¿Cuáles son las nuevas características del
imperialismo actual, en comparación con las descritas
por Hilferding,
Kautsky, Lenin, Luxemburgo? ¿Es un fenómeno policéntrico, una "nueva
distribución del mundo", un "gobierno de monopolios", una "última y superior
etapa del capitalismo" - o algo diferente?
El aspecto más sorprendente
del siglo XXI - algo que es verdaderamente nuevo - es que tenemos, por primera
vez en la historia humana, la existencia de un solo Imperio. No es el abstracto
'imperio' utópico de Hardt-Negri, sino algo muy concreto y real. La posición
dominante de Estados Unidos no tiene precedentes en la historia. Las cifras
hablan por sí solas: hay 189 estados miembro de Naciones Unidos, existe una
presencia militar de EE.UU. en 121 países.
Estamos más cerca ahora del
'ultra-imperialismo' de Karl Kautsky que nunca antes. El texto de Kautsky ''Der
Imperialismus' fue escrito antes del estallido de la Primera Guerra Mundial,
pero publicado más tarde a pesar de que la guerra misma, una manifestación
clásica de contradicciones inter- imperialistas, había hecho estallar la tesis
central de Kautsky, es decir, que la última fase del desarrollo capitalista
representaría la abolición para siempre de los conflictos
inter-imperialistas.
A pesar de la guerra, Kautsky insistió en publicar
su texto, y por buenos motivos. Consideraba que el creciente aumento de los
movimientos anticoloniales en Asia y en el Este árabe llevaría al imperialismo a
cerrar filas contra un enemigo común. Y argumentaba que la carrera armamentista
se convertiría en una carga inaceptable para el capitalismo, que requeriría una
estrategia de paz, no de guerra entre las principales potencias imperialistas.
Respecto a este último punto, por cierto, se demostró que estaba totalmente
equivocado. Los gastos militares ayudaron a proteger al capitalismo después de
la depresión de los años 30 como lo demostraron Alemania, Japón y Estados
Unidos. Y necesitaría otra guerra inter-imperialista para hacer volver a la
razón al mundo capitalista. La negativa del imperialismo alemán de aceptar la
división del mundo en zonas británicas y francesas produjo la Segunda Guerra
Mundial. Su ampliación a la Unión Soviética y Asia creó la base para una
extensión de la revolución. Vietnam, China, Corea, Indonesia, se beneficiaron de
los conflictos inter-imperialistas.
Sólo después de la derrota de Alemania y
de Japón el mundo capitalista aceptó el liderazgo de EE.UU., aunque los antiguos
rivales celebraron en secreto las derrotas de EE.UU. en Cuba y
Vietnam.
Sin embargo, la existencia de un 'mundo comunista' obligó al
capitalismo a disciplinar sus impulsos competitivos en la esfera
político-militar. EE.UU. reconstruyó el capitalismo alemán, japonés y europeo
occidental que había sido devastado por la guerra, y, por su parte, esos estados
aceptaron el liderazgo de EE.UU. En las palabras de Kautsky el 'resultado de la
guerra mundial entre las grandes potencias imperialistas podría ser una
federación de los más fuertes, que renuncian a su carrera armamentista'. Lo que
predijo después de la Primera Guerra Mundial, sucedió en realidad después de la
segunda.
No obstante, mientras existía el mundo no-capitalista seguía
habiendo un cierto espacio de maniobra. Los franceses bajo de Gaulle y los
escandinavos, se oponían enérgicamente a la guerra de EE.UU. en Vietnam. Y ni un
solo país de la OTAN envió tropas para contribuir al esfuerzo bélico de EE.UU.
en el sudeste asiático. El colapso de 1989 cambió todo eso y trajo una nueva
lucha sin armas por la hegemonía. Sólo podía haber un vencedor: Estados Unidos.
