Con motivo de la llegada del año 2014 y dentro de la campaña Libertad y Asilo
para el cantautor revolucionario y prisionero político colombiano, Julián
Conrado David, (Guillermo Enrique Torres) quien se encuentra detenido desde el
31 de mayo del 2011 en la Republica Bolivariana de Venezuela, tuvimos ocasión de
dialogar con él desde “La Carraca” como el mismo llama a su sitio de reclusión,
donde aun con quebrantos de salud, pero con ánimos y moral enfrenta su
reclusión, llevando el mensaje y canto de esperanza y solidaridad, confiando en
que esté año más pronto que tarde le sea concedida su libertad y su asilo en la
tierra de la patria de Bolívar.
Esta vez con su saludo de año nuevo internacionalista que reproducimos
textualmente:
“Desde la jaula de acero y cemento desde donde físicamente me encuentro y
digo que físicamente porque espiritualmente mi canto que es la forma de
expresarme me siento libre y me hace sentir libre precisamente ese
internacionalismo solidario que me ha rodeado durante todo este largo tiempo
de cautiverio físico.
Desde el fondo de mi corazón, de mi alma envió un saludo de año nuevo,
esperando que sea un año de victorias en la lucha por la conquista de la paz
con justicia social y amor,
¡Amando venceremos!”
¿Quién es Julián Conrado?
Julián Conrado David es un cantautor del pueblo colombiano, quien muy joven
fue perseguido, torturado y encarcelado por el régimen, viendo asesinar a
compañeros a manos de las fuerzas policiales y paramilitares en su pueblo natal
Turbaco, en el Departamento de Bolívar, al norte de Colombia; siendo empujado a
ingresar en la insurgencia colombiana de las FARC-EP, como una forma de salvar
su vida y llevar el canto por la justicia social .
Sus canciones son testimonios musicales históricos y culturales invaluables y
por eso el régimen colombiano lo quiere silenciar.
El cantautor Julián Conrado David, ha sido sobreviviente de varios bombardeos
en Colombia, fue hecho prisionero en Venezuela, cuando buscaba atención médica
debido a quebrantos de salud, nunca cometió delito en Venezuela, sin embargo fue
detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de Colombia y
Venezuela en territorio venezolano acusado de rebelión.
El gobierno colombiano lo persigue y lo pide en extradición porque con su
música y canciones a llevado y entrega los mensajes de justicia social a un
pueblo empobrecido, saqueado y agredido por el terrorismo de estado que utiliza
sus herramientas paramilitares y tiene todo el apoyo de EEUU.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden
entregarlo a Colombia.
Las autoridades colombianas siguen en su empeño de obtener otra entrega
ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; tal como hicieron con
el periodista y director del medio alternativo de información ANNCOL, Joaquín
Pérez Becerra, detenido en el aeropuerto de Caracas el 23 de abril cuando
procedía de Suecia su país de asilo y dos días después extraditado rápidamente a
Colombia donde aún se encuentra prisionero y condenado, acusado de rebelión.
Por eso los hombres y mujeres revolucionarios bolivarianos, con ética de
Venezuela e internacionalistas del mundo seguimos pidiendo asilo para el
Cantautor Julián Conrado.
Según el DIH, impide entregarlo a Colombia y ampara el asilo para el
perseguido político, quién además está con quebrantos de salud. Como es el caso
de Julián, un hombre mayor, hecho prisionero cuando buscaba ayuda médica, no
puede ser entregado a sus persecutores colombianos, por respeto al DIH y a la
ética. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética
bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura y por
el contrario le liberen rápidamente y le concedan el asilo político.
La negación de asistencia médica: Tortura contra los prisioneros políticos
en Colombia
En las cárceles y mazmorras colombianas donde hay hacinados casi 10 MIL
PRISIONEROS Políticos, los dejan morir permanentemente, siendo una forma de
tortura la negación de asistencia médica.
El pueblo colombiano sufre el Terrorismo de Estado y necesita que sus
hermanos latinoamericanos se solidaricen, que al menos sean respetados los
perseguidos políticos y los gobiernos de los países regionales no entren a
colaborar en la cacería humana que tiene EEUU y el régimen Santos contra los
opositores al régimen colombiano.