NCeHu
697/12
Reproducido de RGE 1640/12
Fuente: Cronicon/La Haine
Dos Santos: "El
neoliberalismo como corriente está en su fase terminal"
Fernando Arellano
Ortiz
Entrevista con Theotonio dos Santos :“Digamos que
está muerto, pero no enterrado. Para enterrarlo es necesario un pensamiento
fuerte acompañado por prácticas fuertes”
Es lo que afirma el científico social
brasileño Theotonio dos Santos, en desarrollo de sus charlas y entrevistas que
concedió durante su permanencia en Buenos Aires para participar como
conferencista principal en el VI Encuentro Internacional de Economía y Derechos
Humanos organizado por el Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las
Políticas Públicas (CEMoP) de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y
que se realizó entre el 4 y el 6 de octubre.
No obstante la fase moribunda en que se
encuentra el modelo neoliberal, Dos Santos considera que sus operadores aún
mantienen el control sobre instrumentos claves, como por ejemplo los bancos
centrales, que consiguieron sacarlos del contexto de avances democráticos. “Es
un bastión muy fuerte -explica- que está asociado al capital financiero que
pretende poner al Estado a su completa disposición. Y los Estados Unidos y
Europa son un claro ejemplo de eso. Estamos en una situación de la economía
mundial absolutamente nueva. Solamente el hecho de que se distribuya el poder
mundial de esta forma, por lo menos pone en cuestión un sistema imperialista
mundial que fue la base de expansión del capitalismo y todo este pensamiento
liberal. Incluso, hasta el liberalismo keynesiano está en crisis”.
En su opinión, la crisis en los países
desarrollados confirma la "decadencia del neoliberalismo", como un proceso que
"deberá profundizarse en los próximos años, particularmente en América
Latina".
Dentro de este contexto, califica la actual crisis del capitalismo como
“muy profunda”, razón por la cual, “ya no es posible analizar la situación
global desde las economías nacionales; ni siquiera con la teoría clásica que
describe el comercio internacional bajo la óptica de las ventajas comparativas”.
Este economista, uno de los principales
exponentes junto a Ruy Mauro Marini, Vania Bambirra y en parte André Gunder
Frank de la teoría marxista de la dependencia, no duda en recalcar que “los
keynesianos desconocen el contenido de clase de un Estado capitalista que está
al servicio de los monopolios, y de esa derivación que es el capitalismo
financiero”.
Sobre el libre mercado es categórico al precisar que el mismo constituye
una falacia por cuanto que la economía mundial está monopolizada.
“El libre mercado –enfatiza- ha servido
para fomentar el monopolio, pues la realidad lo demuestra: 50 transnacionales
son las que dominan la economía mundial. Y lo peor es que los Estados están al
servicio del monopolio como se ha evidenciado en la actual crisis del
capitalismo”.
Alcances de la Teoría de la
Dependencia
Este sociólogo, economista y conferencista brasileño que ha dedicado su
vida a la investigación y a la docencia, se ha destacado por sus aportaciones en
la formulación general del concepto de dependencia, la periodización de sus
diversas fases en la historia de acumulación capitalista mundial, la
conceptualización de sus características generales y específicas, así como la
definición de los mecanismos reproductivos.
Al formular la Teoría de la Dependencia
que tuvo su auge en las décadas 60 y 70 del siglo XX sostuvo que la estructura
interna de los países de la periferia fue forjada a partir de una relación de
subordinación con el capital internacional y que la acción de las condiciones
externas sobre su proceso de desarrollo en una etapa de predominio de las
fuerzas imperialistas y monopólicas en la economía internacional, limitaban
grandemente las posibilidades de independencia y progreso social.
Dos Santos defendió la tesis de la
reproducción ampliada de la dependencia dentro del sistema capitalista, de la
superexplotación del trabajo, de la tendencia al fascismo, o a los regímenes de
contra-insurgencia, por parte de las burguesías locales, sin excluir la
presencia de tendencias democráticas. Como alternativa planteó el socialismo
como única solución ante las olas de pobreza y miseria generadas por la
dependencia.
