NCeHu
319/14
América Latina como
geografía
Bariloche, 6 al 10 de octubre
Ucrania
como el “Waterloo” del Imperio del dólar
Alainet,
6/5/14
“Los Jefes tradicionales
del Mundo son los banqueros ingleses y norteamericanos y en el mando mundial
está la Dinastía de Rothschild. Con sus socios en el Banco de la Reserva
Federal de EEUU, como la Dinastía Rockefeller y otros 8 socios banqueros, emiten
la moneda: el dólar.
La
Reserva federal es propiedad privada (de 10 agentes) y no es de la nación. Esta
élite controla la moneda y los Bancos Centrales de casi cada país así como el
FMI y el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Basilea,
Suiza. En 2006 Putin canceló a los Rothschild toda la deuda que tenía el país y
con ello recuperó su soberanía. Al igual China es soberana en este sentido.
El Imperio
del dólar y con ello el Imperio Rothschild está en problemas. Su infraestructura
dispersa se está desmoronando. Lo que ocupa es la fuerza coercitiva (OTAN) para
lograr mantener sometido las naciones al dólar. El Imperio del dólar, sin
embargo, se está acabando. El dólar ha de dar un importante paso hacia
atrás”.
El Consejo
Ejecutivo del FMI aprobó en 2010 un nuevo sistema de distribución de cuotas y
votos. Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en general y China
en particular podrían aumentar notablemente el peso económico y político de los
BRICS. Sobre esta base sería posible pensar en una moneda global basada en los
Derechos Especiales de Giro del FMI. Sin embargo hasta marzo de 2013 el nuevo
sistema no había entrado en vigor por estar pendiente la ratificación en los
Parlamentos de varios países, incluido EEUU.
El visto
bueno del Congreso estadounidense es imprescindible para concluir las reformas
del FMI. Pocos años después el viceministro de Finanzas ruso declaró que
“algunos de nosotros ya están perdiendo la paciencia” por la demora en la
ratificación de la reforma por EEUU.
En marzo de
2013 los BRICS, están dando los primeros pasos para lanzar una institución
financiera global alternativa en contraposición al FMI y al Banco Mundial. En
agosto de 2013 el Banco Central de China hizo un llamado por un nuevo ´Bretton
Woods´ en el cuál el dólar sería desplazado como la primera moneda de reserva
internacional. Con ello estaríamos ante el surgimiento de un nuevo orden
monetario internacional con diferentes bloques económicos. El dólar perdería su
estatus actual. Muchos dólares regresarán a EEUU con un efecto inflacionario al
estilo de la República Weimar acompañado de su mayor depresión de la
historia.
Probablemente surgirá la zona
de Yuan/BRICS (el Renminbi será la moneda internacional y el Yuan la moneda
doméstica), la eurozona, la disminuida zona del dólar (con un dólar interno que
puede devaluar lo necesario y otro internacional). En un segundo plano,
más reducido, estaría el Yen y la Libra Esterlina. A partir de ello es
posible plantear una convergencia en torno a una Moneda Mundial (Vea, Anthony
Migchels, The dying dollar and the rise of a new currency
order,www.realcurrencies.wordpress.com, 7de abril de 2013). .
Parece que
estamos ante una coyuntura crítica de una guerra de monedas. Ya no es
simplemente una competencia por mantener más bajo al tipo de cambio de las
monedas para ser más competitivo como país. En los últimos diez años China,
India, Rusia y otros países orientales han comprado activamente oro y lo han
hecho por las mismas razones. De acuerdo con la agencia Bloomberg, un estado
tendrá más soberanía conforme más oro tiene en el caso de desastres con el dólar
u cualquier otra moneda de reserva.
Para China es a la vez una
posibilidad de elevar el estatus del Yuan al de moneda de reserva global. El día
que Rusia y China decidan deshacerse masivamente de sus reservas internacionales
en dólares, vendiendo los bonos del Tesoro por debajo de su valor (dumping), el
dólar colapsaría y el precio del oro se disparará. Lo anterior significa también
que los Rothschild no solamente se están confrontando con Rusia sino
potencialmente también con China y la India y otros miembros de la Organización
de Cooperación de Shanghái (SCO). El oro, en otras palabras, puede ser usado
como un arma contra Occidente (Vea, Rusia y China se blindan con oro
contra EEUU, en www.actualidad.rt.com, 12 de
febrero de 2013).
