El
colonialismo: un estigma histórico y cambiante
“No
hay barbarie comparada a la del colonialismo, África nunca se recuperó” Mario
Vargas Llosa.
Alfredo César Dachary
No
se sorprendan, hubo un primer Vargas Llosa, que escribía y compartía ideas con Gabriel
García M¡rquez, Mario Benedetti y otros vanguardistas; hoy en el ocaso de su
vida promueve el voto a favor de la hija del peor criminal del siglo XX en Perú,
el ex presidente Fujimori.
Pero la sociedad f¡cilmente
olvida y vuelve a tropezar con la misma piedra, por ello no hay que
sorprenderse del regreso del neo-nacionalismo y post-fascismos en Europa, la
cuna de los mayores genocidas del siglo pasado, junto a Japón, el que fue
“absuelto” por cuestiones geopolíticas por Estados Unidos, al inicio de la
guerra fría en el Pacífico.
Los constructores de
las narraciones dominantes siempre han omitido el lado oscuro de la historia,
por ello difícilmente aceptan que la otra cara de la modernidad es la colonialidad,
aunque los que la impusieron la hacen emerger en el siglo XV, el oscuro tiempo
de las conquistas, el exterminio de pueblos y las colonias, luego completado
con la esclavitud ante la muerte masiva de los originarios.
Pero no debemos
equivocarnos, la colonialidad que se inicia en el siglo XV es la segunda parte
de otra anterior que viene de muy atr¡s, incluso de la era anterior, y para Occidente
fue el imperio romano, en el cual se aplicaron las mismas leyes de la conquista
del XV, todo el que es diferente y no se lo entiende es b¡rbaro.
Así el mapa de la
futura Europa se dividió en lo que Fernand Braudel analizó ampliamente como el
mundo del Mediterr¡neo y, como oposición, estaba el norte b¡rbaro, una división
que duró pocos siglos porque los b¡rbaros llegaron a Roma y el imperio sucumbió,
al cumplir su ciclo de vida.
Pero el esquema ya estaba
asumido por los hombres del poder, que a todo los diferentes los calificaban de
b¡rbaros y así empezó a formarse el Oriente salvaje con sus invasiones, que dejaron
población y cultura y se llevaron también importantes elementos de los pueblos
invadidos.
Muchos siglos
después, el norte b¡rbaro, los reinos que hoy son parte de Alemania, Holanda y
otros reinos se unieron a Francia e Inglaterra y desplazaron al sur, encabezado
por Portugal, España e Italia imponiendo un modelo de colonización m¡s duro,
como antesala al nacimiento del capitalismo, que no solo requería m¡s recursos
y materias primas sino nuevos mercados.
En el final del
siglo XX, los países occidentales con mayor nivel de desarrollo humano son los
países nórdicos, Alemania, los antiguos b¡rbaros y en Oriente, China emergía
como la gran potencia alternativa, no solo en lo militar sino en lo científico
y cultural, ya que les llevaba varias decenas de siglos de diferencia a las
denominadas culturas modernas.
Grecia fue un tema aparte,
porque Europa, ante la carencia de otros basamentos, lo rescata como su base
cultural, olvidando el origen africano de la misma que se dio durante el reinado
de los faraones, los que lograron un desarrollo amplio de la cultura y la
economía para esa época junto a Babilonia y a Sumeria. Nuevos estudios como el
de Martin Bernal, “Atenea Negra”, abrieron la caja de pandora sobre los
orígenes culturales y luego nuevos trabajos lo est¡n consolidando.
Al final del siglo
XX, cerca del 90% de las colonias han iniciado el duro proceso de
descolonización, que ha sido casi imposible por las deformaciones y controles
metropolitanos para mantener el poder, los resultados son muy evidentes y un
informe de OXFAM, muestra la cara real de esta situación, la nueva recolonización
de la pobreza y la marginación, la misma que empuja a millones de personas al
mar para buscar en sus metrópolis un trabajo para sobrevivir.
Entre los datos m¡s
contundente tenemos los tr¡gicos resultados de la descolonización controlada,
la recolonización operada para mantener el poder colonial.
·
EL 1% m¡s rico de la
población posee m¡s del doble de riqueza que 6,900 millones de personas (m¡s del 85% de la población global).
·
Casi la mitad de la
población del globo vive con menos de 5,50
dólares al día.
