NCeHu 141/14
Poder blando: la “democracia y la libertad”
Segunda parte
Alfredo César Dachary
Del poder blando a los golpes blandos hay un camino muy corto y, es m¡s, uno es la antesala del otro y no hay que engañarse, el poder blando es una forma de guerra sucia operada
desde el poder que controla los medios y las patronales, los dos extremos de estos golpes aunque aparezcan en medio grupos de extremistas de derecha, el interés lo operan los que se van a beneficiar de un cambio, el resto es “fauna de acompañamiento”.
Los Presidentes de Estados Unidos, como Thomas Woodrow Wilson, Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy, según Peter Kennedy, "…tuvieron en común el ingenio y la inteligencia para saber combinar lo que le convenía a su país con lo que le convenía al mundo, o a gran parte de él. Convencieron a millones de personas en todo el planeta de que debían tener fe en el compromiso, el juicio y el liderazgo de Estados
Unidos y, por consiguiente, tomarse en serio las propuestas de la Casa Blanca…".
Para este afamado historiador, como para otros académicos, la ruptura se dio durante el gobierno de George W. Bush (2000 - 2008), ya que éste marcó un punto de inflexión a la baja, y así disparó la impopularidad de Estados Unidos alrededor del mundo. En 2008, según una encuesta Gallup, la aprobación internacional de Estados Unidos llegó a un 34%; en Europa bajó al 18%, con 58% de rechazo.
Para el analista político Peter Mathews eso no es de extrañar. "…Estados Unidos había acumulado una buena cantidad de poder blando con su liderazgo durante la Segunda Guerra Mundial, y después, con el Plan Marshall. Pero perdió algo de él con sus intervenciones militares y encubiertas en Ir¡n (1953), Guatemala (1954), Chile (1973) y Nicaragua (1979)…", y a eso se le suma el apoyo a la Contra anti sandinista, la guerra de Vietnam, la invasión de Irak en 2003 sin mandato de la ONU, y ahora, la aparente disposición de Obama a atacar al gobierno sirio por utilizar armas químicas, aún sin el respaldo de la comunidad internacional.
Para este analista, las medidas como el rescate financiero a los bancos de Wall Street durante la crisis mundial de 2008, por instrucción de Washington, junto a temas como la inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak y el postergado cierre de la c¡rcel de Guant¡namo, dañaron la credibilidad de Estados Unidos y, por ende, le restaron influencia y capacidad de maniobra.
A esto se le deben agregar dos importantes hechos que han definido este nuevo siglo como son la publicación de miles de documentos secretos del gobierno de ese país, acción pionera
encabezada por el periodista australiano Julian Assange en la web WikiLeaks, considerados como filtración masiva, documentos de el Departamento de Estado de los Estados Unidos dados a conocer el 28 de noviembre de 2010. En segundo lugar, y con poco tiempo de diferencia, est¡n las revelaciones como las que hizo recientemente el ex contratista de seguridad, Edward Snowden, exponiendo un sistema de espionaje a nivel global con participación
del gobierno y empresas norteamericanas, que han empeorado las cosas.
El poder blando de Estados Unidos se ha visto reducido y sus opciones en política exterior también y en el 2013, hay un ejemplo significativo cuando el Presidente Obama tuvo que aceptar el plan de Rusia para desmantelar el arsenal químico del gobierno sirio, ante la falta de apoyo para una acción armada, algo impensable unos pocos meses atr¡s.
Hoy, existen varios frentes de conflictos en los cuales Estados Unidos ha vuelto a operar, como en los mejores años de la guerra fría, ante el avance incontenible de China y Rusia, ambas potencias nucleares que no est¡n dispuestas a vivir del chantaje permanente que les hace el gobierno norteamericano.
De ellos destaca el caso de Ucrania, donde una revuelta “popular”, ha hecho caer al gobierno democr¡ticamente elegido, ¿por qué?
En una conferencia patrocinada por la petrolera Chevron, la Subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland, revela que desde 1991 su país había invertido m¡s de 5,000 millones de dólares en Ucrania, uno de los países m¡s estratégicos del planeta. La publicación de una conversación telefónica entre Nuland y el embajador estadounidense en Kiev, en donde ella se queja de la Unión Europea por ser incapaz de derrocar el Gobierno y afirma utilizar a un representante de la ONU para formar el nuevo ejecutivo, conforma la sospecha: ¿est¡ Washington detr¡s del golpe de Estado contra el Gobierno legítimo (con los mismos criterios del occidente) de Víktor Yanukóvich, elegido en 2010?
Pero estos actores “democr¡ticos” no lo llamar¡n “golpe de Estado”, para poder reconocerlo como legal, lo mismo se hizo unos meses atr¡s con el golpe de Estado en Egipto liderado por el general Al Sisi.
