Facebook: la vida privada y la historia del
futuro
Alfredo César
Dachary
Hoy, Facebook ha dejado de ser del interés sólo
de la gente que escribe sino de los grandes grupos que controlan la información
y vigilan a los diferentes actores de la sociedad, al extremo que ya varios
narcotraficantes y demás delincuentes han sido capturado gracias a la exposición
que éstos hacen en la red, de sí mismos, sus familias y
amigos.
¿Pero cómo es que Facebook ha logrado penetrar a
tantos millones de personas en el mundo en tan corto tiempo? La historia de sus
comienzos como una comunidad para estudiantes de la Universidad de Harvard, puso
al descubierto de sus creadores todas las nuevas necesidades o falacias de la
sociedad, especialmente de los jóvenes universitarios que fueron sus primeros
usuarios, haciendo de este “diagnóstico” un fabuloso plan de mercado que
inmediatamente pasó a ser del interés de una de las grandes empresas del mundo
virtual.
En el año 2007, al año de hacerlo conocer en todo
Estados Unidos, Microsoft compró el 1.6% de esta compañía a cambio de 240
millones de dólares, y con ello empezó una nueva etapa de este negocio global al
convertir a éste en un modelo de negocios para marcas de fábrica en donde se
ofrezcan sus productos y servicios, según los datos del usuario y del perfil de
éste, con ello el valor de la compañía subió 15 millones de
dólares.
Así se construyó este gran fenómeno mundial que
ha revolucionado la forma de utilizar el Internet y la manera de interactuar
entre las personas en la actualidad, haciendo de ésta la página más importante y
popular para subir fotografías con poco más de 83 millones de imágenes al día y
500,000 aplicaciones.
En la juventud, pioneros y principales usuarios
han tenido una influencia tan grande que no puede ser medible y además ha
cambiado la manera de comunicarnos desde las relaciones amorosas a las amistades
pasando por todos los niveles de relaciones
posibles.
El costo que ha generado esta tecnología aplicada
a un programa específico como Facebook ha sido el de la pérdida de nuestra
privacidad, lo cual nos expone a cualquier sujeto u organización criminal que
pretenda atacarnos, pero lo más grave es que las huellas que dejamos en nuestras
fotos, comentarios o simplemente reflexiones se pueden volver en contra nuestra
frente a empleadores u otros actores en competición o en enfrentamiento con
nosotros.
Hoy el tráfico de personas, a partir del rapto y
secuestro es un negocio global y dentro de él está el de niños, que desde su
nacimiento están expuestos a la luz pública como parte de la irresponsabilidad o
incultura de sus padres.
Así tenemos el fenómeno de colgar en Facebook,
Twitter, Flickr o Youtube desde la primera ecografía hasta el nacimiento y
posterior crecimiento del hijo lo cual ha alcanzado tales dimensiones que ya
tiene su propio nombre: «oversharenting», que consiste en la tendencia de
los padres a compartir una gran cantidad de información y fotos de sus hijos en
línea.
Steven Leckart primero acuñó el término
"oversharenting" en su blog muy citado, el bebé
Facebook-libre , que se publica en el The Wall Street Journal, y que en
esencia es una súplica a los padres para detener la existencia de demasiada
información acerca de los niños desde antes de nacer. El blog de Steven
recibe más de 1.5 millones vistas al mes y tiene además una larga saga de
lectores calculada entre 12,000 a
15,000 diarios.
Para Blair Koenig, creador del blog STFU padres,
lo preocupante es que el oversharenting está creando una generación de niños con
un concepto deformado de privacidad. En el Reino Unido, el 94% de los padres
cuelgan fotos de sus hijos en Internet, según la encuesta realizada por
Posterista.com.uk., y un tercio de los padres de recién nacidos cuelga una foto
de su bebé a la hora de dar a luz, lo que para algunos, es una manera de
fortalecer los lazos familiares, para otros, una forma de
exhibicionismo.
Brian McNair, en su libro “La cultura del striptease” describe el
ambiente de destape y exhibicionismo sexual que prolifera en las sociedades
capitalistas al final del siglo XX y en la década siguiente, y que fue uno de
los caminos que toma la red a fin de dejar cada vez menos lugar a lo privado ya
que hoy la gente incluye escenas íntimas entre sus fotos para todos, por lo cual
no nos podemos asustar cuando exhibe a sus hijos.