Su enfoque, desarrollado en clásicos como
La crisis norteamericana y América latina (1971), o Imperialismo y dependencia
(1978), subraya que el proceso de integración internacional que surgió de la
Segunda Guerra Mundial se basó en una fuerte dependencia industrial y
tecnológica de la periferia. “En ese proceso, a los capitales locales sólo les
quedó desnacionalizarse mediante una asociación minoritaria con el capital
extranjero. Hay una universalidad en estos procesos que no se puede ignorar”,
anotó este científico social nacido en Carangola, Minas Gerais.
Época de integración regional
El cientista social brasileño al analizar la realidad sociopolítica
latinoamericana afirma que, infortunadamente en la región “tenemos un clase
dominante-dominada. Dominante porque organiza la estructura social. Y dominada
porque lo hace en función de los intereses de los países centrales. Su objetivo
fue y es generar excedentes que alimenten la economía central mediante la
sobreexplotación de los trabajadores”.
La región aún sufre las consecuencias del
"crecimiento desigual que se da en sectores limitados de la población, basado en
exportaciones de bajo valor agregado y en la distribución negativa de la renta,
que aumenta la distancia entre las élites y las masas populares".
De cara al futuro, Dos Santos señaló que
la dependencia que se expresa en la división internacional está en crisis. De
allí que se abre un potencial de transformación. “Nos encaminamos a un mundo
mucho más flexible, con estructuras más diferenciadas. Las articulaciones
regionales están gestando un aparato económico y político nuevo. En ese
contexto, Unasur representa un intento de alcanzar una visión regional más
coherente”.
“Hace mucho que llamamos la atención de que la integración regional va a
ser uno de los elementos clave –prosiguió- porque permite a los poderes
regionales que se expanden como grandes exportadores contar con un mercado local
y regional para expandir su base de escalas económicas. Todo eso se está
afirmando ahora: estamos en una época de grandes integraciones regionales que
pasan a ser un factor muy importante de la economía mundial. La Unasur es
consecuencia de que aún nuestra oligarquía es contraria a la integración
regional. No por una concepción teórica, sino por prejuicios. Nuestra oligarquía
quiere ser europea, norteamericana, no quiere desarrollar un estamento político
que pueda generar confrontaciones relativamente importantes con Europa y Estados
Unidos”.
Para Dos Santos, la clave de los países de
América Latina está en cómo van a utilizar sus reservas. En su opinión, “se
tienen que utilizar masivamente para grandes proyectos de inversión regional. Y
acá entra en juego la Unasur y el Banco del Sur, para hacer grandes proyectos de
infraestructura que la región necesita, para fomentar el desarrollo industrial y
de servicios”.
“Estos excedentes -explicó- deben ser utilizados para crear riqueza y no
para un manejo extraño de la economía mundial, como es mantener reservas en
manos de los adversarios potenciales. Colocar las reservas en títulos del
gobierno norteamericano es una situación muy desfavorable. El jefe de la Reserva
Federal de Estados Unidos va todas las semanas a China a negociar. Brasil tiene
U$S 400 mil millones en reservas, de los cuales alrededor de U$S160 mil millones
están en títulos del gobierno americano, pero no viene nadie a negociar con
nosotros. Deberíamos exigirlo”.
La desesperación de la derecha
En el tablero del juego del poder, la derecha pasa por un mal momento
sobre todo en América Latina, sostiene el profesor brasileño. “La derecha a
nivel internacional, en este momento, está en un proceso de revisión y de
discusión, porque las tácticas que utilizan normalmente no están funcionando
bien, como corresponde. Ellos no esperaban un auge electoral tan desfavorable
como ha sucedido en los últimos años en América Latina. Todo ello le complica la
situación a la derecha y tiene que apoyarse entonces en elementos que no forman
parte de su arsenal normal”, explica.
