Gardelmanía en
Medellín
Si bien suele decirse que el tango comienza a gustar después de los
treinta, a mí ya me había atrapado desde la adolescencia, junto con el rock,
¡claro! Y dentro de los intérpretes, Carlos Gardel había sido uno de mis
favoritos. Era por eso que mi única referencia sobre la ciudad de Medellín,
había sido en ese entonces, como el lugar donde el artista había perdido la vida
en un trágico accidente aéreo.
Así que ese miércoles 18 de enero de 2012, quise conocer el
aeropuerto Olaya Herrera en cuya pista, el avión Ford Trimotor matrícula F-31 de
la empresa SACO (Servicio Aéreo Colombiano) que se dirigía a Cali, chocara
mientras estaba despegando con otro del mismo tipo, denominado “Manizales” de la
SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos), que estaba detenido en
espera para salir. En esa ocasión habían fallecido Carlos Gardel, Alfredo Le
Pera, sus guitarristas Guillermo Barbieri y Ángel Domingo Riverol, los demás
pasajeros, el piloto, el radio-operador, y todos los tripulantes y pasajeros del
“Manizales”.
Como en casi todos los casos, se atribuyeron varios factores
concurrentes que provocaron la tragedia. Uno de ellos fue el fuerte viento de
cola que iba desde la izquierda, irregularidades en la superficie de la pista, y
mal centraje por sobrepeso a causa de dos valijas de Gardel mal colocadas, que
obligaron al piloto a carretear sobre una franja muy próxima al otro avión, que
se encontraba en una posición demasiado cercana al sitio de
despegue.
A la entrada del aeropuerto habían construido una plaza denominada
GARDEL, donde además de un monumento, se rendía permanente homenaje organizando
allí el Festival Internacional del Tango.

Aeropuerto Olaya Herrera donde
se accidentaran Carlos Gardel y sus
compañeros

El Municipio de Medellín,
rinde homenaje al artista latinoamericano
a través de esta obra
denominada “PLAZA GARDEL”
Como reconocimiento al
cantautor que marcó la historia del Aeropuerto Olaya
Herrera

Monumento al tango en la PLAZA
GARDEL

Detalle de la
escultura de la PLAZA GARDEL
Dejando el aeropuerto Olaya Herrera, que ya se utilizaba sólo para
vuelos de cabotaje, en un taxi fuimos hasta la estación de metro Poblado, que se
encontraba aproximadamente a veinte cuadras, y desde allí nos trasladamos al
parque de Berrío, donde volvimos a recorrer el Centro y hacer algunas
compras.

Vista de Medellín desde la estación de metro
Poblado

Río Medellín canalizado

Puente sobre el río
Medellín

En la estación
Poblado

Parque de
Berrío

Basílica Nuestra Señora de la Candelaria desde
el parque de Berrío

Calle 51 esquina carrera 50,
pleno Centro de Medellín
Como teníamos previsto, ese mediodía regresamos a la Universidad de
Antioquía, para lo cual volvimos a tomar el metro desde donde pudimos tener
interesantes vistas de la ciudad.

Vista parcial de Medellín
desde el parque La República

Carrera
53

Estadio
Cincuentenario

Ingresando al campus de la
Universidad de Antioquía
En la plazoleta central de la Universidad, se encontraba una
escultura denominada “El Hombre creador de energía”, obra del maestro Rodrigo
Arenas Betancur, quien la realizara en 1968. Las figuras consistían en un hombre
y una mujer en la cúspide de una flor de concreto. Sus brazos y manos,
extendidos hacia arriba, indicaban la búsqueda del cosmos, de la luz, del
conocimiento. La parte inferior se asemejaba a un cactus o flor, que encerraba
la belleza a la vez que representaba a la universidad vista como estructura
científica y humanística, en continuo movimiento. Y constituía uno de los
símbolos institucionales más representativos del Alma Máter, por simbolizar a la
universidad en sí y al espíritu de la creación humana. Por todo esto, la
Editorial Universidad de Antioquía la había tomado como su símbolo corporativo
estando presente en todas sus publicaciones.

Escultura “El Hombre
creador de energía” en la plazoleta central de la
Universidad
También
pudimos ver que allí se encontraba el Teatro Popular que llevaba el nombre de
“Comandante Camilo Torres”. Jorge Camilo Torres Restrepo había sido un sacerdote
católico colombiano, pionero de la Teología de la Liberación, cofundador de la
primera facultad de Sociología de América Latina en la Universidad Nacional de
Colombia y miembro del grupo guerrillero ELN (Ejército de Liberación Nacional).
Durante su corta vida promovió el diálogo entre el marxismo y el
cristianismo.

