De la universidad
tradicional a la universidad de la singularidad
“La educación no es
preparación para la vida; la educación es la vida en sà misma†John
Dewey.
Alfredo César Dachary
La educación es algo muy amplio que abarca la vida por encima de las
instituciones, por ello uno de los grandes escritores del siglo XIX sostenÃa una
idea aparentemente muy simple pero profunda y realista, éste era Mark Twain que
decÃa “Nunca he dejado que mi
instrucción escolar interfiera con mi educaciónâ€.
Siempre que la analizamos lo hacemos por niveles, sin asumir que
éstos corresponden a edades de las personas y tiempos de vida, y que todos son
etapas interdependientes, en la universidad lo vemos con la ortografÃa, que no
se logró superar en la primaria y luego en secundaria, con las matemáticas y
muchos otros conocimientos que son las bases de una visión amplia de las
personas para el desarrollo en la sociedad.
Hoy están en crisis la mayorÃa de las universidades mexicanas y se
atiende solo lo externo, pero no lo interno, la crisis financiera de las
universidades públicas, es fruto de una relación con las administraciones
federales y estatales complejas, que no toman en consideración la ampliación
permanente de los cupos y, por ende, de las plantas académicas, pero es lo menos
importante, la crisis es más profunda y supera a lo financiero.
Un ejemplo muy representativo de Latinoamérica es el de la
Universidad de Sao Paulo (USP) hasta poco tiempo atrás era considerada la mejor
casa de educación superior de América Latina. Su nombre pasó a ser sinónimo de
excelencia regional, y hoy paradójicamente se ha vuelto un ejemplo de lo que muchas universidades deben
evitar.
La USP atraviesa en estos dÃas una crisis histórica, con un déficit
que compromete su gestión, una sangrÃa de reservas, huelgas y demás conflictos
interuniversitarios, y asà el primer puesto en el ranking latinoamericano de la
consultora QS es la Pontificia Universidad Católica de
Chile.
En medio de esta tragedia, se abrió el debate sobre cómo debe
renovarse una institución de enseñanza terciaria que depende en gran medida de
recursos gubernamentales para funcionar, primer error, ya que las privadas han
logrado adecuarse más rápidamente al cambio porque ese era su objetivo: generar
personal para el sistema que ellos consideran que es “inmutableâ€, nuevo
error.
En año 2013, la USP salió del selecto grupo de las mejores 200
universidades del planeta, con 90,000 alumnos sin pago de matrÃcula, la USP es
la mayor universidad pública de Brasil, que destaca en áreas como la
investigación cientÃfica que cubre todos los campos académicos; además de
hospitales, tiene varios museos y orquestas.
Ésta es financiada por el gobierno estatal de Sao Paulo, que le
destina US$2,190 millones (2014), los que son insuficientes para cubrir siquiera
los salarios de personal docente y administrativo, que equivalen a 106% del
presupuesto total, según su rectorÃa.
¿Por qué la universidad estrella de América Latina llegó a esta
situación? Es una pregunta que genera una gran controversia, ya que algunos
sostienen que ha crecido sin un plan para racionalizar recursos, gastando mal y
contratando más profesores y funcionarios a medida que abrÃa nuevos
campus.
Académicos de la Universidad pública española han generado un
importante aporte con una crÃtica más allá de los temas financieros, cuando
sostienen que la universidad está inmersa en un proceso que aniquila
intelectuales y los convierte en un nuevo tipo de ser académico, cuyo fin último
es hacer papers. No se fomenta un profesorado que intente enseñar más
allá de los cánones establecidos o colabore con asociaciones u organizaciones
sociales.
Aunque parezca mentira y difÃcilmente creÃble, la evolución durante
las últimas décadas de las polÃticas públicas en el ámbito universitario español
ha generado unos incentivos perversos que están acabando con la reflexión y el
pensamiento crÃtico en todos los niveles de la sociedad. Un modelo que se ha
adoptado en Latinoamérica, por varios paÃses.
El otro tema que vincula a la falta de fondos con la pérdida de
controles de calidad educativa es el que está trasformando a la universidad en
supermercados de tÃtulos, productoras de resultados transferible sin la calidad
deseada.
Tengo enfrente los modelos diferentes, son pocos, pero son una
muestra que las universidades deben cambian radicalmente sus enfoques,
metodologÃas y temáticas para adecuarse a las grandes transformaciones que
vienen, a partir de la instauración de la denominada cuarta revolución
industrial.
Japón ya definió su modelo de educación pública donde saca de la
universidad a las Ciencias Sociales y las Humanidades, dejando solo las
IngenierÃas y nuevas tecnologÃas. Una visión acorde con el “1984â€, si hay
alguien que piensa por tÃ, el Gran Hermano, para qué gastar el tiempo en
pensar.
En América hay muchos modelos diferenciados, pero tomaremos dos
extremos, uno es la Universidad de la Tierra, en Chiapas donde el modelo que
planteó Ivan Illich está al centro de la propuesta, desescolarizar la vida,
intento por desmontar el discurso educativo moderno, asà como el fundamento de
la creciente pedagogización de las vidas humanas. Esta propuesta la sintetizan
de una manera muy simple pero profunda: “Somos una alianza de colectivos que aprenden
haciendo lo que quieren aprender con alguien que lo está
haciendoâ€.
