Genova, una ciudad de callejones y
palacios
Viernes 31 de enero. Desayunamos en el hotel un capuccino con una
“croissant” de crema y mermeladas, y como había salido el sol y no hacía tanto
frío, salí a caminar con Omar por el barrio della Maddalena, en el casco
histórico de Genova.
Situado
detrás de la zona portuaria más antigua, fue durante siglos, el centro del poder
económico de la ciudad, antes de su expansión hacia el este que se practicara
durante el siglo XIX.
Genova había sido uno de los asentamientos más bellos de los tiempos
antiguos. En 209 a. C. fue destruida por los cartagineses y reconstruida luego
por los romanos. En el siglo III fue convertida en sede episcopal, y después de
la caída del Imperio Romano fue ocupada por los bizantinos, y más tarde, por los
lombardos. Y en el año 935 la ciudad fue tomada y saqueada por una flota
sarracena. Durante la Edad Media, la Genova comunal participó en las Cruzadas y
sentó las bases de su potencia comercial en el Mediterráneo, convirtiéndose en
una de las Repúblicas Marítimas. Aliada con Pisa, Genova logró expulsar de
Córcega y Cerdeña a los sarracenos, y luego, ambas ciudades se disputaron el
control de dichas islas. La República de Genova comprendía la Liguria actual,
parte del Piamonte y las islas de Córcega y Cerdeña. Durante las guerras
italianas, y concretamente el 30 de mayo de 1522 las tropas españolas de Carlos
I comandadas por Prospero Colonna y Fernando de Ávalos tomaron Genova. Y
posteriormente fue decayendo como potencia comercial, a causa del alejamiento de
los intereses comerciales del Mediterráneo hacia las nuevas colonias de América,
aunque mantuvo una continua alianza con España, tanto para la colaboración en el
Mediterráneo, por temas de seguridad, como para temas financieros donde los
prestamistas genoveses fueron famosos, hasta el comienzo del “camino español”.
Aun con la política de alianzas, Genova fue perdiendo sus posesiones de
ultramar, aunque mantuvo hasta 1768 la isla de Córcega. En los siglos sucesivos,
la ciudad, y con ella la región, fue objeto de las miras expansionistas de los
franceses, austríacos y de la Casa de Saboya. La República de Genova fue parte
del Imperio Francés hasta 1815, cuando los delegados del Congreso de Viena
sancionaron su incorporación al Piamonte (Reino de Cerdeña). Y tras un largo
período de decadencia, Genova recuperó su relevancia portuaria gracias a la
construcción de túneles ferroviarios alpinos y al auge de la industrialización,
manifestada por la presencia de astilleros navales, las industrias petroquímicas
y el desarrollo metalúrgico.
Era por todo eso que el emplazamiento urbano reflejaba las diferentes
etapas de su historia, con sus callejones (vicoli) y sus fastuosos palacios
(palazzi). Los primeros como resabios de la Edad Media cuando la ciudad se
encontraba amurallada, y su crecimiento daba lugar a un nuevo paredón; y los
segundos, como consecuencia del enriquecimiento de algunas familias durante la
etapa de mayor crecimiento económico.

Hotel Acquario en el Vico San Pancrazio

Via di Fossatello en el barrio della Maddalena

Pasticceria Liquoreria Mariscotti di Cavo en la Via di
Fossatello
La via di Fossatello era una de las más importantes a nivel comercial
dentro del barrio della Maddalena; y en su intersección con el vico
dell’Agnello, las paredes presentaban, como en muchos otros lugares de la
ciudad, diversas inscripciones políticas.
El origen del nombre “dell’Agnello” (del Cordero) derivaba del hecho
de que en la fachada figuraban frescos de Luca Cambiaso, también conocido como
Luchetto da Genova, inspirados en cuentos y grotescos, característicos del siglo
XVI. De algunas pinturas quedaban huellas que desaparecieron tras los bombardeos
aéreos de la Segunda Guerra Mundial.

Via di Fossatello intersección con Vico
dell’Agnello

LA REVOLUCIÓN SIGUE
COMANDANTE HUGO CHAVEZ
PRESENTE

Uno de los tantos callejones
genoveses

Inscripciones políticas por todas
partes
Los primeros asentamientos de la zona della Maddalena datan del siglo
XIV, cuando las “civitas” se desarrollaron en pequeñas aldeas junto a iglesias y
monasterios, como la abadía de San Siro, primitiva catedral de
Genova.
La basílica de San Siro fue construida en el sitio de un antiguo
lugar de culto, probablemente en el siglo VI. Inicialmente se había dedicado a
los Santos Apóstoles y posteriormente a San Siro, uno de los primeros obispos de
Genova, que vivió en el siglo IV. Y fue la catedral de la diócesis de Genova
hasta el siglo X, cuando el asiento del obispo se trasladó a la nueva iglesia de
San Lorenzo, por estar menos expuesto a las incursiones de los sarracenos. La
iglesia fue reconstruida e inaugurada a principios del siglo XVII, mientras que
la fachada principal, de estilo neoclásico, se lograría recién en el siglo XIX.
La iglesia sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial teniendo que
ser restaurada en los años siguientes.

