El Gran Hermano te vigila
“La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia
es la fuerza”. G. Orwell.
Alfredo César Dachary
George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair, autor del clásico
libro “1984”, escribió un texto pensando en un utópico futuro, pensando en
centurias, pero la realidad le arrebató ese puesto y hoy se podría decir que
gran parte de sus planteamientos se han hecho desgraciadamente realidad, y ahora
vamos a abordar el más avanzado de éste: Big Data.
El Gran Hermano que domina el mundo se integra perfectamente con otro
cuadro que construyó de otro ángulo, pero llegando a las mismas consecuencias
Aldous Huxley (1969) el mundo del consumo y la comodidad a costa de los valores
humanos esenciales y donde el “hombre feliz” es el final de una cadena de
montaje.
No es casual que hoy en un mundo global dominado por un reducido
número de banqueros y especuladores que operan a miles de políticos y otros
falsos profetas, ambas visiones utópicas se hagan realidad, abriendo la puerta a
una nueva explotación total del hombre, deshumanizado y alienado por el consumo,
y cuya meta de consumo final es el mismo en el post-humano.
Winston Churchill, el Primer Ministro británico que encabezó la
Segunda Guerra Mundial contra el Eje Alemán, sostenía algo que hoy los
escándalos de espionaje ya lo presentan como una nueva realidad al decir: “…los
imperios del futuro serán imperios de la mente”, lo que no aclaró este empeñoso
“Tory” inglés es si era el control de todas las mentes o la mente por encima de
todo.
El físico Michio Kaku en su libro “La Física del Futuro” (2011),
sostiene que para el 2100, nos igualaríamos a los dioses, pero no nos valdremos
de pociones y varitas mágicas sino de la informática, la nanotecnología, la
inteligencia artificial, la biotecnología y sobre todo la teoría cuántica, que
es el fundamento de todas las tecnologías anteriores.
Para Kaku, se dará un salto cualitativo y la mente controlará la
materia y se llegará más allá, a fin de superar la gran limitación enunciada por
Arthur Schopenhauer: “…todo individuo considera que los límites de su propia
visión son los límites del mundo”.
Richard Sennett, en su último libro, el segundo de su trilogía
actual, “Juntos”, hace un planteamiento que nos permite comprender la realidad
actual en la cual se han borrado los límites entre lo público y lo privado y hoy
formamos parte de un gran reality
show, que nos integra a un mundo cada vez más de fantasía, más allá del
planteamiento de Debord, en “La sociedad del espectáculo”.
Este sociólogo afirma que somos “trabajadores volátiles” inmersos en
formas de trabajo temporales con multitud de proyectos a la vez,
externalizaciones y competitividad extrema, y el resultado es una alienación que
provoca la pérdida de sentido de pertenencia a una empresa o lugar; en ese
contexto, que no espere nadie que la gente coopere unos con otros, impera el
sálvese quien pueda, especialmente si los otros son diferentes a nosotros. Y eso
explica el auge de las relaciones sociales superficiales, el escaso compromiso
con y de las instituciones y la cada vez mayor distancia entre las personas.
¿Quién ha llevado esta sociedad a este nuevo estadio, muy alejado de
la comunidad solidaria, de la propia sociedad del pacto social? Es muy fácil decir que las nuevas
tecnologías nos separan, pero éstas actúan en el contexto de un plan mayor, ya
que cumplen una función y luego son remplazadas por otras que profundizan este
proceso de aislamiento, soledad y angustia del individualismo moderno.
Las nuevas tecnologías son consumo antes que nada, son formas de
expresarse, son mecanismos duales de comunicación y aislamiento, son las nuevas
formas de socializar; si el sujeto no entra a esas redes no existe, porque la
nueva sociedad está en las redes que a su vez están integradas por tecnologías
de comunicación y fuera de ellos está la utopía, lo “diferente”, lo distinto, lo
que los conquistadores definieron como “el otro”. El incomunicado de hoy es el
hippie de los 60´, un antisistema, un terrorista del ejemplo al no sometimiento
de estas nuevas leyes de la unidad de los contrarios.
Por ello es que cada etapa, que a su vez es cada vez más corta, tiene
una nueva tecnología que centraliza el eje de cambio de la misma. En la
actualidad es el conocido como Big Data, algo que otros han denominado la gran
minería de datos, un nuevo recurso artificial del siglo XXI, que emerge del
hombre y sirve para controlarlo mejor a él mismo.
