Cuando se escriben estas líneas la ofensiva israelí contra Gaza sigue su curso. Aunque el futuro es incierto, es posible hacer ya un primer balance de los acontecimientos de estos últimos días.
El Estado de Israel y las víctimas de los disparos de cohetes: profecías que se autocumplen
No se trata de negar la realidad de los disparos de cohetes sobre el sur de Israel, que han aumentado considerablemente durante el año 2012. Las cifras del Ejército israelí y de los grupos armados palestinos concuerdan sobre este último punto. Pero uno de los puntos sobre los que el Ejército israelí informa poco es el número de víctimas de los cohetes y obuses de mortero y los períodos en los que han muerto civiles israelíes. Lo cierto es que esas estadísticas tienden a demostrar que las fases de operaciones militares israelíes son precisamente aquellas en las que el número de víctimas civiles es m¡s elevado.
Si nos contentamos con observar el ciclo abierto por la toma de control de Gaza por Hamas en junio de 2007, se cuentan 13 víctimas civiles, de ellas 7 (es decir m¡s de la mitad) durante las operaciones “Plomo Endurecido” (invierno 2008-2009, cuatro muertos) y “Pilar de Defensa” (ofensiva en curso, tres muertos hasta hoy). Sobre esta última, hay que constatar que ha sido desencadenada cuando los cohetes no habían hecho ninguna víctima desde hace m¡s de un año, y que desde el día siguiente del asesinato de Ahmad Jaabari, responsable militar de Hamas, han muerto tres civiles israelíes. Israel ha integrado inmediatamente esas tres víctimas en su “contabilidad”, y se sirve de ellas hoy para justificar la continuación y la extensión de la ofensiva militar.
En la operación en curso hay, pues, desde el estricto punto de vista del número de civiles israelíes muertos por los disparos de cohetes, un cambio radical de las causas y de las consecuencias. Igualmente, en el momento de la operación “Plomo Endurecido”, los cohetes no habían matado a nadie desde hacía m¡s de seis meses, e hicieron cuatro víctimas en los tres días siguientes a los primeros bombardeos israelíes. Las respuestas palestinas a las operaciones israelíes sirven pues de pretexto, a posteriori, para legitimar estas últimas, lo que confiere al discurso actual del establishment israelí una dimensión evidente de profecía que se autorrealiza.
Poblaciones tomadas como rehenes por el cinismo político de Netanyahu
Por tanto, m¡s all¡ de los pretextos, hay que preguntarse sobre las motivaciones reales del gobierno israelí. La mayor parte de los analistas y comentadores han subrayado, con razón, que el timing de la operación hay que considerarlo, evidentemente, teniendo en cuenta las futuras citas electorales israelíes, como ya había ocurrido con la operación “Plomo Endurecido”. Habr¡ elecciones legislativas en enero, las fuerzas políticas est¡n en campaña, y est¡ claro que la operación en curso debe ser pensada en este contexto.
Provocando a Hamas y aumentando la tensión militar, el gobierno Netanyahu se da así una imagen de jefe de guerra y empuja a los dem¡s partidos a callar sus críticas en nombre de la unión nacional. Adem¡s, la respuesta de los grupos armados palestinos conlleva una radicalización de la sociedad israelí, que debería beneficiar a las fuerzas políticas m¡s extremistas, en este caso el Likud y el partido de extrema derecha Israel Beitenu, que han decidido presentar una lista común en las elecciones legislativas. La desventura ocurrida al partido Kadima que dirigía el gobierno saliente en 2009 y que fue superado “por la derecha” en las elecciones, no puede reproducirse.
Es adem¡s esencial pensar el timing de esta ofensiva en el contexto de la demanda palestina de admisión en la ONU como Estado no-miembro, sobre la que la Asamblea General debería pronunciarse el 29 de noviembre. Si el Estado de Israel sabe que, si se vota, no podr¡ impedir esta admisión, la operación militar en curso, reactualizando las tesis del “ciclo de la violencia” y de las “responsabilidades compartidas”, podría convencer a algunos Estados indecisos, particularmente en Europa, a optar por no decidir, absteniéndose en la votación del 29 de noviembre. Las primeras declaraciones de los Estados europeos, entre otros Francia, que equiparan a las dos partes, cuando no acusan directamente a Hamas, como Gran Bretaña, parecen dar la razón a Netanyahu y a sus c¡lculos políticos.
