Miles de
trabajadores marcharon el jueves al Congreso Nacional en Asunción en rechazo a
una ley de jubilaciones y pensiones (que ya cuenta con media sanción de la
Cámara de Diputados) que puede allanar un aumento de la edad jubilatoria y que
crea un Consejo de Inversiones que pone en peligro los fondos
previsionales.
Hubo cortes de
ruta en Carapeguá, Villarrica y en Ciudad del Este, donde se concentraron
docentes, jubilados de Itaipú y trabajadores de la eléctrica estatal ANDE. Los
trabajadores de esta última empresa suspendieron la atención al cliente. La
medida fue acompañada, además, por un paro de 24 horas de la Federación de
Educadores de Paraguay (FEP) y otros gremios docentes.
En la movilización
hubo gremios docentes, el sindicato de municipales de Asunción (que aportó 2000
trabajadores a la protesta), el Sindicato de Trabajadores de la ANDE (Sitrande),
y la Confederación de la Clase Trabajadora (CCT), entre otros.
La ley aprobada
en Diputados, que debe ser tratada aún por el Senado, crea una Superintendencia
de Jubilaciones que manejará discrecionalmente los fondos previsionales y puede
eventualmente iniciar reformas en el régimen previsional. A su vez, la norma
establece la creación de un Consejo de Inversiones y un comité asesor, integrado
por funcionarios del Ministerio de Hacienda, del Banco Central, del Ministerio
de Trabajo y la Comisión Nacional de Valores, que carece de toda representación
obrera y de los jubilados.
Uno de los
dirigentes de la Federación de Educadores de Paraguay declaró que “se le da la
potestad (al superintendente) de elevar el porcentaje de aportes o la edad para
jubilarse. También está el tema del Consejo de Inversiones: tenemos el temor de
que se mal utilicen los fondos y, en el futuro, cuando el docente se jubile, ya
no haya más recursos” (Ultima Hora, 6/6).
Los fondos para
jubilaciones podrían pasar a ser una fuente de financiamiento del Estado y de
utilización en obras públicas que, en el marco de la corruptela tradicional del
aparato político paraguayo, podrían ser un canal para licuar ese dinero de las
cajas previsionales. También genera dudas la habilitación de su uso en la timba
financiera (compra de bonos del Tesoro y acciones).
Directivos de la Central
Unitaria de Trabajadores (CUT) y la patronal nucleada en la Unión Industrial
Paraguaya (UIP) pusieron el eje de sus críticas en el manejo de los fondos y en
la falta de representatividad del Consejo Asesor. Según algunos medios, el
gobierno podría impulsar un nuevo proyecto que les dé un lugar en él y que
establezca algún tipo de regulación legal en la realización de las inversiones
(ADN Paraguayo, 25/5). Allí moriría la oposición de esta conducción sindical al
proyecto.
Paraguay se
encuentra en medio de una transición entre el gobierno del colorado Horacio
Cartes y su sucesor, del mismo partido, Mario Abdo Benítez. Este último debe
asumir en agosto y ambos han ingresado en una confrontación dado que el segundo
bloquea la asunción del primero en el Senado. Estas peleas por arriba contrastan
con un ataque común contra las masas.
El avance sobre
los fondos jubilatorios forma parte de una tendencia continental producto de la
generalizada crisis capitalista y la orientación de las respectivas burguesías y
el imperialismo de hacer recaer la misma sobre los trabajadores y los jubilados,
lo que ha engendrado grandes movilizaciones de repudio en Argentina, Brasil,
Costa Rica (huelga de los trabajadores del Poder Judicial en defensa de su
régimen especial) y Nicaragua.