NCeHu 286/18
III Congreso de Geografía
Económica
Mar del Plata - 13 al 15 de junio de
2018
AGRICULTURA INDUSTRIAL TRANSGÉNICA EN
ARGENTINA.Vulnerabilidad y resistencia: el caso de Ituzaingó,
Córdoba
Graciela Patricia
Cacace
Licenciada en
Geografía,
Especialista en Teledetección y SIG- Maestranda
en Políticas Territoriales y Ambientales
Jorge Osvaldo Morina
Licenciado en Geografía
Universidad Nacional de Luján, Luján, Pcia
de Buenos Aires
1-
Introducción
En este artículo sintetizamos avances y algunos resultados de
investigaciones en curso sobre las características y
consecuencias de la explotación de perfiles productivos exportables en la
Argentina, en la última década del siglo XX y las primeras del siglo XXI.
Específicamente, presentamos las fumigaciones con agrotóxicos como consecuencia
de la expansión de la agricultura industrial transgénica en el país. Ituzaingó,
Córdoba, es un caso emblemático por ser el primer proceso judicial en poner en cuestión el impacto en la
salud humana y sienta precedente para cientos de denuncias de todo el
país.
2-
Marco conceptual
En un
contexto internacional caracterizado por los rasgos seniles del capitalismo
(Amin, S., 2010), la Argentina, como muchos otros países de América Latina, ha
venido transitando un modelo de desarrollo anclado en la valorización financiera
al que se le sumó la producción y exportación a gran escala de bienes primarios.
Perfiles productivos exportadores que consolidaron una matriz extractivista
(Gudynas E., 2013) y de commodities que, con algunos rasgos tradicionales y
otros nuevos, sigue siendo funcional a la globalización comercial y a la
integración subordinada de nuestro país al sistema económico mundial,
reafirmando la posición periférica de la
Argentina.
En la Argentina, la etapa neoliberal ha dejado una
profunda marca en la sociedad argentina: (a) un dominio determinante del gran
capital transnacional; (b) la consolidación de la posición periférica del
capital local en el ciclo del capital global basada en el saqueo de las riquezas
naturales y (c) la precarización y superexplotación de la fuerza de trabajo. Se
consolida el ciclo
dependencia.
3-
El circuito agroindustrial
sojero
El
protagonismo de la soja, en las últimas décadas, modificó profundamente la
estructura productiva argentina, tornándose en el caso
paradigmático de la imposición de la agricultura industrial transgénica y de
agrotóxicos. El negocio
de la soja queda concentrado en tres grandes sectores o núcleos de acumulación
capitalista:
a) Los pool de siembra (grandes empresas agropecuarias y agentes extra-
agrarios) que se nutren de fondos de inversión, operan de manera concentrada y a
gran escala sobre las tierras arrendadas en detrimento de los pequeños y
medianos productores quienes no controlan las prácticas agrícolas allí
realizadas.
b)
Los proveedores transnacionales de
semillas y de agroquímicos (Monsanto,
Novartis, Dupont, Bayer, Zéneca, Agroevo) acumulando en base a la fuerte
dependencia que tiene la producción de soja de las nuevas semillas y
fertilizantes. Estas empresas oligopólicas dirigen el agronegocio de forma
directa o a través de sus licenciatarias.
c) La
concentración de la comercialización (comercio exterior), logística y
transporte, con cinco grandes compañías exportadoras que manejan el 90 % de las
ventas: Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera (de capitales chinos desde 2014) y
Aceitera General Deheza, que exportan desde puertos propios privatizados en los
años noventa. Estas mismas empresas están relacionadas con las agroindustrias aceiteras, harineras y de agrocombustibles.
El proceso de sojización colocó a la Argentina como el
tercer productor mundial del grano, después de EEUU y Brasil, y primer
exportador mundial de aceites, harinas y biodiesel. Los monocultivos de
exportación, como la soja, son parte del extractivismo que no responde a
necesidades locales sino a una inserción internacional subordinada y funcional a
la globalización comercial y financiera (Gudynas, 2009). Así, buena parte del
agrocapitalismo argentino está dominado por grandes corporaciones
transnacionales que obtienen rentas extraordinarias. El Estado argentino capta
una parte de las rentas a través de las retenciones
a las exportaciones.
4-
Consecuencias del modelo
agroindustrial
De
acuerdo a datos brindados por la Cámara de la Industria Argentina de
Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA), en nuestro país durante el año 2017 se
vendieron 3,8 millones de toneladas de agrotóxicos. La venta de herbicidas
llegaría a 5 millones de toneladas en 2018. La Argentina se ha convertido en el
país con mayor consumo de glifosato del mundo. Se deben cambiar las normativas
que permiten las autorizaciones del uso de plaguicidas y transgénicos. “La gente
enferma y muere por culpa de los cócteles y residuos de plaguicidas sin que
ningún sistema sanitario los detecte (FUNAM- Fundación para la Defensa
del Medio Ambiente). “Es
importante destacar que todas estas problemáticas se desarrollan ante la mirada
silenciosa y cómplice de los distintos segmentos del Estado” (Gómez
Lende; Velazquez G., 2017).
