Hollande, “el pequeño telegrafista” de la derecha
israelí
Israel-Palestina: una cuestión de
“equilibrio”
Alainet
1/8/14
La expedición punitiva del ejército israelí en Gaza reactivó
una de las aspiraciones más espontáneas del periodismo moderno: el derecho a la
pereza. En términos más profesionales, esto se llama el “equilibrio”. El canal
de televisión estadounidense Fox News, de extrema derecha, se autocalifica, no
sin humor, “justo y equilibrado” (“fair and balanced”). En el caso del conflicto
en el Medio Oriente, donde las responsabilidades no se comparten por igual,
“equilibrio” es proporcionar ventaja a la potencia ocupante. Para la mayoría de
los periodistas occidentales, esta es también una forma de protegerse del
fanatismo de los destinatarios de una información que pudiera desagradarles,
dando la palabra inmediatamente a quienes pueden tranquilizarlos. Tampoco se
observa esta misma preocupación en otras crisis internacionales, Ucrania por
ejemplo. El verdadero equilibrio sufre al menos por dos razones. En primer lugar
porque entre las imágenes de la prolongada masacre en Gaza y las de una alerta
de tiro de cohete en una playa de Tel Aviv, una buena balanza debería inclinarse
un poco... Además, debido a que algunos protagonistas, israelíes en este caso,
tienen profesionales de la comunicación -entre ellos su primer ministro, que
parece formateado para la televisión estadounidense- mientras los otros solo
tienen que ofrecer, a los medios de comunicación occidentales, el calvario de
sus civiles. Inspirar lástima no es un arma política muy efectiva, más vale
controlar la narración de los hechos.
Durante décadas se nos dice que Israel “responde” o
“replica”. Este “pequeño Estado pacífico, mal protegido, sin aliados poderosos”,
logra siempre ganar, a veces sin un rasguño... Para llevar a cabo tal milagro,
necesita que cada confrontación comience precisamente cuando Israel aparece como
víctima aturdida por el mal que la abruma (secuestro, atentado, agresión,
asesinato). Es en este terreno bien delimitado en que se desarrolla la doctrina
del “equilibrio”. Uno se indignará por el envío de cohetes contra la población
civil, el otro considerará que la “respuesta” de Israel fue mucho más mortífera.
Un crimen de guerra en cada parte, empate en la práctica. Y así nos olvidamos
del resto, es decir, lo esencial: la ocupación militar de Cisjordania, el
bloqueo económico a Gaza, la creciente colonización de la tierra. La información
continua nunca parece tener tiempo para profundizar en ese tipo de detalles.
¿Cuántos de sus mayores consumidores saben que, por ejemplo, entre la Guerra de
los Seis Días y la de Irak, entre 1967 y 2003, más de un tercio de las
resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han sido violadas
por un Estado, Israel, y que a menudo concernían la colonización de los
territorios palestinos? Basta con decir que el simple alto el fuego en Gaza
perpetuaría una reconocida violación del Derecho Internacional. Ya no podemos
contar con Francia para recordarlo. Al declarar el 9 de julio pasado, sin una
palabra para las decenas de víctimas civiles palestinas, que le incumbe al
gobierno israelí “tomar todas las medidas para proteger a su población frente a
las amenazas”, François Hollande ha abandonado toda apariencia de equilibrio,
convirtiéndose en “el pequeño telegrafista” de la derecha israelí.
- Serge Halimi es Director de Le Monde
Diplomatique.