2014: un año para recordar
“En este final de
siglo, la enfermedad de Occidente es la de la abundancia: tener todo lo
material y haber reducido al mínimo lo espiritual". Enrique
Rojas.
Alfredo César
Dachary
En nuestras sociedades, según lo plantea el antropólogo Marc Auge, se
ha instaurado un nuevo reparto entre lo real y la ficción que afecta la vida
social hasta el punto de hacernos incluso dudar de la realidad. ¿Qué podemos
esperar y qué debemos temer de este enorme desorden?
En este año 2014, se recordó el comienzo de la primera guerra mundial
de 1914-1918, un hecho trágico que en realidad se extendió casi la mitad del
siglo XX a través de la segunda gran guerra mundial y terminó, en apariencias,
con dos bombas atómicas que explotan en Hiroshima y Nagasaki.
¡Qué gran coincidencia! que al cumplir cien años de esta tragedia se
comiencen a reconfigurar unos nuevos negativos de tal magnitud que nos recuerden
a los períodos anteriores al inicio de esa guerra, donde el mundo era una fiesta
que se bailaba al ritmo de la llamada “Belle Époque”.
¿Renace la guerra fría?
El 18 de febrero comienza un capítulo, que pensábamos ya superado, y
es el renacer de la tristemente célebre guerra fría, con un enfrentamiento en la
plaza de Maidam en Kiev, capital de Ucrania entre los pro-rusos y los
pro-occidentales, una división que se vino trabajando desde hace una década a
fin de poder rodear a Rusia por las tropas de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte
(OTAN).
La guerra se acelera cuando el 16 de marzo en Crimea, una región autónoma ruso hablante del sur de Ucrania, aprueba por
amplia mayoría el referéndum para su integración a Rusia; la "anexión"
denunciada por Kiev y los países occidentales, provoca la peor crisis
diplomática con Moscú desde la caída de la URSS.
¿Por qué Estados Unidos vuelve a temerle al oso ruso? La caída de la
URSS a comienzo de los 90´s llevó a ese país continente a una situación de
tragedia, donde el hambre competía con las nuevas riquezas de las que se
apoderaron las grandes empresas del estado, los denominados “oligarcas”,
situación que llevó a Rusia a estar de rodillas frente a Occidente, como un
“castigo por su rebeldía”.
En el nuevo siglo, Rusia no tiene el poder de la era de la URSS, pero
mantiene el poder militar-nuclear, suficiente para equilibrar el mundo que antes
era unipolar, junto a China la potencia emergente. Putin, un líder carismático y
un nacionalista, se ha logrado acercar a China y juntos constituyen un peligro
real por las riquezas en materias primas y su posición geopolítica, algo que
Estados Unidos consideraba como un tema que había pasado de moda.
Hoy, Estados Unidos intenta asfixiar a Rusia y a China, renaciendo
una nueva guerra fría, que ha llevado al rearme alemán, al japonés y de otras
potencias menores para acompañar a la otrora potencia imperial en su
recuperación de poder hegemónico en solitario, algo imposible, porque no se
puede , “dar marcha atrás a la rueda de la historia”.
En sus medidas de presión, o como le gusta denominarlas “castigo”, se
incluyen muchos aliados de Estados Unidos, incluido México, que al bajar los
precios del petróleo, pierde la mitad de sus ingresos calculados para el 2015,
¿es parte del precio a pagar por esa alianza histórica?
Una vez más las medidas draconianas e inmorales que aplica Estados
Unidos afectan a un país que se resiste a ponerse de rodillas y con ello renace
la dignidad nacional en la Rusia humillada de los 90’s, algo que servirá de
apoyo para resistir las agresiones, que llevan a una alianza mayor entre los dos
grandes potencias militares: China y Rusia.
La nueva guerra fría tiene tras de sí un oscuro referente, el poder
atómico, que hace medio siglo amenazó con destruir la vida del planeta y la
amenaza no ha cambiado, sólo se ha incrementado.
¿Dos accidentes políticos?
Entre los temas complejos del 2014 hay un hecho que se puede
clasificar como “extraño” y es el que ocurrió el 8 de marzo de este 2014 a un
avión Boeing
777 de la línea Malaysia Airlines, el que
efectuaba un vuelo entre Kuala
Lumpur y Pekín,
que desapareció con 239 personas a bordo. A pesar de las intensas
búsquedas, no se encontró ningún resto del aparato.
Las dudas sobre el accidente son muy grandes cuando se analizaron las
listas de pasajeros, y donde resaltaban expertos en guerra electrónica y otros
ingenieros y especialistas en este complejo y actual tema.
