La fractura geopolítica global es notoria en los multimedia de las grandes potencias del Olimpo.
Las noticias, que reflejan sus concomitantes
intereses, también están fracturadas
.
Los poderosos multimedia de Estados Unidos (EU) están más obsesionados en los deleznables escándalos eróticos de Donald Trump, a quien buscan descarrilar antes del último debate, que en la alarmante situación geopolítica global en la que opera Barack Obama antes de despedirse.
En su aplastante mayoría, los multimedia de EU están obscenamente controlados por el alicaído establishment dual de los partidos Demócrata y Republicano, lo cual se subsume en la anacrónica Santa Alianza de sus dos nuevas dinastías de los Clinton y los Bush que exorciza en forma peligrosa al zar Vlady Putin y coloca a Rusia en la picota.
¿Cual será el costo postelectoral para la salud nuclear del planeta, de la viciosa rusofobia de los seguidores de la pugnaz Hillary Clinton?
Los multimedia de Europa, en franca derrilección,
se encuentran encapsulados en su declive existencial, mientras sus homólogos
chinos son los más optimistas del planeta cuando exaltan la octava cumbre de los
BRICS en Goa (India) y su anhelo pacífico multipolar, boicoteados en forma
pueril por sus colegas occidentales
.
Después de los perturbadores ejercicios de
movilización en refugios atómicos de 40 millones (sic) de ciudadanos rusos, casi
su cuarta parte poblacional, del 3 al 7 de octubre pasado –también boicoteados
por Occidente
, que se refocila con su síndrome de la negación
–,
los multimedia de Rusia ostentan un pesimismo espeluznante ante la inminencia de
un pérfido ataque nuclear de Obama, quien ejerce al máximo su legendaria
duplicidad.
Dmitry Kiselyov, que muchos sitúan como portavoz
del zar Vlady Putin, en un reciente programa de Vesti Nedelyi
de la televisión rusa, sentenció que la conducta ofensiva contra Rusia
comporta una dimensión nuclear
cuando Moscú reaccionará con nervios de
acero al plan B
de EU (https://goo.gl/USWR9s).
El analista Alexander Kirov, del Instituto Estatal
de Relaciones Internacionales de Moscú, adujo que la grave situación en Siria
parece similar a la crisis de Suez de 1956, o a la crisis de los misiles de
1962
, y advirtió que Siria puede llevar a más serias
consecuencias
.
Los puntos de colisión entre EU y Rusia son
múltiples y variados. Van desde la guerra cibernética
hasta los ominosos
tres puntos calientes geopolíticos en pleno despliegue en su dimensión
curvilínea desde el mar Báltico pasando por el mar Negro hasta el mar
Mediterráneo: 1. La triada de Países Bálticos/Polonia/Kaliningrado (Rusia),
donde la ofensiva misilística de la dupla EU/OTAN ha llevado a la réplica
análoga de Rusia; 2. Ucrania, donde los rusófobos de Kiev han vuelto a
recalentar los frentes rusófilos de Donetsk y Lugansk, y 3. Siria, donde la
inminente caída de Alepo impactará la caleidoscópica correlación pentapolar
regional de fuerzas de sus principales actores multidimensionales:
Turquía/Irán/Arabia Saudita (AS)/Egipto/Israel.
En cualquiera de los tres puntos incandescentes e indecentes de marras se puede desencadenar una colisión directa entre EU y Rusia que desembocaría en una tercera guerra mundial nuclear.
Hoy es más conspicuo el contencioso sirio cuando
tanto la CIA como Ashton Carter, secretario del Pentágono, han amagado
intervenir en Siria con un abanico de opciones militares, mientras Obama –al
menos que no se trate de un reparto teatral de roles entre el policía
malo
y el policía bueno
del barato maniqueismo hollywoodense– se
acaba de pronunciar por una salida diplomática, la cual cobró fuerte intensidad
este fin de semana desde Lausana (Suiza) –donde los cancilleres John Kerry, de
EU, y Sergei Lavrov, de Rusia, después de su dramática ruptura, se vuelven a
reunir solos y en conjunto con sus homólogos de Turquía, AS, Qatar e Irán –hasta
Londres, donde Gran Bretaña, Francia y Alemania participarán en las
tratativas.
En los circuitos geoestratégicos globales se
presupone que el plan A
de Obama versa sobre un condominio con Rusia para
resolver por la vía diplomática el contencioso sirio.
En una ocasión John Kerry había amagado con un
plan B
para Siria que dejó perplejos a los geoestrategas
rusos.
Alastair Crooke, ex espía británico y ex asesor de
política exterior de la Unión Europea (antes del Brexit), hoy a cargo
del relevante portal Conflicts Forum en Beirut, explaya la existencia
de un plan B
de EU mediante el cual sus superhalcones del Pentágono y la
CIA buscan escalar la guerra en Siria
, al tiempo que fomentan “una nueva
guerra fría con Rusia” que está a punto de descolgar un resonante
triunfo de alcances estratégicos en Alepo.
El ex espía Crooke asevera que Paul Ryan, líder
camaral del Partido Republicano, forma parte del “bloque de la guerra
fría”, quien ha catalogado al zar Vlady Putin de adversario
y agresor (sic)
que no comparte los intereses de EU.
También Hillary Cinton pertenece al “bloque de la
guerra fría”, lo que explica la dualidad promiscua de los partidos
Republicano y Demócrata consolidada por sus dos disfuncionales dinastías de los
Bush y los Clinton que están a punto de aniquilar sexualmente al locuaz Trump,
pero no al trumpismo
, consustancial a la guerra civil larvada que padece
EU.
A juicio de Crooke, el plan B
de EU, en
connivencia con sus aliados regionales y los yihadistas de Al-Qaeda/Al
Nusra/Ahrar al Sham –transmutados y permutados por la distorsionada lingüística
geopolítica israelí-anglosajona–, debían capturar Alepo, lo cual hubiera forzado
a Rusia e Irán a desembarazarse del presidente sirio Bashar El-Assad, con el
corolario del cambio de régimen
.
Si existió un plan B
, pues no fue el de EU,
sino el de Rusia, que está punto de descolgar un resonante triunfo con su ayuda
para conseguir la expulsión por la vía diplomática, luego de intensos bombardeos
aéreos, del último reducto yihadista en el noreste de Alepo, que obliga a Obama
a regresar a su fariseo plan A
de su condominio con Moscú.
Sin tapujos, Crooke demuestra que EU busca la
protección de Al Qaeda
cuando siempre “maniobró para frenar a Rusia y
Siria para debilitar a los yihadistas (https://goo.gl/gJOaMs)”.
Mike Whitney, asiduo del crítico portal
Counterpunch, alega la existencia de un bélico plan C
furtivo de
EU que coincide con la letra inicial C del apellido de Ashton Carter, pugnaz
secretario del Pentágono: una guerra de baja intensidad con el fin de empantanar
a Rusia, al estilo del plan Brzezinski
en Afganistán, que desembocó en la
disolución del imperio soviético (https://goo.gl/xvRLtx).
El plan C
es furtivo
porque evita
una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas y libra bombardeos encubiertos (sic) sin el conocimiento (sic) de la
opinión pública
.
Fue justamente lo que sucedió con el bombardeo
accidental
(la moda) en la ciudad siria de Der Ez-Zor el 17 de septiembre
pasado, que cobró la vida de 62 soldados sirios y favoreció en forma tangencial
a los yihadistas, lo cual enfureció a Rusia, que todavía no se acostumbra a la
legendaria duplicidad de Obama, quien, dependiendo de las circunstancias, juega
con sus tres planes: A, B y C.