MADRID.- Pocas veces los españoles habían
asistido a un relato tan descarnado del lado oscuro de la política: durante dos
días, el empresario Francisco Correa confesó en el banquillo de los acusados su
papel como gestor de los sobornos sistemáticos con los que se financió durante
años el Partido Popular (PP).
Rendido, con un aire de nostalgia por los años dorados en
que se movía en la cúspide del poder, Correa contó cómo intermedió entre
constructores y funcionarios para la concesión de obras públicas, cómo se
repartían las comisiones, qué regalos -autos de lujo, viajes, ropa- hacía a
altos cargos del PP y cómo se ocultaban en Suiza los fondos negros.
"Las entregas de dinero las hacía yo. Quedaba con ellos
(los políticos) y les daba el sobre en mano", respondió Correa en el inicio de
su declaración en el mayor juicio sobre corrupción de la historia de España. Por
vincular a empresarios y funcionarios cobraba el 3% de cada contrato adjudicado.
"Eran las grandes infraestructuras: autopistas, carreteras, el
AVE."
El beneficio ilegal se repartía por mitades, admitió: una
parte se la quedaba él y la otra se la entregaba a Luis Bárcenas, ex tesorero
del PP, que en teoría lo destinaba a la caja B del partido.
A Correa se lo considera el cabecilla de la red Gürtel (la
traducción de su apellido al alemán), que operó en el PP desde 1996, cuando
llegó al gobierno español José María Aznar, hasta que fue descubierta por la
Justicia, en 2009.
La confesión, transmitida en vivo y en directo, es un
trago incómodo para el presidente Mariano Rajoy en los días previos a su nuevo
intento de investidura, para el que necesita un apoyo de sus rivales socialistas
(ver aparte). La trama Gürtel siguió operando durante su mandato como líder del
PP (iniciado en 2004). Fue él quien ascendió a Bárcenas a tesorero antes de que
se descubrieran los millones de euros que había escondido en Suiza.
Correa maniobró en el juicio para despegar a Rajoy, como
si intentara una explosión controlada. Dijo que sus negocios con la sede
nacional del PP se cortaron poco después de que el actual presidente asumió la
jefatura. Aun así, siguió muy ligado durante años a la filial de Valencia, que
estaba bajo la órbita de Rajoy. Uno de los políticos más comprometidos en el
juicio es Jesús Sepúlveda, que fue secretario Electoral del PP y alcalde de
Pozuelo de Alarcón (al oeste de Madrid). Su ex mujer Ana Mato ejerció como
ministra de Salud de Rajoy entre 2011 y 2014 hasta que el escándalo hizo
insostenible su continuidad.
Correa tenía una empresa de eventos y una agencia de
viajes. Admitió que pactaba con Sepúlveda los contratos para organizar los actos
de campañas electorales del PP. "A él le entregué dinero en mano y le regalé
tres coches, uno de ellos un Jaguar", dijo. Además, le pagó viajes para toda la
familia (incluida Mato). "Eran atenciones normales, como las que podía tener con
otros clientes", siguió, con una pretendida ingenuidad.
La red Gürtel financió también en 2002 parte de la fiesta
de casamiento de la hija de Aznar con Alejandro Agag, amigo personal de
Correa.
El intocable
Eran los años en los que se sentía intocable. "Génova era
como mi casa. Pasaba más tiempo allí que en mi oficina", dijo, en alusión a la
sede nacional del PP, en la calle Génova, 13, de Madrid.
Sin embargo, hizo lo posible por no apuntar a nadie fuera
de los acusados en el juicio (Bárcenas, Sepúlveda y otros ex alcaldes y
legisladores). Desligó a Aznar y dijo desconocer quiénes eran los ministros con
los que el tesorero del PP amañaba las licitaciones para favorecer a los
constructores que él acercaba. Sí nombró a multinacionales que supuestamente
recurrieron a él para adjudicarse obras, como OHL, ACS y Dragados.
Con una cuidada apariencia de normalidad, el acusado
describió cómo se pactaban los sobornos. "Venía un empresario que quería ganar
un contrato público y yo se lo planteaba a Bárcenas para que hablara con el
ministerio que correspondiera -contó-. No se inflaban los precios. Se
presentaban y si ganaban cobrábamos por la gestión."
Correa, que ya pasó tiempo en la cárcel por estos delitos,
busca con su confesión rebajar la pena de 125 años que reclama para él la
fiscalía.
Los movimientos de dinero negro están anotados en papeles
que descubrió la Justicia seis años atrás. No existe una cuenta consolidada de
las cifras que movió la red Gürtel en sus casi 15 años de
operaciones.
Pero en escuchas que constan en la causa, Correa se
vanagloria de haber llevado 1000 millones de pesetas (unos 6 millones de euros)
al PP. En el juicio aclaró que esa cantidad "era un decir".
El acusado explicó en detalle algunos de los sobornos. Por
ejemplo, uno de 1 millón de euros entregado al ex ministro madrileño Alberto
López Viejo por la concesión a la empresa Sufi de un contrato de recolección de
basura.
Pero una y otra vez pidió disculpas por no dar más
precisiones: "Entiéndame, eran muchas operaciones, no puedo recordarlas
todas".
El caso judicial que puso al PP
contra las cuerdas
Casi diez años de investigación y miles de páginas de
expedientes para una trama de millones de euros
1 - Un negocio que creció con el boom de los 90
La trama Gürtel era una red de corrupción que involucró a
políticos del Partido Popular y empresarios, surgida en 1996, al calor de la
burbuja inmobiliaria de los años noventa en España y que aportó sumas
millonarias a las arcas del PP. La Justicia puso la lupa desde 2009
2 - Madrid y Valencia, los sitios
elegidos
El esquema funcionaba sobre todo en las comunidades de
Madrid y Valencia, y estaba encabezado por Francisco Correa, cuyo apellido
traducido en alemán dio nombre al caso. Entre los investigadores estaba el juez
Baltasar Garzón, luego separado de la causa
3 - Escuchas, informes y un largo
sumario
A partir de la escucha de 18 horas de grabación de
conversaciones de Correa, la investigación judicial buscó pruebas de los delitos
por toda España y por una decena de países en un sumario que se convirtió en el
más voluminoso de la historia de la Audiencia Nacional
4 - Regalos y dádivas a las autoridades
Las empresas que trabajaban con Correa lograban numerosos
contratos y adjudicaciones de parte de instituciones y organismos públicos
gobernados por el Partido Popular. Los buenos oficios de Correa incluían regalos
y dádivas a las autoridades correspondientes
5 - La contabilidad paralela y los sobres del
PP
La otra cara de las maniobras que ejecutaba Correa es el
denominado caso Bárcenas, que se ocupa de la contabilidad en negro del Partido
Popular. Allí se registraban los donativos ilegales y la entrega de sobres de
dinero en efectivo para dirigentes de esa agrupación.