El proceso de autocontrol comenzó con la sociedad de consumo, un
nuevo contrato social, por el cual el hombre y la sociedad toman el compromiso
de consumir, asumen las nuevas leyes de la obsolescencia programada, se suman a
la tecnología como la única respuesta, la Biblia de los tiempos modernos de una
nueva religión universal: el mercado, entelequia que está en todos lados, nadie
la puede ver pero todos la tenemos que sufrir de diferentes maneras.
Big Data es una apuesta, que ha dado resultados, a mayor número de
datos que producimos es más difícil entrecruzarlos y sacar utilidad de los
mismos, por ello esta nueva tecnología se orienta integrar en tiempo casi real y
dar resultados, lo cual beneficia a las dos partes: al consumidor, porque se
siente atendido personalmente en su apetito de consumir y al ofertante porque
vende más, genera un nuevo modelo de consumo a la medida de cada
consumidor.
¿Qué dimensión tiene el mundo de los datos?, ¿a qué velocidad
crece?,¿Qué se prevé a mediano plazo?
Según Susana Blázquez en un artículo de El País
de este año, el 90% de los datos acumulados en todo el mundo se han creado en
los dos últimos años, y cada día se escriben 400 millones de tuits, cada minuto
se crean 600 nuevos blogs, cada segundo se registran 10,000 transacciones de
pagos con tarjetas.
¿Quién genera esta cantidad de datos que se reproducen de manera
geométrica? La fuente son los diferentes objetos cotidianos como los coches, los
relojes o las gafas están comenzando a conectarse a Internet para alimentar
nuevos servicios que requieren un constante intercambio de
información.
En las ciudades cada día se colocan más cámaras que nos graban la
cotidianidad y junto a ellas las autoridades de los Ayuntamientos siembran en
las calles miles de sensores de recogida de datos para facilitar la vida de los
ciudadanos.
Esto significa que cada día se recogen 2,5 trillones de bites de
datos, y los directivos de las empresas apenas pueden manejar la mitad de los
generados en su entorno porque el 80% de ellos están desestructurados y el
número de dispositivos en red duplicará a la población mundial en 2015 y los
datos que generen se convertirán en información utilizada por las empresas para
anticipar las necesidades de los consumidores.
Éste es el alimento de esta nueva herramienta que viene a
transformarse en el nuevo Gran Hermano: Big Data, el nuevo mecanismo para sistematizar los datos procedentes de
cualquier soporte, incluyendo imagen y sonido, y convertirlos de forma
automática en información, lo cual tiene un gran valor económico ya que crea un
mercado evaluado por la firma de análisis Gartner en 132,000 millones de dólares
para 2015 y este año se crearán 4.4 millones de puestos de trabajo para
abastecerlo.
Los expertos comparan la herramienta a la revolución industrial en el
mundo de los datos y afirman que con ella cambiará nuestra forma de vida, ya que
se sabrá la cotidianidad de cada ciudadano de manera total, y se lo podrá
abordar desde sus debilidades para poder profundizar el proceso de alienación
que implica el consumo como forma y meta de la vida.
Esto
significa que Big Data ha
pasado de la dimensión de Internet al mundo real, y las empresas lo toman como
insumos para sus investigaciones y sus aplicaciones para mejorar la gestión,
ahorrar consumos o lanzar nuevos servicios y crear nuevos productos.
Un ejemplo inmediato lo da la reducción de la pérdida de clientes que
será una de las principales causas del ahorro producido por las plataformas
de Big Data en los operadores móviles de todo el mundo para 2018, valuada
en 9,000 millones de dólares. En otros aspectos tenemos a
ciudades como Las Vegas que han reducido el 6.4% de los delitos violentos y el
8.6% de los incendios provocados.
En el gran mundo del espectáculo tenemos a Río de Janeiro que ha
acortado el tiempo de respuesta a emergencias en un 30% como parte de los
preparativos del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, a
partir del uso de Big Data.
Mientras el gigante de la informática IBM desarrolla en Holanda un
sistema de control y gestión del agua que podrá ahorrar 1,000 millones de euros
anuales y evitar desastres, en Inglaterra, Tesco, cuarta cadena minorista
mundial, lo acaba de implantar para controlar la energía en 120 tiendas
irlandesas y quiere extenderlo a las 3,000 tiendas que tiene entre Irlanda y
Reino Unido para lograr un ahorro de 20 millones de euros en consumos
energéticos.
El Gran Hermano nos vigila; las utopías más pesimistas desde las ya
citadas a las nuevas que se crean se instalan como cotidianidad. El amansamiento
del hombre se da a través de tecnologías, se realiza mediante el uso de robot,
de inteligencia artificial y cuando logre controlarlo, ¿cuál será el paso
siguiente?
alfredocesar7@yahoo.com.mx