación de biorreguladores (nombre técnico de estos
plaguicidas y fungicidas biológicos), ya que este país presenta, al mismo
tiempo, variabilidad en los agroecosistemas, lo cual permite responder a
problemas en los ambientes de muchos países con soluciones válidas'. Las
'soluciones válidas' son alternativas dependientes de recursos locales, cuya
implementación y adaptación son accesibles a los productores sin exclusiones de
ninguna clase, y que han verificado hasta el presente resultados exitosos que
tornan superflua e innecesaria la opción por los cultivos de OGM.
El fin de la ciencia
En épocas como la nuestra, que algunos signan como fin de la
historia, o de las ideologías, allá ellos; ante la apertura de la caja de
pandora genética, puede que sí sea el final de la cultura y de la civilización
tal como la hemos conocido e imaginado hasta ahora. Por motivos explicados más
atrás, recurrimos otra vez a una voz aliada de la globalización y la abolición
de todas las barreras culturales. En otras reflexiones en torno a la evolución
del conocimiento científico, Karl Popper sostenía que 'La historia de la
ciencia, al igual que la historia de todas las ideas humanas, es una historia de
sueños irresponsables, de obstinación, y de errores. No obstante, la ciencia es
una de las muy escasas actividades humanas - quizás la única - en la cual los
errores son sistemáticamente criticados y corregidos en el tiempo, con razonable
frecuencia. Esta es la razón por la que podemos decir que, en la ciencia, a
menudo aprendemos de nuestros errores, y por la que podemos hablar en forma
clara y consciente acerca de progresos en ella. En muchos otros campos de
emprendimientos humanos hay cambio, pero raramente hay progreso (a excepción de
que adoptemos una concepción estrecha de nuestras posibles metas en la vida);
pues casi toda ganancia se compensa, o más que se compensa, por alguna pérdida.
Y en muchos terrenos no sabemos aún como evaluar los cambios.
Sin embargo, tenemos dentro del campo de la ciencia un
criterio de progreso (itálicas del autor): aún antes que una teoría hubiese
estado sometida alguna vez a una prueba empírica, puede que seamos capaces de
decir, bajo la condición de que pase ciertos tests específicos, si sería o no
una mejora en relación con otras teorías con las que nos hallamos
familiarizados. (...)
Para ponerlo en otras palabras, postulo que nosotros sabemos
(itálicas del autor) cómo qué cosa debe ser una buena teoría científica, y - aún
antes de haber sido probada - qué clase de teoría sería mejor aún, a condición
de que supere ciertas pruebas cruciales. Y es este conocimiento
(meta-científico) lo que hace posible hablar de progreso en ciencia, y de
elección racional entre teorías. (Truth, Rationality, and the Growth of
Knowledge).
Lecciones olvidadas
Cerramos estas largas páginas con una rememoración
admonitoria; dado que evocaremos dos hechos reales, tragedias catastróficas de
esa 'historia de sueños irresponsables, de obstinación y de errores'. En esta
historia, los errores cometidos no han sido aún corregidos, a pesar del hecho de
ser producto (no deseado) del 'progreso científico', progreso cifrado en grandes
avances del conocimiento humano, avance visto desde el punto de vista
iluminista-positivista. Nos referimos concretamente a las teorías copernicana y
galileana con relación a la mecánica celeste.
El cardenal Roberto Bellarmino S.J., científico
contemporáneo de Galileo Galilei, sostenía que la teoría astronómica
heliocéntrica de Copérnico tenía un alcance menor del que podría pensarse.
Proponía comprenderla como un ingenioso artificio heurístico, ideado para
aplicaciones en sistemas de navegación marítima y otras clases de cálculos
celestes, orientados con fines utilitarios. Estaba en lo cierto Bellarmino.
Fueron precisamente los 'adelantos' científicos, la navegación orientada por
estrellas y la balística (cálculo celeste utilitario), instrumentos
fundamentales para la expansión europea de los siglos XV al XVII, en el 'Nuevo
Mundo' y otras regiones del globo. Sin embargo, estos adelantos no eran
resultado de 'una mejora' en relación con otras teorías, por cuanto el criterio
de bondad comenzó, a partir de entonces, a ser suplantado por el criterio de
utilidad. Ciertamente, no puede decirse que el desarrollo de la artillería
militar haya traído beneficios a la humanidad, aun siendo una opción mejor que
otras para emprendimientos de conquista y pillaje. Pero en este caso, al ceder
el criterio de bondad, arrastra consigo al de racionalidad: el pragmatismo a
ultranza anula la elección racional entre teorías. Fin del progreso en la
ciencia, en tanto ciencia: desde aquí en más su función se tornará
progresivamente 'ideológica' hasta nuestro presente, en el que desempeña un rol
determinante en la toma de decisiones políticas, disimulado bajo el manto
ficticio de la neutralidad. Y es precisamente la comprensión utilitaria de la
ciencia, en la cual Popper basa su epistemología en tanto fin de la ciencia
(meta) lo que conduce al fin de la ciencia (final histórico) como actividad
colectiva de acumulación de mejoras en el conocimiento destinadas al bien común,
a la de instrumento de materialización de intereses particulares.
