Fuera las máscaras de la
post-verdad
“Ningún hombre es demasiado bueno para gobernar a otro sin su
consentimiento” Abraham Lincoln.
Alfredo César
Dachary
Ya no sorprende a nadie que las elecciones a
nivel mundial se ganan con una verdadera “ingeniería política”, desde los gurú
políticos a los equipos de expertos que sondean a la sociedad sobre que les
atrae o rechazan a las encuestas, estas últimas muy desprestigiadas fruto de la
manipulación a base de dinero.
Esto no es un hecho casual, sino que forma parte
del proceso de vaciamiento de ideas y esperanzas, de utopías y valor a que ha
sido sometida la sociedad a nivel mundial por poderosos multimedios que
transforman la realidad en un cuento, adecuado a cada país.
Esto me hace recordar un trabajo que ha salido
hace pocos días y fue escrito por el periodista español Fernando Navarro que
titula: La idiotización de la sociedad como estrategia de dominación, en el que
sostiene que “…para conseguir el poder se vale del entretenimiento vacío, con el
objetivo de abotagar nuestra sensibilidad social y acostumbrarnos a ver la
vulgaridad y la estupidez como las cosas más normales del mundo,
incapacitándonos para poder alcanzar una conciencia crítica de la
realidad…”
A este primer acercamiento le agrega un fin al
sostener que “…En última instancia, de lo que se trata en el entretenimiento
vacío es de convencernos de que nada puede hacerse: de que el mundo es tal como
es y es imposible cambiarlo, y que el capitalismo y el poder opresor del Estado
son tan naturales y necesarios como la propia fuerza de gravedad. Por eso es
corriente escuchar: es algo muy triste, es cierto, pero siempre ha habido pobres
oprimidos y ricos opresores y siempre los habrá. No hay nada que pueda
hacerse”.
Esto lleva a que los partidos políticos, instituciones obsoletas, que
representan más intereses que ideas, hagan de las justas electorales verdaderos
carnavales, que siempre terminan en conflicto, el espectáculo final de la obra a
lo que se le suma represión y algunos muertos, según sea el país en donde se da,
hoy es el caso del mega fraude electoral de Honduras, que terminará en lo que
empezó, la continuidad del presidente más odiado en las últimas décadas de este
agobiado país.
Hoy en México ha comenzado el show político del
proceso electoral del 2018, para muchos un parteaguas en la historia del país,
para la gran mayoría una fiesta en la que se vota en contra de alguien y no en
favor de una idea, un proyecto, porque es más fácil ser opositor que tener la
responsabilidad de gobernar.
Pero lo interesante de estas elecciones es que
nadie pone en duda el sistema, pone en duda a los hombres y mujeres que hacen la
política, no hay ideas equivocadas, hay corruptos, lo cual también es una forma
de mantener el sistema, dividir a la gente entre corrupta o no, sin considerar
lo que defienden o sostienen, no en las “plataformas”, que ya son más musicales
que políticas, porque la lucha se gana con la post-verdad.
Eso significa mintiendo uno del otro, haciendo
que el otro sea el malo no por sus ideas sino por su práctica, una forma
elemental de ocultamiento de cuáles son las causas de los grandes problemas
nacionales.
Así tenemos, rompiendo la tradicional estructura
de partidos, a los independientes, que son ex dependientes de un partido, como
lo fue el Bronco del PRI y Margarita Zabala del PAN y, por el otro lado, las
alianzas, un nuevo carnaval de buenas intenciones y pocas ideas, que tratan de
ocultar los problemas centrales por elementos que han lastimado a la sociedad
mexicana, la corrupción que va del robo a la impunidad.
Hay otra candidata más, pero de perfil, ideas y
planteamientos totalmente diferentes a los de los demás políticos que están en
la lucha. Se trata de Mary Chuy, María de Jesús Patricio Martínez, candidata
náhuatl, originaria de Tuxpan, Jalisco, quién ha señalado que la lucha por esta
candidatura es también una batalla contra el machismo. Mary Chuy, no intenta
llegar a Los Pinos, sino recordarle a México que hay un 10% de su población que
es de pueblos originarios y más del 40% mestizo; ese México olvidado es el que
representa esta mujer trabajadora y luchadora social.
En la acera opuesta está otra mujer, Margarita
Zavala, ex panista, hoy independiente, que representa el sector más conservador
del PAN y, por ende, el que más se acerca a la derecha
dura.
