Una movilización estratégica. El
gobierno compite con la derecha en sus ataques a las luchas populares. Nuevos
sectores se incorporan a la convocatoria de Memoria, Verdad y Justicia. Por
una gran columna del PO y del Frente de Izquierda.
El próximo 24 de marzo será
nuevamente el escenario de una disputa política estratégica entre la izquierda
y el gobierno K.
De un lado el oficialismo, que arrió
las banderas de los derechos humanos. El pronunciamiento de Cristina Fernández
en el Congreso fue definitorio: indulgente con Milani frente a las gravísimas
denuncias que pesan sobre él por su participación en el genocidio, respaldó
las condenas a prisión perpetua contra los trabajadores de Las Heras, atacó a
la huelga docente y propuso regimentar las protestas populares. La derecha lo
aplaudió a rabiar. La convocatoria de los K a la Plaza -más temprano que la
marcha convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que reúne a la
izquierda y organizaciones independientes- pretende camuflar este giro
derechista y mantener una línea de provocación contra la izquierda, como ya
ocurrió el 24 de marzo del año pasado. El acto oficialista será, más que
nunca, una reunión de capilla a espaldas de las reivindicaciones sociales y
democráticas del pueblo.
El discurso de CFK dejó en claro que
el gobierno compite políticamente con los Massa y los Macri en materia de
ataques a las luchas populares. Por caso, De la Sota tomó en sus manos la
iniciativa de la Presidenta para “regular la protesta” y presentó en la
legislatura cordobesa un proyecto que establece penas de hasta 30 días de
cárcel para quienes no cumplan con los “servicios esenciales” durante una
huelga. Este afán de los políticos capitalistas de posicionarse contra las
luchas sociales se precipitó a partir de la vigorosa huelga docente, atacada
por todos los partidos del régimen. La lucha de los maestros refleja la
predisposición de los trabajadores a enfrentar el ajuste y la liquidación de
sus ingresos. Lo mismo vale para la ocupación obrera de la autopartista Valeo,
que impidió medio centenar de despidos, la lucha de Ecotrans o el parazo de
Vulcabrás, que fulminó el intento patronal de confiscarles a sus 2.300
trabajadores un aumento obtenido por el gremio.
El respaldo presidencial a las
condenas a prisión perpetua de los compañeros de Las Heras está enmarcado por
la asociación con Chevron y el acuerdo con Repsol. Pocos días después de la
inauguración de las sesiones del parlamento fueron detenidos delegados y
trabajadores petroleros que encabezaban un reclamo gremial. Se encuentran
presos desde hace 20 días, algo que a los garantistas del oficialismo no les
mueve un pelo.
Durante los últimos días, la
convocatoria del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia se reforzó con la
incorporación de sectores que decidieron delimitarse definitivamente del
gobierno en esta fecha. Sus razones fundamentales son, justamente, la
designación de Milani al frente del Ejército, y el respaldo presidencial a las
aberrantes condenas contra los trabajadores de Las Heras.
El acto del Encuentro Memoria,
Verdad y Justicia será una tribuna de lucha contra la impunidad y la
criminalización de la protesta, de apoyo a los docentes, por la absolución de
los compañeros de Las Heras y contra el ajuste. Aunque un sector de los que
integran el Encuentro bloquea que se incorpore al documento consensuado que se
leerá en el acto una crítica clara a la oposición patronal, se trata de una
convocatoria que a todas luces será encabezada por la izquierda.
El Partido Obrero está empeñado en
una gran movilización. En los días previos, estaremos realizando actos,
festivales y mesas redondas en todo el país, preparatorios de esta jornada de
lucha.
Con todo, más que nunca, este 24 de
Marzo organicemos una gran columna del PO y del Frente de Izquierda.