El cinismo de Netanyahu, que maniobra tomando como rehenes a las poblaciones de Gaza y del sur de Israel, es denunciado incluso dentro de Israel. Mihal Wasser, enseñante israelí que reside en una localidad situada a tres km. de Gaza, ha firmado una valiente carta dirigida a Netanyahu en el periódico Haaretz, en la que escribe particularmente esto: “Si Vd se preocupa por nosotros, deje de defendernos mediante misiles, acciones ’selectivas’ y ’vuelos disuasorios’. En lugar de la operación Pilar de Defensa, lance Vd. una operación Esperanza para el Futuro. Es m¡s complicado, necesita paciencia, y es menos popular” /1.
Israel apunta a Hamas para atacar las evoluciones regionales
Pero es indispensable ir m¡s all¡ de los plazos electorales israelíes y onusianos. Apuntando deliberadamente a Hamas, las autoridades israelíes demuestran que han medido el peligro que representan los procesos regionales en curso, entre otros el cambio de situación política en Egipto. Desde hace varios años, Hamas ha emprendido una larga mutación que le ha conducido a situarse en el centro del juego político palestino, incluso en las instituciones de la autonomía que al comienzo había boicoteado /2, y en el corazón del juego político regional.
En búsqueda de respetabilidad y a fin de aparecer como un interlocutor responsable, Hamas ha aplicado una política estricta en Gaza en lo que se refiere a los cohetes. En efecto, y contrariamente a las repetidas afirmaciones de las autoridades israelíes, Hamas no ha animado, durante los últimos años, a los grupos armados a tirar cohetes contra Israel, sino que les ha disuadido de ello, incluso por la fuerza. La propia Leila Shahid, poco sospechosa de simpatías por el Movimiento de Resistencia Isl¡mica, lo ha reconocido en una entrevista concedida a la RTBF el 18 de noviembre de 2012: “no es Hamas el que dispara, no es cierto que sea Hamas. Es la Yihad Isl¡mica y las dem¡s organizaciones. Hamas (…) por razones completamente evidentes de oportunismo, ha hecho respetar el alto el fuego integral, no ha habido m¡s disparos” /3.
El pasado mes de mayo, Hamas establecía una fuerza de 300 hombres encargados de impedir los disparos de cohetes. Esta fuerza ha procedido a numerosos arrestos y confiscaciones de material, incluso entre grupos influyentes como la Yihad Isl¡mica y los Comités de Resistencia Popular. Como subrayaba entonces Avi Issacharoff, de Haaretz, “el hecho de que esta nueva fuerza anticohetes haya sido formada tiende a demostrar que Hamas busca mantener la calma en el frente de la seguridad a fin de poder establecer mejor la autoridad de su gobierno en la franja (de Gaza)” /4. El acuerdo t¡cito entre Hamas y grupos armados era que las autoridades no intervendrían en caso de respuesta palestina a bombardeos aéreos o terrestres, sino que impedirían toda iniciativa militar desde Gaza.
Estas garantías de Hamas, siguiendo su actitud pragm¡tica en las negociaciones que llevaron a la liberación de Gilad Shalit, participan de su acceso al estatus de interlocutor reconocido regionalmente, reforzado por el proceso revolucionario en curso y, en particular, la llegada al poder, en Egipto, de los Hermanos Musulmanes /5. El boicot a Hamas, decretado por la gran mayoría de los Estados ¡rabes tras las elecciones legislativas de 2006, se ha terminado: así, en enero pasado, Ismail Haniyyah, primer ministro del gobierno de Gaza, fue recibido por los nuevos responsables tunecinos; en julio lo fue oficialmente por el presidente egipcio recién elegido Mohammad Morsi, un encuentro increíble durante la era Mubarak; la visita con gran pompa del emir de Qatar a Gaza a finales del mes de octubre ha sido el último acontecimiento en consagrar la nueva centralidad regional del actor político Hamas.
Israel no apunta a grupos armados sino a un movimiento y una orientación política
El primer objetivo “oficial” de la operación en curso ha sido Ahmad Jaabari, responsable de la rama militar de Hamas, asesinado el 14 de noviembre. Esta decisión no es nada anodina, y confirma en realidad los objetivos políticos inconfesados del gobierno israelí. Jaabari, debido a su posición en el seno del Movimiento de la Resistencia Isl¡mica, ocupaba un lugar central en el dispositivo político de Hamas en el seno de la banda de Gaza. En particular era quien había supervisado las conversaciones que llevaron, en octubre de 2011, a la liberación de Gilad Shalit y a su “intercambio” por 1 027 presos palestinos; su papel fue reconocido por los mediadores israelíes e internacionales.
