|
|
Mostrando mensaje 15649
|
|
< Anterior | Siguiente >
|
|
Asunto: | NoticiasdelCeHu 470/13 - 22 de julio, Día Mundial contra la Megami nería Tóxica | Fecha: | Lunes, 22 de Julio, 2013 10:00:41 (-0300) | Autor: | Noticias del CeHu <noticias @..............org>
|
NCeHu 470/13
22 de
julio, Día Mundial contra la Megaminería Tóxica
Juan Carlos
Ruiz Guadalajara*
La Jornada
México, 21/7/13
Con una creciente participación ciudadana en
países afectados por la depredación ambiental y social que provoca la
megaminería por todo el mundo, este 22 de julio se realiza por quinta ocasión el
Día Mundial contra la Megaminería Tóxica, jornada que en poco tiempo se ha
consolidado como una acción global de resistencia al modelo extractivo impuesto
por los corporativos mineros trasnacionales en connivencia con gobiernos
neoliberales. En su origen, la idea de una acción global contra la megaminería
tuvo como objetivos despertar la conciencia social ante el problema del nuevo
extractivismo minero, exigir la prohibición de la técnica de tajo a cielo
abierto para extracción de metales preciosos y denunciar la ilegalidad y
violencia de la operación de la canadiense New Gold-Minera San Xavier en el
cerro de San Pedro y su impacto sobre el valle de San Luis Potosí. Estas
demandas fueron parte de las muchas reacciones locales ante las desastrosas
consecuencias generadas por la fiebre del oro iniciada en la última
década del siglo pasado en Estados Unidos, y encabezada posteriormente por
Canadá y sus corporativos desde la Bolsa de Valores de Toronto.
El origen de esta fiebre del oro y las
peculiaridades que la hacen diferente a las otras que registra la historia de la
humanidad, se encuentra en una combinación de factores tecnológicos y
financieros. De acuerdo con el historiador canadiense Studnicki-Gizbert, fue en
Nevada, Estados Unidos, donde en la década de los setentas se descubrió un
territorio de casi 100 kilómetros de largo por 10 de ancho con presencia de
nubes subterráneas de partículas microscópicas de oro invisible . Para
extraerlas, geólogos y metalurgos al servicio de Newmount Mining idearon la
megaminería a cielo abierto: para compensar las cantidades microscópicas de oro
presentes en la roca (menos de un gramo por tonelada de matriz rocosa), la nueva
minería hubo de remover con explosivos enormes extensiones de territorio, cavar
gigantescas fosas, crear montañas con billones de toneladas de material de
desecho, y utilizar millones de metros cúbicos de agua mezclados con cianuro
para desprender las partículas áureas. Con esta práctica, entre 1980-85 los
Estados Unidos triplicaron su producción de oro y convirtieron el noreste de
Nevada en zona de desastre.
El nuevo método, considerado la panacea de la minería
moderna de metales preciosos, conllevó al menos tres efectos perversos. Primero:
agotaba en lapsos increíblemente cortos las reservas de oro invisible presentes
en grandes territorios a cambio de su destrucción definitiva y desertificación
(la vida de un tajo oscila entre los cinco y los veinte años). Segundo: la
posibilidad técnica de extraer el oro invisible hizo viable la explotación de
antiguos sitios mineros cuyas vetas estaban agotadas y multiplicó, a ojos del
capital financiero, las reservas mundiales al integrar a la lista de sitios
explotables cientos de lugares del planeta que nunca habían tenido presencia de
minería, pero que en el subsuelo cuentan con nubes de partículas de oro.
Tercero: el rápido agotamiento de los yacimientos empujó a las mineras, con
apoyo de capital financiero asentado en Canadá, a buscar el acceso a las nuevas
reservas, desarrollando estrategias para negociar leyes afines al nuevo modelo
extractivo en países que impusieron modelos neoliberales, principalmente en
América Latina.
En imagen de archivo, el Frente
Amplio Opositor de San Luis Potosí se manifiesta con disfraces de cerdo y
mostrando los nombres de magistrados en cartulinas frente al Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa, en demanda que se anule el permiso de
explotación del cerro de San Pedro a la Minera San XavierFoto José Antonio López
En las últimas tres décadas la industria minera,
encabezada por las corporaciones canadienses, produjo mediante este devastador
método más oro que todo el extraído por la humanidad desde la antigüedad,
creando poderes fácticos trasnacionales que han arrasado tierras, comunidades y
patrimonio ambiental e histórico en países emergentes que han sido colonizados
por las grandes mineras y sus aliados políticos. El caso mexicano es vergonzoso:
gobiernos de todo signo que desde el salinato han permitido la operación ilegal
de mineras canadienses; entrega de la tercera parte del territorio a los
intereses extractivistas; jueces corruptos que permiten la operación política de
la justicia y la violación de las más elementales leyes por parte de las
mineras; políticos entreguistas que operan en el Congreso a favor de los
corporativos; científicos y académicos que legitiman la operación de proyectos
depredadores; empresarios mexicanos que se alían con los corporativos para
aprovechar las oportunidades de negocio ; mexicanos que así como venden su
voto al PRI, igual se venden a las mineras para agredir a quienes resisten el
despojo; mexicanos indiferentes o apáticos ante la deuda ambiental que dejaremos
en herencia a las futuras generaciones; etcétera.
Frente a este paisaje de devastación nacional, se
mantienen por todo el territorio importantes resistencias ciudadanas que ahora
mismo cuestionan el irracional modelo extractivo en su conjunto y convergen en
una demanda común: la defensa, preservación y restauración del territorio y sus
recursos ambientales. Para ello han diseñado una vanguardista propuesta
ciudadana de nueva ley minera que prioriza la defensa de los derechos humanos y
la recuperación de la soberanía, iniciativa que enfrentará a los poderes
fácticos y sus operadores en ambas cámaras legislativas. De ahí la importancia
de generar conciencia global y participación ciudadana ante este problema,
objetivo del Día Mundial contra la Megaminería Tóxica, que en este año contará
con manifestaciones en al menos 15 países, incluidos Canadá, España y Francia.
En la ciudad de México, a convocatoria de Pro San Luis Ecológico, la
manifestación informativa se realizará frente al Senado.
Comienza así una etapa crucial de esta larga lucha por
liberar al país de la megaminería tóxica y recuperar con ello la tierra y el
agua para la vida y el futuro.
* Investigador de El Colegio de San Luis AC
|

|
|