“Nuestra oligarquía –agrega- vive a costa
del Estado, saca recursos colosales del Estado que utiliza estúpidamente y por
eso pierde su capacidad de utilizarlo como instrumento de poder realmente. En
segundo lugar, la oligarquía le teme a la democratización del Estado porque
pierde poder, lo que tiene que ver con la situación política. Si se abre, sus
intereses económicos pequeños que se oponen al resto de la población no le
permiten manejar un proceso democrático. Por eso están desesperados para buscar
la forma de detener la democracia o encontrar un medio para revertir las
cosas”.
No obstante esta realidad, considera que “hay una determinación histórica
muy fuerte; diría que muy necesaria para sostener el sistema. Puede ser que el
desarrollo supere esa necesidad. Los cambios que se registran son tan radicales
que muchas veces escapan al control del capital. Estados Unidos se propone como
identidad de libertad y democracia. Un atrevimiento muy grande. Sin embargo, hay
algo que está pidiendo que se sostenga un proyecto de gran dimensión. Las
condiciones están. El problema es político”, sostiene.
El rol de la canalla mediática
Respecto de la denominada canalla
mediática en manos de los grandes monopolios de comunicación, Dos Santos es
categórico es su análisis:
“Los medios de comunicación son el
instrumento más importante de defensa de un sistema económico-político que está
en una situación muy mala y eso provoca una cierta desmoralización en esos
medios. Defienden tesis que la mayoría de la gente sabe que no son verdaderas.
Es decir, puede que hablen de situaciones verdaderas, pero no por motivos
verdaderos, sino con claros intentos de desestabilización y de crear bases para
la derecha. Y a pesar de que la izquierda, en general, tiene miedo de confrontar
con estos medios de comunicación, empiezan a aumentar los sectores que creen que
hay que hacer algo, que hay que buscar medios alternativos. Renacimiento de la
teoría de la dependencia
Doctor en Economía, sociólogo y politólogo brasileño, profesor emérito de
la Universidad Federal Fluminense, coordinador de la Cátedra y Red UNESCO-UNU de
Economía Global y Desarrollo Sustentable, actualmente exponente de la Teoría del
Sistema Mundo, Theotonio dos Santos aceptó la invitación a dialogar con el
OBSERVATORIO SOCIOPOLÍTICO LATINOAMERICANO www.cronicon.net para ahondar sobre estos temas.
- Usted ha señalado que después de más de
más de 40 años de la Teoría de la Dependencia, hay un renacimiento de la misma
como un mecanismo o un camino para responder a la crisis del capitalismo, ¿por
qué?
- La crisis capitalista se hace cada vez
más planetaria, la gran crisis del capitalismo viene de principios del siglo XX
con la Primera Guerra Mundial. Fue llamada por algunos autores hindúes la guerra
civil europea. En la Segunda Guerra Mundial ya tenemos un fenómeno global, pero
las otras zonas dependientes, subordinadas y hasta colonizadas no teníamos una
participación tan importante en este proceso, sino secundariamente tuvo
implicaciones para nosotros. Pero ahora no, la crisis cada vez más incorpora una
dinámica económica mundial en la cual nosotros tenemos un rol creciente. Por lo
tanto digamos que las condiciones materiales del sistema mundial, formado del
gran centro hegemónico y de poder, de dominio sobre el resto del mundo están en
crisis también. Entonces la crisis también replantea la problemática de la
dependencia en un nivel nuevo en el cual personas que están bajo la
determinación de la hegemonía central, en este caso la norteamericana,
actualmente están en emergencia. Por lo tanto la cuestión de la dependencia es
para nosotros fundamental por que nos permite esclarecer cuáles son nuestros
límites y cuales son nuestras posibilidades. La crisis de la hegemonía y la
destrucción egocentrismo pretendido por Estados Unidos y por el grupo de Bush y
toda esa gente, es al mismo tiempo la emergencia de nosotros.