El hecho de que los padres suban imágenes de sus
hijos significa que están creando
una vida virtual del niño, sin su consentimiento por ser muy pequeño, pero que
en el futuro no sería la que quiere para él, porque puede tener una imagen
distorsionada de lo que él piensa de sí.
Al
llegar a la adolescencia, si esto sigue expandiéndose se va a encontrar con todo
tipo de fotos de él y que él no puede frenar que estas imágenes sean del dominio
público, e incluso él se podría avergonzar de determinados videos familiares o
ser parte de la burla de sus amigos, lo cual sería muy negativo para su
personalidad. Todo esto hoy no está tomado en cuenta por los padres que utilizan
las fotos para promocionar su familia y sus hijos, sin importar las
consecuencias del futuro.
Para
Charo Sadaba, profesora de la Universidad de Navarra, experta en
comunicación y nuevas tecnologías añade que “…ya ha habido algunos casos también
en que los internautas se han manifestado en contra del uso que algunos padres
están haciendo de sus hijos en las redes sociales, señalando que no están
teniendo en cuenta su derecho a la intimidad y la construcción de una identidad
digital propia”.
Hoy los datos publicados en internet configuran
nuestro “currículum digital”, que cada vez va adquiriendo más importancia para
nuestra valoración social, afirma el Director de la Agencia de Protección de
Datos, que alerta que las informaciones publicadas sobre menores pueden
condicionar su reputación, una vez alcanzada la mayoría de
edad.
El otro problema que sale de las esferas del
internauta es que la información que se sube a la red puede difundirse más allá
de lo previsto, y por ello puede caer en manos no deseadas y como está en un
soporte digital es muy fácil copiarla, y así replicarse
ilimitadamente.
Para la Brigada de Investigación Tecnológica,
antes de compartir una foto debemos preguntarnos cuánto nos dolería que esa foto
fuera pública ya que toda foto insertada en las redes sociales, en WhatsApp o
incluso enviada por correo electrónico es un cohete lanzado hacia el infinito y
sin control efectivo. Por ello es que todo el mundo está expuesto al mal uso de
esa imagen que pueda hacer de forma inconsciente un amigo al compartirla con
terceros o un sujeto con objetivos no legales, ni morales.
Algo que les llama la atención a la Brigada de
Investigación Tecnológica en España es que en los registros en casas de
pedófilos no es raro ver entre fotos pornográficas otras de niños desnudos en la
playa que son fotografías familiares, tomadas del Facebook.
El tema es de tal magnitud que se creó Protegeles.com, la
cual es una asociación sin ánimo de lucro que surge como
organización en el año 2002, si bien la Línea de Denuncia Contra la Pornografía
Infantil que le da nombre funciona desde octubre de 2001. Su objetivo es el de
facilitar a la policía el mayor número
de información verificable, que permita la eliminación de páginas de pornografía
infantil en Internet, así como la localización de sus
autores.
Este tipo de trabajo está dando muy buenos
resultados a la organización, ya que sólo entre 2003 y 2004 las informaciones
obtenidas por sus miembros han facilitado la consecución de siete operaciones
policiales, que se han saldado con numerosos pedófilos detenidos a nivel
internacional, y esto ha permitido a Protegeles.com ganarse con su
trabajo el reconocimiento tanto de la policía y de la propia sociedad
civil.
El tema ha rebasado la familia y llega también a
los amigos de ésta y es que hoy todos se creen con derecho a subir fotos o
instantáneas que se toman en un paseo, en un centro comercial y luego uno ve a
un niño en estas páginas sin la autorización de los padres, lo que también está
dando problemas dentro de los colegios. La publicación excesiva de información
personal en un perfil puede permitir no sólo identificar al usuario sino llegar
a localizarle físicamente, según añade el Director de la Agencia de Protección
de Datos, “lo que adquiere especial relevancia cuando el usuario es un menor”.
Las noticias de secuestros en Asia o Latinoamérica planeados con la ayuda de las
redes sociales cada vez son más frecuentes.
Esta es la historia que dejarás a tus hijos, con la certeza que no
siempre será de su agrado, y que ello puede derivar en problemas de conducta,
identidad y otros más por una actitud poco razonada y responsable, de quiénes no
han dimensionado los grandes problemas que implica el estar y subir cosas a la
web, más en Facebook.
alfredocesar7@yahoo.com.mx