Los principales estados europeos podían lamentarse y quejarse y buscar
ansiosamente migajas reconfortantes ('multilateralismo', la 'ONU', etc.) pero la
hegemonía político-militar de EE.UU. era indiscutible. Los dirigentes británicos
y españoles la aceptaron y se posicionaron permanentemente en el trasero del
imperio de EE.UU. A pesar de esto no fue posible exorcizar del
todo el
antiguo fantasma. Se posaba la pregunta: ya que no hay un enemigo real para unir
el mundo capitalista (la noción del Islam como el nuevo enemigo es un chiste)
¿no podrían re-emerger las contradicciones inter- imperialistas? Y, horror de
horrores, ¿podrían conducir a la guerra?
Esta pregunta no la formulaban
marxistas aislados en las academias occidentales. Fue presentada por primera vez
en la Casa Blanca durante el reino de George Bush I. Un ideólogo afgano-
estadounidense, Zalmay Khalilzad, publicó un ensayo en el que sugería que la
hegemonía de EE.UU. tenía que ser preservada a cualquier precio. ¡Si fuera
necesario por la fuerza!
La desintegración de Yugoslavia - un resultado
directo de las rivalidades económicas globales e inter- imperialistas dentro de
la Unión Europea - concentró a la Casa Blanca de Clinton. La intervención de
EE.UU.: en la guerra civil yugoslava fue una imposición del poder salvaje...
Ruanda, donde se desarrollaba un verdadero genocidio fue ignorada.
¿Es la
economía de guerra un componente básico del actual imperialismo? ¿Es consistente
con las redes globales en cadena, el libre comercio, el
neoliberalismo?
Sí. El consenso de Washington incluye las guerras
necesarias para preservarlo. El fundador del
neoliberalismo, Friedrich von
Hayek, era un acérrimo imperialista. Sugirió que se bombardeara Teherán en
1979-1980 y aconsejó a Margaret Thatcher que bombardeara Buenos Aires durante el
conflicto de las Malvinas.
Las recientes guerras en Yugoslavia y en Irak
tuvieron como uno de sus objetivos la 'apertura' de los mercados. Las
corporaciones de EE.UU. están fuertemente involucradas en los planes de
privatizar el petróleo iraquí y de 'reconstruir' el país.
Haliburton y
Bechtel, las dos corporaciones estrechamente vinculadas a la elite gobernante de
EE.UU., esperan beneficiarse con la Ocupación, aunque la creciente resistencia
puede dificultar las cosas.
El estatus privilegiado de la industria de la
defensa en Estados Unidos refleja la fuerza del completo militar-industrial.
Durante mucho tiempo los teóricos marxistas estudiaron el imperialismo sobre
todo desde la posición estratégica de la economía.
La situación actual es
que el Imperio de EE.UU. tiene que ser analizado desde una posición
político-militar.
Económicamente EE.UU. no es tan dominante como lo es desde
el punto de vista militar. De manera que utilizará su potencia militar para
fortalecer su economía. En este aspecto, el cambio ha sido dramático. El Imperio
de EE.UU. mantiene su hegemonía global a pesar de los niveles sin precedentes de
endeudamiento y déficits. En esto el Este asiático ha reemplazado a Europa y
tiene un 70 por ciento de las reservas de divisas extranjeras del mundo, la
mayor parte denominadas en dólares y así ayuda a mantener la tasa de conversión
de la moneda imperial. China podría crear fácilmente una crisis del dólar y de
la economía de EE.UU. si cambiara al euro o al oro, pero tiene un gigantesco
excedente comercial con EE.UU. (105 miles de millones de dólares) y no desea
provocar una depresión. La interdependencia de EE.UU. con las dos potencias del
Este asiático, China y Japón - es el talón de Aquiles de la economía de EE.UU.
De ahí la importancia de mantener abierta la opción militar. Si China
resistiera, el Imperio tiene dos rutas posibles de ataque y balcanización:
Taiwán y Tibet. Desde luego, es un asunto muy arriesgado, pero el capital
siempre ha tomado riesgos.
¿Existe una nueva ideología imperialista
dominante?
¿Qué elementos ideológicos son realmente nuevos? ¿Es una ideología
dominante o hegemónica a escala mundial?