- También señalaba usted en una de sus
conferencias aquí en Buenos Aires que muy posiblemente estemos ad portas de un
nuevo paradigma tecnológico, y que aquellos países que se preparen podrían
generar un nuevo camino que permita superar la dependencia. ¿Cree que América
Latina está caminando hacia un nuevo paradigma, si no tecnológico, por lo menos
en cuanto a integración económica para enfrentar los nuevos retos, ahí si,
tecnológicos y económicos del capitalismo?
- Qué posibilidades tenemos, capacidad de
decisión, de comprensión, de movilización, de articulación, de acción, en ese
sentido aún no lo tenemos. Eso depende de que recuperemos nuestra capacidad de
pensar en nosotros mismos y de buscar las alternativas de acción económica,
política, cultural y sicológica para poder atender este gran desafío.
Pero la ventaja principal exactamente son
nuestros recursos naturales, gran parte de lo que se va hacer en el futuro
cuenta con recursos naturales que están acá en América Latina fundamentalmente.
Nuestra oligarquía está acostumbrada a vender esos recursos, como decimos un
poco despectivamente, a precios de banana, y evidentemente sin participar
nuestras poblaciones en las potencialidades de esas situaciones. Entonces
tenemos que pasar por cambios muy sustanciales para poder atender eso, pero
tenemos los medios. Ahora, por ejemplo, con los efectos de diez años de
expansión de nuestro comercio exterior hacia China y hacia la nueva demanda
mundial que Asia representa, conseguimos untar unos seiscientos y tantos mil
millones de dólares de reservas. Si los bancos centrales continúan controlando
esas reservas aplicándolos en títulos de la deuda pública norteamericana que es
el peor negocio del mundo en este momento, en vez de utilizarla para un gran
proyecto de desarrollo regional como el Banco del Sur que se está proponiendo
hace mucho, se va a perder una oportunidad histórica. Si se consolida la Unasur
que está proponiendo exactamente articular la defensa de los recursos nuestros,
la negociación de muchos de estos recursos y la utilización de nuestras grandes
reservas para un gran desarrollo regional, vamos a avanzar. Si lo hacemos
podemos aplicar gran parte de esos recursos en ciencia y tecnología en centros
educacionales, en una redistribución del ingreso. Todos esos elementos nos
permitirían alcanzar un tipo de desarrollo a la altura, digamos de este
potencial. Claro que vamos a necesitar un desarrollo científico muy grande para
poder aprovechar la gran biodiversidad, la gran equidad biotecnológica que
tenemos. Eso significa que tenemos que ser frente de punta en la biotecnología
mundial. Los cubanos con doscientos millones de dólares que aplicaron lograron
consolidar la investigación en medicina y consiguieron ya producir algunas
conquistas muy importantes en la biotecnología. Eso no es caro, no es una
cuestión de recursos, en el sentido financiero. Es una cuestión de concentración
de recursos en el desarrollo de la población, de la capacidad de la gente, de la
imputación en todos los niveles, incluso en el nivel superior. En contra de eso
tenemos todo el pensamiento, si lo podemos llamar así, del Banco Mundial, del
FMI, de las grandes universidades americanas y europeas. Todos quieren
convencernos que nosotros no podemos producir conocimiento de punta para el
mundo.
- En el cono sur latinoamericano, Brasil,
Argentina, Uruguay, de pronto Chile, país en el cual usted vivió varios años, se
está generando valor agregado. Sin embrago los países del norte: Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia, Centroamérica, están reprimarizando su economía. ¿Este no es
un problema para las economías de estos países?
