BOLIVIA: Entrevista a Evo Morales, dirigente
campesino: "NUESTRA CONFRONTACION ES
POLITICO IDEOLOGICA". Por Natalia Vinelli,
de Resúmen Latinoamericano, marzo-abril de 2001.
"El movimiento campesino no se ha rendido. El enérgico
bloqueo de caminos hizo que el gobierno se comprometiera a no expulsar
campesinos del Chapare, así que con eso empezamos a destrozar el Plan Dignidad",
asegura Evo Morales, dirigente cocalero y diputado, al hacer un balance de las
jornadas de septiembre y octubre pasados. Tras aquellos días de lucha, los
campesinos del Trópico de Cochabamba lograron frenar la construcción de tres
cuarteles militares yanquis, y en cuanto a la erradicación de cocales las
negociaciones quedaron estancadas. "Si para el gobierno la posición es la
erradicación, para nosotros es la plantación. Puede ser como un empate, pero en
esos términos, pues es una directa confrontación permanente".
¿Cómo quedó la situación organizativa de los cocaleros?
El tema de organización sigue intacto, con más fuerza, con más unidad.
Porque estamos convencidos de que ésta es una confrontación político ideológica.
En 500 años no han podido acabarnos ni destrozarnos, ¿cómo lo van a hacer
ahora?.
¿El Chapare es un territorio semi liberado? Mira,
sindicalmente tenemos el control total, políticamente también, pues todos los
alcaldes son dependientes de las federaciones. El año pasado los uniformados
tuvieron más muertos que los campesinos, y eso que todos los años siempre ha
habido más muertos campesinos que uniformados... La organización es cada vez
mejor. Más fuerte, más organizada, y quién sabe también puedan aparecer
compañeros alzados en armas contra la injusticia, contra el
sometimiento.
¿Cuál es la proyección nacional del movimiento? En
torno a la lucha del movimiento campesino hay más unidad, lamentablemente hay
algunos dirigentes que perjudican el avance, el desarrollo de la lucha de los
pueblos indígenas, sin embargo por lo menos tenemos la mayor cantidad de las
federaciones que comparten nuestra lucha, y no solamente nuestra lucha sino
también la línea políticamente. Esa es la ventaja, ahora felizmente hay
comerciantes y otros sectores que se suman al llamado instrumento político por
la soberanía de los pueblos, conocido como MAS (Movimiento al Socialismo). Hemos
soportado una guerra sucia pero igual seguimos con mucha fuerza hacia el
2002.
En algún momento usted planteó que hay contradicciones entre
algunos sectores empresariales. ¿Visualiza la posibilidad de generar una alianza
de clases con los sectores no vinculados al capital extranjero? Yo digo
que hay tres clases de empresarios en Bolivia: las transnacionales, que
permanentemente saquean en un 100 por ciento las riquezas del estado; las
nacionales, que algunas saquean, lavan narcodólares, pero son subsidiarias del
Estado; y otros empresarios que con su propio esfuerzo no dependen del Estado,
sobre todo en el occidente boliviano, porque en el oriente están los más
parásitos del Estado... Yo respeto muchísimo -y esto es algo a título personal,
sin implicar al partido ni a la organización- a los empresarios que son
solidarios, que también comparten las divisas con las necesidades sociales y que
no saquean. Pero hay empresarios que están más pensando de dónde y cómo van a
saquear y que explotan inhumanamente a los trabajadores. Son esa clase de gente
que no tiene una conciencia de solidaridad con la gente que sufre el hambre y la
miseria... Estoy convencido de que los empresarios del occidente boliviano,
fundamentalmente, tienen muchas diferencias con los empresarios del oriente,
especialmente los de Santa Cruz.
Un diario tradicional acaba de publicar que el gobierno
quiere quitarle los fueros, en función de acusaciones como narcotráfico,
incitación a la violencia, etc.... Mira, eso viene desde el '97. Que un
diputado pueda plegarse a una marcha, bloqueo de caminos, huelgas de hambre, es
delito para la clase política. (...) Si tuvieran pruebas de narcotráfico o de
algún delito harían una campaña total para expulsarme del parlamento, pero no lo
hacen. Quieren amedrentar e intimidar con esa clase de propaganda, con esa clase
de acusaciones, falsas por cierto, que son un delito si nos vamos a la misma
cuestión de las formas legales vigentes. Yo creo que esto es una confrontación
política, lo que quieren es acallarnos, no acallar a Evo Morales sino acallar al
pueblo.
Ese mismo diario publicó que para el ejército el enemigo
estratégico es la guerrilla colombiana y su expansión en Bolivia a través de los
cocaleros. ¿Cuál es su opinión? El Plan Colombia es un plan de guerra.
En Bolivia se llama Plan Dignidad, que en pequeño también es otro Plan Colombia,
pues con el Plan Dignidad no solamente buscan "coca cero" (una de las consignas
del gobierno de Banzer) sino "fuera campesinos del Chapare"; es decir, destruir
las organizaciones sindicales bajo convenios inclusive con EEUU. Justamente EEUU
aprueba para el Plan Colombia creo que 1.300 millones de dólares, destinados a
dominar militarmente todas las zonas conflictivas, porque detrás de ese Plan hay
intereses geopolíticos. La droga es una gran excusa para EEUU, que utiliza ese
pretexto para recuperar el control y el poder hacia los países Latinoamericanos.
Por eso digo que el Plan Colombia es un plan de guerra, fundamentalmente contra
el movimiento popular y en defensa de las transnacionales. Porque en las zonas
conflictivas de Colombia no solamente hay maderas sino que hay oro, minerales
preciosos, petróleo, y EEUU mediante sus empresas privadas controla todos esos
recursos naturales que tiene la región andina.
El Plan Dignidad, ¿es aquí un Plan Colombia? Sí,
efectivamente. Porque con el Plan Colombia también quieren expulsar campesinos
indígenas de la zona, y aquí es igual: con un plan de guerra nos quieren
expulsar. Queda claro, esta zona también es riquísima en tema de petróleo.
Entonces los "dueños", generalmente empresas norteamericanas dueñas de los
petróleos, no quieren conflictos sociales, por eso la lucha contra el
narcotráfico es "fuera campesinos del Chapare" para después adueñarse de los
territorios.
¿Cómo caracterizan la etapa en Latinoamérica?
Latinoamérica está en permanente rebelión, especialmente la región
andina. (...) Hubo un desgaste del sistema y dentro de ese marco creo que falta
alinear más luchas, lógicamente sectores sociales de trabajadores a nivel
Latinoamericano..., quien sabe falta algún ente matriz que permita aglutinar las
fuerzas sindicales y políticas para que no se de un Cuba sino muchos Cubas en
Latinoamérica. Y de esa manera hacer respetar la soberanía de los pueblos.
Porque en los países andinos, Bolivia y Ecuador fundamentalmente, la lucha es
por nuestra identidad, en busca de la dignidad y la defensa de nuestra
soberanía.
Extraído de Correos de la Emancipación Nro 115, del 20 de enero
de 2002. |