Del cambio climático a la cuarta revolución
industrial
"El respeto del hombre hacia
los animales es inseparable del respeto de los hombres entre ellos mismos".
Anónimo.
Alfredo César Dachary
El cambio climático y sus consecuencias son una
realidad que se ve en una serie de indicadores de la vida diaria o son
trasmitidos por los medios, desde la mayor intensidad de los huracanes y
nevadas, al incremento de los deshielos en los glaciales, a agudos cambios en el
clima y otros más. Pero la explicación de la causa de estos cambios no logra
poner de acuerdo a los expertos en el tema, y mucho menos a los académicos que
analizan, desde otro ángulo el problema, como las consecuencias del uso
irracional de los recursos y su distribución asimétrica, que terminan siendo un
verdadero círculo vicioso
Por ello para unos éste es un tema cíclico, que
cada cientos o miles de años se da en planeta, como lo fue el calentamiento del
siglo IX, que permitió el deshielo en el mar Ártico y sus islas, lo cual fue el
“plus” que tuvieron los vikingos para poder llegar a América, fenómeno ya
comprobado, aunque no determinante para definir la situación actual, pero si es
un referente interesante.
Para otros el tema es diferente, se trata de que
el hombre con su expansión y necesidad de producir para alimentar una sociedad
cuya principal meta es el consumo, ya ha forzado y en muchos casos saturado la
capacidad de carga del planeta, lo cual genera grandes externalidades que
terminan afectando la atmósfera, nuestro escudo protector, principalmente de los
rayos solares.
Por
ello, el centro del problema es el sistema y no de la sociedad ya que ésta actúa
por inducción y manipulación, de los medios que operan éste, y nos referimos a
los grandes centros de poder, ya que el mundo es totalmente asimétrico, algo ya
conocido por los informes de la ONU, pero ratificado por el último informe
Oxfam, donde afirma que el 1% de la población mundial posee más riqueza que el
99% restante. Por lo que los responsables de la mega explotación del planeta
están concentrados en este 1%.
Hay otros que creen que este cambio está
relacionado al fin de la era del petróleo, el ocaso del viejo modelo industrial,
hecho que permite dar un gran salto de transformación, con aprobación de una
sociedad que se siente amenaza por el
cambio climático. Esto es lo que se plantea, una nueva revolución
tecnológica a la que se le denomina la cuarta revolución industrial, la cual
tendrá probablemente menos impactos ambientales pero la asimetría de la sociedad
del futuro se irá profundizando porque estos cambios implican cada vez menos
empleos, para una producción en crecimiento
geométrico.
En el mundo, inicialmente en Occidente, se han
dado tres grandes revoluciones industriales que cambiaron el mundo en los
últimos siglos: la primera la lideró la invención de la máquina de vapor, que
remplazó a miles de años de fuerza humana y cuya primera gran aplicación fue el
ferrocarril en los años 30´del siglo XIX, luego los barcos y, por último,
algunos sistemas de transporte similares a los autobuses a vapor. La segunda
gran revolución lo da la emergencia del Imperialismo moderno, los grandes
monopolios y sistemas financieros mundiales y en la industria la producción en
masa a principios del siglo XX, conocida como el fordismo, porque se aplica por
primera vez la producción en serie en la fábrica Ford de Detroit en Estados
Unidos.
La
tercera y más moderna de las revoluciones se da al iniciarse la gran producción
masiva, base de la sociedad de consumo a mediados del siglo XX, cuando la
industria de la guerra se transforma en productora de bienes de consumo
familiar, y a ello la potencializará la revolución de los ordenadores y su
principal aplicación el Internet en el último cuarto del siglo XX, lo cual
generó una revolución en toda la sociedad.
El Internet Protocol versión 6 fue creado
para reemplazar a Internet Protocol versión 4. La versión 6 fue diseñada
por Steve Deering de Xerox PARC y Craig Mudge, con el fin de aumentar el límite en el número
de direcciones de red admisibles que está empezando a restringir el crecimiento
de Internet y su uso, especialmente en China, India, y otros países densamente
poblados.
Así se sientan las bases en el siglo XXI para la
emergencia de lo que se denomina la cuarta revolución industrial, ya que con
este cambio al protocolo de
Internet versión 6, trae a cada aparato una dirección web propia, con
consecuencias de gran alcance para los procesos de producción y la logística,
hecho que ha detonado a una revolución casi desapercibida. De allí que los
grandes consorcios de la web han cambiado sin ruido alguno al protocolo de
Internet versión 6, lo que ha hecho que el número de direcciones web disponibles
pasara de 4,300 millones a 360 sextillones.