La Universidad de la Tierra es una iniciativa que nace en
México en el año 2002, tomando como referencia el pensamiento
de Ivan Illich y considera que el estudio debe ser el ejercicio ocioso de
la gente libre o, mejor dicho, en sus actividades no se concibe el estudio
como el medio que permite escalar en la pirámide meritocracia de los ciclos
formativos, cursos académicos, certiï¬cados de asistencia y tÃtulos compulsados.
En sus instalaciones, como principio, se aprende sin la necesidad de
profesores, curriculum, alumnos, libros de textos o tÃtulos. Cualquier intento
por controlar el trabajo de quien está interesado en aprender es inmediatamente
suprimido y los procesos de aprendizaje parten en todo momento del interés
del sujeto en cuestión.
Tuve la oportunidad de ir y me sorprendió porque es algo más que una
institución, es una comunidad de gente mayoritariamente de los pueblos
originarios con expertos y otros sujetos todos integrados en este importante
reto. Al preguntar los tÃtulos que entregaban nos dijeron que entregan
conocimientos, no papeles y que los conocimientos debÃan aplicarse para ayudar a
las comunidades de donde provenÃan.
Hay otra experiencia muy similar con ciertas particularidades en
Oaxaca, la cual coordina Gustavo Esteva, un prestigiado intelectual con un alto
compromiso social, y ésta se llama también Universidad de la Tierra y ya
integrada a la compleja realidad que tiene ese Estado, el más diverso
culturalmente, lo cual es un reto mayor.
En el otro extremo está la Universidad de la Singularidad, que Google
creó en 2008 con la ayuda de la NASA, una institución académica privada que
busca “reunir, educar e inspirar a un grupo de dirigentes que se esfuercen por
comprender y facilitar el desarrollo exponencial de las tecnologÃas y promover,
aplicar, orientar y guiar estas herramientas para resolver los grandes desafÃos
de la humanidadâ€.
Instalada en las cercanÃas de las oficinas centrales de Google en
Mountain View (aunque también hay capÃtulos en Sevilla y Tel Aviv, la
Universidad de la Singularidad está dirigida por el polémico Ray Kurzweil, quien
ha llegado a adelantar la llegada de la singularidad tecnologÃa (cuando los
robots lleguen a igualar, mezclarse e incluso superar al hombre) para dentro de
20 años.
Problemas del planeta y los seres humanos que lo habitamos por medio
del I+D y el uso de las nuevas tecnologÃas. Es por ello que su abanico de
objetivos es más que heterogéneo, desde aspectos más “habituales†como la
democratización de la educación (facilitando el acceso a la información,
conocimientos y habilidades tecnológicas a todos los habitantes del mundo, sea
cual sea su edad o sexo) hasta temas menos “terrenalesâ€, como el “uso equitativo
y seguro del espacio, administrando los recursos espaciales para el beneficio de
la humanidad entendida como una especie
“multi-planetariaâ€.
Todo ello sin olvidar los grandes desafÃos que plantea el crecimiento
imparable de la población mundial y el deterioro medioambiental a la hora de
abastecer de agua, energÃa o alimentos en zonas subdesarrolladas, incluyendo la
investigación de nuevos alimentos inocuos y nutritivos “para mantener una vida
sana y activa en todo momentoâ€.
La US es un epicentro donde se congregan los profesores e
investigadores más destacados en ver hacia dónde van las nuevas tecnologÃas y
aplicarlas para crear un impacto real en nuestra sociedad. Es por ello que
existe un marcado carácter de exclusividad en este centro, que empezó acogiendo
apenas 30 alumnos por año, aunque en la actualidad la cifra ha aumentado hasta
la centena, y según las cifras ofrecidas en el momento de la inauguración, los
programas principales de nueve semanas cuestan en torno a 25 mil
dólares.
Ambos modelos que responden a dos concepciones muy diferentes, pero
tiene cosas en común, como ser que son modelos donde la Educación es muy
informal, con búsqueda de respuestas, ante nuevos retos en el
futuro.
No tiene nada en común con las universidades tradicionales además del
nombre, incluso dan certificados de estadÃas y capacitación, pero no tÃtulos. La
gran diferencia son los públicos a quienes van dirigidos, la UT a los pueblos
originarios y es gratuita, la US a gente con ingresos significativos porque el
costo del curso es elevado.
Dos diferencias acordes a las ideas del mundo en conflicto, la UT en
busca de un modelo postcolonial que les permita visibilizar a las culturas
locales y darles el epicentro cultural a las mismas; la US parte de una visión
de que el capitalismo seguirá transformándose sin cambiar y adecuándose a las
nuevas realidades tecnológicas, aunque implique un cambio profundo como la
Singularidad tecnológica, que desplaza al hombre del centro, el fin del
homo-centrismo.
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