TRANSGÉNICOS
al día
15 de Enero
2004 #10
En la última edición, se
resumió la legislación sobre la liberación al ambiente de OMG vigente en la
Unión Europea. Esta edición contiene un resumen del vacío regulatorio en los
Estados Unidos.
Los Estados
Unidos: Falta de Regulación de Los OMG
Según Claire Hope Cummings,
ex-abogado del USDA (United States Department of Agriculture Departamento de
Agricultura de los EE.UU.) bajo el Presidente Carter, en centenares de lugares
secretos en los EE.UU. se está sembrando cultivos transgénicos experimentales
que contienen fármacos, químicos industriales y hasta genes humanos. A este tipo
de transgénicos se les llama “farma-cultivos” (“pharmacrops” en inglés – y su
uso: “pharming”.) Para tal propósito se ha modificado cultivos claves para la
alimentación como maíz y ya han ocurrido casos de contaminación genética por
estos cultivos. Señala la falta de regulación en los Estados Unidos. En lugar de
defender los derechos a la no-contaminación de las victimas y hacer los
productores de OMG responsables por la contaminación genética de los cultivos
causada por los OMG, las cortes dan prioridad a los derechos de patente del
contaminador. El costo de retirar los productos contaminados (cuando sean
detectados) es pagado por la población. Un
90% de los consumidores quiere etiquetas para alimentos transgénicos pero
el gobierno se niega a requerirlas
Mucho antes de tener los
productos, los fabricantes de los OMG tomaron medidas para crear un clima
regulatorio favorable a sus intereses. En 1986, Vicepresidente George Bush
(padre) se reunió con ejecutivos de Monsanto para discutir la “desregulación “
de biotecnología. Cuando llego a ser presidente, se anunció que los productos de
la biotecnología recibirían el mismo trato que otros productos y su desarrollo
“no sería entorpecido por reglamentos innecesarios.” Efectivamente, se decidió
no regular la biotecnología y se evalúa los nuevos productos transgénicos
utilizando leyes diseñadas para tratar químicos y patógenos más no la
manipulación genética y sus productos. Se confía en la industria para informar
sobre los problemas que surjan, no existe monitoreo ni seguimiento de los
impactos de los OMG liberados, no existe ninguna obligación del gobierno de
responder a problemas reportados, ni de actuar frente la evidencia de problemas
de salud y ecológicos. En los Estados Unidos, rige el concepto de “equivalencia
sustancial” entre los cultivos y
alimentos transgénicos y los no transgénicos. Este concepto fue inventado para
justificar no hacer estudios y evaluación de riesgos.
Tres agencias son responsables por actividades con OMG y cada una opera
bajo sus propias regulaciones:
* La
FDA (La Agencia para Alimentos
y Drogas) estipula que nuevas sustancias en los alimentos deben ser evaluadas y,
en algunos casos, etiquetadas. No obstante, se aplica el criterio GRAS
(Generally Regarded As Safe – generalmente considerados seguros) a alimentos
nuevos y como alimentos transgénicos son considerados sustancialmente
equivalentes a otro alimento convencional, son “GRAS” y exentos de estas
evaluaciones y no requieren etiquetas.
* APHIS (Animal and Plant
Health Inspection Service –Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal)
es la agencia de la USDA que administra los ensayos de campo de OMG de acuerdo
con la normativa del Plant Pest Act (Acta sobre Plagas de Plantas) que no
contempla los riesgos involucrados con la liberación de OMG y requiere una
simple notificación para obtener el permiso. Existen estándares mínimos de
confinamiento biológico y ninguna exigencia de evaluar riesgos ecológicos al no
ser que el solicitante indique que pueda ser necesario. El estudio de 8000
ensayos entregados al USDA, reveló que en ninguno se hizo una evaluación de los
riesgos ambientales.
* La EPA (Environmental
Protection Agency) regula cultivos transgénicos modificados para producir
toxinas pesticidas como cualquier pesticida: por ejemplo maíz Bt, que contiene
toxinas Bt es un pesticida aunque sea para el consumo. No obstante, se presume que Bt es seguro
aun cuando se ha demostrado su toxicidad para microorganismos del suelo y
ciertas poblaciones de insectos benéficos.
Cummings cita el caso de Pioneer Hi-Bred que, en 2002 y 2003 pagó multas
por violación de los permisos para realizar ensayos con maíz transgénico en
Hawai y se le ordenó informar sobre los resultados y asegurar que el cultivo no
contaminara los cultivos de maíz de la zona. En 2003, la EPA, después de revisar
los resultados de los ensayos, y a pesar de que sí hubo contaminación de los
cultivos vecinos, dijo que la compañía había cumplido con los requisitos. ¡La
“razón” fue que la contaminación ocurrió en campos regulados por la USDA y por
tanto, no era competencia de la EPA! La USDA supuestamente está investigando el
asunto. Mientras tanto, Pioneer sugiere a los agricultores que no cultiven los
cultivos que utiliza Pioneer en sus experimentos para evitar que se contaminen.
(Contrasta
este vacío regulatorio con la normativa de la Unión Europea donde quien quiere
cultivar OMG tiene que asumir la responsabilidad si contamina otros cultivos: se
aplica y el principio ético universal que el contaminador
paga.)
Fuente:
Farm News from Cropchoice, USA, http://www.cropchoice.com
Miércoles,
June 11, 2003 -- CropChoice guest commentary)
Iniciativa Legal de Grupos en los EE.UU
contra Farma-Cultivos
Una
coalición de ONG ha introducido una demanda contra el gobierno de los Estados
Unidos para prevenir más ensayos con farma-cultivos. Joe Mendelson del Centre
for Food Safety, (Centro de Seguridad de los Alimentos) uno de los miembros de
la coalición, explica que ha habido más de 300 ensayos en lugares secretos en
los Estados Unidos con este tipo de cultivos que contienen proteínas humanas,
hormonas de crecimiento, vacunas y enzimas de uso industrial que nunca antes han
estado presentes en el ambiente. No se ha evaluado sus riesgos e impactos sobre
las demás especies. Se planifica utilizar las provisiones del Acta sobre
Especies en vías de Extinción para prevenir que la USDA (United States
Department of Agriculture- Departamento de Agricultura de los Estados Unidos)
emita más permisos. “Un sólo error y podríamos estar comiendo en nuestros
cornflakes (hojuelas de maíz) los medicamentos recetados para otras personas,”
dice Larry Bohlen de Amigos de la Tierra - otra ONG de la coalición. Los
editores de la prestigiosa revista Nature Biotechnology alertaron que las
estrategías actuales para confinar los genes no funcionan en el campo.” La
Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos han alertado sobre los
riesgos para la salud y ambiente de los OMG, en particular que los productos
bio-farmacéuticos podrían entrar en los alimentos porque no existe regulación
estricta en los EE.UU.
Aún
promotores de los transgénicos como la National Food Processors Association
(Asociación Nacional de Procesadores de Alimentos) recomienda parar todos
ensayos con farma-cultivos hasta que se imponga una legislación fuerte para
prevenir la contaminación y se pueda garantizar 100% confinamiento. Dijó su
vocero: “El riesgo es demasiado alto.” (¡
Evidentemente!)
Fuente:
Brooklin, Canada, 15 Jul (IPS/Stephen Leahy) Doc.TWN/Biosafety/2003/F
Gentileza: Dra. Susana
Curto.