A Mendoza por las X Jornadas Cuyanas de
Geografía
Procedentes de San Luis, llegamos a la ciudad
de Mendoza el martes 27 de mayo al mediodía. Y luego de alojarnos en un hotel
del Centro y de tener un suculento almuerzo, nos dispusimos a hacer un city
tour.
El primer lugar adonde nos llevaron fue el
Parque Cívico, gran espacio verde que otrora fuera la Quinta Agronómica, y que
contenía imponentes edificios como la Casa de Gobierno y el Palacio de Justicia
de la Provincia.

Casa de Gobierno de la Provincia de Mendoza en
el Parque Cívico
Luego fuimos hasta el lugar donde estaba
emplazada la iglesia de Nuestra Señora de Loreto, erigida como catedral interina
en 1934, porque la original había sido destruida por el terremoto de 1861. Pero
se planteaba construir una nueva, ya que la de Loreto sólo podía albergar a
quinientas personas.

Iglesia de Nuestra Señora de
Loreto
El terremoto de 1861 había destruido la ciudad
de Mendoza, que en su mayor parte estaba construida en ladrillo y adobe. Este
hecho fue coincidente con el fin de poder de los federales, y tras la batalla de
Cepeda, se consolidó el dominio de Buenos Aires sobre el resto del territorio,
lo que había producido luchas en Mendoza, permitiendo el recambio de autoridades
y de modelo político que trajo aparejada la refundación de la ciudad.
Con la inmigración europea, prontamente la
economía pasó de agropecuaria a vitivinícola, y la nueva ciudad creció cubriendo
las ruinas y transformándolas en un barrio más. Al poco tiempo sólo quedaban los
restos de dos iglesias: San Francisco y San Agustín, cuyas órdenes las habían
abandonado para construir nuevas en otros
sitios.
Encima del cabildo se construyó el matadero de
carácter semi-rural cuyas malas condiciones sanitarias y su asociación a la
barbarie de los federales le daba carácter de zona colonial y marginal por su
pobreza, insalubridad y prostitución. Pero con motivo de la conmemoración del
Centenario en 1910, el municipio comenzó a preocuparse cuando la legislación
obligó a ampliar las calles como protección contra terremotos, a construir
acequias y a arbolar las calles mejorando las veredas. Fue en ese contexto en
que las ruinas de San Francisco fueron valorizadas como atractivo turístico,
juntamente con la creación de un jardín romántico denominado plaza Pedro del
Castillo.

Oasis cuyano al pie de la Precordillera
mendocina destinado a la producción
vitivinícola

Arbolada calle de
Mendoza

La iglesia de San Francisco destruida por el
terremoto de 1861

Cruz de la iglesia de San
Francisco

Ruinas de San
Francisco

Plaza Pedro del
Castillo
Comenzamos a subir al Cerro de la Gloria,
pasando por el Anfiteatro, sede permanente de la Fiesta de la Vendimia. Y desde
lo alto pudimos tener una buena vista de la ciudad de
Mendoza.

Anfiteatro del Cerro de la
Gloria

Vista de la ciudad de Mendoza desde la Subida
Cerro de la Gloria
Ya en la cima del Cerro, nos tomamos la
característica foto junto a la escalinata del Monumento al Ejército de los
Andes, y regresamos al Centro de la ciudad, observando los floridos parques y
jardines, pese a tratarse de un clima sumamente
árido.

Monumento al Ejército de los Andes en el Cerro
de la Gloria

Con mi hijo Martín y mi mamá junto al Monumento
al Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria

Vistosos lupinos en los parques y
jardines
Gran parte de los días
subsiguientes participé de las X Jornadas Cuyanas de Geografía “La Geografía
frente a la necesidad de integrar territorios y voluntades,” que se realizaran
en el Campus de la Universidad Nacional de
Cuyo.
Ana María
Liberali