Conviene tener presente el daño ocasionado por la
introducción de microorganismos exóticos, o por la degradación de ecosistemas
causada por la implementación de técnicas productivas inapropiadas. Ejemplo de
lo primero, la enorme mortandad en América de indígenas a causa de la viruela o
la gripe. De lo segundo, el cambio de comportamiento del hongo Phytophtora
infestans, originario del valle del Toluca, México. Este hongo pasó de ser un
inofensivo habitante del bosque tropical, a una pesadilla para los productores
de papa, pues causa la enfermedad conocida como tizón tardío de la papa. De la
reproducción clonal, pasó por mutación a la reproducción sexuada, lo cual le
permitió responder con mayor eficiencia a la presión selectiva debida al uso de
fungicidas. Recientemente devino enfermedad para el tomate y se ha vuelto
resistente a todos los fungicidas sintéticos conocidos. El millón y medio de
irlandeses que pereció por inanición en 1845, luego de un brote masivo de tizón
tardío, fue víctima indirecta de la tala de bosques practicada por Hernán Cortés
y sus sucesores, con el fin de sembrar monocultivos. ¿Aprenderemos esta vez de
los errores de la ciencia? Creemos que esta vez, como se ha repetido a lo largo
de estas páginas, esta vía no es posible, de modo que en esta ocasión, el único
remedio es la prevención. A propósito de estas cuestiones es que Pierre Menard -
según nos lo relata Borges - escribió en su Quijote apócrifo, exactamente en la
primera parte, noveno capítulo la siguiente enumeración: ...la verdad, cuya
madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo
pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.
Referencias citadas: Harris Marvin, 'La
burbuja industrial' en Caníbales y reyes. Los orígenes de las culturas, Alianza
Editorial, Madrid, novena reimpresión, 1997 pp.256-257. Gaceta Oficial de
Bolivia, Decreto Supremo N° 10.283, (reglamento sobre sanidad vegetal e
importación, distribución y uso de insumos agrícolas) del 30 de mayo de 1972,
pp. 15.265-15.292. Popper Karl R., 'The Logic and Biology of Discovery.' en
'Epistemology Without a Knowing Subject' en Objective Knowledge. An Evolutionary
Approach. Oxford University Press, Revisted Edition, 1983 p142. e Ibidem, pp.
144-145. Popper Karl R., 'Of Clouds and Clocks, XVIII', en Objective
Knowledge. An Evolutionary Approach, Oxford University Press, Edición revisada,
1983 pp.242-243. Popper Karl R., 'Truth, Rationality, and the Growth of
Knowledge' en Conjectures and Refutations. The Growth of Scientific Knowledge,
Routledge and Kegan Paul, Londres, cuarta edición, reimpresa en 198
pp.216-217. Putnam, Hillary, 'Literature, Science and Reflection' en Meaning
and the Moral Sciencies, Routledge & Kegan Paul, Londres, 1978,
p.90. Sayre Kenneth, 'Evolutionary Progress' en Cybernetics and the
Philosophy of Mind, Routledge and Kegan Paul, Londres, 1976, p.116. Tygier
Claudio, Problemas emergentes en la utilización de organismos transgénicos en la
agricultura, en Los cultivos transgénicos: Algunas reflexiones sobre su uso y su
consumo, Agruco, Serie: T'UJURINA/AMUYKIPASIÑANI - REFLEXION - UMSS, Cochabamba,
enero del 2000 p. 28. Referencias informativas
generales: Greenpeace USA Homepage, Health Hazards of
Genetically-Manipulated Foods, http://www.soyinfo.com/haz/gehaz.shtml Le Monde
Diplomatique, edición boliviana, los artículos que siguen a
continuación: Backwell, Benjamin y Stefanoni, Pablo 'El negocio del hambre en
Argentina', febrero del 2003, pp.32/33. Cassen, Bernard, 'Al servicio de la
industria', febrero del 2003, p.34. George, Susan, 'Nadie quierer los OGM,
salvo los industriales', abril del 2003, pp.30/31. Giarracca, Norma,
'Radiografía del capitalismo agrario', mayo del 2003, p.11. Berthelot,
Jacques, 'Las tres aberraciones de las políticas agrícolas', septiembre del
2003, pp.22/23. Pengue, Walter Alberto, 'Mirar hacia el mercado interno',
octubre del 2003, pp.10/11. Morán Emilio F., La ecología humana de los
pueblos de la Amazonía, Fondo de Cultura Económica, México, primera edición en
castellano, 1993. Mooney, Pat Roy, Development Dialogue. The Parts of Life.
AGricultural Biodiversity, Indigenous Knowledge, and the Role of the Third
System, The Dag Hammarskjöld Centre, Uppsala, Suecia, 1997. Shiva, Vandana,
Biopiracy. The Plunder of Nature and Knowledge. South End Press, Boston,
Massachusetts, 1997. The Ecologist, Anothet Day Older and Deeper in Debt: The
Politics of Industrial Agriculture, Dorset, Reino Unido,1992. The Ecologist,
Food Insecurity. Who gets to eat?, Vol. 26, N°6, Dorset, Reino Unido,
noviembre/diciembre de 1996.
Claudio
Tygier es periodista-investigador y traductor. Premio
nacional de periodismo científico 1997, miembro correspondiente
del Center for Amazonian Literature and Culture, CALC, Smith College,
Northampton, Massachusetts, EEUU.
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