El primero de enero de 2014, el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZ- LN) celebró el aniversario 20 de su
levantamiento en Chiapas. Este año emprende una autoevaluación. En abril, en la
ventana oficial del EZLN, Rebeldía Zapatista, el subcomandante
insurgente Moisés publicó un editorial acerca de la guerra
contra el olvido
. Ahí dice que durante los 19 años anteriores la lucha del
EZLN ha toreado el malvado sistema que ha estado oprimiendo a los pueblos
indígenas por 520 años.
¿Cuál ha sido el logro del EZLN? ¿En qué sentido se puede
decir que ha sido un éxito? El EZLN ha sido objeto de burla no sólo de la
derecha mundial, sino también de ciertos elementos de la izquierda en el planeta
que alegan que ha sido en gran medida irrelevante para la lucha global contra el
imperialismo y el neoliberalismo. ¿Qué es lo que han logrado?, preguntan los
críticos. ¿Acaso su trayectoria es algo más que un show de relaciones
públicas?
Este tipo de crítica yerra por completo el punto del
levantamiento. Su primer logro es haber sobrevivido contra un ejército mexicano
irritado por no poder destruirlos en estos 20 años. Los zapatistas lo han
logrado mantener a raya no con desempeño militar (no podemos compararlos con el
Ejército mexicano), sino por su fuerza política –tanto interna con los pueblos
indígenas de Chiapas, como en lo externo en el resto del mundo. Es esta
fortaleza lo que ha reducido los esfuerzos del Ejército mexicano a un mero
hostigamiento (algunas veces un hostigamiento asesino) en los márgenes de sus
comunidades autónomas.
¿Cuál fue el múltiple mensaje del EZLN al gobierno
mexicano y al mundo cuando se levantaron el primero de enero de 1994? Primero
que nada, estaban reclamando la dignidad de los pueblos indígenas oprimidos, al
renovar su exigencia de que sus comunidades se gobernaran a sí mismas, colectiva
y democráticamente. Segundo, estaban diciendo que no tenían interés alguno en
tomar el poder del Estado en México, lo que desde su punto de vista sería
únicamente cambiar unos opresores por otros. Por el contrario, exigieron que el
gobierno mexicano reconociera su autonomía formal y
sinceramente.
Tercero, el EZLN escogió la fecha porque marcaba la puesta
en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Al escoger
esta fecha, reafirmaron su rechazo al papel imperialista de Estados Unidos en
México y en todo el mundo.
Cuarto, decían que –lejos de enfocarse en la estrechez de
la lucha en Chiapas– estaban respaldando las luchas de todos los pueblos y
clases que sufren opresión por todo el mundo. Enfatizaron esto convocando en
Chiapas lo que llamaron encuentros intergalácticos y se rehusaron a excluir a
participantes sólo porque otros hubieran querido que no vinieran.
Quinto, buscaron compartir estos puntos de vista ante
otros pueblos oprimidos en México mediante el Congreso Nacional
Indígena.
El levantamiento del EZLN fue el comienzo de la
contraofensiva de la izquierda mundial contra los relativamente breves éxitos de
la derecha mundial entre la década de los 70 y 1994. La combinación del impacto
político y económico del Consenso de Washington y el aparente triunfo que
significó el colapso de la Unión Soviética permitieron que la derecha mundial
cacareara que había logrado la dominación permanente del sistema-mundo. Lo que
los zapatistas hicieron fue recordarles (a ésta y a la izquierda mundial) que
había, de hecho, una alternativa, aquella de un mundo relativamente democrático
y relativamente igualitario.
El primero de enero de 1994 el EZLN pavimentó el camino
para las exitosas protestas de Seattle en 1999 y en otras partes, y para la
fundación del Foro Social Mundial (FSM) en Porto Alegre en 2001. La continuada
lucha del FSM y lo que hoy se conoce como el Movimiento de Justicia Global
fueron posibles gracias al EZLN.
Por supuesto, como el subcomandante insurgente
Moisés nos recuerda, no hay descanso, hay que darle duro al
trabajo
. Supongo que éste es el mensaje más acabado del EZLN. No puede haber
descanso para ninguno de los que creemos que otro mundo es
posible
.
Traducción: Ramón Vera Herrera