Ya el año pasado se pudo
apreciar una marcada competencia entre el Dólar americano, el Yuan chino y el
Rublo ruso. China y otros países de economías
emergentes están diversificando sus reservas fuera del
dólar y comprando oro y por otro lado
la élite bancaria de Wall Street y Londres están interviniendo el precio del oro
a la baja. Hay intereses al más alto nivel para quienes es crucial que el
precio del oro sea lo más bajo posible. Para mantener la (aparente) fuerza del
dólar es preciso tener controlado al precio del oro. ¿Cómo lo hacen? La venta a
futuro y la venta de certificados de oro sin respaldo alguno son parte de la
explicación.
Desde 2004 se observaron
movimientos que indican un comportamiento ilegal. Esta situación también se
observó con la tasa de interés Libor. La tasa de interés interbancaria propuesta
en Londres (LIBOR, por sus siglas en inglés), ha sido manipulada
fraudulentamente desde 1991. Lo anterior se reveló apenas hace dos años.
¿Quiénes son los responsables por la actual manipulación del precio de
oro? Las raíces más profundas y escondidas de la manipulación del
oro, conducen al centro mismo del sistema: la Reserva Federal, el Tesoro de
Estados Unidos, el Banco de Pagos Internacionales y el de Inglaterra entre otros
megabancos, por lo que la serpiente no comenzará a comerse su propia cola
(Vea, Bloomberg, Mercado de oro es manipulado,www.inteligenciafinancieraglobal.blogspot.com, 27 de febrero de 2014).
Una guerra
de monedas contra los BRICS
A partir de
mayo de 2013, las monedas de los grandes países llamados emergentes (India,
Brasil, Rusia, África del Sur, Rusia, Turquía, Argentina…) han sido sometidas a
ataques especulativos y han perdido en ciertos casos hasta más del 20% de su
valor. ¿Qué está pasando? La Reserva Federal de EE.UU ha revertido su política
de “dinero fácil” (quantitative easing) de emisión monetaria que inició en 2008.
QE consistía en una modalidad de que la Fed comprara valores respaldados por
hipotecas, es decir, los activos tóxicos de los bancos privados para
así salvarlos.
A raíz de la
crisis financiera de 2008, la Reserva Federal ha inyectado un total de 3.3
billones de dólares sin respaldo en los bancos. Las bajas tasas de interés no
han animado a los inversores a invertir y producir el crecimiento en Estados
Unidos. Los grandes ganadores de la política monetaria de Estados Unidos con los
planes de flexibilización cuantitativa han sido los mercados especulativos.
Buena parte del dinero había sido utilizado por bancos e inversores como capital
ficticio parasitario (la bolsa de valores, los bonos del Tesoro,
etc.).
De esta
forma han contribuido a una nueva ola especulativa en el mercado de bonos y la
bolsa de valores, como puede verse en la siguiente figura. El resultado en el
corto plazo ha sido la concentración progresiva de la riqueza. En el mediano
plazo esta nueva ola especulativa conllevará a otro colapso
financiero.
Sin embargo,
no todo ese capital sin respaldo (QE) se fue para la bolsa de valores o el
mercado de bonos. Parte de ello lo invirtieron también en los nuevos mercados
emergentes, es decir, en la economía real de los países periféricos. Desde 2008
los inversores buscaban cómo invertir este capital ficticio en mercados
emergentes. Ahora bien, estos estímulos se reducen drásticamente en los primeros
tres meses del año 2014.
La compra de
bonos públicos sin respaldo baja en tres meses de 85 mil millones de dólares en
enero a 55 mil millones en marzo de 2014. Este ajuste en la política monetaria y
la expectativa de mayores tasas en EE.UU, han llevado a un cambio en el flujo
internacional de capitales. Las inversiones en los países emergentes disminuyen
y hay un flujo de regreso. Cuando en estos flujos de capital prevalece el
´capital golondrino´ (depósitos a corto plazo, por ejemplo), la posibilidad de
la especulación y una crisis consecuente son más grandes.
Cuanto más especulativo sea el
carácter de estos flujos de capital, tanto más expuesto está un país a retiros
masivos con la devaluación repentina de la moneda (Vea, Laura Jepson Why emerging countries are not collapsing.www.globalriskinsights.com; y CIGES, Coyuntura Económica Argentina, Marzo
2014, www.ciges.org.ar. Marzo
2014.