Sí, como expliqué más arriba
el consenso estadounidense domina el mundo (con la única excepción de Cuba y,
parcialmente, Venezuela). La base económica de este consenso está lejos de ser
un secreto: abrir los dominios hasta ahora protegidos de la provisión pública al
capital privado. El control estatal de la salud, la educación, la vivienda, la
radiodifusión y la televisión, que constituía la base de la socialdemocracia en
Europa Occidental ha sido efectivamente desmantelado. La especulación se ha
convertido en el centro de toda la actividad económica incluyendo el
inescrupuloso uso de los fondos de pensión de los empleados para inflar los
beneficios.
Los escándalos de Enron y WorldCom no han tenido absolutamente
ninguna influencia. En vista de la ausencia de toda alternativa
político-económica y social, se vuelve a la vida de todos los días. El rechazo
brasileño del consenso, que llevó a la desindustrialización del país y al
colapso de la burguesía, produjo el triunfo de Lula, pero la administración del
PT, atemorizada por su propia sombra, sigue hundida en el pantano del FMI. De
todos los continentes, América Latina se encuentra en abierta revuelta contra el
fundamentalismo económico del Nuevo Orden. Los movimientos sociales en Brasil,
Bolivia, México, Ecuador, Colombia, Venezuela, han creado un nuevo clima
político. La gente quiere el cambio. Los políticos están asustados. Y luego
tenemos la obscenidad publicada en el New York Daily News del 27 de agosto de
2003: "El contingente de 1.300 españoles reemplazará formalmente hoy a fuerzas
estadounidenses en Irak. Se unirán a ellos esta semana en su base en la
localidad productora de arroz y dátiles de Al Diwaniya, a 160 kilómetros al sur
de la capital, 1.200 soldados de Honduras, la República Dominicana, Nicaragua y
El Salvador - todos los cuales estarán bajo comando español". La utilización de
los antiguos poderes imperiales para ayudar a controlar por las armas el mundo
forma parte de la estrategia imperial de nuestros días.
¿Cuál es el
significado del imperialismo cultural?
¿Constituye la dimensión cultural una
característica básica del imperialismo actual?
El imperialismo cultural =
Starbucks + Hollywood. El control de los medios de información por
las
corporaciones ha significado la restricción de la diversidad. La
televisión está estrictamente controlada. La cobertura de la guerra de Irak en
CNN y en BBC World fue pura propaganda. Fox TV (de propiedad de Murdoch) habría
contado con la aprobación de Goebbels. El control de EE.UU. de la distribución
cinematográfica ha obligado a sus rivales a tratar de imitar los éxitos de
Hollywood. La oposición proviene de los márgenes: Los cines iraní, coreano y
chino; al-Yazira... América Latina necesita sus propios equivalentes. Una
TV-Bolívar que informe sobre lo que sucede realmente en Venezuela o Bolivia o
Brasil, constituiría un desarrollo sensacional. La noción de que las redes
privadas de televisión son 'libres' es vista ahora como humor negro. El uso de
esas redes en Venezuela para desestabilizar y derrocar a un gobierno elegido
recuerda el uso de los medios impresos contra Salvador Allende en
Chile.
Como estructura global del poder, el imperialismo puede ser
considerado un sistema de conflictos.
¿Cuáles son los límites de su poder y
sus contradicciones básicas? ¿Cuáles son las fuerzas que
se enfrentan dentro
del imperialismo actual? ¿Existe una "contra- potencia" emergente? ¿Cuáles son
los principales conflictos que enfrenta el imperialismo como sistema de
dominación global? ¿Qué factores están configurando las tendencias imperialistas
a largo plazo?
La mayor resistencia al imperialismo proviene hoy en día
de los movimientos sociales en América Latina, los palestinos y, recientemente,
la resistencia en Irak.
