México y el turismo
Alfredo César
Dachary
El 2012 fue un año complicado, en el que se dan
una serie de coyunturas que inciden en el desarrollo del turismo, algunas
esperadas y otras que profundizan la situación que viene del año anterior. En
general, el sector turístico reacciona acorde al desarrollo del país, que está
determinado por el propio desarrollo nacional y
regional.
En
México es un tema crítico, ya que está en el camino de abandonar el “top ten” de
los diez países más visitados del mundo este año, debido a una caída en la
llegada de turistas internacionales. La Organización Mundial del Turismo (OMT)
y la Confederación Nacional
Turística estimaron la caída en alrededor del 1% de las llegadas de turistas
internacionales al cierre de 2012, en comparación con el año
anterior.
Para el Banco de México (Banxico), en 2012, el arribo de turistas
transfronterizos, la mayoría de Estados Unidos, no sólo frenó su dinamismo, sino
que disminuyó hasta un 5.3%, con lo que el flujo cayó hasta los 8 millones 686
mil visitantes transfronterizos, que fue un nivel similar al de 2009. De acuerdo
con los reportes de Banxico, durante el período 2009 - 2011, el arribo de este
tipo de turistas en el período enero - noviembre de cada año tuvo crecimientos
de 3.3%, 2.1% y 2%, respectivamente.
De
esta forma, la llegada de turistas fronterizos inició dicho período en 8
millones 519 mil y aumentó hasta los 9 millones 181 mil; sin embargo, el
recrudecimiento de la violencia en esta zona del país y la crisis económica en
Estados Unidos rompieron con esta senda de crecimiento. Durante 2012,
el Departamento de Estado de Estados Unidos lanzó dos de los llamados “warning for México”, siendo el
primero de ellos el que se registró en febrero del 2012 y en el mismo se
indicaba que por los “serios problemas” de violencia y crimen organizado se
evitara ir especialmente a: Tamaulipas, Coahuila, Durango y Chihuahua, todos en
el norte del país.
En
noviembre del 2012, las autoridades estadounidenses lanzaron la segunda alerta
de viaje que incluía otra vez a estas mismas entidades, además de Baja
California y Nuevo León. Esta situación es grave, ya que
los principales emisores hacia el país son Estados Unidos y
Canadá y que sumados representaron, en el 2012, al 65.2% del turismo extranjero.
Sin embargo, en estos últimos años emergen nuevos visitantes por nacionalidad,
como los rusos que pasaron de 22,766 en 2010 a 65,406 en el 2012; ésta era una
nacionalidad con poca participación en el mercado mexicano.
Para el Instituto Nacional de Migraciones, en el
2012 la caída anunciada no fue tal, fundamentalmente el de los turistas que
arriban por avión, como se ve en el cuadro siguiente.
Llegada de visitantes internacionales vía aérea
por nacionalidades
2010
- 2012 (enero- noviembre)
País |
2010 |
2011 |
2012 |
Estados
Unidos |
5.380,048 |
5.143,282 |
5.324,801 |
Canadá |
1.266,290 |
1.351,399 |
1.364,572 |
Reino Unido |
274,781 |
306,793 |
334,039 |
España |
268,694 |
259,949 |
259,976 |
Argentina |
158,688 |
186,393 |
234,335 |
Subtotal |
7.348,501 |
7.247,816 |
7.517,723 |
Otras
nacionalidades |
1.639,914 |
1.823,224 |
2.141,872 |
Total |
8.988,415 |
9.071,040 |
9.659,585 |
Fuente: Sistema Integral de Operaciones
Migratorias. México. 22 diciembre 2012.
De los países americanos no tradicionales es
interesante seguir el crecimiento de los turistas peruanos que en el 2010 eran
46,726 y para el 2012 llegaron a ser 81,915.
Los chinos, que han crecido en la mayoría de los
destinos mundiales, están ya con presencia en México en el 2010 con 25,139 y en
el 2012 llegan a 41,228, turistas que arriban por los aeropuertos del país; una
vez más las visas juegan un papel negativo en el
turismo.
La ocupación hotelera ha tenido un avance en el
2012 respecto al 2010, pero el
aumento de visitantes es con menor derrama, el abaratamiento de los diferentes
destinos es un camino peligroso que puede tener elevados costos a un plazo
medio.
En mayo del 2012 se realizó la 1ª. Cumbre
Regional de las Américas del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) y allí
el presidente del Grupo Carso, considerado el hombre más rico del planeta,
Carlos Slim, sostuvo: “… en los próximos diez años, la gran actividad económica
será el turismo, por ello es muy importante impulsar y apoyarlo, porque va a
generar empleo y bienestar para la población; sin duda el turismo internacional
y el nacional son grandes atractivos para la
economía”.
