Las
remesas de los emigrantes en Estados Unidos –14 millones de personas– se
han convertido ya en la segunda fuente de divisas de México, detrás del
petróleo. Cada mes en el país se ingresan unos 1.000 millones de dólares
por esta vía.
Las remesas que envían los 14
millones de mexicanos que emigraron a EE.UU. constituyen la tabla de
salvación de la economía de su país. Durante el primer semestre del 2003,
el monto total de los envíos familiares asciende a 6.134 millones de
dólares, casi un 30% superior a la cifra del mismo periodo del
2002.
Las remesas se convirtieron en
la segunda fuente de divisas del país, superada tan sólo por el ingreso de
recursos de la exportación petrolera. Entre enero y julio del 2003, Pemex
aportó 7.562 millones de dólares por la venta de crudo.
Los envíos de divisas de
mexicanos que trabajan en EE.UU. siguen una sólida tendencia ascendente.
En abril, por primera vez, los envíos superaron los mil millones de
dólares. Este incremento en las remesas se debe, en parte, a que el
Gobierno mexicano presionó a bancos y agencias que manejan las
transferencias para que bajaran las comisiones, que eran muy
altas.
El periódico 'El Universal'
dedica las ocho columnas de su primera página a destacar que, de manera
creciente y sostenida, la economía mexicana, que lleva tres años con
mínimo crecimiento, descansa sobre los hombros de los 14 millones de
mexicanos que trabajan en Estados Unidos. Cada día, sea laborable o no,
los emigrantes envían 34 millones de dólares a sus familiares que viven en
el país. En muchas regiones, las remesas son la principal fuente de
ingresos.
Según el Banco de México, en
el último año ha aumentado en un 35% el envío de remesas: de 14,56
millones en el primer semestre del 2002 se pasó a 19,75 durante el mismo
periodo de este año. Aunque el monto promedio de los giros es un poco
menor, el crecimiento en los envíos apunta a un probable incremento del
número de mexicanos que marcharon en busca de empleo.
El incremento en el número y
la cantidad de las remesas coincide con el aumento del paro en México (en
los dos años y medio del Gobierno de Vicente Fox, el Seguro Social ha
perdido 572.000 afiliados), lo que motiva la creciente exportación de mano
de obra. En el despoblado estado de Zacatecas, por ejemplo, 22.000
personas emigraron al otro lado de la frontera entre septiembre de 2002 y
marzo del 2003. Hay pueblos en los que prácticamente no quedan hombres en
edad laboral.
El 90% son
indocumentados
Según un informe del Consejo
Nacional de Población (Conapo), cerca de 500.000 mexicanos emigran cada
año a EE.UU., de los que el 30% son jóvenes, el 90% indocumentados y el
80% carece de experiencia migratoria. Virtualmente no hay recoveco de
territorio norteamericano en que no se encuentren comunidades de
mexicanos, la mayoría residentes ilegales, al menos de
origen.
Pese a que los emigrantes son
el sostén de la economía nacional, el Gobierno del cambio de Vicente Fox
no ha promovido en el Congreso que puedan tener derecho al voto. México es
de los pocos países latinoamericanos que no permiten sufragar a sus
ciudadanos que viven en el exterior. Los mexicanos que emigran son
ignorados por el aparato político burocrático nacional, que sólo se
acuerda de ellos cuando las divisas que envían alteran positivamente
algunas estadísticas clave o al producirse alguna tragedia mediática en un
cruce fronterizo.
Cada año, miles de vecinos de
municipios urbanos del estado de México emigran a EE.UU. Esta tendencia se
ha extendido a todas las ciudades del país. Estudios del Conapo confirman
que la emigración al vecino del norte ha dejado de ser mayormente rural
para, en forma paulatina, convertirse en urbana. Muchos indocumentados
proceden de zonas industrializadas.
Marta Zúñiga, secretaria
general de Conapo, señala que la falta de empleo, los bajos salarios y las
nulas opciones de progreso provocan que obreros industriales y jóvenes sin
experiencia emigren a EE.UU. 'Muchachos de menos de 20 años se van por la
insuficiente estructura de oportunidades', subraya la experta en temas
migratorios.
Fuente: ARGENPRESS.com, del 4 de
agosto de 2003. |