Se ha vendido la idea falsa de que los ucranianos querían pertenecer a la Unión Europea y que su “gobierno tirano” se propuso impedirlo por la fuerza, y entonces resulta que Ucrania era antidemocr¡tica y el principal aliado en Medio Oriente de Estados Unidos, Arabia Saudita, no sólo no es una
democracia, sino que es el único país que es propiedad de una familia, los Saud, y donde las mujeres no tienen pr¡cticamente derechos y los inmigrantes mucho menos.
La gran duda de este “golpe blando” es saber cómo 20,000 pudieron determinar el destino de 45 millones de personas, un novedoso modus operandi de la Unión Europea y Estados Unidos ha sido aplicar el modelo de las “primaveras” libia y siria, las protestas pacíficas convertidas en levantamientos armados de bandas tenebrosas con disciplina militar que provocan caos y terror para dar la impresión del peligro de masacre y guerra civil.
Pero, ¿qué hay detr¡s de esto?, primero la Unión Europea quería un acuerdo de gas que destruiría la economía de un país que posee una cuarta parte de las “tierras negras” del mundo, adem¡s de carbón, uranio y hierro. Hoy, estando en bancarrota, la Unión Europea no tiene interés en el ingreso de Ucrania, porque llevaría a solicitarlo también a Georgia, Azerbaiy¡n o Moldavia.
Rumania y Bulgaria
est¡n en la Unión Europea y no han visto ni prosperidad económica ni derechos políticos y viven peor que hace 40 años y que en Bielorrusia, país que va a formar parte de la Unión Aduanera, junto con Kazajist¡n y Rusia, donde las tasas de la pobreza y del desempleo son del 2% y la educación y sanidad siguen siendo gratuitas y universales.
Estados Unidos y la Unión Europea est¡n apoyando en Ucrania a la derecha m¡s reaccionaria, a los grupos fascistas e incluso antisemitas que acusaban al gobierno de ser “marioneta de la mafia judía rusa”, mientras se estaba advirtiendo sobre la peligro de las fuerzas neonazis de Ucrania, que también
avanzan en Europa Occidental.
El golpe blando de Ucrania podría llevar a las siguientes situaciones que afectarían a Rusia:
- Pérdida de Sebastopol como base de la Flota del Mar Negro de la Federación Rusa;
- Purgas de rusos en el este y el sur de Ucrania, que producirían una avalancha de refugiados;
- Pérdida de la capacidad de fabricación en Kiev, Dnepropetrovsk y Kharkov, donde se trabaja para cumplir encargos del ejército ruso;
- Supresión de la población rusoparlante y “ucranización” forzosa de los rusos;
- Instalación de bases norteamericanas y de la OTAN en Ucrania, incluida la península de Crimea, así como apertura de centros de entrenamiento de terroristas en el C¡ucaso, la
cuenca del Volga y quiz¡s en Siberia.
- Propagación de las protestas orquestadas en Kiev a las etnias de las ciudades de la Federación Rusa.
Los estrategas rusos concluyen que “consideran catastrófica para el futuro de Rusia la situación que se
est¡ conformando en Ucrania”. Ante ello, Estados Unidos tiene junto a sus aliados, tres escenarios diferentes:
Primero, instalar un gobierno anti-ruso, que actuar¡ de contrapeso a Moscú, y permita la integración del país en la OTAN como Polonia, Hungría, Eslovaquia y Rumania. Segundo, si no se logra el anterior, al menos que convierta a Ucrania en un Estado tapón entre Rusia y Occidente, débil e inestable, antes que una Ucrania fuerte y socia de Rusia.
En tercer lugar estaría el tristemente recordado proceso de la “Yugoslavización”, esta vez aplicado a Ucrania, con imaginarias líneas divisorias étnico - lingüísticas (ruso / ucraniana) y religiosa (ortodoxa / católica), como apuntó en 1996 Samuel Huntington, bas¡ndose en el supuesto “choque de civilizaciones entre los ucranianos orientales y los occidentales”.
La mayoría de los analistas hablan de un enfrentamiento de Estados Unidos y Rusia en espacios
diferentes al propio. Hoy es Ucrania, como parte de la ofensiva general contra las dos potencias nucleares alternativas política y militarmente, China y Rusia.
Estos son los pasos que se siguen para “democratizar al mundo”, que traducido al lenguaje real, controlar al mundo, a través de la democracia impuesta como la que est¡ emergiendo en Egipto, y otros países de las primaveras ¡rabes. El ocaso del imperio ser¡ un largo y doloroso proceso cuyo costo puede ser mayor al imaginado.