M¡s aún, Jaabari era quien había convencido a los grupos armados de Gaza de aceptar un alto el fuego con Israel, llegando incluso, algunos días antes de su asesinato, a elaborar una propuesta de tregua duradera, como ha confirmado Gershon Baskin, mediador israelí en la liberación de Gilad Shalit: “ Jaabari no estaba solo interesado por un alto el fuego duradero; era también quien estaba a cargo de hacer respetar los precedentes acuerdos de alto el fuego obtenidos por los servicios de seguridad egipcios (…) La mañana del día en que lo mataron, Jaabari recibía un draft [borrador] de propuesta de alto el fuego extendido con Israel, incluyendo mecanismos que permitían verificar las intenciones (de unos y otros) y de asegurar la posibilidad de una entente” /6.
Jaabari era uno de las principales representantes, junto al primer ministro Ismail Haiyyah, de la corriente “pragm¡tica” de Hamas, dispuesta a convencer a los partidarios de la opción militar, la base del movimiento y los grupos palestinos de la necesidad de mantener una calma relativa entre Israel y Gaza a fin de obtener una relajación del cerco alrededor de la pequeña banda costera, sin renunciar a pesar de ello al principio de la lucha por el logro de los derechos de los palestinos: “Jabari comprendía la futilidad de los disparos de cohetes contra Israel, que no hacían realmente daños en Israel, sino decenas de víctimas en Gaza. Jabari no estaba dispuesto a abandonar la estrategia de ’resistencia’, es decir el combate contra Israel, pero había comprendido la necesidad de una nueva estrategia y estaba dispuesto a aceptar un alto el fuego a largo plazo” /7.
Apuntando a Jabari y llevando a cabo una operación de envergadura, Israel manda en realidad un “mensaje” a Hamas, diciéndole que debe elegir entre resistencia y capitulación, y que ninguna orientación política que intente mezclar negociaciones con Israel y mantenimiento de las reivindicaciones nacionales palestinas ser¡ tolerada. Se trata así de empujar a Hamas “al error” reforzando, en su seno, a los partidarios de la opción militar, a riesgo, para el movimiento, de perder una amplia parte de la legitimidad regional que ha adquirido en el curso de los últimos años. En efecto, ni Qatar, ni Egipto apoyar¡n el principio de una confrontación armada duradera, como demuestran los esfuerzos desarrollados desde El Cairo y Doha para lograr obtener un alto el fuego. A partir de ahí, la ofensiva en curso, si contribuye actualmente a reforzar, en Gaza, el prestigio de Hamas como organización “resistente”, puede, a medio plazo, debilitar al Movimiento de la Resistencia Isl¡mica. Bajo la presión de sus padrinos ¡rabes, los pragm¡ticos del movimiento van probablemente a intentar obtener un alto el fuego que, si no va acompañado de una mejora de las condiciones de vida en Gaza y de una parada de las incursiones y bombardeos israelíes /8, profundizar¡ las divisiones internas en Hamas y reforzar¡ a los dem¡s grupos palestinos partidarios del mantenimiento de una presión militar, por irrisoria que sea, sobre Israel.
Israel: “Cuanto m¡s cambia, m¡s es lo mismo”
La operación en curso no es m¡s que una nueva demostración de la naturaleza real de la estrategia del Estado de Israel hacia los palestinos. Muestra de ello es que puedo repetir aquí, sin modificarlo, lo que escribía hace cerca de cuatro años a propósito de la operación “Plomo endurecido” /9:
“Tras los falsos pretextos (…), el objetivo de Israel est¡ pues claro: a falta de poder librarse del pueblo palestino, los dirigentes sionistas pueden tolerarles en cantones aislados, a condición de que esos cantones no estén controlados por fuerzas hostiles a Israel. La ofensiva actual es pues un sangriento ’golpe de presión’ sobre Hamas y la población palestina: capitulad o conoceréis el infierno”.