Parroquia de San Siro, una de las iglesias más
antiguas de Génova

Detalle del frente de la iglesia de San Siro, de estilo
neoclásico

Taberna La Lanterna, en Salita San
Siro

Via Cairoli

Carrefour Express en la intersección de via Cairoli con via
San Siro

Mangia bene – Mangia sano – Mangia…
italiano

Centro de Documentazione per la Storia, l’Arte, l’lmmagine di
Genova
en la Via ai Quattro Canti di San
Francesco
Hacia finales del siglo XVI y principios del XVII, durante la cumbre
del poder financiero y marinero de la República de Génova, seis de las más
oligárquicas familias de la época, construyeron sus suntuosos palacios a lo
largo de la Strada Maggiore, luego llamada Strada Nuova, y finalmente, Giuseppe
Garibaldi. Dichas familias habían sido los Doria, los Grimaldi, los Lomellini,
los Lercari, los Pallavicino, y los Spinola. Por esa razón, la Via Garibaldi y
el sistema de los Palazzi dei Rolli, se habían constituido en uno de los más
bellos sitios renacentistas del mundo, habiendo sido declarados junto a todo el
sector antiguo de Genova, Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO.
Pero la “Calle de los Palacios” también era un importante centro
comercial y gastronómico, siendo tan visitada tanto por los turistas como por
los propios genoveses. Y como no podía ser de otra manera, nos propusimos
recorrerla para disfrutar de todos sus atractivos.

El “Baribaldi” en la via Garibaldi, famoso por la calidad de
sus croissants
El primer edificio que llamó nuestra atención fue el Palazzo Rosso,
transformado en una de las pinacotecas más importantes de la ciudad. Había sido
diseñado por el arquitecto Pietro Antonio Corradi y construido entre los años
1671 y 1677. Perteneció a la familia Brignole Sale hasta que, en 1874, Maria
Brignole Sale, duquesa de Galliera, lo donara a la ciudad.

Palazzo Rosso
A medida que avanzábamos por la via Garibaldi, cruzábamos una serie
de callejones denominados “vicoli”, en italiano. Uno de ellos era el Vico
Angeli, cuyo nombre derivaría de una familia de apellido Ángeles que hubiera
habitado el lugar.

Vico Angeli
El Palazzo Doria-Tursi o Palazzo Niccoló Grimaldi era sede de la
Comuna de Genova y parte del polo museístico de la ciudad. Fue erigido en 1565
por Niccoló Grimaldi, apodado “el Monarca”, que era uno de los principales
banqueros financistas de Felipe II. Era el edificio más majestuoso de la calle,
que se construyó en tres terrenos, con dos grandes jardines enmarcando al cuerpo
central. En 1597 fueron añadidos dos amplios balcones con vistas a la calle,
cuando pasó a ser propiedad de Giovanni Andrea Doria, Duque de Tursi, a quien se
debía su nombre.

Palazzo Doria-Tursi o Palazzo Niccolò
Grimaldi

Vico Salvaghi

Vico Dietro il Coro
El Palazzo Podesta o Nicolosio Lomellino fue construido entre 1559 y
1565 por el famoso arquitecto y pintor Giambattista Castello (il Bergamasco) a
pedido de Nicolosio Lomellino, miembro de una familia en pleno ascenso económico
y político. A principios del siglo XVII, la propiedad pasó a manos de la familia
Centurion, luego a la Pallavicino, a los Rays, y finalmente a Andrea Podesta,
quien fuera varias veces alcalde de Genova entre 1866 y
1895.

Fachada del Palazzo Podesta con mujeres aladas sosteniendo la
cornisa de la planta baja;
y cintas, cortinas guirnaldas y máscaras en la parte
superior

Portal princial del Palazzo
Podesta

Ornamentación de estuco en el hall de
entrada

Jardín del Palazzo Podestá
La historia del Palazzo Tobia Pallavicino comenzó alrededor de
mediados del siglo XVI por la voluntad del Marqués Tobia Pallavicino, rico
comerciante genovés, quien, como otros, se lo encargara al Bergamasco. Y en 1704
fue comprado por Giacomo Filippo Carrega, quien encomendara la decoración al
pintor Lorenzo de Ferrari. Posteriormente albergó la sede de la Cámara de
Comercio, Industria y Artesanía de Genova, a la que se debían numerosas
restauraciones.

Palazzo Tobia
Pallavicino

Detalle del cielorraso del hall central del
Palazzo Tobia Pallavicino
Además de que gran parte de los palacios hayan sido ocupados por
diversas instituciones estatales o privadas, algunos de ellos fueron convertidos
en museos, bancos u hoteles.

Palazzo Cambiaso
El Palazzo Lercari-Parodi o Palazzo Franco Lercari, fue erigido en
1571 por orden de Franco Lercari y comprado, en 1845 por la familia Parodi,
quien, en el año 2014, momento en que nosotros nos encontrábamos allí, todavía
poseía.
En la fachada de este palacio, podían verse dos esculturas de Taddeo
Carlone, cuyos rostros tenían las narices mutiladas, lo que recordaba la forma
de venganza que Megollo Lercari, un antepasado de su cliente, llevaba a cabo con
sus enemigos.

Palacio Lercari-Parodi o palazzo Franco
Lercari
Continuamos caminando por la via Garibaldi de un lado al otro,
entrando en algunos palacios que, por haberse convertido en espacios públicos,
lo permitían. Nuestro asombro era enorme, a pesar de tener presente la historia
de Genova y de sus mercaderes, ya que la impronta que habían dejado superaba con
creces nuestra imaginación.
Ana María Liberali