NCeHu 140/15
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Entrevista
a Ruy Braga - Wanderley Preite Sobrinho
Brasil: "Ley de tercerización es la mayor derrita popular desde el golpe
del 64"
Carta Capital, 11 de abril de
2015
Sin Permso,
26/4/15
Por 230 votos a favor y 203 en contra, la Cámara de Diputados aprobó la
semana pasada el proyecto de ley 4330/04, que permite a las empresas la
tercerización, una modalidad de flexibilización del contrato
laboral. La iniciativa, que ahora debe considerar el Senado,
ha sido rechazada por los Sindicatos, la CUT y otras
organizaciones; lo que fue expresado en las calles de las
principales ciudades brasileñas por múltiples manifestaciones de
protesta. El ex presidente Lula, luego una reunión con
dirigentes sindicales, instó al veto de la Ley.
De este modo la presidenta Dilma Rousseff se enfrenta
a la disyuntiva de confrontar con los grandes empresarios, entusiastas
promotores de la flexibilización laboral o abandonar a los trabajadores, que
fueron la base histórica de su gobierno. En un contexto económico recesivo,
más el escándalo de la Petrobras (Lava Jato), que envuelve a
las grandes empresas y a toda la clase política, incluyendo prominentes figuras
de su partido, Dilma ha decidido, un rumbo de ajuste clásico,
comandado por el ministro de Hacienda, Joaquín Levy, hombre de confianza del
mundo financiero La
duda en toda la izquierda brasileña es si ya la pólvora está demasiado mojada
como para que Dilma, dando un giro de 180 grados, pueda estar
a la cabeza de un combate por la historia y los principios.
(SP)
Especialista en sociología del Trabajo, Ruy Braga traza un
escenario delicado para los próximos cuatro años: salarios 30% más bajos para 18
millones de personas. Hasta 2020, la recaudación federal en baja, afectando el
consumo y los programas de distribución de la renta. De un lado estaría el
desempleo. Del otro, ganancias, desvinculadas del aumento de la ventas. Para el
profesor de la Universidad de San Pablo (USP), la aprobación del texto base del
Proyecto de Ley 4330/04, que facilita la tercerización de trabajadores, completa
el despiece de los derechos de los trabajadores iniciado por el presidente
Fernando Henrique Cardoso en la década del 90. “Será la mayor derrota popular
desde el golpe del 64” asegura el profesor en esta entrevista de Wanderley
Preite Sobrinho para Carta Capital.
Aunque el proyecto no sea del gobierno, Braga no salva a la
presidenta y al PT por el escenario político que propició su aprobación. El cita
las restricciones al seguro de desempleo, sancionadas por el gobierno a finales
de 201, como el combustible usado por el PMBD para amarrar otras propuestas
desfavorables a los trabajadores e ironiza: “Ese proyecto será el fin del
gobierno del PT y el inicio del gobierno del PMDB. El gobierno está tercerizando
su mandato”.
Carta Capital: ¿Una ley para regular el sector es realmente
necesaria?
Ruy Braga: No. La Súmula del TST [Tribunal
Superior del Trabajo) restituyó en la Justicia el consenso de que lo se puede
tercerizar en las actividades-fin. Lo que ocurre es que las
empresas no se conforman con ese hecho. No hay un problema legal. Ya hay
regulación. Lo que existe son intereses de las empresas que
desean aumentar sus ganancias.
CC: ¿Cuál es la diferencia entre actividad-medio y
actividad-fin?
RB: Una empresa está compuesta por diferentes grupos de
trabajadores. Algunas cuidan el producto o el servicio vendido por la compañía,
mientras que otros gravitan en torno de esa finalidad empresarial. En una
escuela, la finalidad es educar. El profesor es un trabajador-fin. Quien
se ocupa de la seguridad, la limpieza, la informática, por ejemplo, trabaja
con actividades-medio.
CC: ¿El desempleo, cae o aumenta con las tercerizaciones?
RB: El desempleo aumenta. Basta decir que un trabajador tercerizado
trabaja un promedio de tres horas más. Eso significa que menos funcionarios son
necesarios: habrá reducción en las contrataciones y probables despidos.
CC: ¿Cuántas personas pueden perder la
estabilidad?
