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El "INDEC" de Piñera
Chile
Mea culpa de Piñera por los
polémicos errores en el censo
Pidió "perdón"
por la omisión del 9,3% de la población en la encuesta de 2012
Carlos Vergara | LA NACION
Buenos Aires,
9/8/13
SANTIAGO, Chile.- En un gesto
inesperado y muy pocas veces visto en su carrera política, el presidente
Sebastián Piñera pidió ayer perdón a todos los chilenos por la mala ejecución
del censo de 2012, que omitió al 9,3% de la población.
"Efectivamente se cometieron errores en la
planificación y en la ejecución del censo, y quiero pedir humildemente perdón a
todos los chilenos por esos errores [?] Cuando fui informado, sentí la misma
molestia y la misma indignación que han sentido millones de chilenas y chilenos
a lo largo del país", dijo Piñera en una solemne conferencia de prensa en el
palacio presidencial de La Moneda.
Anteayer, una comisión independiente había sugerido
desechar los datos, recogidos durante más de tres meses y con un costo de 60
millones de dólares, y llevar a cabo un nuevo censo en 2015.
Según fuentes del oficialismo contactadas por LA
NACION, el descalabro estadístico caló hondo en el presidente chileno, por
cuanto golpeó precisamente el alma de su gobierno, presentado desde sus inicios
bajo un sello de excelencia técnica y de profesionalismo superlativo.
"Lejos de pretender ocultar este error bajo la
alfombra, nuestra decisión fue actuar con total transparencia y tomar las
acciones necesarias para corregirlo", agregó Piñera, visiblemente
compungido.
Sin embargo, el presidente aclaró que antes de
tomar la decisión de ejecutar un nuevo censo, lo cual harán si es "estrictamente
necesario", solicitarán la asesoría de organismos internacionales. Entre éstos,
según aclaró el ministro de Economía, Félix de Vicente, figuran la Unión Europea
y el Banco Mundial.
Más allá de sus disculpas, Piñera no dejó pasar la
ocasión de endosar parte de la responsabilidad en el fracaso del censo al
anterior gobierno de Michelle Bachelet. "Todo esto se empezó a planificar en
2008", aclaró. "La Concertación estuvo 20 años y no hizo nada para tener un
Instituto Nacional de Estadísticas como corresponde", agregó la candidata
oficialista, Evelyn Matthei.
La ex presidenta, hoy favorita para las elecciones
de noviembre, recogió el guante durante un encuentro con ex dirigentes
estudiantiles y se comprometió públicamente a hacer un nuevo censo durante su
eventual nueva administración.
"Lo más importante es contar con los datos y saber
cuántos somos en nuestro país, dónde y cómo vivimos, elementos básicos y
esenciales para el desarrollo de cualquier tipo de políticas públicas", reseñó
Bachelet.
Dudas
Pero pocos repararon en un dato clave: el
desaguisado del censo se sumó al escándalo suscitado tras los resultados de la
encuesta Casen, que mide la pobreza en Chile, entregados el año pasado por el
gobierno y presentados a la población como un éxito de gestión, con una marcada
baja desde el mandato de Bachelet.
Los datos, analizados por la Comisión para América
Latina y el Caribe (Cepal) y procesados por la Universidad de Chile, fueron
severamente cuestionados después de que funcionarios de la Cepal denunciaron
presiones del oficialismo para que la cifra original fuese
recalculada.
Pocas semanas más tarde, la directora de Cepal, la
mexicana Alicia Bárcena, anunció que su organismo no seguiría participando
directamente en la encuesta y, a mediados de este año, ningún oferente se
presentó a la licitación del trabajo de campo de la nueva encuesta.
"Tanto la administración anterior como la
actual participan de esta crisis. Es el Estado lo que está en cuestionamiento
[?] Cuando el censo está en crisis, lo que está en juego es el futuro", criticó
Alexander Páez, sociólogo de la Universidad de Chile.
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