Mayores
salidas de capital al igual que menores saldos comerciales imponen presiones en
las reservas nacionales y debilitan las balanzas de pago de los países
periféricos. Por ello muchos países periféricos y no en último lugar los BRICS
se han visto obligados a devaluar sus monedas y alzar las tasas de interés
internas. Entre febrero de 2013 y de 2014 la devaluación de la moneda en
Argentina fue de 56%, en Turquía y Sudáfrica 23%, en Brasil y Rusia 22%, en la
India 16%, etc. Las devaluaciones suelen tener impactos negativos en
la inflación así como en los servicios de deudas públicas y privadas en
moneda extranjera (CIGES, Ob. Cit.).
La reducción
repentina del dinero fácil por la Reserva federal, seguida en marzo de 2014 por
el Banco Central de Europa, busca desestabilizar en primer lugar el Rublo ruso,
pero colateralmente las otras monedas de los países emergentes frente al dólar y
al euro, creando un caos internacional. Al devaluar el Rublo, a Rusia no le
queda de otra que aumentar sus tasas de interés. Esta arma es menos directa que
una confrontación militar o la imposición de sanciones económicas más o menos
drásticas. Ahora el turno es para los países emergentes y sobre todo los
BRICS.
Los bancos centrales de los
países emergentes acumularon enormes reservas internacionales para tiempos duros
y están mejor preparados que en los noventas. Las grandes naciones emergentes
con un fuerte superávit están en condiciones de castigar duro a los países
fuertemente endeudados como EEUU y el Reino Unido, afirmó David Bloom, jefe de
monedas de HSBC. La causa es sencilla, afirma, basta herir a Rusia o a China y
el impacto de la venta masiva de los bonos del tesoro tendrá un impacto
devastador en esas economías centrales endeudadas (Vea, Jim
Sinclair, Putin tiene la bomba nuclear económica, enwww.yahel.worldpress.com, 17
de marzo de 2014).
Una venta coordinada y masiva
de las reservas internacionales crearía un efecto bumerán contra el dólar y
causaría eventualmente su colapso. Cuando bajo circunstancias ´normales es
difícil que se dé una política coordinada de ´dumping´ de reservas
internacionales en dólares en la modalidad de bonos del Tesoro, la crisis en
Ucrania podría ser el factor aglutinador para que esto efectivamente suceda. En
este contexto, la delegación china en Alemania en marzo de 2014, con la
presencia del presidente Xi Jinping, advirtió a Occidente de no aplicar
sanciones económicas contra Rusia ya que tales medidas podrían generar una
reacción en cadena muy difícil de controlar, refiriéndose a la venta masiva de
los bonos del Tesoro de EEUU (Vea, Jim Sinclair, Ob. Cit.; Gary
Dorsch, Cold war ´lite´ the battle over the russian ruble,www.marketoracle.co.uk ,
21 de marzo de 2014 y; Noah Barkin y Andreas Rinke, China warns of dangerous
Russia sanctions ´spiral´,13 de marzo de 2014, www.marketoracle.co.uk).
En la
actualidad muchas economías emergentes, paradójicamente, son tildadas de
“frágiles” por los principales medios de comunicación y grandes fondos de
inversión internacionales, cuando la mayoría de ellas y sobre todo los BRICS han
sido y siguen siendo las economías reales impulsoras del crecimiento global. Los
BRICS reivindican un cambio en el orden global financiero. Trátase de un cambio
en el orden financiero y no el sistema como tal. Los BRICS están intentando
cambiar las balanzas a su favor. Con ello la permanencia del dólar como
moneda internacional de cambio y moneda internacional de reserva está en
discusión.
La opción de los Derechos
Especiales de Giro del FMI como posible alternativa no es una opción para los
BRICS mientras no tengan mayor injerencia en las decisiones del FMI. La posible
creación de una moneda propia de los BRICS podría cambiar el orden financiero
actual. (Vea, Ricardo Cuto dos Santos, ¿Podría una moneda BRICS
destronar al dólar?http://actualidad.rt.com 3 de enero de 2014).
Amenaza de
guerra mundial para crear un gobierno global
En el siglo
pasado cada crisis internacional de envergadura ha terminado en la consolidación
de un mayor poder mundial en manos de una pequeña élite financiera y esto no fue
accidental. Las dos familias que se dice que han manejado y manejan aún el mundo
son la Familia Rothschild y la Familia Rockefeller. La Familia Rothschild es una
dinastía de banqueros que hizo su gran fortuna al conocer antes que nadie el
resultado de la batalla de Waterloo y compró cuando toda Inglaterra daba por
perdida la gesta de Wellington y los precios de los bonos estaban por el suelo.