El 17 de julio de este año, un misil derriba un Boeing 777 de
Malaysia Airlines, con 298 personas a bordo, cuando sobrevolaba una zona de
guerra entre los separatistas pro-rusos y el ejército de Ucrania. Ante la
tragedia ambos bandos, Kiev y los rebeldes, se acusan mutuamente de derribar
esta aeronave, que iba de Ámsterdam a Kuala Lumpur.
Dos accidentes a una misma línea aérea, en rutas de zonas de guerra,
con antecedentes anteriores de vuelos sobre Rusia, que terminaron en tragedia y
mutuas acusaciones de espionaje, ¿un nuevo ingrediente para la guerra
fría?
El retorno del Ébola.
El 8 de agosto, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) decreta
una movilización internacional contra la epidemia de fiebre hemorrágica
del Ébola, que ataca en el
corazón de África y en pocos meses la epidemia ha matado a más de 6,800
personas, principalmente, en Liberia, Sierra Leona y Guinea, según la
OMS.
Una vez más, aunque esta vez con el reconocimiento mundial incluido
el del presidente Obama, Cuba manda una legión de médicos a enfrentar la crisis
de salud en esa región donde la miseria reina. Occidente se prepara para
enfrentar un potencial arribo de la peste a sus países, pero queda en un nuevo
miedo que genera la usina de rumores y de los cuales se alimenta el odio a los
pueblos y el temor a su gente.
Estados Unidos: la lucha por los derechos humanos de la gente de
color.
Las grandes movilizaciones en el gigante del norte contra el racismo
y la brutalidad policial en perjuicio de la población negra, que ha llegado a
extenderse a 170 ciudades y cuyos epicentros están en Nueva York y la pequeña
localidad de Ferguson en Missouri, son el detonante de este estallido ante la
negativa de los Tribunales norteamericanos para juzgar a los policías que, al
mejor estilo del “gatillo fácil”, disparan y matan contra víctimas inocentes de
raza negra, preferentemente los jóvenes.
Un ejemplo de esta brutalidad policial es el “No me asfixien” que
hacía referencia a las suplicas de Eric Garner, un afroamericano de 43 años, a
quien un policía aplicó una toma que lo dejaba sin respiración, y que finalmente
terminó con su vida el 17 de julio pasado, suplica repetida once veces por un
Garner con graves problemas de salud, cuyo grave crimen era vender cigarrillos
sueltos en Staten Island, Nueva York.
En esta localidad de Ferguson, con apenas 20,000 habitantes y cercana
a Saint Louis, donde la gran mayoría son negros y todos los policías son
blancos, el 9 de agosto un policía mató de siete disparos al
adolescente negro Michael Brown, que al igual que Garner estaba totalmente
desarmado.
Hoy, como hace medio siglo, la población negra, hispana y otras
minorías se organizan para enfrentar el fantasma de la persecución a los pobres
en el interior de la sociedad, por una policía racista como lo fue la
sudafricana de la era del Apartheid.
México: masacres y el naufragio del Estado
mexicano.
El caso de los 43 normalistas no fue más que la gota que logró
derramar el vaso, ya que éstos fueron detenidos por la policía y entregados para
su masacre a los narcotraficantes, con el silencio cómplice de las otras
autoridades armadas que estaban en la zona, según aseguran la mayoría de los
entrevistados.
Mal presagio para México, el Estado de Guerrero, mayoritariamente en
manos del crimen organizado y en pugna en el Estado de Michoacán, y así se sigue
la lista de los focos rojos que afectan al país, junto a la crisis económica que
trae la caída del precio del petróleo.
La crisis, no es obra del actual gobierno, sino la sumatoria de
décadas de convivencia del Estado con estos grupos, hasta la actual situación
para muchos incontrolable, para nosotros deseable que se logre controlar porque
el costo de este problema puede ir muy lejos.
El tema no es nuevo ni sólo de México, abarca toda América y el
mundo, es otro nivel del conflicto mundial, algo que ya lo vienen anunciando los
expertos, del poder mundial de la economía criminal, en este nuevo siglo.
Fin trágico de la fiesta, como hace 100 años, esperemos que el 2015
sea testigo de un cambio radical en este panorama regional y mundial, porque
sólo así podríamos avanzar en lo que es el problema mayor del mundo, la
espantosa asimetría que enfrenta a una sociedad muy diferenciada, caldo de
cultivo de estas situaciones extremas.
alfredocesar7@yahoo.com.mx