Debemos insistir en todo lo
que nos une y prescindir de todo lo que nos separa
Comandante Camilo
Torres
En la Facultad de Educación nos esperaban los profesores Raquel
Pulgarín y Alberto Gutiérrez quienes nos llevaron a conocer diferentes
dependencias de la Universidad para luego invitarnos al restorán de Pablo, un
argentino que hacía dos años que se había radicado por haberse casado con una
colombiana.
Durante el almuerzo les comentamos sobre nuestra visita al
aeropuerto Olaya Herrera en relación con el homenaje a Gardel, por lo que nos
dijeron que eso no era nada comparado con la Gardelmanía que se vivía en el
barrio Manrique, donde absolutamente todo era gardeliano. Y fue así como Alberto
estuvo dispuesto a acompañarnos.

Ingresando al Metroplus en la
estación Universidad de Antioquía
en dirección a estación
Gardel

Vista de Medellín desde el
Metroplus

Con Omar al llegar a la
estación Gardel del Metroplus

PANADERÍA – REPOSTERÍA
Gardelpan
Una melodía al paladar

Omar con Alberto Gutiérrez
junto al monumento a Carlos Gardel en el barrio Manrique

A CARLOS
GARDEL
EL ZORZAL
CRIOLLO
MÁXIMO INTÉRPRETE DEL TANGO
ARGENTINO
ENTRÓ A LA GLORIA DESDE
MEDELLÍN
EL 24 – VI –
1935
SE LEVANTA ESTE
MONUMENTO
EN MEDIO DE LOS QUE LO
AMAN

Placas de homenaje a Carlos
Gardel

Más placas
conmemorativas

Av. Carlos Gardel esquina
carrera 45

Avenida Carlos Gardel en el barrio
Manrique

Barrio Manrique en
Medellín
Carlos Gardel estaba en una etapa de crecimiento vertiginoso al
momento de su desaparición física. Sin embargo, en sus comienzos no había sido
tan exitoso en Buenos Aires como en el interior del país, en algunos países
latinoamericanos, EEUU e incluso en Francia. Es más, por su condición de “pata
de lana” había tenido varios inconvenientes como la bala que le quedara alojada
en un pulmón, y el cambio de su apellido Gardes por el de Gardel para evitar ser
encontrado por maridos despechados. De hecho, se decía que la mayor parte de su
público era femenino, y en muchos casos, los lugares donde se presentaba eran
simplemente piringundines. Y Medellín no había sido la
excepción.
Pero su muerte, tanto por lo prematura como por lo trágica, hizo
que su fama se proyectara por todo el mundo, y en especial en Medellín, se
transformara en fanatismo hacia el “Zorzal
Criollo”.
Por esa razón, por iniciativa del ciudadano argentino Leonardo
Nieto Jarbón, quien residiera en Medellín durante más de cuarenta años y con la
colaboración de tangueros colombianos, se creara en el barrio Manrique, el Museo
Casa Gardeliana, donde se exhibían, desde 1973, documentos y pertenencias
relativos al “Morocho del Abasto”.

Museo Casa
Gardeliana

En torno a la tragedia de
Medellín

Toda la América está de duelo
por el siniestro ocurrido ayer en Medellín

Baúl que utilizó Carlos Gardel
para su gira por América

Bandoneón de uno de sus
músicos

Con Omar junto al sillón del
peluquero de Gardel

Ilustración del salón donde
cantaba Gardel en Medellín

El día 18 de Nov. de 1978 el
gran escritor argentino Jorge Luis Borges
estuvo en esta casa, sentado
en este preciso lugar, escuchando tangos.
Rendimos homenaje a su obra y
a su memoria.
Casa Gardeliana - Asociación
Gardeliana de Colombia

Compraventa GARDEL

ESCUELA DE FÚTBOL
“tangol”

Omar en las cercanías de la
estación de Metroplus Gardel
Si bien toda Colombia gustaba del tango, nada comparable con el
alma tanguera de Medellín, por lo que la ciudad había sido seleccionada en 2010,
para celebrar la Cumbre Mundial del Tango, máximo evento planetario de este
género.
Cuando les decíamos a los colombianos que, en la ciudad de Buenos
Aires, sólo llevaba el nombre de Carlos Gardel una callecita de una cuadra en el
barrio del Abasto, y que su máximo monumento se encontraba en el cementerio de
la Chacarita, siendo desconocido por la mayoría de los porteños, ¡no lo podían
creer!
Ana María
Liberali
www.viajandoconanamaria.blogspot.com