NCeHu 39/14
Desarrollados y emergentes: ¿dónde está cada
quién?
Alfredo César Dachary
Hace una década Goldman Sachs, uno de los grupos más grandes
de inversión en el mundo, fundado en 1869 y que durante la crisis financiera de Estados Unidos del
2008 y ante la posibilidad de afrontar
la bancarrota, recibió autorización de la Reserva Federal (FED) para dejar de ser un banco de inversión y convertirse en un banco comercial, hizo un anuncio excepcional: había emergido una competencia
seria a la hegemonía económica de Estados Unidos.
El presidente de esa firma, Jim O´Neill, describió a un grupo
de economías emergentes que juntas se habían transformado en un poder creciente
a nivel mundial, eran los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) a los que luego se
les sumó la emergente potencia del hemisferio sur, la República
Sudafricana.
En el análisis de este
ejecutivo destacaba que según las últimas proyecciones demográficas y un modelo
de acumulación de capital y el crecimiento de la productividad, se ha planteado
un escenario de crecimiento del PIB, la renta per cápita y los movimientos de
divisas en estas economías del BRIC hasta 2050; éstas juntas podrían ser más
grandes que las economías del G-6, que hoy agrupa a los países que eran los más
ricos, ya que iniciando el 2014 China pasó a ser la primera potencia comercial,
el primer comprador mundial de petróleo, entre otras cosas.
Goldman
Sachs previó, ajustando sus cifras en 2011 hoy ya superadas, de que el PIB
combinado de los países del BRIC superaría al PIB de Estados Unidos en el 2018,
quizás se hace un poco lejos y el fenómeno se puede adelantar, aunque parezca un
hecho difícil es posible.
El
hecho de la emergencia de China y la recuperación de Rusia, que hace dos décadas
estaba derrotada y humillada, hace buscar a los grandes centros de poder
económico nuevos grupos de países que crezcan y sean un contrapeso para la
emergente China y un apoyo para el deteriorado Estados Unidos, que hoy basa su
poder en un ejército mundial y una moneda que ya muchos quieren abandonar, dada
la falta de un respaldo sólido, que incluso quedó en entredicho a fines del
2013, cuando el Congreso congeló los fondos del gobierno federal de Estados
Unidos.
En
esta especulación sobre el futuro de ese país y del sistema que representa, que
ellos lo consideran como el último escalón de la especie en el planeta por ser
el más “avanzado”, y sus sociedades vacías de ideas políticas alternativas no
les queda otra instancia que la de la sociedad del Medioevo: creer en un ser
superior, esta vez no es Dios es el imperio.
Así
emergen nuevos agrupamientos como serían los CIVETS, formado por Colombia,
Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica. Los CIVETS fueron definidos o
“creados” como grupo emergente por Economist Intelligence Unit (EIU), que
sostiene que estos países crecerán a una tasa anual del 4.5%, en los próximos
veinte años y por debajo del 4.9% previsto por EIU para los BRIC´S, aunque
muy superior al 1.8% previsto para los países más ricos, los del
G-7.
Según
los grandes grupos de inversiones, líderes empresariales, bancos y otros actores
del mercado mundial, estos países se caracterizan por tener una mano de obra
barata, por lo que hay un bajo coste de producción a lo que se debe sumar un
crecimiento del mercado interno, siendo sus debilidades, la inestabilidad
política, la corrupción, la carencia en infraestructura y la falta de empresas
nacionales con reputación mundial o marcas conocidas.
El
miedo al inexorable ascenso de China ha llevado a que uno de los ideólogos del
imperio en decadencia, Jack Goldstone, de la Universidad George Mason y además
investigador de la Brookings Institution, sostenga en un artículo publicado en
Foreign Policy que los BRIC´S deberían dar paso a una nueva agrupación de
economías emergentes que le denomina los TIMBIs (Turquía, India, México, Brasil
e Indonesia).
Goldstone
se justifica sosteniendo que tanto Rusia como China tienen una población más
vieja y menos exportaciones, y un sistema político todavía muy rígido que pueden
ser “trabas al progreso”, como el que ha generado el neoliberalismo en Europa,
Estados Unidos y el resto del mundo donde más de 4,000 millones de personas
viven subsistiendo.