RB: Hoy el mercado formal de trabajo tiene 50 millones de
personas con la tarjeta firmada /1/.De ese total, 12 millones son tercerizados.
Si el proyecto fuera transformado en Ley, ese número debe llegar a 30 millones
en cuatro o cinco años. Estoy descontando de esa cuenta la masa de trabajadores
del servicio público, cuya tercerización es menor, las categorías de hecho
obtienen representación sindical fuerte, que pueden minimizar los efectos de la
tercerización y los trabajadores calificados
CC: ¿Por qué los trabajadores no calificados corren mayor
riesgo?
RB: El mercado de trabajo en Brasil se especializó en mano de obra
semi calificada, que paga hasta 1,5 salario mínimo. Cuando las empresas
tercerizan, ellas empiezan por esos empleados. Cuando se permite a la empresa
tercerizar todas sus actividades, quien fuere poco calificado cambiará de estado
profesional.
CC: ¿Cómo les fue a los países que facilitaron la
tercerización?
RB: Portugal es un ejemplo típico. El Banco de Portugal publicó a
fines de 2014 un estudio informando que, de cada diez empleos creados después de
la flexibilización, seis fueron dirigidos a formas de trabajo precario. El
resultado fue un aumento exponencial de portugueses emigrando. Contrariamente a
lo que dicen las empresas, esa medida cierra puestos de trabajo, disminuye la
remuneración, perjudica la sindicalización de los trabajadores, bloquea el
acceso a los derechos laborales y aumenta el número de muertes y accidentes en
el trabajo, porque la rigidez de la fiscalización
también es menor en las empresas
subcontratistas.
CC: ¿Y no hay ganancias?
RB: Hay, la de las empresas. No hay ningún otro
beneficiario. Ellas disminuyen los costos y aumentan sus
ganancias.
CC: ¿La recaudación de impuestos puede verse
afectada?
RB: En Brasil, el trabajador tercerizado recibe el 30%
menos de aquellos que están contratados directamente. Con el
avance de la tercerización, el Estado naturalmente recaudará menos.
La recaudación de PIS, Cofins y del FGTS también
declinarán porque las contratistas son famosas por descontar del trabajador pero
no pasar a la Unión. El Estado también tendrá más dificultad para controlar la
cantidad de empresas que pasarán a subcontratar empleados. El gobierno lo
sabe.
CC: ¿Por qué la tercerización aumenta la rotación de los
trabajadores?
RB: Las empresas contratan jóvenes, aprovechan
la motivación inicial y al poco tiempo aumentan gradualmente
las exigencias. Cuando la rutina derrumba la productividad, esos trabajadores
son despedidos y otros son contratados. Esa práctica presiona la masa salarial
porque a cada despido alguien es contratado por un salario menor. La rotación
viene aumentando año tras año. Hoy está alrededor del 57%, pero alcanza el 76%
en el sector servicios. El proyecto de la Ley 4330 prevé la llamada
“flexibilización global”, un incentivo a esa
rotación.
CC: ¿Cuál es el perfil de trabajador, que debe ser tercerizado?
RB: En los últimos 12 años, el público que entró en el mercado de
trabajo se compone de mujeres (63%), no blancos (70%) y los jóvenes. Hubo un
gran avance de contratados con edades entre los 18 y 25 años.
Estos son los más afectados. Aunque los últimos años han sido un periodo de
inclusión, la estructura social y económica brasileña no exige calificaciones
raras. El perfil de la agro-industria, el comercio y el empleo en la industria
pesada, por ejemplo, es menos calificado y sufrirá bajo la nueva ley porque las
empresas tercerizan sus trabajadores menos calificados.
CC: El consumo impulsó la economía en los últimos años. ¿Puede ser
afectado?
RB: Este cambio es perjudicial para el consumo, lo que
inevitablemente afectará la economía y a la recaudación. Con menos impuestos es
probable que también el dinero para transferencia de renta también
disminuya.
CC: ¿Cuál es la responsabilidad del PT y del gobierno de Dilma por
esa derrota en la Cámara?