Luego vendió en la euforia que siguió a la derrota del emperador Napoleón y la
fortuna estaba hecha.
Los aliados
ganaron la batalla de Waterloo, pero realmente fue Rothschild quien la ganó.
Durante la Guerra Civil de Estados Unidos entre 1861 y 1865, los Rothschild
financiaron a ambos bandos enfrentados. La historia del capitalismo muestra que
la mayoría de las guerras ha sido provocada y controlada por la élite
financiera, manipulando gobiernos de ambos lados a fin de obtener un resultado
preconcebido.
El ascenso del Nacional
Socialismo en Alemania, por ejemplo, fue financiado en buena medida por
corporaciones estadounidenses, incluyendo empresas del imperio Rockefeller. Los
mismos banqueros que financiaron a los Nazis también aportaron fondos para la
revolución bolchevique y estas dos ideologías fueron contrapuestas
posteriormente en un conflicto que hoy en día llamamos la Segunda Guerra
Mundial, como plantea Brandon Smith citando a Antony Sutton en su
libro Wall Street and the Bolshevekin Revolution. (Vea, Brandom
Smith Ukrania Crisis: Just another globalist-engeneered
powder keg, www.alt-market.com, 10 de
marzo de 2014).
Esta élite
bancaria aún hoy controla el mundo y para ello sigue sirviéndose de guerras,
crisis y revoluciones. El Banco de Pagos Internacionales (B.I.S. por sus siglas
en inglés), es el banco central de los bancos centrales que define
las políticas de todos. A partir de 2008 pasamos del rescate financiero de los
grandes bancos a la crisis de la deuda soberana de los países. La incapacidad de
pago de la deuda soberana a su vez pone en peligro la soberanía de los países,
meta final de la élite bancaria.
Hoy estamos
de nuevo ante una crisis mundial de envergadura con amenazas de guerra y, a cien
años de la Primera Guerra Mundial, la pregunta lógica es si vuelve a darse el
mismo fenómeno o si más bien se agotaron las condiciones objetivas para que
esta élite financiera se salga otra vez con la suya.
Brandon
Smith ya señalaba hace tiempo que la elite financiera global de Wall Street y la
City de Londres buscan un suceso suficientemente impactante para generar una
situación que sirva de pretexto para acabar con el dólar como moneda
internacional y sustituir el dólar por los Derechos Especiales de Giro del FMI.
Sin embargo, el FMI no tiene el dinero ni el oro suficiente, ni tampoco el apoyo
de los BRICS mientras no haya una cuota de poder que responde a la situación
real de las economías en el mundo.
Hay un
amplio acuerdo internacional de que el dólar de EEUU que se comercializa
internacionalmente debe convertirse en una moneda independiente de cualquier
nuevo billete del Tesoro emitido por la república de los Estados Unidos, sin
tener que devaluar los dólares en poder internacional. Los únicos que se
oponen a esto son las familias que poseen el régimen actual del dólar y
quienes quieren seguir como están. Procuran así implementar un sistema monetario
global bajo el control de esta élite a través del FMI y acabar con la soberanía
de cualquier Estado, incluyendo al mismo EEUU.
La crisis en
Ucrania presenta aparentemente una oportunidad bajo la amenaza de una Tercera
Guerra Mundial obtener su objetivo.
No basta,
sin embargo, para semejante proyecto, que la elite financiera global
domina la “industria bancaria” y la mayoría de los políticos; también necesita
obtener la opinión pública de su lado. Lo que quiere provocar es un suceso tan
impactante que el gran público de ambos lados del Atlántico e incluso de Eurasia
(Rusia y China) pida a gritos un gobierno global manejado por esa
élite.
Para crear
ese espacio una vez más buscan contraponer dos potencias a punto de una guerra
que amenace con provocar una tragedia a escala mundial. En el momento más
crítico esperan que una ´comunidad internacional´ suficientemente amplia de
ambas bandas apele a esta gobernabilidad global para evitar el desastre
mundial.
La
justificación sería que: mientras continúe existiendo el concepto de
Estado-Nación, las guerras no desaparecerán y sólo se logrará la paz con un
Estado Global. El caos mundial sería la forma para generar un nuevo ´orden´. La
vieja elite financiera pretende aparecer así como los salvadores de la
humanidad. Un gobierno global privado con el dinero global, sin mediación de
Estado-nación alguna, no sólo maneja las finanzas globales sino acabaría con
toda soberanía nacional, hasta la de EEUU. Los medios masivos controlados por
esa élite financiera nos comunicarán que un colapso de todo el sistema está en
juego.
