NCeHu
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Este viernes 22, una gran concentración reclamará
justicia por las 52 víctimas de la masacre de Once.
En la mañana de ese día, la querella del Partido
Obrero exigirá condenar a los asesinos de Mariano Ferreyra, que son también los
agresores de Elsa Rodríguez.
El hilo conductor entre estas dos causas es muy
claro.
La asociación de los privatizadores, la burocracia
sindical y el poder político, a costa de los trabajadores y usuarios.
Después del crimen de Mariano, todos ellos
siguieron en sus puestos, bajo el encubrimiento oficial.
Un año y cuatro meses después, los Luna, Schiavi y
Cirigliano provocaban la masacre.
Una intensa movilización popular los puso en el
banquillo, al igual que a Pedraza.
Pero en uno y otro caso, los intereses sociales que
llevaron al crimen siguen tramando la impunidad.
Para dejar a los empresarios sin condena, o con
responsabilidades menores.
Para no juzgar a los articuladores políticos del
vaciamiento ferroviario y la explotación a los trabajadores, como De Vido o
Tomada.
O del encubrimiento policial en el crimen de
Mariano, como Aníbal Fernández.
Y, sobre todo, para dejar a salvo al régimen
de las concesiones privadas y la tercerización laboral.
Los Macri y otros, viejos apañadores de la patria
contratista y la precarización del trabajo, no tienen ninguna autoridad para
subirse al carro del inmenso reclamo popular.
El 22 a la mañana, vamos a Tribunales para apoyar
los pedidos de condena a Pedraza y su patota.
El 22 por la tarde, nos sumamos a la marcha por las
víctimas de Once.
Llevemos a la victoria estas dos grandes
luchas.
Perpetua a Pedraza y a todos sus
cómplices.
Fuera los vaciadores capitalistas y la
burocracia sindical del sistema ferroviario. Por su reestatización, bajo la
gestión directa de los trabajadores.
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