La recolonización de Irak no se desarrolla sin
problemas. La resistencia en el país (y en Palestina)
no es asunto, como los
propagandistas israelíes y occidentales gustan de afirmar, de que el Islam haya
enloquecido, en ambos casos es una consecuencia directa de la
ocupación.
Antes de la reciente guerra, algunos de nosotros argumentamos
que el pueblo iraquí, por más que haya despreciado a Sadam Husein, no aceptaría
de buen grado la ocupación por Estados Unidos y su testaferro
británico.
Contrariamente a los iraquíes arropados que habían estado en
la nómina de EE.UU. durante demasiado tiempo y que le contaron a George Bush que
las tropas de EE.UU. serían recibidos con guirnaldas de flores y dulces,
advertimos que la ocupación llevaría al hostigamiento y a la muerte de soldados
occidentales todos los días y que pronto se convertiría en una guerra de
guerrillas de baja intensidad.
El que los acontecimientos hayan vindicado
este análisis no es motivo para congratularse. Todo el país se encuentra ahora
en una situación desastrosa y la situación es mucho peor de lo que era antes del
conflicto.
La única explicación dada por los gerentes de las noticias
occidentales para la resistencia es que son restos insatisfechos del antiguo
régimen.
Washington contradijo su propia propaganda al decidir el
reclutamiento de los auténticos residuos del antiguo aparato estatal - la
policía secreta - para tratar de perseguir a las organizaciones de resistencia,
que suman más de 40 grupos diferentes.
Las manifestaciones en Basora y la
muerte de más soldados británicos son señales evidentes de que esos antiguos
bastiones del sentimiento contrario a Sadam están ahora dispuestos a unirse a la
lucha.
El atentado contra la central de la ONU en Bagdad conmocionó a
Occidente; como informó Jamie Tarabay de Associated Press en un despacho desde
la capital iraquí, existe una profunda ambivalencia hacia la ONU entre los
iraquíes de la calle. Es un eufemismo.
En realidad, la ONU es considerada
como uno de los sátrapas más implacables que operan para
Washington.
Supervisó las sanciones que, según las cifras de UNICEF, fueron
directamente responsables de la muerte de medio millón de niños iraquíes y de un
horrendo aumento de la tasa de mortalidad. Dos importantes funcionarios de la
ONU, Denis Halliday y Hans von Sponeck, renunciaron para protestar contra esas
políticas, explicando que la ONU no había cumplido con su deber hacia el pueblo
de Irak.
Al mismo tiempo, EE.UU. y Gran Bretaña, con aprobación de la
ONU, lanzaron cientos de toneladas de bombas y miles de misiles en Irak desde
1992 y, en 1999, funcionarios de EE.UU. informaron tranquilamente a The Wall
Street Journal que se les habían acabado los objetivos.
En 2001, los
bombardeos de Irak habían durado más que la invasión estadounidense de
Vietnam.
Por eso la ONU no es vista con simpatía por muchos iraquíes. La
reciente decisión del Consejo de Seguridad de aprobar retrospectivamente la
invasión, una violación directa de la carta de la ONU, no ha hecho más que
aumentar la cólera.
Todo esto hace preguntar si la ONU es actualmente
algo más que una operación de limpieza del Imperio de EE.UU.
Los efectos
de la resistencia iraquí comienzan ahora a sentirse en los dos países ocupantes.
El último sondeo de Newsweek revela que la tasa de aprobación del presidente
Bush ha bajado 18 puntos a un 53 por ciento y, por primera vez desde el 11 de
septiembre, más votantes inscriptos (un 49 por ciento) dicen que no les gustaría
que fuera reelegido. Sólo puede empeorar (o mejorar, según el punto de vista de
cada cual) mientras continúan aumentando las bajas estadounidenses en
Irak.
Una comparación con la guerra de Vietnam podría ser instructiva. El
movimiento contra la guerra de los años 60 no fue sólo un movimiento contra la
guerra.
También fue un movimiento que quería la victoria de un lado, que
quería que ganaran los vietnamitas. Eso le dio más vigor. La gente sabía de qué
lado estaba. Fue ultra-radical por ese motivo.