- Claro muy grave, muy grave, Brasil
también está en la reprimarizacion por que aumentamos mucho las exportaciones de
materias primas y productos agrícolas. Entonces es una situación muy peligrosa
desde ese punto de vista. Esa es la tragedia del petróleo, la tragedia de los
grandes recursos que quedan al servicio de una minoría y se están viviendo
situaciones absurdas de pobreza. Bolivia está ahora por ejemplo frente al
descubrimiento de materias primas de gran consumo de alta tecnología, y tienen
casi el ochenta y tanto por ciento de lo que existe en el mundo. Entonces ellos
están buscando negociar eso, pero no solamente para vender esa materia prima a
alto precio, sino para desarrollar grandes centros de investigación en este
campo, y de desarrollo científico y también de producción, utilización y avance
en el campo de la información que es un campo fantástico.
Argentina también está investigando en este campo pero no tiene muy buena
relación con Bolivia. Argentina tiene una masa de científicos bastante
razonable. Brasil, si se concreta un proyecto regional de desarrollo que respete
evidentemente el rol central de Bolivia como fuente del grupo, tiene ahí un
campo muy importante que le puede dar un papel importante históricamente de
desarrollo tecnológico a nivel mundial.
- Se ha referido en antes a Cuba y sus
avances en investigación científica y tecnológica. ¿Cómo debe uno entender a
Cuba, porque como bien lo refería usted, Napoleón no pudo frente a los
británicos, y esta isla a tan pocas millas del gigante y con un bloqueo
económico criminal, ha aguantado?
- Si, es un desafío para la humanidad
entender eso. Yo atribuyo eso a muchos factores históricos importantes, el hecho
de que Cuba fue unos de los centros económicos más importantes del periodo
colonial, con un tipo de negocios que fue fundamental para el desarrollo de
Inglaterra y de Estados Unidos que fue la trata de esclavos. Cuba era el
negociante principal para comprar esclavos. Pero sea lo que sea esto ha sido
fuente de poder económico y eso permitió en Cuba un desarrollo importante de su
percepción, de su rol familiar internacional, etc. Y la revuelta en contra de
eso generando figuras como Martí, se hace en una perspectiva muy avanzada, a
pesar de que correspondieron fenómenos como el hecho de que Cuba mantuvo la
esclavitud, y esto fue una contradicción brutal. La liberación de Cuba que
Estados Unidos presenta como una victoria de la guerra norteamericana-española,
fue producto de una sociedad avanzada. Los americanos no pudieron consolidarse
en Cuba después de la victoria de la guerra, y se nota que ahí hay una
resistencia histórica en este momento significativo, que va a causar en este
nivel tan alto la revolución del 59 en el auge de una resistencia
latinoamericana muy importante. La revolución boliviana, la revolución
guatemalteca, el gran auge de los movimientos populares que construyeron
gobiernos populistas, digamos gobiernos democráticos, revolucionarios más
avanzados, otros menos avanzados, pero con propuestas de nacional democracia
interesantes en la era de la década de los años 50, que se hacían derrotar con
golpes de Estado con una confrontación grande que tienen después respuestas muy
importantes, como el caso de Brasil. Getulio Vargas se suicida y ello es motivo
para hacer una movilización de masas que construye el armazón de capital
internacional, y el gobierno va a proyectar un Brasil obviamente con las
transformaciones muy impresionantes. Solamente la construcción de Brasilia en
cinco años, la construcción de una ciudad moderna tan avanzada, con arquitectura
propia sin casi ninguna aportación internacional. Básicamente con nuestros
arquitectos, con nuestra ingeniería, todo eso demuestra que realmente existía en
la región un potencial muy grande, que no continua porque la sociedad nuestra no
se atreve a tomar las consecuencias que exigía el paso a una ciudad
superior.
Cuba dio este paso, se puede decir que era muy joven y se atrevían a
cosas absurdas, puede ser. El atrevimiento puede ser un factor histórico
positivo muy importante. Los griegos cuando enfrentaron a los persas en pequeños
ejércitos; Alejandro cuando sale a conquistar… Bueno son atrevimientos absurdos,
pero que proyecta históricamente siglos de siglos. Alejandro dejó su marca y la
lengua griega se convierte de toda una región.