La guerra
contra Siria, inevitablemente hubiese conllevado a una guerra entre Oeste y el
Este. Lo que con dicha guerra, sin embargo, no se lograría sería obtener la
alineación de una comunidad internacional suficientemente amplia para pedir a
gritos una gobernanza global supuestamente capaz de evitar otra guerra
mundial.
La forma
como llevó Occidente a cabo la crisis en Ucrania, en esencia, es copia de cómo
provocan una crisis en Libia, Siria o Venezuela. Una crisis provocada en
Ucrania, sin embargo, se vislumbra directamente como una confrontación entre
Este y Oeste con una amenaza de guerra devastadora a escala
mundial.
La crisis
provocada en Ucrania y Crimea deberían servir como una cortina de humo para
obligar a la Unión Europea a firmar el Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la
UE e imponer ante rusos y chinos un nuevo sistema monetario global manejado por
la elite financiera. Los medios masivos controlados por la élite financiera nos
comunicarán para lograrlo que un colapso de todo el sistema podría estar en
juego. (Vea, Brandom Smith, Ob. Cit.).
El golpe de
Estado en Ucrania, otro fracaso geopolítico
La
justificación del gobierno de Obama para apoyar el golpe de Estado en Ucrania
con un telón de fondo de violencia callejera televisada y dirigido por fascistas
locales se derrumbó ya el 5 de marzo de 2014 con una llamada telefónica
“hackeada” entre la jefe de asuntos exteriores de la UE Catherina Ashton y el
ministro de exteriores de Estonia, Urmas Paet. En dicha llamada se reveló que
los francotiradores que dispararon contra manifestantes en la Plaza Maidán en
Kiev no estaban alineados con el presidente Viktor Yanukovych, sino con los
propios dirigentes de las manifestaciones. Como el equipo de Obama había
utilizado la muerte de manifestantes para justificar su apoyo al nuevo gobierno
impostor, ahora resulta que miembros del nuevo gobierno están implicados en la
matanza de civiles inocentes.
Con ello, el apoyo de Obama a
los conspiradores del golpe en Kiev queda comprometido. Lo anterior no dejó de
arruinar el plan del gobierno de remover a Rusia de Crimea y expandir la OTAN
hacia Ucrania. (Vea, Mike Whitney, El gran titiritero Brzezinski, www.rebelion.org 11 de
marzo de 2014)
Durante la
crisis en Siria, el Reino Unido retiró su apoyo y dejaba a EEUU en una situación
incómoda. La historia se repite en Ucrania. El Reino Unido no apoyaría
tampoco la imposición de sanciones económicas significativas que EEUU
quiere imponer a Rusia. La razón es muy clara. Hoy en día la City
se financia ampliamente con haberes rusos que están evaporándose, como
demuestra una nota interna de Downing Street que se filtró en Londres por
la prensa británica.
Con eventuales sanciones
económicas no sólo el Reino Unido, se verá afectado, sino lo mismo pasaría
también a los intereses económicos de Alemania, Italia, los Países Bajos,
Polonia y Francia. Transnacionales como BP, Shell, ENI, Volkswagen, Siemens,
Deutsche Telecom, Unicrédit –y ciertamente muchas más– quedarían afectadas. Para
Estados Unidos la situación no luce tan complicada, aunque varias
transnacionales, como Exxon–la segunda empresa más importante de ese
país–, Coca Cola y Continental, tienen haberes considerables en Rusia
(Vea, Thierry Meyssan, John Kerry no tiene una política solo
tácticas, www.voltaire.org, 17 de marzo de 2014).
Con la
actitud desafiante y prepotente de Bruselas y Washington, los occidentales
están quedando en ridículo al no poder adoptar ninguna sanción económica
significativa contra Moscú. Rusia respondió muy hábilmente, tomando Crimea
sin disparar un tiro y dejando a sus adversarios con los serios problemas
económicos y políticos de Ucrania. Paul Craig Roberts, ex secretario del Tesoro
con Reagan, adujo que las sanciones de EU contra Rusia acelerarían el desarrollo
de los BRICS, los cuáles en semejante coyuntura pueden crear su propia
moneda.
