Tecnología y ciudadano:
¿complementación o control?
Alfredo César Dachary
Nos tienen controlados o asustados, nos han acostumbrado a vivir
tragedias y con ellas el miedo es el común denominador, es una forma práctica de
perder la esperanza, es un mecanismo efectivo para que la gente viva sólo el
presente y el sistema pueda ganar más en el mundo ficticio y perverso que ha
creado a partir del consumo.
Durante la guerra fría, nos asustaban con que los comunistas iban a
hacer un “lavado de cerebro”, y para no contradecirlos, el país hegemónico lo
está practicando en toda la sociedad planetaria, sin más queja que la del algún
valiente que trabaja en ello y se anima a decirlo, como fue el caso de
Julian
Assange
y Edward
Snowden.
Gracias a éstos, la sociedad se ha podido enterar de que la Agencia
Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos tiene un sistema de vigilancia que
permite controlar al menos el 75% de las comunicaciones por Internet de
ciudadanos estadounidenses, según el periódico The Wall Street Journal. El
objetivo de esta “revisión” es buscar información sobre posibles “amenazas”,
denominación de todos los que no coinciden o critican al
sistema.
El mecanismo de filtrado está diseñado para interceptar
comunicaciones procedentes del extranjero o hacia el exterior y según las
fuentes oficiales que han hecho “pública” la noticia han asegurado que este
método tiene un amplio alcance y que ahora resultará más sencillo obstruir ese
intercambio comunicativo.
Esta es la nueva forma de democracia en un mundo bajo vigilancia,
nadie se atrevería a dudar del sistema sin caer en el calificativo de enemigo
del Estado o del país, algo que fue constante en todas las dictaduras que se han
dado en el siglo
XX, una justificación de ejercicio del poder y de la
capacidad de control de la gente, algo que ya lo había planteado el libro
“1984”.
Antiguamente, en el siglo XX, lo hacia la policía secreta o el
servicio de inteligencia, hombres tenebrosos y oscuras historias, hoy la gente
no sólo se auto explota para poder consumir más, sino que se auto delata para
buscar a veces notoriedad y otras porque está hastiado, todos son enemigos y no
existen enemigos pequeños, todos
los casos sirven para imponer la “sociedad del miedo”.
El
sociólogo francés Eric Sadin nos habla de la existencia de la Humanidad
paralela, o sea, tenemos un doble en los innumerables Data center del mundo, en
las redes, lo cual es una forma
diferente de analizar nuestra muy especial relación entre personas y tecnología,
ya que otros se van más por visiones más apocalípticas, aunque ésta al final lo
es más.
Este importante y joven pensador francés tiene una serie de ensayos
que le anteceden al actual como son la “Sociedad de la anticipación” y
“Surveillance Globale”, pero su último libro “L´Humanité Augmenteé,
L´administration numerique du
monde”, lo lleva a explorar la capacidad creciente de los dispositivos
inteligentes para administrar el rumbo del mundo, algo que tiene una gran
profundidad, ya que nos empieza a relevar en muchas funciones.
Para Sadin, en esta segunda década del siglo se termina una etapa
con el fin de la denominada era
digital, que comenzó en los 80´s y que fue la base por la que se desarrollara el
internet, o sea, la circulación exponencial de los datos en la red, que comenzó
como un ejercicio inter universidades y hoy cubre a todo el mundo en diferentes
densidades.
Es por ello que con esta nueva condición tecnológica ya
universalizada, se trastornan tres dimensiones, una revolución que vivimos
aunque no siempre logramos dimensionar, ya que afecta y, por ende, controla el
acceso a la información, el comercio mundial al local y las relaciones a través
de correos y redes sociales, que tienen un crecimiento
geométrico.
Al concluir esta “era interior” dentro de la nueva gran era de la
sociedad post-industrial con la consolidación de estos nuevos mecanismos que nos
han cambiado nuestra forma de relacionarnos y hasta de vivir y sentir, viene una
nueva etapa que es el advenimiento de la “ERA INTELIGENTE DE LA
TÉCNICA”.
Esto es algo nuevo y diferente a lo que nosotros pensábamos de la
técnica ya que teníamos una relación con la técnica de subordinación de ésta al
hombre lo cual comienza a cambiar, ya que antes había una visión romántica,
basada en un orden poético, el de una potencia mecánica superior. Pero hoy
estamos en otro escenario frente a un ente con una potencia cognoscitiva en
parte superior a la de él, como es el caso de Big-data, una capacidad muy
superior a la de la mayoría de éstos, individuales o
agrupados.
Esto no es fantasía, no es algo que va a venir, sino que está ya
entre nosotros y está conviviendo aunque para nosotros en general, “sean
invisibles”, y el ejemplo más sencillo lo dan las Bolsas, que han dejado de ser
estadocéntricas para ser globales, algo que las transforma radicalmente.
Las transacciones financieras se hacen a través de decisiones tomadas
por robots que almacenan y cruzan gran información, pero resulta que sólo tres
décadas atrás esta actividad era realizada por los corredores de bolsa, hoy
remplazados en el cálculo rápido por los robots, ya que los agentes de bolsa
siguen con funciones más amplias.
El mismo fenómeno se da en las grandes fábricas, especialmente en las
de automóviles, donde hoy los robots construidos por el hombre lo remplazan y
actúan en nuestro lugar, se reduce el empleo y los propietarios del capital
aumentan sus ganancias, con un ente que no exige adecuaciones salariales ni más
seguridad y demás necesidades que van emergiendo en la vida.
Aquí está la base de la afirmación inicial de Sadin en el proceso por
el cual la Humanidad aumenta la administración digital del mundo y con ello crea
un mundo paralelo construido por las máquinas que cartografían todo el tiempo el
planeta, algo que supera las limitaciones del ser humano.
Esta es la revolución que viene, aunque ya está, y cierra un ciclo
que viene desde el comienzo de la modernidad en que el mundo se organizó en base
a la primacía humana y cuyos únicos límites lo daba la ley, generada por el rey
o el grupo que ejercía el poder. Este ciclo comienza a agonizar y con ello nos
recuerda que los imperios no caen porque los atacan sino que se desmoronan desde
adentro, cuando su expansión, sus ansias de poder y control pasan sus límites y
la sociedad entra en crisis.
Hoy, la existencia de sistemas inteligentes son una evolución
cognoscitiva y abre una gran brecha al delegar progresivamente nuestros actos a
estos nuevos sistemas, que tienen funciones más complejas que las que podría
realizar el hombre, en ellos él ve sus propias limitaciones de generación, pero
no de aplicación y control.
Las consecuencias son muy claras y es que estas nuevas tecnologías
digitales debilitan el control y al propio ser humano y esto se irá ampliando en
los próximos años, a un límite que no podremos imaginar y quizás controlar,
¿recuerdan 2001, odisea del espacio?
Nuestras vidas están reorientadas por sistemas que conocen muy bien a
las mismas, y que nos están ofreciendo permanentemente cosas personalizadas y
nos aconsejan otras para consumir de manera tal que nos están “recolonizando”,
nos están redefiniendo a partir de incrementar exponencialmente el consumo, meta
final de la sociedad actual.
Los grandes robots que ya controlan la red de internet y la
información que circula por medio de nuestra interconexión, tienen muchas
funciones y una de las principales es que nos están midiendo en gustos,
actitudes y estados, al igual que Hal en el clásico “Odisea del espacio”, y con
ello nos van regulando la vida y el consumo.
Pero esto es el comienzo, ya que la tendencia es que la robotización
inteligente irá creciendo y los sistemas organizarán el tráfico en las ciudades,
la energía y su consumo, la utilización del tiempo real, y ello los puede llevar
a que puedan tomar decisiones solos: cortar la luz, comprar más energía, cerrar
la planta de energía nuclear o un represa y su usina.
Esta es la gran decisión que unos pocos han tomado por todos para el
futuro del mundo y es el de delegar el poder a la técnica, la cual nos
aconsejará como andar en la ciudad o qué es oportunidad de compra, o cómo viajar
por el camino más corto, cómo invertir nuestro dinero y mucho más, un tema mayor
que pasa por la noche de la desinformación con un “adelanto más” lo cual es
alarmante.
Este mundo “paralelo” emerge por una denuncia de las tantas que hay
pero pocas llegan a ser noticia mundial y fue cuando se descubrió el espionaje
de la NSA a todo el mundo, lo que demostró, la gran amplitud de los datos
inimaginables que se colectan en el mundo, lo cual es posible por la facilidad
para apoderarse de los datos privados. Esto reduce nuestra intimidad y el
ambiente digital ha servido para eso también, pero la sociedad no ha reaccionado
ante esto.
Esto nos lleva a recordar a los que han sido capaces de denunciar al
“Gran Hermano” y a una frase del gran dramaturgo
norteamericano Arthur Miller (1915-2005): “No me arrepiento en absoluto de haber
corrido todos los riesgos por aquello que me importaba”.
alfredocesar7@yahoo.com.mx