La
perspectiva de Carlos Slim coincide dos meses después con la que emite el G-20,
que ratifica la misma apreciación sobre el turismo, reconociéndolo como un
modelo económico capaz de generar empleo y una dinámica económica para tener
crecimiento en las economías regionales o
nacionales.
Pero el daño acumulado por los problemas de
seguridad en el país, no demora en surtir efecto y así se inicia la caída del
turismo de cruceros, por la reducción de los arribos de éstos a puertos
mexicanos que se ha ido profundizando desde el 2011, si bien ésta comenzó en el
Pacífico con Mazatlán y Acapulco, el comportamiento más positivo de La Paz,
Ensenada y Manzanillo no evitó una caída mayor, ese
año.
Debido a la inseguridad y otros problemas de
política e inversiones turísticas, México perdió el primer lugar con el mayor
número de arribos, siendo los más afectados el puerto de Mazatlán que en el 2012
recibió un solo crucero frente a los cuarenta del 2011, o sea, una caída del 97%
y Acapulco que en el 2011 recibió ochenta y un cruceros y en el 2012, sólo nueve
cruceros.
Pero la crisis de los cruceros en México mueve a
ambos grupos de empresarios y funcionarios estatales del Caribe y el Pacífico a
buscar soluciones, ya que representa un duro golpe para los destinos y una
muestra de que la inseguridad termina generando fuertes
caídas.
El gobernador de Quintana Roo encabeza la cruzada
a fin de superar el problema, que según empresarios, para el caso del puerto de
Mahahual es culpa del huracán Wilma que en el 2005 destruyó este puerto y afectó
a los muelles de Cozumel, y como consecuencia de ello en el 2012, Cozumel
recibió 9.2% menos de arribos y el 30% de los hoteles flotantes que llegaban a
Mahahual cayó en el mismo año.
El Producto Interno Bruto de México, medido de
manera simple, tiene una importante aportación del turismo, ya que en el 2011
fue un aporte directo del 5.6% el cual es similar al del 2012, como aporte
directo y sumados los indirectos llega al 10.0%, cifra similar a la que
encontraron a comienzos de este siglo las cuentas satélite, que son más claras y
llegaron a esta cifra sin tomar en consideración a la industria de la
construcción, que es una de las locomotoras del modelo.
Pero el problema de inseguridad en México no
puede ocultar la crisis interna en
el sector turístico derivada de la falta de diversificación de la oferta y la
concentración de la misma en pocos destinos, lo que ha generado un modelo de
desarrollo muy desigual, algo que ha sido reiteradamente planteado por los
estudios sobre este sector.
El modelo es a la vez asimétrico y en las
sociedades de acogida donde éstos se apoyan se refleja esta diferencia en el
auge de la pobreza y violencia, otro de los graves problemas que debe abordar el
país.
De los catorce
municipios considerados destinos turísticos importantes que están incluidos en
el Programa contra el Hambre, se encuentran los más destacados centros de playa
del país del turismo internacional, como Los Cabos, Cancún, Ixtapa-Zihuatanejo y
Acapulco, todos éstos fruto de grandes inversiones del Estado que han derivado
en paraísos para los que se beneficiaron y la marginación para las grandes
mayorías de los municipios, cuyas cabeceras terminan rodeadas de cinturones de
miseria.
El Programa contra el Hambre abarca 400 municipios del país y está
orientado “…a la población objetivo constituida por las personas que viven en
condiciones de pobreza multidimensional extrema y que presentan carencia de
acceso a la alimentación”, cuya selección se basó “…en la incidencia de pobreza
extrema, así como en el número de personas en esta condición y personas con
carencia de acceso a la alimentación”.
Los destinos de playa conocidos mundialmente son una parte de la
oferta, en la otra están los Pueblos Mágicos. Mediante este programa, las
localidades obtienen recursos para el desarrollo de proyectos turísticos y
conservación de edificios o inmobiliario turístico, la mayoría de ellos están
agobiados por la pobreza y el hambre que se genera en su población
marginal.
Esta doble realidad empieza a inquietar a inversionistas y políticos
porque es el caldo de cultivo de los problemas de seguridad que vive el país, y
esto se ha profundizado en Acapulco y en Cancún; el primero por violencia
interna y el segundo por estar en la ruta del narcotráfico desde el Caribe sur,
Colombia, sin contar el destino de Mazatlán que ha quedado sin cruceros y
reducción de visitantes ante el aumento de los enfrentamientos del narcotráfico
y la inseguridad en general.
alfredocesar7@yahoo.com.mx