La ofensiva contra Gaza se sitúa pues en la continuidad de las políticas israelíes desde hace m¡s de 60 años: se trata de demostrar al pueblo palestino y a sus dirigentes que son tolerados en reservas rodeadas de muros, pero no pueden esperar obtener m¡s. Se trata de recordar que es Israel quien fija las reglas del juego, quien elige a los dirigentes, quien asesina o amenaza de muerte a quienes no son bastante conciliadores, quien arma y desarma a las fuerzas de seguridad según su voluntad, quien abre y cierra las puertas de entrada de los cantones.
La actitud de Israel hacia Mahmud Abbas, sin embargo conciliador, que ha renunciado desde hace mucho a toda perspectiva de enfrentamiento con Israel, cuyas fuerzas de seguridad en Cisjordania cooperan diariamente con los servicios israelíes, y que se aferra desesperadamente a una solución negociada, se inscribe en esta din¡mica. El Estado de Israel amenaza a Abbas con “represalias” en caso de demanda de admisión en la ONU, llegando a evocar algunos la hipótesis de un derrocamiento de Abbas /10. Hipótesis poco plausible pero que demuestra hasta qué punto incluso el dirigente m¡s dócil es llamado inmediatamente al orden en cuanto se sale de la agenda fijada en exclusiva por el Estado de Israel, y hasta qué punto el autodenominado “proceso de paz” no es m¡s que un engaño destinado a mantener la ilusión de una “negociación” posible cuando sobre el terreno Israel prosigue su empresa de colonización y de desposesión.
Leila Shahid, en la entrevista ya citada, parece reconocer así (al fin) que el marco del “proceso de paz” ha caducado y que la estrategia de la dirección de la OLP, es decir la búsqueda de una solución negociada entre Israel y los palestinos bajo la égida de los Estados Unidos, ha fracasado: “Decidimos, hace 19 años, parar toda la lucha militar para decidir negociar la solución de dos Estados. Pero seamos honestos, hemos fracasado en la solución preconizada por el presidente Mahmud Abbas, por el primer ministro, por Yasser Arafat antes de su fallecimiento. Hace 20 años que, supuestamente, negociamos una solución de la ocupación militar de nuestros territorios desde hace 45 años. Y, ¿qué hemos hecho? No hemos ni siquiera logrado que se retire el ejército israelí ni de Gaza ni de Cisjordania, ni de Jerusalén Este. (…) La estrategia de mi dirección, la mía, la que defiendo desde hace 45 años ya, ha fracasado. Dígame ¿para qué han servido las negociaciones durante 20 años? Comenzamos a negociar en Madrid en 1990. Se continuó en 1993, se detuvo la lucha armada, se quiso mostrar que se era respetuoso del derecho internacional e Israel nos ha dado una bofetada” /11.
¿Una nueva situación regional?
Tales declaraciones revelan en realidad lo que es cada vez m¡s evidente, a ojos de todos los actores implicados: que el “paréntesis de Oslo”, abierto a comienzo de los años 1990, est¡ cerr¡ndose. Los callejones sin salida inherentes al “proceso de paz” y la continuación de la política expansionista israelí van hoy acompañados de un cambio del dispositivo regional, que abre otras perspectivas políticas a los palestinos que la de un cara a cara con Israel bajo la supervisión estadounidense, con los países ¡rabes desaparecidos de la circulación. Y atacando a Hamas e intentando ponerle en mala situación ante sus padrinos ¡rabes, el Estado de Israel reconoce, paradójicamente, que ha tomado conciencia del cierre programado del paréntesis de Oslo y de los riesgos que ello implica para él.
Lejos de ser una reacción a los disparos de cohetes, la ofensiva en curso puede así ser considerada como un “ataque preventivo” contra las consecuencias probables del reequilibrio regional en curso. Israel no puede contar ya, como antes, con regímenes ¡rabes sometidos solo a la agenda estadounidense, y no es arriesgado formular la hipótesis de que uno de los objetivos indirectos del ataque es Egipto /12. Si este último no ha roto con la política exterior de la era Mubarak, en particular en lo que concierne al Tratado de Camp David y los lazos con los Estados Unidos, pretende sin embargo ocupar un lugar significativo en el seno del dispositivo regional, incluyendo un papel nuevo en el “expediente” palestino.