5-
El caso Ituzaingó,
Córdoba
El
Barrio Ituzaingó es
el más extenso de la zona periférica sudeste de la ciudad de Córdoba. Tiene un
apéndice, el barrio Ituzaingó Anexo, la parte más oriental de la ciudad.
En 2009,
tras diez años de denuncias de sus habitantes, rodeados de campos de soja y
fumigados, la Justicia cordobesa prohibió fumigar con agrotóxicos las zonas
cercanas a áreas urbanas
considerándolo un delito penal. La organización Madres de Ituzaingó, nacida a medida que las enfermedades se multiplicaban, relevó los
casos y denunció a empresarios sojeros y a la dirigencia política, por
complicidad. La Organización Panamericana de la Salud (PS) también llegó, convocada por la Municipalidad y
preocupada por la gravedad del caso.
El juicio por las fumigaciones comenzó en junio de 2012 y
fue el primer proceso en poner en cuestión el impacto del uso de plaguicidas en
la salud humana. “Fumigar en áreas urbanas viola disposiciones de la Ley
Provincial de Agroquímicos y constituye un delito penal de contaminación
ambiental, que se pena con hasta diez años de prisión. La medida, sienta
precedente para cientos de denuncias de todo el país; impide utilizar
agrotóxicos a menos de 500 metros de zonas urbanas y, si las fumigaciones son
aéreas, la distancia mínima deberá ser de 1500 metros. El fallo se focaliza en
dos agroquímicos: endosulfán y glifosato.
En
marzo de 2010, otro Fallo judicial pero en Santa Fe, prohibió el uso del
glifosato en cercanías de la ciudad de San Jorge.
La
agricultura industrial transgénica conlleva un riesgo pues se puede cuantificar
y establecer probabilidad. La contaminación con agrotóxicos en Ituzaingó se cuantificó. Fueron las
Madres de Ituzaingó resistiendo las que relevaron casa por casa. Visibilizaron
la problemática ambiental y de salud. El problema de la agricultura transgénica
es que es tanta la superficie cultivada
que se necesita cuantificar en un área muy extensa; lamentablemente no se
cuenta con ese tipo de estadística. El desconocimiento genera incertidumbre. Los
afectados no son solo los pueblos fumigados. El impacto es desastroso ya que se
extiende más allá de las áreas fumigadas. El sistema científico-técnico aporta
propuestas para la gestión del riesgo. Sin embargo, las instituciones terminan
realizando acciones en la emergencia y “caen en la
trampa” de la coyuntura, de la acción fragmentada. Conocer el riesgo que
se corre (como potencialidad) permite anticipar, prevenir y mitigar posibles
resultados no deseados en el uso del ambiente. Muchas veces las propias
prácticas de las instituciones del Estado no solo no anticipan lo que va a
pasar ni actúan en el momento, sino que además amplifican la vulnerabilidad.
¿Cómo hacer para que desde el Estado se actúe con honestidad y sin complicidad
si también es capitalista?
En
este contexto de incertidumbre, los actores político- administrativos requieren,
más que nunca, de análisis que pongan en perspectiva las posibles alternativas y
variables en los procesos de modernización del sistema político-administrativo
en general y de las intervenciones de estos mismos actores en cada caso concreto
(Subirats, y otros, 2008).
En
agosto de 2012, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la condena a
tres años de prisión condicional al agricultor y al aeroaplicador denunciados de
"contaminación ambiental dolosa" en el barrio ituzaingó, Córdoba. Ninguno
fue a prisión, pero cumplieron tareas comunitarias de 10 horas semanales durante
cuatro años. Pero el
paquete tecnológico transgénico sigue adelante con su experimento sanitario
masivo.
En Argentina, no existen buenos registros sobre ciertos
contaminantes en el aire y en las aguas pues, intencionalmente, no se destinan
presupuestos para ello. Por lo tanto, los datos obtenidos son parciales, sin
continuidad, de escasa comparabilidad, registrados bajo métodos y técnicas
diferentes, y absolutamente aislados. Para encarar seriamente estos problemas,
se debe realizar un relevamiento permanente. Una vez mensurado el nivel de
contaminación, será muy tarde. Es ineludible legislar al respecto, desde los
principios precautorios y en base a las numerosas pruebas que médicos, agrónomos
y otros ciudadanos en lucha vienen aportando. Mientras, nos queda la denuncia,
la concientización y resistir.