El movimiento contra la
guerra que estalló antes de la guerra de Irak fue evidentemente más amplio y
mucho mayor. Si se juntan todas las manifestaciones por Vietnam y se las suma el
movimiento contra la guerra in Irak fue, globalmente, 100 veces mayor. Pero, no
fue un movimiento que a favor de uno de los lados -porque nadie en el movimiento
contra la guerra apoyaba a Sadam Husein- fue más bien un movimiento que trataba
de detener una guerra que muchos consideraban totalmente injustificada.
Y
no sólo injustificada, sino que las razones para ella fueron mantenidas
totalmente ocultas de la vista del público por los gobiernos de EE.UU. y Gran
Bretaña. No se trataba de armas de destrucción masiva.
Se trataba de capturar
un país productor de petróleo, con un régimen muy hostil a Israel, que estaba
dando dinero a los palestinos. Fueron las razones para esa guerra - además de
que era una manera de mostrar lo que es el poder imperial y lo que puede
hacer.
La gente sintió que se le estaba mintiendo. No les gustaba esa
guerra. Sintió que era irracional. Eso explica la dimensión de las
movilizaciones. Sacó a la calle a inmensas cantidades de personas que no eran
usualmente políticas. El motivo por el que el 'síndrome de Vietnam' tuvo tanta
fuerza fue que el pueblo vietnamita infligió una derrota a EE.UU.
Cincuenta
mil soldados de EE.UU. murieron en esa guerra. Los estadounidenses no pudieron
mantener su control sobre ese país y tuvieron que retirarse como resultado de la
combinación de los éxitos militares vietnamitas y del hecho de que el movimiento
contra la guerra se había extendido al propio ejército de EE.UU.
Los soldados
opuestos a la guerra organizaron grandes manifestaciones de soldados delante del
Pentágono y esto les causó un susto tremendo. Decir que la guerra de EE.UU.
contra Vietnam terminó gracias al movimiento [occidental] contra la guerra es un
error. Fue porque el pueblo de Vietnam había estado resistiendo a tres grandes
imperios durante mucho, mucho tiempo y todos conocían la historia de esa lucha.
En parte, fue terminada por el movimiento contra la guerra, pero lo que logró el
movimiento contra la guerra - después de todo no existió un gran movimiento
hasta que el pueblo vietnamita comenzó a lograr grandes victorias contra las
fuerzas de EE.UU. Lo que hizo que el movimiento contra la guerra fuera muy
grande, fue que muchos en EE.UU. comprendieron que no se podía ganar la
guerra.
Pienso que hay desmoralización, pero no creo que la gente debiera
desmoralizarse. La guerra en Irak no va bien para Washington. La administración
de EE.UU. pensó que capturaría Irak y que todos les darían la bienvenida. Eso no
ha ocurrido. Existe un movimiento de resistencia y no lo forman solamente los
residuos del Partido Baaz. Hay mucha otra gente que también lucha contra la
ocupación.
Los únicos capaces de detener la ocupación dirigida por EE.UU.
son los miembros de la resistencia en la región.
Si esa resistencia
continúa, pienso que EE.UU. cambiará su táctica, probablemente
introduciendo
mercenarios con cascos azules de Naciones Unidas para que
gobiernen Irak por su cuenta. Para EE.UU. lo principal en Irak es imponer la
privatización del petróleo iraquí, lograr la liberalización de la economía de
Irak e introducir las corporaciones de EE.UU. No les preocupa demasiado cómo se
maneje el país, mientras ese tipo de estructura económica sea
mantenido.
En última instancia, este Imperio también, como sus
predecesores irá más allá de sus posibilidades y llegará a su fin. Pienso que
cuando suceda muchos de nosotros habrán muerto, pero nuestros nietos podrán
llegar a presenciar ese
día.
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El último libro de Tariq Ali, "Bush en Babilonia: la recolonización de
Irak" ha sido publicado [en inglés] por Verso.
Su correo es tariq.ali3@btinternet.com