La
corrupción:¿una pandemia mundial?
“Las leyes injustas son la telaraña a través de la cual pasan las
moscas grandes y las más pequeñas quedan atrapadas” H. Balzac.
Alfredo César Dachary
La corrupción es hoy un mal generalizado en la
sociedad moderna, que es mayor a mayor nivel de desarrollo, aunque la diferencia
con los países de reducido desarrollo es que está controlada por un pequeño
grupo en el poder.
El tema se enfoca de muchas maneras, pero una
tras otra van cayendo ante la evidencia de la realidad, como que en los países
desarrollados las grandes empresas eran “puras” y la Volkswagen ya probó lo
contrario, luego de una larga lista de actos corruptos en muchas otras empresas
hasta los bancos más famosos del mundo occidental.
El otro tema es ¿qué es la corrupción y hasta
dónde llega?, y esto abre un panorama mayor derivado del ejercicio del poder no
solo político sino económico, ya que nadie puede creer que los que caen presos
son los grandes operadores financieros, el corazón de las mafias, sino que
tienen en sociedad a expertos que operan estos medios.
Uno de los casos más emblemáticos del mundo es el
italiano, al extremo que el gobierno de Monti llegó a elaborar un libro
blanco que valoraba el coste de la corrupción en unos 60,000 millones de euros,
y alertaba de que puede ser mayor ya que las “víctimas” no denuncian la
extorsión y los sobornos, que se calcula que incrementan los precios de las
concesiones y contratos más de un 40%.
Para la Comisión Europea, el 50% de los casos de corrupción en Europa
se producen en Italia, junto a la evasión fiscal es uno de los grandes
agujeros de la economía italiana, aunque sigue siendo superada por
España. Transparencia
Internacional incluye a Italia como uno de los países más corruptos en
todos los sectores, en licitaciones y
contratación.
En Italia hay una larga historia del desarrollo de las mafias o como
hoy se les denomina el crimen organizado, que ha logrado impregnar todo el país
desde las menores unidades de gestión al gobierno central, como fue el caso de
varios primeros ministros incluido el “Cavalleri”; así Italia repele la
inversión y el desarrollo económico y de competitividad.
La República Italiana se terminó de integrar en
el siglo XX con los Tratados de Mussolini con el Vaticano, los Acuerdos de
Letrán, o sea, es un moderno estado, pero con bases muy poco sólidas, ya que el
norte y el sur se consideran diferentes y ello genera una crisis de exclusión
social.
En 1992 se inicia la
operación Manos Limpias.
Tenía el objetivo de investigar y acabar con la corrupción en la política
italiana, y se llevó por delante a
políticos de los partidos tradicionales sentando en el banquillo a 4,000
empresarios y políticos pero no consiguió sus grandes objetivos, ya que
la corrupción estaba enquistada en el seno de la sociedad.
Bettino Craxi, líder del Partido
Socialista, que huyó a Túnez para evitar los procesos judiciales, y
luego reconoció que había recibido dinero pero solo para financiar al partido.
En la operación que duró varios años desaparecieron cinco partidos
políticos pero no las prácticas, el mayor fracaso de la operación fue que hoy
muchos son los mismos protagonistas en la política o en los sectores
económicos.
La Italia de
Berlusconi
Berlusconi ha sido digno sucesor de estas prácticas, dilatando los
procesos, buscando la inmunidad parlamentaria y atacando a la judicatura desde
el monopolio de los medios de comunicación construido por él, y la misma
sociedad, el electorado que ha
permitido estos desmanes.
Ha habido acusaciones de compra de votos electorales a la mafia
calabresa. Todos los partidos tienen asuntos de corrupción, siendo Berlusconi
el que suma los asuntos más escandalosos, aunque su caída ha tenido más que ver
con sus desmanes con menores que con la corrupción política y
económica.
El caso Mediaset fue la primera de las
sentencias confirmadas por la Corte Suprema, una condena que acaba con su
carrera política, la sentencia confirmaba las dos instancias judiciales
precedentes que le declaraban como “creador” de un sistema de evasión fiscal
montado por Mediaset, empresa de la familia Berlusconi que compraba derechos
televisivos.
Otro de los grandes escándalos fue el Proyecto Moisés o las compuertas y diques
móviles para proteger Venecia del agua, el proyecto de más de 5,000
millones de euros y que debía estar terminado en 2016, pero la gran obra se ha
saldado con 35 detenidos de todos
los partidos, tanto del Partido Democrático, la izquierda de Matteo Renzi, como
de la derecha de Forza Italia, de Berlusconi; el Alcalde de Venecia, aunque sólo
se le imputa financiación ilegal para su formación política, y consejeros de la
región del Veneto.
A principios de los setenta, un oscuro contable, de nombre Roberto
Calvi, comienza una fulgurante ascensión en el mundo de las finanzas italianas
de la mano de su benefactor, Michele Sindona, miembro de la logia masónica P2.