6-
Consideraciones
finales
En
base a esta breve síntesis del caso de la agricultura industrial transgénica,
entendemos que en el tramo final de la segunda década del siglo XXI el
extractivismo sigue siendo uno de los ejes del estilo de desarrollo en la
Argentina, como en el resto de América Latina. El modelo sojero ha marcado, sin
duda, un punto histórico de inflexión en la evolución del medio rural argentino
que ha sufrido una intensa reestructuración.
Existen en tal sentido algunas cuestiones dignas de consideración.
Así como en los años noventa el pretendido discurso único nos decía que “no hay
alternativa”, algo similar ocurre en esta época, cuando los voceros del conjunto
que integran los gobiernos de nuestra región y las multinacionales expoliadoras
de los recursos naturales (o bienes comunes), nos pretenden imponer el carácter
irrevocable o irresistible de la actual dinámica extractivista. Está claro que
apuntan a desconocer primero, y a reprimir cuando eso no es posible, a las
organizaciones sociales que se movilizan en defensa del territorio, del agua, de
la biodiversidad, de la salud humana agredida de muy diversas maneras. En
abierto respaldo al extractivismo vigente y a los capitales que lo comandan,
gobiernos de distinta escala “ignoran” que el crecimiento económico (distinto a
desarrollo) alimentado por las exportaciones de bienes primarios encuentra
límites internos, expresados en crecientes resistencias y conflictos sociales,
como así también externos, debidos a fluctuaciones en la demanda, en los precios
y a cambios tecnológicos.
Bibliografía:
BECK, Ulrich. (2009)Retorno a la Teoría de la «Sociedad del
Riesgo». En: Boletín de la Asociacion de Geógrafos Españoles. Nº 30,
9-20
GOMEZ LENDE S. y VELÁZQUEZ, G. (2017) El agronegocio sojero en la
Argentina (1990-2015). Implicancias sociales, territoriales, ambientales y
políticas. Documento de Trabajo del CIG, FCH,
UNCPBA.
GUDYNAS, E. (2013). Extracciones, extractivismos y
Extrahecciones. Un marco conceptual sobre la apropiación de recursos naturales.
Observatorio del Desarrollo, Centro Latino Americano de
Ecología Social (CLAES), Nro.
18, pp.1-18.
HARVEY, D. (2004). El Nuevo Imperialismo. Akal,
Madrid.
PETRAS, J. (2005) “Inversión exterior: incentivos perjudiciales”
www.rebelion.org, (mayo 2015).
PENGUE, W. (2006). Explotación de Recursos Naturales y Mercado
Agroexportador: Hacia la Determinación de la Deuda Ecológica con la Pampa
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Europea.
RULLI, J. (2009) Pueblos Fumigados: los efectos de los plaguicidas
en las regiones sojeras. Ediciones del Nuevo Extremo. Buenos Aires.
SVAMPA, M.y VIALE, E. (2014). Maldesarrollo. La Argentina del
extractivismo y el despojo. Katz Editores, Buenos
Aires.
SUBIRATS,
Joan; METER Knoepfel; CORINNE Laue y VARONNE, Federic. (2008) Análisis y gestión de políticas
públicas. Barcelona, Ariel.
Monsanto, adquirida por Bayer en 2016, ejerce fuerte presión política
y tiene una posición hegemónica: es la empresa responsable del cambio
tecnológico en la agricultura y de la dependencia de los productores al uso de
la semilla transgénica con la introducción de la soja transgénica RR y el
herbicida glifosato, la comercialización de la soja Intacta Pro RR2. Esto la
lleva a encabezar un reclamo de regalías por la propiedad
intelectual.
Retenciones
es el impuesto que cobra el Estado Nacional a las exportaciones de granos. Las
retenciones alcanzan a diversos productos agrícolas pero el principal
ingreso proviene de la soja, principal producto de exportación argentino. Por
cada tonelada exportada el Estado recaudaba el 35% del valor de la misma. La
Resolución N° 126/2015 publicada en el Boletín Oficial del 18 de
marzo de 2015, modifica las retenciones con las devoluciones segmentadas para pequeños y
medianos productores según las toneladas que produce el terreno, (y no
según la extensión de las tierras). Alrededor del 80% de la producción es
manejado por el 20% del mercado que representan los grandes productores. El 20%
restante se distribuye entre pequeños y medianos productores. En 2015, las
retenciones bajaron de 35% a 30 %. Un Decreto presidencial de 2
de enero de 2017 determinó una baja progresiva de las retenciones de 0,5 % por
mes hasta llegar al 18 % en
diciembre de 2019.
El
Dr. Andrés Carrasco, investigador del CONICET
denunciaba en 2009 los efectos del glifosato en el desarrollo embrionario y
resistía a las persecuciones. En dicha ocasión el médico y biólogo molecular se
refirió a estudios hechos en anfibios.
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