CIFRAS DEL ÚLTIMO CENSO DEL
INDEC
Se perdieron 1,5 millón de empleos
en la década del 90
En ese período el
número de ocupados pasó de 12,4 millones a 11
millones.
(Clarín, 10 de marzo de
2004)
A
diferencia de otros países donde años a año crece o se mantiene estable el
número de puestos de trabajo, en la Argentina tienen empleo 1,5 millón de
personas menos que 10 años atrás, según el INDEC.
Las cifras
oficiales indican que en 1991 había 12,4 millones de personas ocupadas y en el
2001 la cifra descendió a casi 11 millones: 1,5 millón menos. Este retroceso de
la cantidad de puestos de trabajo se dio en otros países por guerras u otras
catástrofes como la crisis de 1930.
Según
datos del censo del INDEC de 2001 recién procesados ahora, en igual período la
fuerza laboral aumentó en 2,1 millones de personas. Además, de los que
conservaron o consiguieron un trabajo, como obrero, empleado, cuentapropista,
trabajador familiar o patrón, más del 40% se desempeña en
negro.
Es lo que
surge de los datos del Censo 2001 que dio a conocer el INDEC y que constituyen
una verdadera radiografía del retroceso ocupacional y laboral de la Argentina de
la década del 90.
Lo primero
que se desprende de la encuesta es que en 10 años casi 2,1 millones de personas
se incorporaron a la fuerza laboral porque encontraron un empleo.
Se trata
de un incremento importante de la población activa que se explica básicamente
por los altibajos de la década, con dos crisis (Tequila en 1995 y recesión
prolongada a partir de 1998 con su desenlace en 2001) y sus consecuencias en
términos de destrucción de fuentes de trabajo y deterioro salarial que llevaron
a más gente a buscar, con poco éxito, una fuente de ingresos.
Un dato
destacado, es que de ese 2,1 millón, 1,5 millón son mujeres. Y esto se debe a
los cambios culturales, a que más mujeres son jefas de hogares y también a que
la pérdida del empleo del hombre empujó a la mujer a buscar un empleo que
compensara la pérdida de ingresos por parte del marido o del padre.
Los que
más perdieron sus ocupaciones fueron los varones: de casi 8 millones ocupados en
1991, ahora hay 6,8 millones con empleo, mientras las mujeres ocupadas
descendieron de 4,4 millones a 4,1 millones.
Esta
combinación entre más gente activa y menos gente ocupada provocó el fenómeno del
hiperdesempleo con 4,3 millones de desocupados. Esta cifra es más elevada que
las encuestas del INDEC porque muchos de los que tenían changas declararon ser
desempleados.
Entre los
que se conservaron sus puestos de trabajo también hubo un retroceso ya que de
los casi 11 millones ocupados 4,5 millones se desempeñan "en negro" porque no
paga aportes jubilatorios, entre otros.
Hacia el
futuro, estos datos plantean un enorme interrogante con relación a los ingresos
que tendrán esta enorme masa de ocupados "en negro" y desempleados. Porque en
definitiva, sobre una población activa de 15,2 millones de personas, aportan a
la Seguridad Social apenas 6,4 millones: el resto -8,8 millones- podría no
reunir los requisitos de aportes declarados para, en algún momento, poder
jubilarse.

Gentileza:
Félix Marcos.