RB: El gobierno inauguró esta nueva fase de restricción de los
derechos de los trabajadores. Al final de 2014, el gobierno dictó las medidas
provisorias 665, 664, que endurecieron el acceso al Seguro de Desempleo, por
ejemplo. Evidentemente que la base gobernante - con el PMDB y
el PP- se sentiría más a gusto avanzando sobre derechos. Fue
entonces que (el presidente de la Cámara) Eduardo Cunha rescató el PL 4330 de
Sandro Mabel, que no es más diputado.
CC: ¿Para un partido de izquierda, esta derrota en la Cámara de
Diputados puede ser considerada la mayor que el PT haya
sufrido?
RB: Yo diría que si este proyecto se convierte en
ley, será la más grande derrota popular desde el golpe del 64 y el mayor
retroceso en la legislación laboral desde que el FGTS (Fondo de Garantía de
Tiempo de Servicio) fue creado en 1966. Esta es la mayor derrota de los
trabajadores en los últimos años. Sella el fin del gobierno del PT y marca el
inicio del gobierno del PMDB. Dilma está tercerizando su
mandato.
CC: ¿La presión del mercado es realmente
inevitable?
RB: Dilma dejó de ser
neodesarrollista a partir del segundo año de su primer mandato. Su gobierno
privatizó los puertos, los aeropuertos, intensificó la liberación de créditos
para proyectos dudosos y ahora está haciendo de todo para reducir el costo del
trabajo. El gobierno se volvió contra los intereses históricos de los
trabajadores. Lo que yo veo es la intensificación de un proceso y no un cambio
de ruta. Si había alguna duda, ahora la gente se da cuenta que el gobierno está
rendido al mercado financiero.
CC: La tercerización fue uno de los temas preferidos
en los años 90, pero ¿no pasó? ¿No es contradictorio que esto ocurra
ahora?
RB: Fernando Henrique Cardoso trató de acabar con la
CLT (Consolidación de Leyes del Trabajo) a través de una reforma laboral que no
fue totalmente aprobada. Consiguió hacer pasar la reforma de las pensiones del
sector privado y la regulación de contratos por un tiempo determinado. El
gobierno de Lula aprobó la reforma de las pensiones del sector público y ahora,
con años de retraso, el segundo gobierno de Dilma concluye la reforma iniciada
por FHC.
CC: ¿Pero el CLT no protege también a los
trabajadores tercerizados?
RB: La protección de la CLT es formal, pero no sucede
en el mundo real. Quien es tercerizado, además de recibir menos, tiene
dificultad para organizarse sindicalmente porque el 98% de los sindicatos, que
representan a esta clase, protegen a las empresas en perjuicio de los
trabajadores. Un simple dato lo ejemplifica: según el Ministerio Público de
Trabajo, de las 36 principales liberaciones de trabajadores en situación análoga
a la de esclavos, en 2014, 35 eran empleados tercerizados.
CC: La bancada patronal tiene 221 parlamentarios,
según el DIAP (Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria) ¿Hay alguna
relación entre el tan hablado fin de la financiación privada de las campañas y
la aprobación de este proyecto?
RB: No hay la menor duda. Hoy en día es muy simple
percibir lo que ocurre en el país. Para elegir un concejal en Sao Paulo se pagan
4 millones de reales. Para elegirse un diputado estadual, son 10 millones.
¿Quién banca? Quién financia cobra sus intereses y esa hora llegó. Mientras el
Presidente de la Fiesp [Federación de las Industrias del Estado de São Paulo),
Paulo Skaf, estaba circulando en el Congreso durante los últimos dos días, dando
entrevistas, hablando con los diputados y defendiendo el proyecto, los
sindicalistas recibían bastonazos de la policía. Esa es la foto del Congreso
brasileño hoy: conservador, conformado por los empresarios, los evangélicos
radicales y la bancada de la bala. /2/
Notas:
1) Carteira assinada se llama en Brasil a la
tarjeta que acredita como trabajador formal.
2) bancada de la bala se dice en el Congreso
brasileño a los parlamentarios vinculados a la industria de los armamentos, a la
policía y a los militares.
Ruy Braga
es sociólogo, profesor en la Universidad São Paulo, Brasil / Wanderley Preite Sobrinho, es periodista de la Revista Carta
Capital.
Traducción para www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez