Miembro de una conocida familia de políticos japoneses —su
padre y su abuelo fueron diputados y un tío, Kiichi Miyazawa, fue primer
ministro (1991-1993)— Fumio Kishida, de 56 años, estuvo ayer en España para
entrevistarse con el presidente Mariano Rajoy, dentro del impulso que los dos
Gobiernos pretenden dar a las relaciones bilaterales en este año dual
España-Japón. Kishida recibió a EL PAÍS en el hotel madrileño donde se
alojó.
Pregunta. La disputa entre China y Japón
por las islas Senkaku (en japonés) y Diaoyu (en chino) se ha agravado bastante
en los últimos tiempos. ¿Qué está dispuesto a hacer Japón para rebajar la
tensión?
Respuesta. No existe ninguna duda de que
las islas Senkaku forman parte inalienable del territorio japonés. A la luz de
los hechos históricos y del derecho internacional, están bajo la jurisdicción
japonesa y, por tanto, no hay ninguna controversia que resolver sobre la
soberanía de las islas. China ha invadido con sus barcos las aguas de Japón,
porque quiere cambiar el statu quo por la fuerza. Ante este intento,
Japón actuará con firmeza y calma, pero no vamos a agravar la situación. Vamos a
pedir a China moderación. Nuestra relación bilateral es una de las más
importantes que tenemos y queremos desarrollarla en base a los intereses
estratégicos comunes. Consideramos muy importante el diálogo. Quiero reiterar
que nuestra puerta está abierta y que deseamos que China muestre esta misma
postura.
“En 10 años China ha
multiplicado por cuatro el presupuesto
militar”
P. Sin embargo, las medidas de Tokio son
de corte militarista con la creación de un Consejo de Seguridad Nacional, una
nueva Estrategia de Seguridad Nacional y un aumento del gasto de
Defensa.
R. Nosotros no agravamos la situación.
Creamos el Consejo Nacional de Seguridad para ser más operativos en este campo.
Con la nueva Estrategia de Seguridad pretendemos esclarecer nuestra
política al respecto y elevar la transparencia. En cuanto al aumento del
presupuesto de Defensa, después de haberlo bajado durante 10 años, el año
próximo crecerá solo el 2,8%, y el 2% corresponde a los costos laborales. Por el
contrario, en los últimos 10 años China ha multiplicando por cuatro su
presupuesto de defensa.
P. Hasta EE UU ha criticado la visita del
primer ministro Shinzo Abe al santuario de Yasukuni donde se guardan las almas
de los 14 criminales de guerra de clase A. ¿Por qué se ha producido?
R. Yasukuni no está dedicado solo a los
que murieron en la Segunda Guerra Mundial sino a todos los caídos luchando por
la patria desde 1853. En total 2,5 millones de muertos por Japón. El propósito
de la visita fue expresar el pésame por los que fallecieron luchando por el país
y renovar el compromiso del Gobierno de que nunca volverá a hacer la
guerra.
"La alianza con EE UU no
pretende ser un cerco contra Pekín"
P. Pero Abe en su primer Gobierno
(2006-2007) no fue a Yasukuni para no herir a chinos, coreanos y otros pueblos
ocupados por el imperialismo japonés.
R. Creo que Abe no lo hizo durante su
primer mandato porque tomó en cuenta la situación internacional y esta vez su
propósito era el que acabo de mencionarle. En cuanto a los criminales de guerra
de clase A fueron sentenciados por el Tribunal de Extremo Oriente y, tras el
Tratado de Paz de San Francisco [1951], aceptamos esas sentencias. El primer
ministro Abe nunca ha cambiado su posición al respecto.
P. Japón ha realizado varias extensiones,
la última en junio de 2012, de su Zona de Identificación para la Defensa Aérea
(ZINA). ¿Cree que la ZINA declarada en noviembre pasado de forma unilateral por
China en el mar del Este fue una respuesta a Japón?
R. La ZINA que acaba de anunciar China se
diferencia tanto en el contenido como en las características de la japonesa. En
esa zona, Pekín obliga a los aviones que vuelan en el espacio aéreo
internacional a obedecer los procedimientos internos de China y, si no los
cumplen, ha indicado que tomará medidas defensivas. Esto va contra el principio
de libertad de navegación. No lo vamos a aceptar. Y no lo aceptaremos por dos
razones: por la obligatoriedad de las medidas que no existe en otras ZINA y
porque se identifica una parte de las islas Senkaku como territorio chino. Me
gustaría trabajar con otros países para que China revoque esta
medida.
P. ¿Se puede hablar de guerra fría en
Asia?
R. En cuanto que Corea del Norte se ha
dotado de misiles y armas nucleares y que China aumenta sin transparencia su
fuerza militar y su expansión por los espacios marítimo y aéreo, la situación en
el este de Asia se agrava cada día. Frente a esto, querríamos tener una mayor
participación y reforzar la capacidad de los distintos marcos de diálogo
regional que existen, como el Foro de Asia del Este y la Cumbre de Asia del
Este.
"Las islas Senkaku forman parte
inalienable del territorio japonés”
P. ¿Cree que la Unión Europea puede
cooperar en la formación de una estructura de seguridad en Asia?
R. Si, la experiencia de los países
europeos puede ser útil. Cuando miramos a nuestros socios europeos, incluida
España, que es muy importante para nosotros, vemos que en estos 60 años Europa
ha aumentado su integración, la ampliación y la reconciliación de la región. Me
gustaría trabajar con la Unión Europea para mejorar la política de seguridad en
Asia del Este.
P. ¿Las purgas políticas realizadas por
Kim Jong-un revelan inestabilidad en Corea del Norte? ¿Teme que pueda usar sus
armas contra Japón?
"No aceptaremos la zona de defensa
aérea proclamada por China”
R. Las purgas demuestran el menosprecio
por los derechos humanos en Corea del Norte. Seguimos de cerca la situación en
ese país, que parece estar inmerso en un proceso de consolidación del poder de
Kim Jong-un. Creo que es importante seguir colaborando con los demás países de
las conversaciones a seis bandas [Japón, China, Rusia, EE UU y las dos Coreas]
para que Pyongyang acate las resoluciones de la ONU y el comunicado de los seis.
Estamos decididos a fortalecer tanto nuestra propia defensa como la alianza con
EE UU mientras hacemos todos los preparativos necesarios para
defendernos.
P. ¿Ve infundado el temor de China de que
EE UU pretende cercarla con su alianza con Japón y otros países de la
zona?
R. La alianza es la piedra angular tanto
para la paz como para la seguridad en la región y así lo compartimos con otros
países. No se pretende cercar a China sino que queremos hacer de China, a través
del diálogo, un miembro responsable de la comunidad internacional.
P. Abe impulsa la diplomacia japonesa con
una apretada agenda de viajes al exterior. ¿Está previsto que venga a
España?
R. Con motivo del año dual, el príncipe
heredero Naruhito estuvo en España y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
viajó a Japón, pero no hay decisión sobre la visita de Abe. España es un socio
cercano y en el comunicado conjunto emitido durante la estancia Rajoy en Tokio
acordamos incrementar la cooperación en seguridad, economía y en América Latina.
Hay grandes perspectivas de negocio en renovables, infraestructuras y
medicina.