Tras
reconstruir el control del Estado ruso sobre el país, y recuperar en Siria el
estatus de potencia global para Rusia, ha logrado impedir el intento de la UE de
hacerse con el control de la economía ucraniana, rompiendo el cerco de occidente
y debilitando enormemente la posición de la UE en Europa Oriental. En la
batalla por Ucrania ha quedado de manifiesto que la desesperación
-y la impotencia- de la UE ante la próxima aparición en el este de Europa de la
Unión Euro-Asiática (UEA), una federación de estados encabezada por
Moscú.
Bruselas
esperaba firmar un acuerdo de libre comercio con Ucrania, que habría tenido como
consecuencia para Ucrania perder el mercado ruso Rusia así como su principal
fuente de ingresos, el dinero que Rusia pagaba por el transito del gas ruso
hacia Europa, en total unas pérdidas de decenas de miles de millones de euros
anualmente, así como la destrucción de su industria y enormes pérdidas para el
sector agrícola, debido a las minúsculas cuotas acordadas para los productos
ucranianos en la UE. Según las agencias de rating occidentales, la firma del
acuerdo con la UE habría provocado la quiebra inmediata de Ucrania. ¿Qué ofrecía
Bruselas a Ucrania a cambio de hacerse con un mercado de 46 millones de
habitantes? 600 millones a lo largo de 7 años, es decir, menos de 100 millones
anuales. De hecho, la UE ni siquiera ha apoyado al gobierno ucraniano en sus
negociaciones para lograr un prestamo del FMI por 11.000 millones de euros (que
imponía aumentos de los precios del gas, privatizaciones masivas, el fin de las
ayudas estatales a productos de primera necesidad, etc). Ni entrada en la UE, ni
la abolición del visado para viajar a la UE.
Convencida de la imposibilidad del acercamiento entre Ucrania y Moscú, la
UE pretendía imponer el suicidio político al gobierno ucraniano, cuya victoria
electoral en 2010 Bruselas tuvo que aceptar a regañadientes. Pero el gobierno
ucraniano dedidó paralizar la firma del acuerdo e inició un acercamiento a
Rusia. La reacción de la UE a la pérdida del mercado ucraniano fué de histeria
absoluta, apoyando el intento de la oposición de dar un golpe de estado
calificado por la prensa occidental de "revolución". Dicha oposición está
compuesta de tres partidos que ni aliandose disponen de la mayoría en el
parlamento: Sbovoda (libertad), abiertamente nazi; XXX (Patria), de corte
neoliberal, cuya lider es Julia Tymoschenko, icono de la `Revolución Naranja´ de
2004 hoy encarcelada, un personaje sin escrúpulos que logró pasar de ser una
mera secretaria a ser la persona más rica del país mediante el robo masivo de
gas ruso y el asesinato de sus oponentes; y Udar (puñetazo) del boxeador Vitali
Klitschko, creado por la fundación alemana KAS (Konrad Adenauer Stiftung) del
partido CDU/CSU al que pertenece la canciller alemana Angela Merkel.
La
prensa occidental presentó las protestas de la oposición como un movimiento
masivo. Periodistas sin Fronteras denuncia ataques contra las oficinas de prensa
de la oposición que nunca tuvieron lugar, y Amnistía Internacional denunciaba el
encarcelamiento de `pacíficos manifestantes´, pese a que pudieron verse imágenes
en las que dichos manifestantes (que lucían simbolos nazis) atacaban con
bulldozers, cadenas, gase incluso a martillazo limpio a los policias que
defendían el parlamento y los edificios del gobierno, impidiendo el golpe de
estado de la oposición. A partirde ese momento las protestas decayeron
rapidamente, pasando de 100.000 asistentes a menos de 5.000, entre otras cosas
debido a las agresiones nazis a izquierdistas y sindicalistas. Pero ni la falta
de manifestantes ni las claras intenciones golpistas de la oposición han
impedido que los responsables deasuntos exteriores de EEUU, Alemania y la UE
hayan expresado su apoyo a la `revolución´ucraniana.
El
silencio ruso, frente a las amenazas constantes de la UE y EEUU de imponer
sanciones, ha sido un claro indicador de la relación de fuerzas en el conflicto.