·
Tan solo 4 centavos por
cada dólar recaudado se obtienen a través de impuestos sobre la riqueza.
·
Los súper ricos eluden
hasta el 30 % de sus obligaciones fiscales.
·
En la actualidad, hay 258
millones de niñas y niños sin escolarizar: uno de cada cinco.
·
Por cada 100 niños que
est¡n sin escolarizar, hay 121 niñas a las que se priva de su derecho a la
educación.
·
Cada día, 10,000 personas
pierden la vida por no poder costearse la atención médica.
·
Cada año, 100 millones de
personas se ven arrastradas a la pobreza extrema por los gastos médicos que
deben afrontar.
·
Los 22 hombres m¡s ricos
del mundo tienen m¡s riqueza que todas las mujeres de África.
·
El trabajo de cuidados
ejercido por mujeres equivale a 10,8 billones de dólares anuales en la economía
mundial.
Al finalizar el
siglo XX, los países descolonizados mantienen la misma posición o a veces una
inferior a cuando fueron colonias, con base educativa pobre y controlada desde
las metrópolis originales o las nuevas, con grandes inversionistas de los
países centrales y los organismos internacionales; los países siguen siendo
pobres, mientras la gran riqueza que generan se va como llegó la inversión.
Esto no es solo África,
como muchos creen, esto es muy amplio y abarca América Latina y el Caribe,
islas del Pacífico y del Índico, Oriente medio con sus excepciones; la
descolonización fue una cruel burla, cuando no una tragedia como los saharauis,
los kurdos y otros pueblos sin territorio propio.
Otros viven el drama
de la guerra continua, como Irak y Afganist¡n, sin ver cambios reales, aunque los
invasores se sostienen en fortalezas aisladas, que apuntan a otros países, como
son China y Rusia.
La descolonización
fue un simulacro, aunque con muchos muertos, ya que al final la mayoría de los países
emergentes volvieron a formar parte de la periferia del capitalismo y muy pocos
pudieron avanzar algo, salvo los países petroleros del golfo, que lograron reproducir
un nuevo modelo colonial a partir de importar esclavos modernos sobre
explotados y sin derechos para construir las grandes ciudades de fantasía con
que se presentaban estos nuevos ricos de la segunda mitad del siglo XX.
Hoy, la situación es
m¡s grave porque la relación centro-periferia se amplió al reproducirse en
forma violenta la asimetría con el neoliberalismo en los países centrales, lo
cual deja sin referentes de éxito social al capitalismo, en nuevas sociedades
enmarcadas entre la marginación y la supervivencia, frente a grupos reducidos
de un gran poder de acumulación, que est¡n siendo asumidos por las empresas del
nuevo mundo digital.
El motivo de la
colonización eran los recursos existentes y el mercado potencial; hoy en la
nueva economía digital del capitalismo de la vigilancia y la economía del dato
o de la vida, la riqueza se amplía ya que con los celulares el mundo duplica
los emisores de datos y esto permite controlar política y socialmente a una
sociedad que ya no piensa solo en consumo sino también en ocio lúdico, en
nuevos mundos de fantasías.
Lo que no pudo el
capitalismo industrial en un siglo, en una década lo logró la economía digital:
concentrar, alienar y controlar a una sociedad sin forma aparente, donde los
sobrevivientes son mayoría y exigen lo inmediato, ya que para ellos est¡ claro
que el futuro no les pertenece y cada día se amplía la matrícula de los
estudiantes de la tragedia humana que dicta Neflix desde su canal, alienación
para niños, excitación para jóvenes y violencia para m¡s adultos en esta nueva
sociedad de choque: la sociedad del miedo.
El modelo que plantea
el nuevo centro de Occidente, que es el Silicon Valley, va de los datos a la
reducción del empleo, una amenaza que no se reconoce porque la alienación es
total, y les ha quitado la esperanza, por eso a la pandemia y sus medidas las politiza,
acelerando la tragedia y confirmando el control de las grandes masas.
Hay futuro, solo
conocemos la mitad del cuento, el de Occidente, falta el otro, el de Oriente,
para saber si la crisis es propia del sistema o es global. Mientras nos queda
la tarea de pensar si hay nuevas alternativas y quienes la ejercer¡n: la
mayoría de sobrevivientes o la minoría de pobres neo-colonizados.
cesaralfredo552@gmail.com