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BRASIL
Tribuna
Classista
Contra la prisión de Lula, huelga general inmediata para derrotar
el programa de guerra contra los trabajadores y al golpe
Brasil enfrenta una de las más duras semanas de su crisis política
reciente. El lunes, la presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF) hizo una
declaración pública, pidiendo serenidad a los brasileros para evitar el
“desorden social”. El día martes, un general de la reserva afirmó que si Lula no
fuese preso sólo restaría una intervención militar, resaltando que habría
derramamiento de sangre, y luego, otros militares declararon públicamente su
apoyo a la idea. Al día siguiente, el STF decidió, por 6 votos a 5, negar el
Habeas Corpus que evitaría la prisión de Lula.
Dieciocho horas después de la decisión apretada del STF, tras el
despacho del TRF4 de Porto Alegre, el juez Sérgio Moro decretó la prisión de
Lula. El líder más famoso del ´Lava Jato´ decidió que Lula debe entregarse a la
Policía Federal en Curitiba hasta las 17 horas del día viernes, prohibiendo el
uso de esposas y garantizando una celda especial para el dirigente del PT. Lula,
Dilma, líderes del PT y de otros partidos se reúnen en la sede del sindicato de
metalúrgicos de São Bernardo do Campo (São Paulo), donde debaten la situación y
plantean crear un hecho político a partir del acto de
prisión.
La condena de
Lula es parte del golpe por el cual transita el Brasil. Los sectores de la
burguesía –apoyados por el poder judicial, el Ejército y por los grandes medios
de comunicación– que decidieron sacar a Dilma del poder para imponer de manera
directa un ajuste económico (que no es otra cosa que un plan de guerra contra
los trabajadores) quieren impedir de todas formas la participación de Lula en
las elecciones de octubre. Una de las razones para eso es el hecho de que la
burguesía todavía no llegó a un acuerdo en torno de un nombre viable y
mínimamente unitario para disputar la presidencia, mientras que Lula lidera las
encuestas en todos los escenarios electorales. Salta a la vista, todavía, la
velocidad de la justicia en el juicio, mientras los otros políticos corruptos
están libres – y mientras el 40% de la enorme población carcelaria brasileña, en
su mayoría pobre y negra, se encuentra presa durante años sin derecho a un
juicio en primera instancia.
El PT y la
izquierda, entre tanto, no han actuado para revertir este escenario, habiendo
enfocado sus acciones, hasta el momento, en acciones con miras a las elecciones.
La participación, por ejemplo, en actos callejeros en la noche del miércoles, en
defensa de Lula, fue pequeña en todo el país, así como las manifestaciones de la
derecha verde-amarilla conservadora pidiendo la prisión del ex presidente. Desde
el inicio del golpe de 2016 hasta ahora, el PT no convocó a una huelga general
con la bandera de impedir ese cambio de régimen. Llegó a boicotear la huelga
general del 30 de junio de 2017 en virtud de acuerdos con el propio régimen.
Todo a causa de las esperanzas en las elecciones de octubre de
2018.
El PSOL, a su
vez, apuesta por la vía el frente popular con el PT, usando como justificativo
una “unidad contra el fascismo”. Contradictoriamente con su propio análisis de
que hay un crecimiento del fascismo, el PSOL no hizo más que subir al palco con
Lula y Manuela D’Ávila ( PCdoB) para discursear, sin organizar el trabajo entre
la clase trabajadora para combatir, de hecho, el crecimiento del
conservadorismo. El PSTU, por otro lado, sigue en su posición abstencionista,
creyendo que la coyuntura política es la misma que desde el primer mandato de
Dilma, negándose a participar activamente en la crisis
política.
Tribuna
Classista repudia la condena a Lula por parte de un poder judicial carente de
independencia política y defiende su derecho a ser candidato. El juez Moro, por
un lado, sigue las instrucciones que recibe del Departamento de Justicia de los
Estados Unidos, que ha montado la operación Lava Jato para quebrar el monopolio
de Petrobras y también a las constructoras brasileñas que compiten con las
norteamericanas en mercado de América Latina. El tribunal superior, además, ha
cedido a las presiones de las mafias políticas de Brasil y a la extorsión del
alto mando del Ejército, que ha amenazado con un golpe. La votación dividida del
voto del tribunal superior acerca del hábeas corpus y el pronunciamiento del
jefe de la Aeronáutica, en contra de cualquier tentativa golpista, muestra un
cuadro de división enorme en el régimen político de Brasil, que debería ser
aprovechado para impulsar la lucha reivindicativa de los trabajadores.
Creemos que el
proceso de crisis por la cual pasa Brasil, inserto en el escenario de la crisis
mundial del capitalismo, demuestra la falencia de a estrategia del PT y refuerza
la necesidad de la defensa de la vigencia de la Revolución de Octubre, de los
métodos obreros de lucha y de la vigencia de la estrategia de la dictadura del
proletariado como la única capaz de poner fin a la barbarie
capitalista.
Para derrotar
el golpe, el plan de guerra contra los trabajadores, la intervención militar en
Rio de Janeiro y la prisión política de Lula, es necesario convocar a una huelga
general para los próximos días, discutida y preparada en todos los sindicatos y
movimientos sociales (como UNE, MST, MTST, CSP-Conlutas, las
Intersindicales, etc). Movilizar a la clase trabajadora de manera independiente
de los patrones para acabar con este proceso de ataques anti-obreros, sin
ninguna ilusión de que el resultado de las elecciones (sea este cual fuere) irá
a mejorar la situación de la crisis política y de las condiciones de vida de los
brasileros.
Defendemos:
Que Lula sea
juzgado por la ostensible corrupción de su gobierno, por un tribunal
independiente de trabajadores.
Por el juicio y castigo por corrupción y golpismo del presidente
Temer y de su camarilla de gobierno y del PMDB.
Por el fin de
la intervención militar en Rio de Janeiro.
Destitución de militares golpistas. Formación de brigadas obreras
para combatir a los grupos violentos del fascismo.
Huelga general inmediata para derrotar el programa de guerra contra
los trabajadores
Por la construcción de un partido socialista obrero internacional
para derrotar la barbarie capitalista.
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