Los controles realizados por las barreras zoofitosanitarias son motivo de
discordia de larga data en la Línea Sur y Comarca Andina -sur de Río Negro y
noroeste del Chubut-, pero el malestar por estas generado no trascendía la queja
entre pobladores o el ámbito familiar. Las denuncias formuladas durante el
II Parlamento Mapuche, realizado en Buenos Aires Chico,
convirtieron esa queja en una demanda pública y desencadenaron un movimiento de
protesta en la región. El 4 de febrero se realizó en El Maitén la primera marcha
bajo esta consigna, en la que participaron cerca de 150 personas, y los
convocantes anunciaron que se movilizarán los días 4 de cada mes, como lo hacen
los vecinos de Esquel y Bariloche en oposición a la minería. Buscan la
confluencia del
No a la Mina y el
No al SENASA
(Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria).
Según nos informan desde la zona cordillerana en la manifestación no sólo
participaron vecinos de El Maitén sino también de El Bolsón, Esquel, Bariloche,
Lago Puelo y las comunidades mapuche Vuelta del Río y Ancalao. En tanto al
momento de los discursos todos coincidían en reclamar el traslado de la barrera
sanitaria al límite del Río Colorado, el libre traslado de animales en pie con
sus guías de tránsito, lana y demás producciones; el cese de los desalojos a
comunidades mapuche y pobladores no mapuche y en pedir a la población de El
Maitén que se informe y esté alerta ante el avance minero.
La convocatoria a la movilización surgió de un trawun (asamblea)
realizado el 17 de enero en Ñorquinco, provincia de Río Negro, en el que
participaron miembros de la comunidad mapuche Ancalao, la Organización de
Comunidades Mapuche Tehuelche ‘11 de Octubre’ y el Polo Obrero – El
Bolsón. En el documento difundido tras aquella reunión se destacaba: "La
existencia de la barrera del SENASA en el puente de El Maitén no obedece a la
necesidad de control de la aftosa en el ganado de la zona sino a impedir el
traslado de carne, lana, guano y ganado a los pequeños productores y pobladores
de la Línea Sur. Esta constatación parte del conocimiento de que los camiones de
los grandes terratenientes y frigoríficos (Benetton, Soria, Guajardo, etc.),
atraviesan dicha barrera sin ningún tipo de control, y realizan sus negocios sin
ningún tipo de obstáculos".
Según este documento "el objetivo real de la barrera en el lugar
actual, es obligar a los pobladores, pequeños productores y comunidades a
abandonar sus tierras frente al impedimento de intercambiar lo que producen por
otros elementos necesarios para la vida". Los firmantes también enfatizan
que esta política de ‘vaciamiento’ favorece al sector minero porque
allananaría el camino de las corporaciones.
En tanto desde la dependencia sanitaria se reconoce en parte que estas
medidas restrictivas podrían perjudicar a los pequeños productores. En
declaraciones formuladas al periodista Adrián Moyano de FM El
Arka, de Bariloche, la titular del SENASA en esa localidad, Mónica
Russell, subrayó que dicho organismo no tiene jurisdicción sobre las barreras
sanitarias, ya que esa tarea fue delegada a la Fundación Barrera
Zoofitosanitaria Patagónica (FUNBAPA). En tanto negó que los controles
sean rígidos para los pequeños productos y laxos para los grandes
establecimientos ganaderos.
Cabe destacar que FUNBAPA, creada en 1992, está integrada por el Senasa,
las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Neuquén, Chubut,
Santa Cruz y Tierra del Fuego y entidades que nuclean a productores rurales y
futrihortícolas. La participación estatal es del 51% y el resto lo aportan las
cámaras y asociaciones de productores. Respecto a este punto, Russell destacó
que la intervención privada no debe ser motivo de sospecha.