Las
sanciones del G7 fracturarían al G20 frente a los BRICS, la nueva bipolaridad
regional del siglo XXI. La gran perdedora sería el proyecto de la economía
global y con ello la élite de Wall Street y la City de Londres (Vea,
Alfredo Jalife, Post Crimea: G7 frente a los BRICS, La Jornada, 16
de marzo de 2014). El regreso de Crimea a la Federación Rusa y el voto
masivo de la población a favor de ese paso han confirmado el fracaso total de
los planes de Estados Unidos y su principal objetivo: sacar a los rusos de
Sebastopol y cerrarles a la vez la puerta del Medio Oriente.
Más allá de
la cacofonía desinformativa de los multimedia occidentales, Red Voltaire
(18/3/2014) adelanta que existe un acuerdo tras bambalinas entre EEUU y Rusia
sobre tres aspectos fundamentales: 1) la redacción de una nueva constitución en
Ucrania, que definirá los siguientes parámetros: el idioma ruso será oficial
junto al ucranio y las regiones dispondrán de amplia autonomía; 2) la federación
protegerá a los rusófilos de la parte oriental de Ucrania, y 3) la neutralidad
de Ucrania entre Estados Unidos y Rusia, la cual epitomizará, a juicio de
Alfredo Jalife- Rahme (La Jornada, 19 de marzo de 2014) su finlandización de
facto.
Ucrania como
el ´Waterloo´ del Imperio del dólar
En la opinión de autores como
Jim Willie (Ukraine as the U.S. dollar Waterloo-Immediate Petro-Dollar
risk, 6 de marzo de 2014,www.marketoracle.co.uk),
Ucrania podría resultar como el “Waterloo” del equipo de Obama y los banqueros
de Wall Street, el verdadero poder tras del trono. La política exterior de
su tercer mandato de Putin es la Unión Económica
Euroasiática.
Mientras
haya una escalada del conflicto, Rusia ni China cooperaran con un gobierno
global con una moneda global propuesta por el FMI y basada en una canasta
de monedas y menos cuando sea manejada a través del FMI por la élite financiera
de Wall Street y la City de Londres. Ante una eventual amenaza militar y/o
sanciones económicas de cierta envergadura, los rusos y chinos
tendrán una respuesta financiera contundente: el rechazo total al dólar
mediante un “dumping” masivo de los bonos del Tesoro de EEUU. Ello
funcionaría como una bomba nuclear en el mero centro de Manhattan. La mitad de
dichos bonos está en manos extranjeras y el 30% en manos chinas y
rusas. Como puede observarse en el gráfico abajo la tenencia de bonos del
Tesoro (Treasuries) en manos extranjeras ya muestra un sensible bajón desde la
crisis en Ucrania.
Rusia se encuentra a un paso
para dejar colapsar la economía estadounidense y en la opinión de Jim Sinclair,
consultor en material de ´commodities´, faltaría que el presidente Obama haga un
paso en falso en torno a Ucrania para que esto realmente suceda según una
entrevista con Greg Hunter (Supervisor de las reservas en oro de EEUU) el día 17
de marzo de 2014 (Vea, Jim Sinclair: Russia is one move away from
collapsing U.S. economy, www.examiner.com, 17 maart
2014). El impacto mundial del colapso del dólar como moneda internacional
de cambio y de reserva, será devastador mucho más allá de las fronteras
estadounidenses.
Para
protegerse del caos internacional en materia monetaria, Rusia está invirtiendo
en oro y bien podría exigir pagos en oro por el gas que exporta a Ucrania y, de
escalar las cosas, hasta a Europa. El oro hace años ha ido
masivamente del Oeste al Este y sobre todo hacia China como puede observar
en el siguiente gráfico. La India es el segundo importador de oro en importancia
en el mundo, pero también Japón importa oro masivamente. El oro podría ser la
base de una nueva moneda de la Unión Económica Euroasiática o al menos ser
parte importante de la misma. En tal caso la élite de Wall Street no
lograría su objetivo de instaurar un gobierno global con una moneda global. Más
bien sería el triunfo de los BRICS para lograr un mundo
multipolar.
El Financial
Times del 15 de marzo citó a un ex funcionario del Departamento de Estado,
Strobe Talbott: “La ironía es que el sector bancario ruso ha hecho avance
bastante bueno al conectarse al sistema global. Eso quiere decir que es
vulnerable y a la vez es una buena palanca para hacer presión”. Liam Halligan
del Telegraph de Londres señala que los bancos de Occidente tienen 242 mil
millones de dólares expuestos en Rusia, comparados con solo 160 mil millones que
tienen los rusos en Occidente.
