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Asunto: | NoticiasdelCeHu 59/13 - ¿España se desintegra? (Joan Martínez Alier) | Fecha: | Domingo, 3 de Febrero, 2013 01:24:08 (-0300) | Autor: | Noticias del CeHu <noticias @..............org>
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NCeHu
59/13
¿España se
desintegra?
Joan Martínez Alier
La
Jornada
México,
2/1/13
En recuerdo de Blas
Infante
España se desintegra sin haber digerido la
historia del franquismo y con un monarca borbónico que se comporta como tal. No
hemos sabido construir un Estado federal o confederal. El franquismo descerebró
a varias generaciones de españoles con la gloriosa consigna de España, una, grande y libre” . España se desintegra por
efecto de la crisis económica y de la cerrazón, no ya de la derecha patriótica
posfranquista del PP, sino de los socialistas.
Cuando en Cataluña, en la transición (tras la muerte de
Franco en 1975), se reclamaba un estatuto de autonomía, se añadía siempre la
siguiente cláusula (aceptada entonces por socialistas y comunistas): “Como paso al libre ejercicio del
derecho de autodeterminación” . Los partidos comunista y
socialista apoyaban los estatutos de autonomía y también, en teoría, el derecho
de autodeterminación, pero reinaba la ambigüedad sobre quién se
autodeterminaría. La izquierda española no sabía (como dejé escrito en
Cuadernos de ruedo ibérico) si la autodeterminación la ejercería cada
región autónoma por sí misma (Euskadi, por ejemplo) o si se precisaba el acuerdo
del conjunto de los españoles. Y en la Constitución de 1978 cayó fuera el
derecho de autodeterminación. Expulsado, que no se hable. Ni derecho de
autodeterminación ni sólo una constitución federal. Eso fue decisión de la
derecha, pero también del PSOE de Felipe González.
Tres ciudadanos ibéricos confederalistas de cierto peso
habían sido Anselmo Carretero (pensador de León y Castilla, largos años exiliado
en México, militante del PSOE, con una visión de España como “nación de naciones” ); Blas Infante, el notario
andalucista asesinado por los franquistas en 1936, autor del hermoso himno
andaluz (“Andaluces levantaos, pedid tierra
y libertad” ); el republicano y
nacionalista gallego Castelao, muerto en el exilio en Buenos Aires en 1950. Los
tres recibieron elogios, Carretero en vida, los otros dos ya póstumos, pero su
influencia no logró que la izquierda española propugnara una constitución
distinta en 1978, una constitución que no hable tanto de la indisoluble unidad
de la patria española y que no amenace a las autonomías rebeldes con los
militares, como en el actual artículo ocho.
Ni Anselmo Carretero ni Blas Infante ni Castelao eran
catalanes o vascos. Tenían seguidores, había una tradición federal y hasta
confederal en toda España. Una vez muerto Franco, había posibilidades, contando
también con el valencianismo republicano federalista, de haber ido hacia una
constitución confederal que pudiera acomodar a vascos y catalanes para siempre.
El PSOE y también el Partido Comunista de Santiago Carrillo prefirieron la
reconciliación con los posfranquistas, incluyendo el monarca, que es una
herencia franquista.
Tiene Andalucía monumentos muy merecidos a Blas Infante
como “padre de la patria andaluza” , un muerto más de 1936,
arrojado a la cuneta por la represión franquista, como García Lorca y tantísimos
otros. El PSOE, que ha gobernado Andalucía desde las primeras elecciones, le ha
honrado solemnemente, ha tomado su Himno de Andalucía como himno oficial (aunque
olvidó hacer una reforma agraria por mucho que cantando pidan tierra y
libertad).
El PSOE celebra a Blas Infante, pero no ha entrado en la
defensa de una confederación hispánica ni del derecho de autodeterminación, ni
va a entrar mientras tenga a Rubalcaba al frente. Vean lo que escribía Blas
Infante en 1919, y cuán oportuno es: “¡Qué tristeza! ¡Y aún hay andaluces
españolistas! ¡Andaluces que ante las ansias libertadoras del pueblo catalán
gritan con inconsciencia imbécil: La unidad de la patria! Nos dirigimos a
vosotros, andaluces de verdad; andaluces de verdad, porque es este título
expresivo de agobiadores sufrimientos…”.
De ahí que el Parlamento catalán, en 2013, proclame una
vez más que el pueblo catalán es soberano para ejercer su derecho de
autodeterminación y anuncie un referéndum o consulta para 2014 o cuando se
pueda. No se sabe aún la pregunta. Seguramente será si los catalanes quieren
constituirse como un Estado más de la Unión Europea o si prefieren quedarse en
España como están o tal vez si desean una hipotética España federal o
confederal. Imagínense las respuestas. Y como en Madrid se las imaginan también,
veremos qué harán para impedir la consulta o referendo.
A esta España que se desintegra por suerte la va a recoger
en sus diversos pedazos la Unión Europea. Una Europa que nació de la derrota de
los fascismos en 1945 y de la vergüenza de tanta barbarie entre
europeos.
Hay quien pregunta harto de política: y si Cataluña se
separa, ¿en qué liga jugará el Barça? Pues en la Liga de la Federación
Futbolística Ibérica, contra el Bemfica, el Porto, el Bibao, el Valencia, el
Sevilla y, por supuesto, el Madrid.
* Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la
Universidad Autónoma de Barcelona, coordinador del proyecto EJOLT. Autor de
El ecologismo de los pobres: conflictos ambientales y lenguajes de
valoración.
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