Fue él quien introduce a Calvi en los círculos vaticanos, concretamente con
monseñor Marcinkus, que pasa por ser, sino un integrante de la masonería del
Vaticano, uno de sus más firmes aliados. De acuerdo a las investigaciones del
proceso mafia-P2, emprendido por la Justicia italiana, el estado Vaticano
ejerció durante más de una década como paraíso fiscal, siendo el Instituto para
las Obras de Religión (IOR), aprovechado por la masonería para enviar el dinero
a cuentas en Suramérica y
Centroamérica.
En 1978, el Papa Albino Luciani, conocido para la posteridad como
Juan Pablo I, muere tras haber ocupado únicamente un mes la silla de Pedro. Una
escueta investigación que, oficialmente, excluye la realización de una autopsia,
dictamina que la muerte se debió a causas naturales, en concreto, a la delicada
salud del Papa; probablemente, olvidó tomarse sus medicinas. En el transcurso de
pocos años, morirían Roberto Calvi y Michele Sindona, los “banqueros” del Papa,
cuyas conexiones con el Vaticano a través del Banco Ambrosiano serían rumor
durante años e inspirarían a Francis Ford Coppola para su tercera entrega de El
Padrino.
El asunto Monte dei Paschi di Siena, el gerente del banco más antiguo del mundo, fue enviado a prisión
por la compra al Banco de
Santander de la entidad italiana Antonveneta por 9,000 millones de
euros, 2,400 millones más de lo que había pagado el banco español tan solo una
semana antes.
La historia de la corrupción italiana es muy
larga y profunda, y en el medio está el Vaticano y sus épocas oscuras como
cuando fue director del Banco el Cardenal Marcinkus, de los Estados Unidos, un
aliado de la mafia, que tuvo que regresarse a su país de origen, antes de caer
en manos de la justicia, luego del “suicidio” de Calvi y otros muertes muy
extrañas.
La corrupción en
Alemania
Lo italiano es parte de una larga historia, mucho
se sabía desde la mafia siciliana en la guerra del alcohol en Estados Unidos y
otros temas más, pero el caso más emblemático ha sido el de Alemania que según
Transparencia Internacional, Alemania ocupa el puesto 14 entre los países más
corruptos del mundo.
El caso Siemens es el que causó más escándalo en
Alemania por su volumen y extensión en sobornos, y hay que tener en cuenta que
hasta 1998 las empresas de la República Federal de Alemania estaban autorizadas
a pagar sobornos en sus operaciones en el extranjero, y podían incluso deducirse
esos pagos en las declaraciones al fisco.
Desde su prohibición, Siemens elaboró un sistema
paralelo y opaco para seguir con estas prácticas y en noviembre de 2006, comenzó
a correr el rumor de que empleados de Siemens habían malversado dinero de la
empresa para sobornar a clientes potenciales. La fiscalía de Munich abrió una
investigación, entraron en domicilios de empleados, en oficinas y dependencias
de toda Alemania.
El escándalo parecía reducirse a la sección de la
telefonía y a los sobornos a unos cientos de millones de euros, pero entre
finales de 2009 y comienzos de 2010, se produce una cascada de nuevos detalles,
cajas en negro, contratos con asesores inexistentes y firmas fantasmas, con lo
que habrían obtenido encargos en todo el mundo, y el resultado fue la imputación
de más de 300 personas por soborno a funcionarios y miembros de gobiernos
extranjeros para conseguir o acelerar contratos.
Una de las piezas del caso que resultó más
detallada es la que se refería a sobornos de entre 2,000 euros y 2,25 millones
de euros en Nigeria, Rusia y Libia entre 2001 y
2004.
En Alemania existe desde hace años un organismo
federal dedicado a la Lucha contra el Crimen y la Corrupción, el
Bundeskriminalamt, que en algunos momentos ha alertado del aumento de los casos
de corrupción. Pero para la ONG “Lobby Control” no es suficiente y quiere
que se penalicen las puertas giratorias, así como que se establezca una lista
oficial de lobistas y exige más transparencia sobre los ingresos de los
parlamentarios.
Entre los casos más antiguos estaba en 1981 el
del multimillonario empresario de Alemania, Friedrich Karl Flick, quién había corrompido a los cuatro
principales partidos de la época –SPD, CDU, CSU y FDP– para obtener una exención
fiscal en la venta de un paquete de acciones de Daimler Benz valorado en 2,000
millones de marcos, y años después,
el ex canciller Helmut Kohl, admitió ante las cámaras de televisión haber
violado la ley al aceptar aquellas donaciones
ilícitas.
Italia y Alemania, dos estrellas en la
corrupción, son dos países desarrollados, miembros de OCDE y del grupo del poder
real. Si ésta es una parte de su radiografía, ¡qué queda para las otras naciones
menos desarrolladas y sujetas a un permanente chantaje por inversionistas y
otros actores de la real política!
alfredocesar7@yahoo.com.mx