El artículo
de Financial Times también informó que las compañías rusas han sacado miles de
millones de dólares de los bancos occidentales, particularmente de Londres,
anticipándose al congelamiento de esos fondos a consecuencia de la Crisis de
Ucrania. Una segunda noticia caliente es que se vendieron desde el 1 de marzo
105 mil millones de dólares en valores del Tesoro que provienen de las cuentas
extranjeras bajo custodia de la Reserva Federal. No se pudo determinar a la
fecha que estas colocaciones hayan sido rusas o de otras naciones periféricas en
busca de defender sus monedas contra la especulación (Vea el gráfico
siguiente).
El fracaso
de la geoestrategia de Occidente; Eurasia resurge
En medio de
las crisis internacionales de Siria y Ucrania, EEUU dejó de ser el ´puerto
seguro´ para los inversionistas, como podrán observar en el gráfico siguiente.
Hay una fuga masiva de los inversionistas hacia el oro físico. El precio del oro
subió un 14% en los dos primeros meses del año 2014 (vea el gráfico
subsiguiente) y la expectativa es a la alza. Los especialistas estiman que el
precio del oro hacia finales del año 2014 estaría un 80% por encima del nivel de
enero, aunque hay otras estimaciones mucho más impactantes.
Lo anterior
otorga a los países que invirtieron en oro físico, no sólo la posibilidad sino
incluso la conveniencia de vender masivamente los bonos del Tesoro. La quiebra
de los mercados de los bonos del Tesoro será la consecuencia, hecho que a su vez
hará disparar el precio del oro. Los bonos, las acciones, los certificados de
oro y toda la economía de papel, se desplomará, hecho que a su vez hará disparar
el precio del oro. Será un colapso del Dólar sin salida para la élite de Wall
Street y la City de Londres de controlar su propia moneda y de crear el gobierno
global.
El gobierno
estadounidense no tendrá de otra que introducir un dólar republicano que dejaría
de tener la calidad de moneda internacional de cambio y de reserva. Una cadena
de devaluaciones del nuevo dólar sería el siguiente paso. EEUU entraría a la
categoría de país subdesarrollado. (Vea, Jim Willie, Ob.
Cit.).
En su
libro El gran tablero mundial, la supremacía estadounidense
y sus imperativos geoestratégicos, publicado en 1997, Zbignew Brzezinski,
ex consejero de seguridad nacional, revelaba con cínica franqueza las
razones profundas de la estrategia islámica de su país. Según Brzezinski, la
presa principal que Estados Unidos espera obtener es Eurasia, vasto
conjunto que se extiende desde el oeste de Europa hasta China a través del Asia
central.
Desde el
punto de vista estadounidense, Rusia parece destinada a ser el principal
problema. Estados Unidos trata de impedir que Rusia alcance la supremacía.
La política americana apuntaba por otro lado simultáneamente al debilitamiento
de Rusia y la ausencia de autonomía militar de Europa. De ahí la ampliación de
la OTAN a los países de Europa central y oriental, para perennizar la presencia
americana.
La geopolítica de una maniobra
Euro–Atlántico de Brzezinsky se lanzó como una estrategia de EE.UU. para el
Medio Oriente, pero aterrizó, como un Caballo de Troya, en la llamada Euromaidan
de Kiev (Vea, Umberto Mazzei, Roxanne Zigon, espanol-bounces@other-news.info, 14 de marzo de 2014).Quienes hacen la política
en Bruselas tienen sus mentes controladas por Washington y el paradigma de
Brzezinsky fracasó, al considerar a Ucrania como “un reducto occidental que
impide la reencarnación de la Unión Soviética”. Sin Ucrania Rusia cesaría de ser
un imperio.
Brzezinsky,
desafortunadamente, enseñó bien cómo odiar y temer a Rusia, pero, por suerte, su
legado geopolítico es anticuado, porque el mundo ´moderno´ no soporta vivir dos
conceptos opuestos al mismo tiempo: mundialismo unilateral vs diversidad del
diálogo civilizado.
La fórmula
de defensa europea capaz de contrarrestar la hegemonía americana en el Viejo
Continente pasaría por un eje anti-hegemónico París-Berlín-Moscú. En realidad, a
través de las opciones que escogieron con asesores como Brzezinsky,
los estadounidenses parecen haberse equivocado en todas las regiones
del mundo que debían servirles de base. Les ha traído un fracaso político tras
otro (Vea, André Chamy, El Eje de la Esperanza, de Pekín
a Beirut, pasando por Moscú, Teherán y Damasco, Red
Voltaire, 10 de marzo de 2014).