Este atrevimiento es parte de un proceso más amplio pero que se concentra
en algunas partes y ahí está la esencia y eso exactamente es la relación entre
este pueblo viviendo toda esta situación y buscando una salida y un liderazgo
político, que tiene una relación muy especial con su pueblo, muy especial. Yo me
he ocupado de Cuba en todo este proceso y realmente me encanta ver como este
país pudo desarrollar una dirección política que discute con la población casi
todas sus decisiones. Son discutidas públicamente de una manera muy organizada
con percepción muy grande de la población, que es capaz de explicarte cada una
de las medidas que tomaron en su gobierno. Aunque estén en contra o a favor no
importa, pero saben, buscan y en general están a favor por que votaron incluso
en procesos de decisión colectiva muy relevantes. La Constitución que salió de
Cuba es un fenómeno de masas que yo no conozco nada parecido. Incluso el caso de
Venezuela que se hizo un debate muy grande entorno de la constituyente. Pero en
Cuba yo creo que no hubo ningún cubano que no hay participado en el diseño de la
Constitución cubana, es una cosa muy impresionante. Y fíjate que eso estaba en
el proceso de alfabetización. Fidel ya demostraba esta visión. Cuando se inicia
la alfabetización un año más o menos después de la revolución, Fidel tiene una
afirmación muy importante: “cada cubano sólo podrá alfabetizar dos cubanos” creo
que era dos o tres cubanos, “para que todos los cubanos puedan participar de la
alfabetización” esa decisión de proceso colectivo, de proceso de decisión, de
gestión, de afirmación. Creo que ésta es la base de esta capacidad de
confrontación con fuerzas tan significativas.
Nosotros en Brasil no tuvimos ninguna
invasión tipo Bahía de Cochinos, ninguna. Nosotros hemos entregado sin golpes de
Estado a gente que no tenía la capacidad de tiro, de fuego de más de dos horas.
Ese es el liderazgo político nuestro desgraciadamente y yo desgraciadamente soy
parte de eso, a pesar de que éramos un grupo minoritario. Pero la verdad es que
nosotros no estamos a la altura de enfrentar las consecuencias de una postura
realmente revolucionaria. Sufrimos mucho con eso, recuerdo que nos pegaron duro,
nos exilaron, nos rindieron, nos mataron. Muchos dicen que por que no pudimos
resistir, que por que hay una guerra civil. Bueno, depende de quien gane la
guerra civil (risas).
- Una frase suya muy buena que le escuché
en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo es que Estados Unidos es una
potencia mundial pero no fuente de civilización. ¿Podríamos decir que ante los
acontecimientos de los últimos años, económica y políticamente hablando Estados
Unidos está en un declive? La irrupción de China es evidente en el marco
mundial, y en el ámbito regional surge Brasil como el país con vocación
hegemónica en América Latina. ¿Cómo ve esos tres actores en la geopolítica:
Estados Unidos, China y Brasil?
- Estados Unidos es decadente, no estoy
diciendo que Estados Unidos no es un poder mundial principal y creo que lo será
aún por unos 20 años. Pero tiene que compartir su poder, olvidarse de que ya no
puede presentarse como un centro de poder indiscutible. Después de la Segunda
Guerra, Estados Unidos tenía el 43% de la economía mundial, hoy tiene una
participación de un 17% ó 18%, decir que eso no es decadencia, bueno, no sé. Es
un gran poder, claro que si. China fue un gran poder mundial hasta el siglo
XVIII, luego vino una crisis muy grave, hasta ser ocupada por los japoneses, no
toda China, pero si su sector más dinámico. Entonces China está
reestructurándose como centro económico y hoy es el segundo PIB del mundo. Ahora
China va a parar o va a disminuir, no, China tiene una tasa de crecimiento del
8% ó 10% y Estados Unidos de 1 ½ ó 2%. Y China por lo tanto va a alcanzar el PIB
de Estados Unidos en 10 años y si valoriza su moneda puede alcanzar incluso un
nivel bastante más alto. Este hecho significa que China pretende disputar con
Estados Unidos la hegemonía mundial y proponerse hacer un centro hegemónico, yo
creo que no es la función de China, no es la función del Partido Comunista chino
que es quien dirige el proceso. Ellos creen que China debe buscar condiciones de
la sociedad más polivalentes en el mundo. No discuten una situación y la
responsabilidad de una hegemonía absoluta a nivel mundial y piensan en
transformaciones sociales, políticas, económicas que van a permitir tal vez
llegar a una articulación de intereses mundiales más igualitarios de las que
hubo en la expansión del capitalismo hasta ahora.