Frente al brutal ajuste económico que la UE pretendía aplicar a Ucrania sin
ofrecer nada a cambio, Rusia ha dado un credito por el mismo importe al que se
negociaba con el FMI pero sin condiciones, como Putin se ha encargado de
subrayar. Además, Moscú ha firmado contratos por decenas de miles de millones
que harán revivir la industria ucraniana, y ha comunicado que se eliminarán las
restricciones en la frontera a las mercancías ucranianas. En total, Rusia vá a
dar a Ucrania más de 20.000 millones, así como una rebaja del precio del gas que
implica un ahorro de unos 7.000 millones anuales, y un aumento en los pagos por
derechos de tránsito... Tras la firma de los acuerdos con Moscú, las agencias de
rating internacionales han hecho saber que el riesgo de quiebra del gobierno ha
desaparecido por completo, y el gobierno ha comunicado su intención de aumentar
el presupuesto de ayudas sociales y subir los sueldos de los funcionarios,
calificado de `grave error´ por el FMI.
El
principio del fin de la UE y el ascenso de Putin
La
derrota del golpe occidental en Ucrania va a tener graves consecuencias, y no
sólo para Ucrania. En Siria, Rusia ha demostrado que es posible sobrevivir a un
ataque de la OTAN, y en Ucrania un golpe de la UE ha fracasado por completo,
demostrando que la capacidad de Occidente de imponer su voluntad se ha reducido
enormemente, mientras el poder de Rusia no para de aumentar. No es casualidad
que los paises más implicados en el intento de golpe hayan sido Polonia y
Lituania, paises condenados a convertirse en la periferia de la UE tras la
pérdida de Ucrania, y Rusia sin duda vá a hacerles pagar caro su implicación en
el fracasado golpe.
Este
nuevo triunfo de Putin es una verdadera catástrofe para la lobotomizada
izquierda actual, que sigue apoyando el imperialismo occidental, dejando un
vacío que está siendo aprovechado por grupos nacionalistas y derechistas. El
control de la sexualidad, mecanismo de control social de primer orden, ha sido
el primer paso de Putin, que ha ilegalizado de facto la homosexualidad. Tras el
rescate económico de Ucrania, Putin proclamó que Rusia busca convertirse en la
campeona de "los valores tradicionales" frente a la hipocresía occidental y lo
que calificó de "imposición de valores abstractos por parte de minorías" que
favorece Occidente. La rápida imitación de las leyes rusas por Lituania y
Moldavia, países marcadamente antirusos, demuestran que Rusia ha encontrado el
arma ideal para romper el cerco que la OTAN y la UE han impuesto en torno a
Rusia. En Ucrania, el Gobierno denunció que para lograr el fin del visado la UE
impone la legalización el matrimonio homosexual, una mentira para desprestigiar
a la oposición.
En el
seno de la UE, Rusia ya ha encontrado un aliado en el gobierno antisemita y
racista de Hungría: cuando Bruselas intentó imponer su voluntad al gobierno
húngaro, Rusia le apoyó a cambio de una alianza en el sector energético. Desde
entonces, Hungría denuncia a Bruselas como `el nuevo Moscú´ y mantiene estrechos
lazos con Rusia. Y hay motivos para sospechar que el escenario húngaro podría
repetirse en países como Rumanía y Bulgaria, objeto de multiples desprecios por
parte del resto de la UE últimamente y donde desde el fín de la Unión Soviética
el nacionalismo y el autoritarismo campan a sus anchas. Si el modelo ruso sigue
avanzando, nos estaremos dirigiendo hacia un futuro en el que las libertades
alcanzadas trasel fin de la guerra fría sean abolidas, y la democracia liberal
sea sustituida por regímenes autoritarios, con el trasfondo de una crisis
económica permanente: una mala copia de lo ocurrido tras el fin de la Primera
Guerra Mundial: los `locos años 20´ y sus libertades fueron aplastados por
regímenes de corte autoritario tras el inicio de la Gran Depresión, todo ello en
el contexto de la decadencia de la potencia global de la época (el imperio
británico), cuya hegemonía era desafiada por potencias regionales (EEUU en
América, Alemania en Europa y Japón en Asia).
Periódico CNT nº 408 - Febrero
2014