Aquí
queda claro el sentido ideológico de estas agrupaciones, países que pueden ser
explotados porque tienen gobiernos complacientes, que no defienden las riquezas
nacionales, el mercado laboral ni les interesa la calidad de vida de sus
habitantes, o sea, neocolonial, gobernadas por agentes del imperio en
decadencia.
En
la búsqueda de nuevos agrupamientos de países emergentes, o sea, que puedan ser
explotados por las grandes transnacionales, especialmente las mineras, y quedar
sujetos a “beneficios” de la banca internacional que les da créditos para crear
infraestructura que termina subvencionado a estas corporaciones mundiales, el ya
conocido Jim O´Neill plantea los MIST (México, Indonesia, Corea del Sur y
Turquía).
Y
el propio periódico The Guardian halaga el arribo de esta agrupación, ya que los
inversores pueden tener en los MIST una nueva ocasión de grandes rentabilidades
ya que estos países tiene algo en común: una elevada población, o sea, un gran
mercado interior y sus economías son relevantes y representan cada una un
aproximado del 1% del PIB mundial y además todos son miembros del G20.
En
la construcción de nuevas alternativas a los BRIC´S, hay otra opción a las dos
antes planteadas y ésta proviene de la India, uno de los BRIC´S, y está
formulada por la economista Farida Khambata que acuñó el término “mercados
frontera” para englobar a las naciones que todavía no disfrutaban del desarrollo
de los países emergentes pero sí tenían su mismo potencial. Con el devenir del
tiempo, los analistas financieros han identificado a Nigeria, Ucrania, Pakistán,
Vietnam, Argentina, Croacia, Jordania, Emiratos Árabes, Kenia, Letonia, Serbia y
Lituania como los principales caballeros blancos de esta nueva
economía.
¿Quién
hubiera podido suponer que Nigeria, un país que fue destruido por guerras
interiores o Vietnam, el país más bombardeado del mundo por la aviación de
Estados Unidos y que al final los hizo desistir de su invasión y firmar una paz
para evitar una nueva derrota, liderarían el crecimiento del mundo?
En
el 2013, los BRIC´S tuvieron problemas que se vieron en sus resultados, menos el
índice chino que sufre pérdidas pero se logra recuperar. Por oposición,
las ganancias de las bolsas en países que no estaban en las listas de los
grandes “emergentes” tuvieron un gran avance en sus resultados económicos. Así
Argentina tuvo un crecimiento en la bolsa de valor que generó ganancias de un
88.9%, igual tendencia se dio en Abu Dhabi, 62.6%, Kenia 42.69% o Dubai 105%,
que superaban una media del 70%.
A
nivel de sorpresas en el 2013, un país azotado por una guerra intestina y la
propia de sus vecinos tuvo resultados impensables. Así la Bolsa de Pakistán se
ha comportado mejor que la de India, el parqué de Nigeria ha ganado más que el
sudafricano y el de Vietnam superó al chino, la explicación es que son economías
pequeñas, con alta tasa de crecimiento.
Esta
situación ha atraído a los grandes inversionistas, que descubren en países fuera
de su imaginación economías emergentes con gran potencialidad y así
tenemos que en el 2013, de los diez países que más han crecido en la primera
década de este siglo, nueve (Angola, Myanmar, Nigeria, Etiopía, Kazajistán,
Chad, Mozambique, Camboya y Ruanda) son naciones frontera.
Una
vez más si buscamos una explicación, la fórmula que les ha conducido a esos
crecimientos combina abundantes recursos naturales y una mano de obra barata,
legislaciones muy flexibles frente al capital externo y una gran necesidad de
inversiones para sus muchos recursos.
Cuando
logramos aterrizar estas ideas en un planisferio nos revelan una nueva geografía
donde hay unos territorios emergentes que suponen el 24% de la superficie
mundial y el 22% de la población del planeta y que a su vez estos países
representan el 8% de la riqueza del mundo y el 2% de la capitalización de los
mercados financieros del planeta.
Algo está cambiando en el nuevo siglo, emergen nuevos países y otros
comienzan a tener un desarrollo muy lento, pero en este cambio tan drástico hay
un solo elemento que sigue como una constante y es que el poder económico de un
grupo muy reducido que controla los grandes capitales que explotaron y van a
explotar estas nuevas riquezas, cambia el escenario y la trama, pero el final
siempre es el mismo: un mundo asimétrico cada vez más profundo y difícil de
revertir.
alfredocesar7@yahoo.com.mx
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