NCeHu
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Gobierno de EU por fin
admite que el fracking provoca sismos en ocho de sus
estados
Alfredo Jalife-Rahme
La
Jornada
México,
3/5/15
Un reciente reporte del Monitoreo
Geológico de EU (USGS, por sus siglas en inglés) de su gobierno identificó ocho
estados (¡supersic!) en la región central y oriental, donde las operaciones de
fracking han derivado a incrementos dramáticos de terremotos debido
primordialmente (sic) a la inyección del agua de desecho en las operaciones
de excavación en los pozos subterráneos al activar placas tectónicas que
en algunos casos eran desconocidas ( http://goo.gl/MCMd2h ). Se
trata del mismo hallazgo de Oklahoma extrapolado a siete estados
adicionales.
El letal
fracking (fracturación hidráulica ) perfora rocas en profundidad
para extraer petróleo/gas shale (esquisto) mediante la inyección de
grandes cantidades de agua y sustancias químicas desconocidas.
William Ellsworth,
geofísico del USGS, sentencia que se trata de añejas placas tectónicas
que no sabemos siempre donde se encuentran .
Ahora resulta que
se desconocen las placas tectónicas afectadas y las misteriosas
sustancias químicas inyectadas.
La sismicidad
consustancial al fracking ya había sido expuesta por The New York
Times, específicamente en Oklahoma ( http://goo.gl/jE74fl
).
Lo relevante del
alarmante reporte es que proviene del mismo gobierno de EU y su agencia
científica (sic) USGS ( http://goo.gl/YrBAZY ),
con funciones de investigación de hallazgo de hechos carente de
responsabilidad regulatoria (léase: sin dientes) con sede en Reston (Virginia) y
más de 9 mil funcionarios.
La gráfica del USGS,
de 1973 a 2014, es impactante por el número acumulado de terremotos que
se dispararon en forma exponencial a partir de 2009.
EcoWatch reproduce
el perturbador reporte ( http://goo.gl/CO3bqO ) y
fustiga a los negadores de los terremotos de la omnipotente industria del
petróleo/gas, como el multimillonario Harold Hamm, pionero del fracking,
quien ha presionado a los funcionarios de Oklahoma a ocultar los hallazgos
científicos de la correlación del fracking con los sismos ( http://goo.gl/evlL0U
).
Entre 1973 y 2008
existió un promedio de 21 terremotos de una magnitud menor (sic) a tres grados,
pero a partir de 2009 –¡el año funesto del fracking!– hasta 2013, la
región analizada experimentó 99 (¡supersic!) sismos por año superiores (sic) a
tres grados. Sólo en Oklahoma se escenificaron 585 sismos en 2014, mucho más
que en los pasados 35 años combinados .
Son por lo menos
ocho estados los afectados por el incremento exponencial de la sismicidad en
regiones donde los terremotos eran raros (sic): Oklahoma, Texas, Ohio,
Alabama, Arkansas, Colorado, Kansas y Nuevo México .
Sólo Oklahoma, Texas
y Ohio han acaparado la atención, mientras Texas y Nuevo México comparten
frontera con México, donde el gobierno neoliberal itamita y su
disfuncional Congreso –a quienes importa un bledo el ambiente y la vida de los
ciudadanos– han adoptado la cómoda política del avestruz para no importunar los
intereses petroleros/gaseros de BlackRock y las trasnacionales anglosajonas (
http://goo.gl/bucD6J
).
USGS identificó
17 zonas dentro de los ocho estados que se encuentran en peligro
particular debido al número creciente de los sismos inducidos (¡supersic!).
El riesgo es mayúsculo para los habitantes que viven cerca.
El modelo del USGS
exhibe la “intensidad de un potencial terremoto inducido (sic) en el periodo de
un año, a diferencia de sus previos estudios que operaban en un lapso mayor a 50
años (el promedio de vida de un edificio, usado para propósitos de seguros,
códigos de construcción y planes de respuesta de emergencia ).