- ¿Y Brasil?
- Brasil no tiene vocación hegemónica,
nuestra burguesía es una burguesía dependiente y subordinada, tiene miedo de la
hegemonía, tiene un miedo terrible.
- ¿Por qué?
- Porque cree que los latinoamericanos
todos somos inferiores, entonces cómo gente inferior va a disputar hegemonía. Es
una burguesía totalmente subordinada, desjuiciada, racista, muy, muy atrasada.
Pero digamos, la posición de Brasil en la economía latinoamericana y mundial
exige que asuma una responsabilidad de desarrollo regional. Entonces nuestra
población está aprendiendo eso poco a poco. Eso de subestimar tanto a América
Latina… Nuestro comercio principal después de la China es cosa nueva, es con
América Latina, y luego viene Estados Unidos y sigue Europa. En algunos momentos
nuestro comercio con América Latina no ha tenido un nivel muy alto, hubo caídas
pero breves. Porque la lógica lleva a la expansión de este comercio con una
ventaja muy profunda de que es un comercio en donde Brasil tiene un potencial de
exportaciones industriales que no tiene hoy para Europa ni para Asia, porque ha
quedado en un nivel bajo de expansión en la parte de informática, y en la
petroquímica que quisimos entrar y no fue posible. Incluso entramos en la
discusión amarga de como Estados Unidos usó la democratización en contra de
Brasil como potencia nuclear. Y en la aeronáutica por ejemplo pudimos haber
avanzado mucho más. En petróleo hemos avanzado bastante y en la cuestión
energética nos pone en una posición muy buena. Brasil tiene una estructura
energética de muy buena calidad y con un gran potencial. Pero todo esto es muy
pequeño en relación al potencial del país. Si el país se articula con América
Latina sería muy positivo, pero ellos subestiman la región, ellos no saben que
Argentina tiene un potencial científico mucho mayor que Brasil. Argentina tiene
varios Premios Nobel, tiene una base científica muy sólida. Si se logrará una
articulación se podría avanzar mucho.
México es otro gran centro pensamiento, de articulación de conocimiento
pero se desprecia. Venezuela también es un centro importante, al final fue
durante 40 años el mejor exportador de petróleo del mundo, eso no es muy poco
como experiencia de relación de poder a nivel mundial. Entonces todo eso es
botado para el lado.
La experiencia de Colombia. Colombia es un
país que tiene un potencial muy grande, tiene una educación superior de muy buen
nivel, hay todo un potencial de generación muy alto. Brasil tiene que entrar a
la región pero de pecho, abierto y sin miedo de liderar, en un sentido positivo,
porque si quiere entrar a aprovechar en lo que pueda e imponer su imperialismo
al servicio de una élite nacional se lleva solo una partecita. Eso es un camino
inferior que no le va a dar a Brasil fuerza, por el contrario va a crear una
indisposición y una resistencia muy grande. Pero si por el contrario, se abre
con una postura de liderazgo, no de un liderazgo que no le compita, sino en lo
que puede crecer integrando la región y fortaleciendo el desarrollo de la
región, eso le va a permitir tener un rol internacional muy fuerte. Pero tiene
que ser concertado con la región, mirar con respeto a la región, a los pueblos.
Ese es el dilema de Brasil.
|