La conversión de la deuda privada de la gran banca
y las grandes empresas en deuda pública es la gran artimañana con la que se
extorsiona a los pueblos para liquidar pensiones y servicios públicos y sobre
todo para imponer condiciones de trabajo semi-esclavas.
La Reforma Constitucional de agosto de 2011 que
declara la prioridad absoluta del pago de la Deuda y de sus intereses, el
Tratado de Estabilidad de la Unión Económica y Monetaria y la ley Orgánica
2/2012 blindan los salvajes recortes que se imponen a las administraciones
públicas para asegurar que los bancos acreedores de los Estados reciben sus
préstamos por encima de todo.
Los dos millones de personas que se manifestaron el
22 de marzo en Madrid convocados por las Marchas de la Dignidad dieron un paso
de gigante exigiendo NO PAGAR LA DEUDA, como condición indispensable para que
sea posible cualquier otra reivindicación.
Ahora la gran prioridad es, junto a la
intensificación de la organización y de la lucha obrera y popular, erigir la
exigencia de abandonar de la UE y del Euro y de salir de la OTAN como programa
central de las izquierdas europeas.
Hoy, más que nunca es posible articular la unidad
internacionalista de los pueblos de Europa sobre un programa político
básico:
El ejercicio real del Derecho de
Autodeterminación y salir de las instituciones de la UE y de la OTAN,
instrumentos centrales de la dominación de clase y del sojuzgamiento de la
soberanía de los pueblos.