EcoWatch expone que
el “Escalofriante incremento de sismos por fracking obliga a Kansas a
tomar medidas ( http://goo.gl/ttgED0 )”. Las
ondas concéntricas de choque desde el epicentro de Kansas alcanzan la frontera
de México, cuyo gobierno misántropo no ha tomado ninguna medida preventiva al
respecto.
Según el USGS, el
incremento de la sismicidad coincide con la inyección de agua de desperdicio en
los yacimientos profundos de desecho en varias localidades y gran parte
del agua de desperdicio, subproducto de la extracción de petróleo y gas, es
utilizada en forma rutinaria por la inyección a los yacimientos .
Ante la contundencia
de la evidencia científica del reporte del USGS, al día siguiente el Monitoreo
Geológico de Oklahoma –agencia estatal lubricada por los intereses pecuniarios
de la industria del petróleo/gas, representado por el poderoso Instituto de
Petróleo Estadunidense ( http://goo.gl/5WIWPF )– fue
orillado a aceptar que es “muy probable (¡supersic!) que la mayoría de los
recientes sismos, en particular en la parte central y norcentral de Oklahoma, es
desencadenada por la inyección del agua producida en los yacimientos de desecho
( http://goo.gl/hoYfuI
)”.
El gobierno de
Oklahoma, que preside la fundamentalista (literal) Mary Fallin, del Partido
Republicano y anterior vendedora de bienes raíces, se ha fracturado como
reflejo del mismo fracking, ya que las dos ramas del gobierno han
optado por medidas diametralmente opuestas: el Ejecutivo admite la causal de los
sismos por fracking, mientras los anticientíficos legisladores ,
marionetas de la omnipotente industria del petróleo/gas, han llegado, mediante
dos enmiendas, a castrar y frustrar la protesta de los ciudadanos sobre su
destino sísmico.
¡Cómo se parecen las
dos enmiendas de los corruptos legisladores de Oklahoma a la anticientífica
ley Korenfeld para privatizar el agua en México ( http://goo.gl/dN8Cya
)!
Heather Smith, del
rotativo británico The Guardian, después de exponer que finalmente
(sic) el “gobierno de EU acepta que el fracking provoca sismos”,
pregunta por qué tardaron tanto en reconocerlo ( http://goo.gl/O9wPyU ).
Comenta que en comparación a sus previas declaraciones, el reporte del USGS
es una abrupta voltereta de sus posturas previas y considera que todavía
es un documento relativamente suave (sic) , ya que aconseja (sic) mayor
investigación, en lugar de tomar acciones específicas .
Hasta donde sé las
universidades públicas de México y sus institutos/departamentos de
geología/geofísica –UNAM ( http://goo.gl/LhvTA4 ), IPN (
http://goo.gl/pIaTjQ ) y BUAP
( http://goo.gl/vYdt8c )– no se
han pronunciado sobre los efectos deletéreos del fracking en la
transfrontera, lo cual no se le puede exigir al ITAM: centro teológico
neoliberal anticientífico que carece de un departamento de geología que confunde
con el medieval financierismo antihumano.
El clan
itamita de Baillères, que promueve el zoocidio de la salvaje tauromaquia, es
uno de los principales beneficiados de la reforma neoliberal energética y su
fracking ( http://goo.gl/tCZx1L
).
Lo más grave es que
el gobierno neoliberal mexicano y su falsificado Pacto por México (sic)
pretenden ahora itamizar a las universidades públicas –en particular a la
UNAM– mediante la incrustación en sus estructuras estratégicas pedagógicas
de topos proselitistas del ITAM, cuya terminal tarea desinformativa
consistirá en desviar la atención ciudadana y científica de los sismos
provocados por el fracking en la sensible zona estresada por carencia
de agua del noreste mexicano.
http://alfredojalife.com
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