CUANDO LOS MUERTOS
CALLAN EN VOZ ALTA.
(Rebobinar 1)
(En el que se reflexiona sobre l@s
ausentes, las biografías, narra el primer encuentro de Durito con el Gato-Perro,
y habla de otros asuntos que no vienen al caso, o cosa, según irá dictando la
posdata impertinente)
Noviembre-Diciembre del 2013.
Me parece que
hemos confundido mucho esta cuestión de la Vida y la
Muerte. Me parece
que lo que llaman mi sombra aquí en la tierra es mi
sustancia auténtica.
Me parece que, al mirar las cosas espirituales, somos
demasiado como
ostras que observan el sol a través del agua y piensan que
la densa agua es
la más fina de las atmósferas. Me parece que mi cuerpo
no es más que
las heces de mi mejor ser. De hecho, que se lleve mi cuerpo
quien
quiera, que se lo lleve, digo: no es yo.
Herman Melville “Moby Dick”.
Desde hace un buen de
tiempo que sostengo que la mayoría de las biografías no son más que una mentira
documentada, y a veces, no siempre, bien redactada. El biógrafo promedio
tiene una convicción previa y el margen de tolerancia es muy reducido, cuando no
inexistente. Con esa convicción comienza a hurgar en el rompecabezas
de una vida que le es ajena (por eso su interés en hacer la biografía), y va
recolectando las piezas falsas que le permitan documentar su convicción propia,
no la vida reseñada.
Lo cierto es que acaso
podríamos conocer con certeza fecha y lugar de nacimiento, y, en algunos casos,
fecha y lugar de defunción. Fuera de eso, la mayoría de las biografías
deberían de estar en el rubro de “historias noveladas” o “ciencia
ficción”.
¿Qué es lo que queda
entonces de una vida? Poco o mucho, decimos nosotros.
Poco o mucho,
dependiendo de la memoria.
O, más bien, de los
fragmentos que en la memoria colectiva imprimió esa vida.
Si esto no vale para
biógrafos y editores, poco importa para el común de la gente. Suele
suceder que lo que realmente importa no aparece en los medios de comunicación,
ni se puede medir en encuestas.
Ergo, de una persona
ausente sólo tenemos piezas arbitrarias del complejo rompecabezas hecho de
jirones, rasgados y tendencias que se conocen como “vida”.
Así que, con este
inicio confuso, permítaseme levantar algunas de esas piezas fragmentadas para
abrazar y abrazarnos por el paso que hoy nos falta y necesitamos…
-*-
Un concierto en el
silencio mexicano. Don Juan Chávez Alonso, purépecha, zapatista y
mexicano, hace un ademán como quitándose un insecto molesto. Es su
respuesta a la disculpa que le doy por uno de mis torpes exabruptos.
Estamos en territorio Cucapá, en mitad de un terreno arenoso. En esas
coordenadas geográficas y cuando en el calendario se señala la Sexta 2006 en el
Noroeste de México, en la gran tienda de campaña que le sirve de hospedaje, Don
Juan toma la guitarra y pregunta si queremos escuchar algo que compuso.
Apenas afina e inicia un concierto que, sin letra alguna, narra el alzamiento
zapatista desde el primero de enero de 1994 hasta la presencia de la Comandanta
Ramona en la formación del Congreso Nacional Indígena.
Un silencio luego, como
si fuera una nota más.
Un silencio en el que
callaban en voz alta nuestros muertos.
-*-
También en el noreste
mexicano, la locura sangrienta del Poder pinta de absurdos aún impunes el
calendario de abajo. 5 de junio del 2009. La codicia y el despotismo
gubernamentales han prendido fuego a una guardería para infantes. Las
víctimas mortales, 49 niños y niñas, son las bajas colaterales cuando se
destruyen archivos comprometedores. Al absurdo de que los padres sepulten
a los hijos, le sigue el de una justicia débil y corrupta: los responsables no
reciben una orden de aprehensión, sino puestos en el gabinete del criminal que,
bajo el azul de Acción Nacional, tratará de ocultar el baño de sangre en el que
sumió al país entero.
Donde los biógrafos
cierran sus apuntes “porque unos pocos años de vida no son rentables”, la
historia de abajo abre su cuaderno de otros absurdos: con su injusta ausencia,
estos infantes han parido otros hombres y mujeres. Sus padres y madres
levantan desde entonces la demanda de la justicia más grande: la de que la
injusticia no se repita.
-*-
“El problema con la
vida es que al final te mata“, había dicho Durito, cuyas fantasiosas
historias caballerescas tanto divertían a la Chapis. Aunque
ella habría preguntado, con esa impertinente mezcla de ingenuidad y sinceridad
que desconcertaba a quienes no la conocían, “¿y por qué un
problema?“. Don Durito de La Lacandona, escarabajo de origen y de
oficio andante caballero, habría evitado polemizar con ella, puesto que, según
un supuesto reglamento de la caballería andante, no se debe contradecir a una
dama, (sobre todo si la dama en cuestión tiene buenas influencias “muy arriba”,
agregaba Durito que sabía que la Chapis era religiosa, monja,
hermana, o como quieran ustedes llamar a las mujeres que hacen de la fe, su vida
y profesión).
La Chapis
no nos conocía. Quiero decir, no como quien nos mira desde fuera y sobre
nosotros escribe, habla… o mal habla (ya ven ustedes cómo son pasajeras las
modas). La Chapis era con nosotros. Y lo era tiempo antes de
que un escarabajo impertinente se apersonara en las montañas del sureste
mexicano para declararse andante caballero.
Y tal vez por ser en
nosotros era que a la Chapis no parecía inquietarle tanto eso de
vida y muerte. Como esa actitud tan nuestra, de
los neozapatistas, en que todo se invierte y no es la muerte la que
preocupa y ocupa, sino la vida.
Pero
la Chapis no sólo era en nosotros. Es claro que fuimos sólo
una parte de su andar. Y si ahora les cuento algo de ella no es para dar
apuntes para su biografía, sino para decirles lo que acá sentimos. Porque
la historia de esta creyente, su historia con nosotros, es de las que hacen
dudar a los fanáticos ateos.
¿”La religión es el
opio de los pueblos”? No sé. Lo que sí sé es que la explicación más
brillante que he escuchado sobre la destrucción y despoblamiento que la
globalización neoliberal opera en un territorio la dio, no un teórico
marxista-leninista-ateísta-y-algunos-istas-más, sino… un párroco
cristiano, católico, apostólico y romano, adherente a la Sexta, y desterrado por
el alto clero (“por pensar mucho”, me dijo como pidiendo disculpas) a uno
de los desiertos geográficos del altiplano mexicano.
-*-
Creo (tal vez me
equivoque, no sería la primera vez y, seguro, no será la última), que mucha
gente, si no es que toda, que se acercó a lo que se conoce
como neozapatismo, lo hizo buscando respuestas a preguntas hechas en
las historias personales de cada quien, según su calendario y geografía. Y
que tardaron sólo lo indispensable para encontrar la contestación. Cuando
se dieron cuenta de que la respuesta era el monosílabo más problemático de la
historia, voltearon hacia otro lado y hacia allá se echaron a andar. No importa
cuánto digan y se digan que siguen estando acá: se fueron. Unas personas
más rápido que otras. Y la mayoría de ellas no nos miran, o lo hacen con
la misma distancia y desdén intelectual que el que enarbolaron calendarios antes
de que amaneciera el enero de 1994.
Creo haberlo dicho
antes, en alguna otra misiva, no estoy seguro. Pero como quiera digo, o
repito aquí, que ese peligroso monosílabo es “tú“.
Así, con minúsculas, porque esa respuesta era y es íntima a cada
quien. Y cada cual la toma con el terror respectivo.
Porque la lucha es
colectiva, pero la decisión de luchar es individual, personal, íntima, como lo
es la de seguir o claudicar.
¿Digo que las pocas
personas que se quedaron (y no me refiero a la geografía sino al corazón) no han
encontrado esa respuesta? No. Lo que trato de decir es que
la Chapis no vino buscando esa respuesta a su personal
pregunta. Ella ya conocía la respuesta y había hecho de ese “tú” su
camino y meta: su ser creyente y consecuente.
Muchas otras, muchos
otros como ella, pero diferentes, se habían ya respondido en otros calendarios y
geografías. Ateos y creyentes. Hombres, mujeres y otroas
de todos los calendarios. Son ésos, ésas,ésoas, que siempre,
vivos o muertos, se colocan frente al Poder, no como víctimas, sino para
desafiarlo con la múltiple bandera de la izquierda de abajo. Son nuestras
compañeras, compañeros y compañeroas… aunque en la mayoría de los
casos ni ell@s ni nosotros lo sepamos… todavía.
Porque la rebeldía,
amigos y enemigos, no es patrimonio exclusivo de
los neozapatistas. Lo es de la humanidad. Y eso es algo
que hay que celebrar. En todas partes, todos los días y a todas
horas. Porque la rebeldía es también una celebración.
-*-
No son pocos ni débiles
los puentes que, desde todos los rincones del planeta Tierra, se han tendido
hasta estos suelos y cielos. A veces con miradas, a veces con palabras,
siempre con nuestra lucha, los hemos cruzado para abrazar a eso otro que resiste
y lucha.
Tal vez de eso y no de
otra cosa se trata lo de “ser compañeros”: de cruzar puentes.
Como en este abrazo
hecho letras para las hermanas de la Chapis que, como nosotros, la
echan de menos y, como nosotras, la necesitan.
-*-
“La impunidad,
querido Matías, es algo que sólo la justicia
puede otorgar; es la Justicia
ejerciendo la injusticia”.
Tomás Segovia, en “Cartas
Cabales”.
Ya antes he dicho que,
según mi humilde opinión, cada quien es el héroe o la heroína de su propia
historia individual. Y que en la sedante autocomplacencia de narrar “ésta
es mi historia personal”, se editan hechos y deshechos, se inventan las
fantasías más increíbles, y el narrar anécdotas se parece demasiado al hacer
cuentas del avaro que roba lo ajeno.
El ancestral afán de
trascender a la muerte propia encuentra en las biografías el sustituto al elixir
de la eterna juventud. Claro, también en la descendencia. Pero la
biografía es, por decirlo de alguna forma, “más perfecta”. No se trata de
alguien que se parece, es el “yo” alargado en el tiempo gracias a la “magia” de
la biografía.
Acude el biógrafo de
arriba a documentos de la época, tal vez a testimonios de familiares, amigos o
compañer@s de la vida cuya muerte se apropia. Los “documentos” tienen la
misma certeza que los pronósticos meteorológicos, y los testimonios obvian la
delgada separación entre el “yo creo que…” y el “yo sé que…”. Y entonces
la “veracidad” de la biografía se mide por la cantidad de notas de pie de
página. Para las biografías vale lo mismo que para las facturas de gasto
en “imagen” gubernamental: mientras más voluminosas, más ciertas.
En la actualidad, con
el internet, los tuiters, los feisbuc y equivalentes,
los mitos biográficos redondean sus falacias y, voilá, se
reconstruye la historia de una vida, o fragmentos de ella, que poco o nada
tienen que ver con la historia real. Pero no importa, porque la biografía
está publicada, impresa, circula, es leída, citada, recitada… como la
mentira.
Cheque usted en las
modernas fuentes documentales de las biografías futuras, es decir, Wikipedia y
losblogs, Facebook y los “perfiles” respectivos. Ahora
compare con la realidad:
¿No le dan escalofríos
al darse cuenta de que, tal vez, en el futuro…
Carlos Salinas de
Gortari será “el visionario que entendió que vender a una Nación era, además
de un negocio familiar (claro, entendiendo como familia a la sanguínea y a la
política), un acto de patriotismo moderno”, y no el líder de una banda de
traidores (no se hagan, ahí andan en la oposición “madura y responsable” vari@s
de quienes apoyaron la reforma al artículo 27 constitucional, el parteaguas de
la claudicación del Estado Nacional en México);
Ernesto Zedillo Ponce
de León no será el “hombre de Estado” que llevó a toda una Nación de una crisis
a otra peor (además de ser uno de los autores intelectuales, junto con Emilio
Chuayffet y Mario Renán Castillo, de la masacre de Acteal), sino que llevó “las
riendas del país” con un singular sentido del humor… para terminar siendo lo que
siempre fue: un empleado de segunda en una multinacional;
Vicente Fox será la
muestra de que el puesto de presidente de una república y de una filial
refresquera es intercambiable… y que ambos puestos pueden ser ocupados por
inútiles;
Felipe Calderón
Hinojosa será un “presidente valiente” (para que otros murieran) y no un
psicópata que se robó el arma (la presidencia) para sus juegos de guerra… y que
terminó siendo lo que siempre fue: un empleado de segunda en una
multinacional;
Enrique Peña Nieto será
un presidente culto e inteligente (“bueno, es ignorante y tonto pero
hábil”, es el nuevo perfil que se le construye en los corrillos de analistas
políticos), y no un analfabeto funcional (ni modo, como dice el proverbio
popular: “lo que natura no da, Monex no lo compra”)…?
Ah, las
biografías. No pocas veces son auto biografías, aunque sean los
descendientes (o los compinches) quienes las promueven y así adornan su árbol
genealógico.
Los criminales de la
clase política mexicana que han mal gobernado estas tierras seguirán siendo,
para quienes padecieron sus desmanes, criminales impunes. No importa
cuántas líneas se paguen en los medios ídem; ni cuánto se gaste en
espectaculares en las calles, en la prensa escrita, en radio y televisión.
De los Díaz (Porfirio y Gustavo) a los Calderón y Peña, de los Castellanos y
Sabines a los Albores y Velasco, sólo media el balconeo (vía redes sociales,
porque en los medios de paga siguen siendo “personas responsables y maduras”) de
la ridícula frivolidad de los “juniors”.
Pero el mundo es
redondo y en el continuo sube y baja de la política de arriba, se puede pasar,
en poco tiempo, de la portada del “Hola”, al “SE BUSCA: CRIMINAL
PELIGROSO”; de la francachela del diciembre del TLC, a la cruda del alzamiento
zapatista; del “hombre del año”, a la “huelga de hambre” con agua embotellada de
marca “chic” (ni modo mi buen, hasta para las protestas hay clases
sociales); del aplauso por los chistes malos, al filicidio putativo por
concretarse; del nepotismo y la corrupción adornados con ocurrencias, a la
investigación por ligas con el narcotráfico; de los trajes militares talla extra
grande, al exilio temeroso y manchado de sangre; de la francachela del diciembre
entreguista a…
-*-
Con todo esto y lo que
sigue, ¿digo que no hay que escribir-leer biografías? No, pero lo que hace
que ande la vieja rueda de la historia son los colectivos, no los individuos… o
individuas. La historiografía se nutre de individualidades; la historia
aprende de pueblos.
¿Digo que no hay que
escribir-estudiar historia? No, pero lo que sí digo es que es mejor
hacerla de la única forma que se hace, es decir, con otros y
organizados.
Porque la rebeldía,
amigos y enemigos, cuando es individual es bella. Pero cuando es colectiva
y organizada es terrible y maravillosa. La primera es materia de
biografías, la segunda es la que hace historia.
-*-
Y no con palabras
abrazamos a nuestros compañeros y compañeras zapatistas, ateos y
creyentes,
a los que de noche se
cargaron a la espalda la mochila y la historia,
a los que tomaron con
las manos el relámpago y el trueno,
a los que se calzaron
las botas sin futuro,
a los que se cubrieron
el rostro y el nombre,
a los que, sin esperar
nada a cambio, en la larga noche murieron
para que otros, todos,
todas, en una mañana por venir aún,
puedan ver el día como
hay que hacerlo,
es decir, de frente, de
pie y con la mirada y el corazón erguidos.
Para ellos ni
biografías ni museos.
Para ellos nuestra
memoria y rebeldía.
Para ellos nuestro
grito:
¡libertad! ¡Libertad!
¡LIBERTAD!
Vale. Salud y que
nuestros pasos sean tan grandes como nuestros muertos.
El
SupMarcos.
P.D. DE INSTRUCCIONES
OBVIAS.- Ahora sí, sea tan amable de leer, en calendario inverso, desde
Rebobinar 1 hasta el 3, y tal vez así encuentre al gato-perro y algunas dudas se
aclaren. Y sí, tenga la seguridad de que surgirán más
preguntas.
P.D. QUE ATIENDE,
SOLÍCITA, A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE PAGA.- ¡Ah! Conmovedor el esfuerzo de
los contras en los medios de paga para tratar de dar argumentos a los pocos
lectores-escuchas-videntes contras que les quedan. Pero, generoso por la
época navideña, aquí les mando algunos tips para que usen de
material periodístico:
.- Si las condiciones
de las comunidades indígenas zapatistas están igual que hace 20 años y nada se
ha avanzado en su nivel de vida, ¿Por qué el EZLN –como lo hizo en 1994 con la
prensa de paga- se “abre” con la escuelita para que la gente de abajo vea y
conozca directamente, SIN INTERMEDIARIOS, lo que hay acá?
Y ya puesto en
“modo interrogante”, ¿por qué en el mismo período se redujo, también
exponencialmente, el número de lectores-escuchas-videntes de los medios de
comunicación de paga? Pst, pst, pueden responder que no tienen
menos lectores-escuchas-videntes –eso reduciría la publicidad y el chayote-, que
lo que pasa es que ahora son más “selectivos”.
.- Ustedes preguntan
“¿Qué ha hecho el EZLN por las comunidades indígenas? Y nosotros estamos
respondiendo con el testimonio directo de decenas de miles de nuestros
compañeros y compañeras.
Ahora ustedes, los
dueños y accionistas, directores y jefes, respondan:
¿Qué han hecho ustedes,
en estos 20 años, por los trabajadores de los medios, uno de los sectores más
golpeados por el crimen prohijado y alentado por el régimen a quien tanto
adoran? ¿Qué han hecho por los periodistas, las periodistas amenazadas,
secuestradas y asesinadas? ¿Y por su familiares? ¿Qué han hecho para
mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores? ¿Les han aumentado el
salario para que tengan una vida digna y no tengan que vender su palabra o su
silencio frente a la realidad? ¿Han creado las condiciones para que se
retiren, después de años de laborar para ustedes, dignamente? ¿Les han
dado seguridad en el empleo? Quiero decir, ¿el empleo de un reportero o
reportera ya no depende del humor del jefe de redacción o de los “favores”,
sexuales o de otro tipo, que se les demandan a todos los géneros?
¿Qué han hecho para que
el ser trabajador de los medios sea un orgullo que no cueste la pérdida de la
libertad o la vida al ser honesto?
¿Pueden decir que su
trabajo es más respetado por gobernantes y gobernados que hace 20
años?
¿Qué han hecho contra
la censura impuesta o tolerada? ¿Pueden decir que sus
lectores-escuchas-televidentes están mejor informados que hace 20 años?
¿Pueden decir que tienen más credibilidad que hace 20 años? ¿Pueden decir
que sobreviven gracias a sus lectores-escuchas-videntes y no por la publicidad,
mayoritariamente gubernamental?
Ahí les responden a sus
trabajadores y lectores-escuchas-videntes, así como nosotros les respondemos a
nuestros compañeros y compañeras.
Oh, vamos, no estén
tristes. No somos los únicos que hemos escapado a su papel de juez y
verdugo, suplicando su absolución y recibiendo siempre su condena. Está
también, por ejemplo, la realidad.
Vale de nueve, o,
mejor, de sesenta y nueve.
El Sup diciéndose que
es mejor un pulgar abajo que un dedo medio arriba.
Es territorio
zapatista, es Chiapas, es México, es Latinoamérica, es la Tierra. Y es
diciembre del 2013, hace frío como hace 20 años, y, como entonces, hoy una
bandera nos cobija: la de la rebeldía.