Crimea es
una pieza perdida en el gran tablero de la OTAN. Crimea ya fue objeto de la
ambición anglo-sajona en la Guerra de Crimea (1853 – 56) pero quedó
rusa. Cuando Kruschev la anexó a Ucrania, fue como República
Autónoma. Después del Golpe de Estado en Kiev, el gobierno local rechazó
los intentos de invadir Crimea con matones mercenarios y de crear una rebelión
de los tártaros locales.
El gobierno
“de facto” en Kiev comenzó entonces a hablar de una invasión rusa de la Crimea.
La prensa y los gobiernos de la OTAN querían ignorar que Crimea es la base de la
flota rusa del Mar Negro y que de acuerdo al tratado Ruso-Ucraniano de 1997,
hasta el año 2040, Rusia tiene derecho a mantener allí hasta 27 mil
hombres.
Ucrania será
la próxima pieza sin que Rusia tenga que mover sus tropas. En Ucrania se tomó el
poder con la invasión del Parlamento por matones armados, que causaron la fuga
de la mayoría de los parlamentarios del gobierno. Luego, bajo evidente
amenaza y tal vez con sobornos llevaron al resto a destituir al Presidente en
una súbita sesión, sin siquiera juicio. Los gobiernos de la OTAN
reconocieron enseguida al previsto “gobierno provisional”. Ahora lo que hay es
un problema de tres colas para los conspiradores euro–americanos: a) cómo salvar
sus intereses económicos en Rusia; b) cómo castigar a Rusia; c) cómo expandir la
integración europea. Parece que Occidente tiene pocas piezas sobre el tablero de
ajedrez (Vea, Nil Nikandrov, Estados Unidos contra Venezuela: la guerra
fría se calienta, Red Voltaire, 12 de marzo de
2014).
El clima
político en Ucrania se pondrá pronto peor, porque las reservas de Ucrania ya
habían bajado de US$17,8 millardos a 15 millardos en las últimas cuatro
semanas. La deuda por gas de Ucrania con Rusia en este momento es de
US$1,5 millardos. Estados Unidos y la Unión Europea no tienen la voluntad
política para apoyar económicamente a Ucrania y evitar que se
derrumbe.
El verdadero
problema para Ucrania es el caos financiero que se aproxima. Un default y un
colapso financiero ucraniano están a la vista. Ello tendrá un efecto devastador
en la atmósfera ya muy tensa de Ucrania y netamente desfavorable para Occidente
(Vea GEAB 83, marzo de 2014).
Con el
referéndum en Crimea, por vez primera un pueblo ex soviético decide
libremente reconocer la autoridad de Moscú. Lo que ahora temen los occidentales
es que ese hecho tenga un efecto comparable a la caída del muro de Berlín, pero
en el otro sentido. La ministra de Relaciones Exteriores de Transnistria ya está
haciendo una gestión en esta dirección. ¿Qué impide que Estados
miembros de la OTAN –como Grecia– o simplemente miembros de la Unión
Europea –como Chipre– sigan ese mismo camino?
Se disolvería así el campo occidental y se hundiría en
una fuerte depresión… como la Rusia de Yeltsin. Se plantearía entonces la
supervivencia de Estados Unidos. La Unión Europea teme que
sus actuales clientes puedan sentirse atraídos por la libertad y
las posibilidades financieras de Moscú (Thierry Meyssan, ¿Será la
pérdida de Crimea la primera de una larga serie?, Red
Voltaire, 24 de marzo de 2014).
Al fallar
Occidente, la causa de la crisis financiera global y el caos económico mundial
plausiblemente será atribuida a la deuda gigantesca de EEUU basada en el dólar
como moneda internacional de reserva colapsada. La causa del colapso financiero
mundial bien podría ser atribuida a la política de la Reserva Federal de (dejar
de) imprimir dólares sin respaldo. El caos político militar se adjudicará
a Occidente en general y a EEUU en particular.
La élite de
Wall Street y la City de Londres en Ucrania han creado su propio ´Waterloo´ al
caer el Imperio de Dólar sin lograr crear su gobierno global que acabaría con
toda soberanía nacional. El contexto geopolítico mundial que resulta favorece un
mundo multipolar. La Unión Europea y Japón, al no tener la menor autonomía de
decisión y compromiso, se ven sacudidos por esta oleada de la historia sin
proyecto claro. Finalmente no les quedará de otra que integrarse a este mundo
multipolar que deja el timón fuera de las manos de
Occidente.
24 abril,
2014
Wim
Dierckxsens, sociólogo y economista holandés