Ahora se podrá proporcionar una dirección
web propia no sólo a ordenadores y teléfonos, sino también a coches, máquinas,
contenedores de transporte, vestidos o incluso cajas de pizzas con el “Internet
de las cosas”, y para el año 2020, serán 50,000 millones de aparatos que estarán
interconectados entre ellos, profetiza Hans Vestberg, jefe de presidencia de
la compañía multinacional de telecomunicación Ericsson. Y cuando estos aparatos
se comuniquen entre ellos, esto significará que habremos llegado a la “cuarta revolución industrial”, según
espera Wolfgang Wahlster,
profesor de Informática y jefe del Centro de Investigación alemán para la
Inteligencia Artificial.
De allí que la “Industrie 4.0” es uno de los proyectos
centrales de la estrategia de alta tecnología del estado alemán para entrenar a
las empresas para enfrentar los nuevos retos del siglo XXI, donde la logística
de producción se les meterá en la cabeza.
En
el futuro los bienes dirán cómo quieren ser elaborados, con lo que se fabricarán
productos de alto valor en pequeñas ediciones, y los productos premium refinados
digitalmente son la gran oportunidad para la alta tecnología
alemana.
Los dos
primeros pasos, ya están en el mercado, una máquina de dulces advierte automáticamente cuando ya no
quedan existencias de una barrita de chocolate, y las pide, llevaría
su inventario y sería a su vez el administrador de ésta, incluso en el
abastecimiento.
Otro
ejemplo es una fotocopiadora que se da cuenta antes de tiempo de que un tóner de
color se va a gastar dentro de poco y pide más, lo importante de este proceso es
que eso lo hacen las máquinas mismas, sostiene Jürgen Hase, responsable de Deutsche Telekom en el campo de
comunicación de máquinas, un gran avance pero siempre reduciendo el número
empleados.
En el área de los servicios de salud, están
los “lab on a chip”, que
son sensores que envían la
información sobre los latidos del corazón, los parámetros en sangre o la
temperatura corporal continuamente a una central de vigilancia o al médico
responsable.
Las empresas de vanguardia tecnológica tienen
mucho interés en el desarrollo de estos servicios, ya que la población que los
va a requerir no ha cesado de crecer a consecuencia de la ampliación de la
esperanza de vida, algo que incide en muchos programas y políticas dado que nos
encontramos en una sociedad que está aumentado la población de la tercera edad.
Esto se amplía a la interconexión de las casas,
ya que en el futuro, las alfombras estarán armadas de sensores que advertirán
automáticamente cuándo una persona se ha caído y no puede volver a levantarse, a
la vez que se deben reconocer, cuándo se trata de una mascota o de una
persona.
También los coches que se comunican entre ellos,
así un BMW puede notar con unos
sensores si la carretera está helada, enviando esta advertencia
directamente a los coches que circulan un kilómetro por detrás, algo que se irá
ajustando en la medida en que los autos pueden tener auto conducción, que ya
está pasando los períodos de prueba.
Los productos podrán contar su historia vital,
desde su fabricación hasta el reciclaje, con la tecnología NFC, que se
incorporará a muchos Smartphones, con la que se podrán leer las “cajas negras”
de los alimentos. En el futuro habrá robots interconectados unos con otros que
recogerán los productos de las estanterías a vehículos controlados por satélites
que serán los que transporten productos por la noche hacia los supermercados.
Las “ciudades inteligentes” racionalizarán
el uso de la
energía para ahorrar corriente ya que la iluminación sólo se
encenderá cuando alguien pase por la calle, donde cada farola podrá recibir una
dirección web, y cuando un coche se acerque y estacione allí, la luz se
encenderá por un corto espacio de tiempo.
Esta es la nueva revolución que nos toca vivir,
una lógica orienta nuestra sociedad y nuestra relación con las cosas, que cada
vez se hacen más personales y menos artificiales. Esta es la apuesta por la
tecnología como ordenador de un cambio social y económico profundo, algo
interesante pero con grandes hoyos negros ya que el poder tecnológico seguirá
según la tendencia en pocas manos y la asimetría social base del conflicto no
será solucionada.
alfredocesar7@yahoo.com.mx