Su compromiso con el PAN se rompió cuando vio que
no tenía opción de poder ser la candidata de ese partido, y así se lanza como
independiente, teniendo atrás el lastre de más de 300,000 muertos que generó la
presidencia de Felipe Calderón, durante el cual su papel fue muy
limitado.
¡Qué casualidad que los dos únicos presidentes
que salieron del PAN hoy están alejados de éste, y además están cerca del PRI!,
coincidencia o conveniencia, no es un ejemplo a seguir o quizás es la muestra
del fin de las ideologías algo que viene trabajándose a nivel mundial a fin de
considerar la situación actual y futura como un hecho irreversible, aunque cada
vez son más evidentes las pruebas que esto no es ni ha sido así.
El otro actor, para varios el más importante y
contra el que van todos es Andrés López Obrador, candidato por Morena y a quién
han nombrado como el Chávez de México, etc. No cabe duda que la post-verdad hace
efecto en los grupos de mente limitada, por miedo o por falta de ideas claras se
repite este modelo de descrédito sin fundamentos.
ALMO es catalogado como populista, una categoría
política que se aplicaba a ciertos gobiernos donde la inversión del Estado en lo
social era elevada, como fue el caso del peronismo en Argentina. En parte tienen
razón, pero atrás se oculta algo, y es que ALMO era hasta hace poco
anti-neoliberal, pero hoy ha ido cediendo espacios y la crítica a los partidos
neoliberales ha pasado de ser política a ser moralista, un error que puede
ocultar también un retratamiento, ante la imposibilidad de transformar el
sistema hegemónico en México, ya que para ello no harían falta elecciones sino
una revolución, utopía doble, primero por ser imposible y segundo por estar
compartiendo más de 3,000 km de frontera con Estados Unidos, la teoría del patio
trasero.
De las 50 propuestas del Proyecto Alternativo de
Nación presentado por AMLO en el Congreso Nacional del 20 de noviembre del 2016,
el Proyecto de Nación anunciado por el coordinador general del movimiento
Alfonso Romo el 20 noviembre del 2017 para las elecciones de julio de 2018 queda
palidecido en un reformismo neoliberal y continuista y eso ya es decir mucho del
primer proyecto presentado.
Los dos primeros criterios, erradicar la
corrupción y respetar el estado de derecho son comunes a todos los partidos, que
los cumplan o no se verá. El cumplimiento de la ley y el manejo realista de los
recursos económicos son temas de todos los políticos, lo cual no significa que
sean principios aceptados, porque todos plantean ideas, pero no como llevarlas a
cabo.
Por ello es que ALMO se ha transformado en un
político “maduro”, no cuestiona la esencia del sistema, el modelo económico y
demás elementos que son la nueva estructura del poder que ha construido el
neoliberalismo en un cuarto de siglo, pero quizás también parta de que la gente
requiere de promesas y no de programas, algo que se verá en la realidad el año
próximo.
El tercer gran integrante es José Antonio Meade
Kuribreña, ex Secretario de Hacienda y Crédito Público, ex Canciller, ex
Secretario de Desarrollo Social, que está en el gobierno desde los años 90 en
que egresó de la Universidad de Yale a la actualidad en partidos diferentes. Fue
sin lugar a dudas la mejor oferta que podía dar el PRI, superado por la
corrupción, la mayoría de sus ex gobernadores en la cárcel o prófugos, bañado en
la sangre de los 43 normalistas y miles más que siguieron al campo de cruces que
dejó Calderón, no tenía otra salida.
Meade es una persona educada, no tiene hasta hoy
escándalos económicos ni de otra índole, tiene una familia normal, es el modelo
ideal para esta elección vital para el PRI del 2018.
Como estamos en un mundo de post-verdad, el
Presidente se ha ido con la finta que ésta es la realidad y, por ende, el punto
de partida de un nuevo proyecto, pero éste es un tema muy difícil de hacer
pasar, pero fácil de creer masivamente en una sociedad operada por las
televisoras y el Internet.
Meade ha sido uno de los ingenieros centrales del
neoliberalismo, hoy repudiado en muchos países del mundo que han quedado con
grandes mares de pobres y problemas insolubles, y éste no es tema menor; es
parte del carnaval de las máscaras que se realiza el año próximo en un
sambódromo muy grande y del cual
saldrá el rey. Hay que diferenciar la honestidad, la moral y la familia, como
modelos de Meade, del accionar político estratégico, con ello también queda
fuera de juego la teoría moralista de ALMO. De allí que la pregunta es ¿adónde
vamos?
alfredocesar7@yahoo.com.mx