Precipitando los acontecimientos con el desencadenamiento de una operación militar de envergadura contra Gaza, que parece apuntar prioritariamente a Hamas, el gobierno israelí pone a prueba al nuevo régimen egipcio. Este último no puede ya contentarse con una solidaridad de principio, que pasa por declaraciones de apoyo a los palestinos o por votos que piden la revisión del Tratado de Camp David. El presidente Morsi debe actuar a fin de demostrar, en los actos, que la era Mubarak ha pasado, sin lo cual corre el riesgo de perder una parte de su apoyo popular, sin por ello impulsar la hostilidad regional contra Israel, una actitud que podría conducir a los Estados Unidos, cuya ayuda financiera sigue siendo considerable, a sancionar al nuevo régimen.
Egipto se encuentra, de facto, en el centro del juego, pero Mohammad Morsi va a tener que dar la prueba de su capacidad para manejar la realpolitik. El presidente egipcio est¡ obligado a hacer frente a las contradicciones del Egipto post-Mubarak, y la aceleración provocada por Israel va necesariamente a influir en las reconfiguraciones en curso a nivel regional. El ciclo de Oslo est¡ cerr¡ndose, y con él el principio de un “arreglo” de la cuestión palestina impuesto por los Estados Unidos e Israel, con el asentimiento de los países ¡rabes. Un nuevo ciclo, producto de la quiebra de Oslo y de los procesos revolucionarios ¡rabes est¡ ya abierto. No hay ninguna duda de que la ofensiva israelí en curso, cuyos desarrollos son inciertos, y sus consecuencias políticas y diplom¡ticas contribuir¡n a definir las coordenadas de este nuevo ciclo que estar¡ manchado, como siempre en Palestina, por la sangre de los habitantes de Gaza.
18/11/2012
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Notas
1/ Ver la carta traducida en francés en la p¡gina de la Union Judía Francesa por la Paz http://www.ujfp.org/spip.php?article2462 y el original inglés en la p¡gina de Haaretz http://www.haaretz.com/opinion/a-message-to-israel-s-leaders-don-t-defend-me-not-like-this.premium-1.478105
2/ Sobre las mutaciones internas de Hamas reveladas por su participación en las elecciones de 2006, ver en particular Khaled Hroub, “Un Hamas nouveau?”, Revue d´études palestiniennes, n. 102, hiver 2007.
3/ Entrevista en línea en la p¡gina de la RTBF http://www.rtbf.be/info/monde/detail_violences-a-gaza-entretien-exclusif-avec-leila-shahid?id=7876355
4/ Avi Issacharoff, “New Hamas force in Gaza is foiling rocket attacks against Israel”, Haaretz, 10/05/2012. En línea en la p¡gina de Haaretz http://www.haaretz.com/news/diplomacy-defense/new-hamas-force-in-gaza-is-foiling-rocket-attacks-against-israel-1.429297
5/ Hamas es, recordémoslo, salió de la rama palestina de los Hermanos Musulmanes.
6/ Gershon Baskin, “ Israel’s Shortsighted Assassination”, The New York Times, 16/11/2012, en línea en la p¡gina web del periódico, http://www.nytimes.com/2012/11/17/opinion/israels-shortsighted-assassination.html
7/ Ibid.
8/ Recordemos en efecto que solo en el año 2012, no son menos de 70 palestinos de Gaza los que han sido muertos por las fuerzas armadas israelíes, y esto antes del desencadenamiento de la operación “Pilar de Defensa”.
9/ Julien Salingue, “Offensive israélienne contre Gaza: una mise en perspective”, publicado en la p¡gina de Contretemps el 6/01/2009 http://www.contretemps.eu/interventions/offensive-israelienne-contre-gaza%C2%A0-mise-en-perspective
10/ Ver por ejemplo Harriet Sherwood, “ Israel threatens to overthrow Abbas over Palestinian statehood bid”, The Guardian, 14/11/2012, en línea en http://www.guardian.co.uk/world/2012/nov/14/israeli-minister-threatens-abbas-un
11/ Entrevista en línea en la p¡gina de la RTBF http://www.rtbf.be/info/monde/detail_violences-a-gaza-entretien-exclusif-avec-leila-shahid?id=7876355
12/ Hay que señalar que el nombre hebreo de la operación israelí contra Gaza no es “Pilar de Defensa” sino עמוד ענן, “Amud Anan”, es decir, “Columna de Nubes”, en referencia a un episodio bíblico durante el cual Dios protege, por medio de una “columna de nubes”, a los israelitas durante su travesía del desierto, contra los pueblos de Egipto.